La muerte no es la mayor pérdida en la
vida, la mayor pérdida es lo que muere dentro de nosotros mientras vivimos
Norman Cousins

¡Hola! Soy yo de nuevo sin saber como hablarte, exponiéndome una vez más y creo que sin necesidad aclarando que esta carta como todas las anteriores no tiene conclusión, soy inmensamente feliz cuando creo sentir la posibilidad de comunicarte lo que siento y como lo siento, me gusta compartirlo contigo pero sobretodo me gusta tomarlo en parte como excusa para (de alguna manera) también escribirme esto a mí. A diario creo sentir que puedo escribir libros si contara las veces que deseo plasmarte lo que pienso, pero de alguna manera me retengo porque siento que siempre llega un momento especial en el día para dejar una pequeña parte de mi en estas hojas que te pertenecen, a veces diariamente y otras después de desaparecer unos días como siempre suelo hacer ¡que mala maña mía!

Es abrumador contarte como entendí la forma en la que se puede ser genuinamente feliz, en como comprendí que algunas cosas son más hermosas cuando están rotas y el como puedes seguir respirando aún cuando estás muerto; aunque no estás siempre en mi cielo sé que te puedo encontrar pero deseo guardar esta magia por un tiempo más o quizás para siempre quien sabe, no escribo para que entiendas y muy seguramente en algunas partes ni siquiera sepas de que hablo pero ya sabes como soy y solo balbuceo cuando me pongo así de sincera. De alguna manera es por ti que aprendí que la felicidad consta de momentos y no es un estado de ánimo permanente, que la felicidad son personas e instantes fugaces y que no suelen repetirse con frecuencia así que tal vez por eso extrañamos sentirnos así cuando esos momentos pasan, me ayudaste a comprender que estar rota no me hace terrible para mí misma aunque no sea una situación fácil ni que me enorgullezca, supe que amarme era un paso para sanar y todo eso se lo debo al estar fragmentada, a cada pedazo de mi que corrió en busca de una respuesta y que al día de hoy sigue comprometiéndose en cumplir todo aquello que con los ojos cerrados alguna vez prometí.

Finalmente me di cuenta por tu causa que morir no es la peor manera de acabar con la vida, que en muchos momentos estamos tan muertos que solo absorbemos oxígeno como idiotas, supe como puedes estar parado en un lugar y descolocarte por completo, supe que vivir no es vivir si tu no quieres que lo sea, que respirar puede ser símbolo de una muerte para el alma si no pretendes buscar algo que vuelva a apasionarte para sentir que estás vivo. "Si sentir esto que siento, sentirme vivo por primera vez solo dura unos minutos y luego implica mi muerte, pues será esa la muerte más hermosa ya que sin ello nunca habría entendido realmente el sentido de la vida"; eres tú el sentido, soy yo, es lo que me apasiona, es el lugar de mis sueños, es lo que yo quiero que sea pero simplemente es. Respirar no es signo de vida, sentirse vivo te aseguro que eso sí lo es.

¿Ya te he dicho lo mucho que me has cambiado la vida?. Finalmente te puedo ver a ti entre todos estos aprendizajes reveladores para mi alma y seguro para el alma de quien los lea y desee de una manera genuina aprender entonces a vivir sin respirar

Gracias por leerme, brilla siempre. Aquí una estrella, Dannae♡