Tyler

Corrí siguiendo el río, y con Kaila detrás de mi, seguí el desagradable olor de la sangre de lobo.

— ¡Ahí! — dije al ver lo que parecían dos lobos en la orilla del río — esa es... ¡Liv!

Noté al lobo que estaba junto a ella. Se veía muy mal. Hasta me atrevería a decir que estaba muerto.

Liv levantó la cabeza. Al parecer estaba bien.

— ¡Qué fue lo que pasó!

— Un oso me atacó en la guarida... — dijo con voz quebradiza — Unan me salvó, pero él y su hermano salieron heridos...

— Ya veo... — miré al otro lobo. Su herida era muy fea — ¿está...?

— No — me interrumpió con seriedad — no está muerto. — la miré compasivo — está respirando.

— Lo quieres... — pareció sorprenderse por mi afirmación, y luego le dedicó una mirada cálida y sincera.

— Como no querer a alguien que arriesgó su vida para salvarte...

— Pero no lo haces por compromiso. Lo quieres de verdad.

— Si... — volvió a bajar su cabeza sobre la del otro lobo. Unan, al parecer.

— ¿Estás más tranquilo? — preguntó Kaila en voz baja junto a mi.

— Si... Lo estoy — dije aliviado — ya podemos irnos. — miré a Liv, que ya se había acomodado nuevamente — Nos vemos...

— Bien... — dijo sin moverse.

— Vámonos... — le dije a Kaila.