Capítulo 9º

Una puñalada atravesó el corazón de Dylan cuando vio la más que perfecta cara de Thomas contraerse por el desconcierto, la pesadumbre y la rabia en el momento en el que la Rata comienza a decir quiénes no son inmunes al Destello y el nombre de Newt es el primero de la lista.

"¿Cómo es posible que sea tan buen actor?".

Pero, por algún extraño motivo, a Wes no termina de convencerle la escena así que al grito de ¡corten! y ¡acción! vuelven a repetirla. Dylan no es capaz de aguantarlo más, simplemente no. Así que cuanto a la tercera Wes corta de nuevo decide irse y esperar a que Thomas termine.

Cuando empieza a rodar la cuarta, Thomas se da cuenta de que Dylan se está yendo del lugar de rodaje y pierde un poco el hilo de lo que está haciendo. Sin embargo, esa es la toma con la que Wes decide quedarse.

- Oh, dios, Thomas, ¿cómo lo has hecho? – estaba mirando de nuevo la toma con uno de los cámaras y el rubio volvió de golpe a la realidad.- Esa expresión de necesidad y derrota...

- ¿Puedo descansar? – se apresura a preguntar, quiere ir enseguida tras Dylan.

- Sí, sí, claro – mira el reloj.- Con la tontería es casi la hora del almuerzo.

Atravesó el set para salir al pasillo de los camerinos, suponiendo que había vuelto al suyo para descansar, pero no lo encontró y no tenía tiempo para buscarlo. Comió poco antes de volver al trabajo... y no volvió a ver a Dylan hasta que terminó la jornada del día.

- Eh, ¿nos vamos?

¿Cómo describir la tranquilidad que sintió al verlo con las llaves de la furgoneta, listo para irse, pero esperando por él?

- Por favor - le pidió.

De repente el cansancio desapareció.

- ¿Dónde has estado toda la tarde?

Dylan abrió la boca para responder, pero al abrir la puerta enseguida se ven abrumados por los flashes, los micrófonos y las preguntas atropelladas de los más de diez periodistas que los recibieron. Dylan soltó un silbido abrumado, pero enseguida se colocó al lado de Thomas quien se había quedado estático en el lugar.

- Thomas, ¿es cierto que has dejado a Isabella por otra persona?

- ¿La has engañado?

- ¿Qué sentiste al romper el compromiso con tanta sangre fría?

- Ella es una persona ejemplar y tú también, ¿cómo ha podido pasar?

Dylan miró a su amigo, estaba blanco, es decir, más blanco de lo normal. Entre Thomas y la nieve no había ninguna diferencia en aquellos momentos porque, encima, notó que la sangre también se le estaba yendo de la mano que Dylan rozaba sin querer.

- ¡Por favor, Thomas, nos gustaría que explicaras tú algo!

- Parece que Isabella es la única que ha decidido dar la cara.

- Eh, un momento – exclamó Dylan, consternado.- ¿Dar la cara por qué? No han hecho nada malo.

- ¡Ellos son una pareja muy famosa! ¡Eran un ejemplo a seguir para los demás!

- Pues las parejas rompen, señorita, y no suele haber ningún oscuro motivo detrás.

- ¿Y por qué no nos lo explica entonces?

Dylan fue a abrir de nuevo la boca para contestar, pero sintió un jalón en el puño de su chaqueta por lo que se giró para mirar al rubio. No podía escucharlo, pero pudo leer sus labios perfectamente.

- Sácame de aquí.

Sin necesidad de nada más le cogió de la mano y jaló de él hacia atrás para volver a entrar en el edificio y cerrar la puerta. Dejando al otro lado aquella desconcertante escena. Una vez que se hizo el silencio Thomas se desplomó en el suelo y Dylan fue corriendo a su lado, temblaba ligeramente.

- Eh, Thomas, tranquilo...

- Vámonos a casa, por favor – se aferró a las solapas de la chaqueta del moreno en un intento desesperado por dejar de temblar y controlarse. Dylan lo envolvió con sus brazos para intentar transmitirle seguridad.

- Voy a llamar a Wes para que los disperse.

- Solo quiero ir a casa...

- Aún no han inventado el teletransporte, amigo mío – acarició el suave pelo rubio y besó su cabeza en un arrebato.

- ¿Mañana tenemos el día libre?

Dylan intentó pensar, pero le era muy imposible hacerlo con el aliento de Thomas en su cuello, enviando descargas eléctricas a todo su cuerpo. O lo alejaba de sí o iba a tener un pequeño problema allí mismo, con Thomas entre sus brazos. Y podría morirse de darse el caso.

- Eso creo – tragó saliva.

- No pienso salir de la habitación.

- Me gusta más cuando la llamas casa.

- Contigo me siento en casa – admitió consiguiendo por fin normalizar su respiración.

- Ojalá pudiera hacerte sentir así toda la vida.

Thomas se separó lo suficiente para poder mirar a Dylan a los ojos. Chocolate vs pardo. Un abismo oscuro frente a un campo iluminado por el sol. Estaban cerca, muy cerca, tanto que ambos podían sentir la respiración del contrario en el rostro. Poco a poco fueron cerrando los ojos mientras la distancia se acortaba más y más...

- ¡Chicos!

La voz de Kaya sonó por el pasillo y se separaron de golpe entre sorprendidos y asustados por lo que había estado a punto de pasar y porque los descubrieran antes incluso de saber qué había sido aquello. La chica apareció por la esquina justo para verlos sentados en el piso, uno a cada lado de la pared.

- Ah... ¿estáis bien?

- N-NO. Perdón, afuera hay muchos periodistas que van detrás de Thomas.

La muchacha chasqueó la lengua molesta.

- Ya me parecía a mí que estaban tardando demasiado en aparecer. Vamos a buscar a Wes.

Una hora más tarde con los periodistas espantados pudieron regresar al hotel.

Continuará...

n/a: sé que va algo lento, pero ya queda menos para el primer contacto~ ¡feliz inicio de semana!

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