Aquella vez que vislumbraba esa estrella me fue casi imposible notarlo, me llevó tiempo, espacio y algunos hechos más tarde entender su aparición, lo fugaz y hermosa que fue como el montón de suerte que tuve yo al encontrarle en mi camino tan repentinamente.

Ahora que entiendes es la despedida, es momento de que separemos caminos porque también yo entendí, entendí después de algún tiempo que ciertas veces solo nos hace falta un poco de luz para ver cosas que ya estaban ahí y para aprender a apreciar detenidamente otras que apenas llegan.

Yo por ejemplo espero haber llenado tu vida con un poco de luz durante este recorrido muy nuestro y con ello me llevo el amor intenso que reavivaste en mi hacía las estrellas, las fugaces y las que se quedan por mas tiempo, todas ellas me recuerdan a ti porque pese a que las amé desde que tengo memoria, tu le diste sentido a ese recuerdo vago que no parecía tener coherencia alguna.

Somos estrellas, algunas veces cometas en la vida de ciertas personas, somos luz y un toque dulce de magia. No somos una casualidad y mucho menos una coincidencia, somos el resultado furtivo de diferentes sucesos que nos llevaron a nuestro encuentro, un encuentro que llevó tiempo, espacio y mucho caos, seguro que polvo de estrellas y noches oscuras a la espera de nuestra luz. Éstas cartas son el resultado de los secretos que revelamos por la noche, las charlas más anheladas por la madrugada y los pensamientos mas profundos suspirados antes del alba.

Tal vez nunca definamos con certeza qué es lo que sucede por la noche a cierta hora que nos hace fluir con más libertad, tal vez es eso lo que le da un poco más de sentido a esa sensación, el no saber que es y tener esa excusa para sentirnos más como nosotros mismos. Tal vez tu y yo ya hayamos conseguido en que creer, a que estrella mirar y donde sentarnos por la madrugada a ver el cielo para decir una que otra cosa de las que eventualmente podamos arrepentirnos con gusto.

Nos recorren partículas que son iguales a la de las estrellas pero aunque sea un hecho fantástico no es ese el punto en general, es la forma en la que tu vez la vida y yo veo la vida, es cerrar los ojos al soplar las velas del pastel o pedir un deseo cuando se nos cae una pestaña, es lo que te despierta las ganas de salir de casa o lo que te motiva a quedarte bajo la sábana cuarenta y cinco minutos más; es lo que nos saca de la zona de confort, nos agita un poco la vida y tal vez solo tal vez al final del día no se va.

Tu y yo, con un incansable titilar digno de admirar, yo feliz de que cada que puedas te encuentres con estos escritos porque son para ti, para aquella persona en la que piensas cuando lees partes de esto, para tu estrella próxima o que ya te acompaña, para la mía que aunque ya no le susurro todas las noches si ve esto sabrá que aunque no lo escribió; su esencia también pasó por aquí.

Espero que el universo conspire a nuestro favor, que el destino nos impresione y nos haga reír después de las tristezas, que nos junte y que podamos compartir luz, que las noches mágicas y sin miedos nunca acaben, que los cielos nocturnos y sus puntitos brillantes perduren, que seas muy feliz y que como yo cada persona que lo acepte, fluya y lo quiera de verdad; encuentre a su Evangeline. Ahora que entiendes aquí hablé de razones para ser felices y no morir en vida, de los miedos bajo la almohada, de las promesas irrompibles, de la autenticidad, lo importante y lo bonito de la buena compañía, del pasado y del presente que se escribe con el, de la esencia, el amor propio y nuestros sueños más profundos, del valor que posee el tiempo, las oportunidades y lo frágiles que son, los ingredientes que flotan día y noche que son la clave para poder seguir, la magia del amor cuando te roza la piel y finalmente del destino que en su ignorancia podría ser visto como una casualidad.

Te dejo estas cartas, estos secretos, estas charlas, lo incoherente que pude ser y lo mucho que le puedo deber a mi estrella por la inspiración, te lo dejo a ti junto con un frasco de tinta invisible y tu propio cuelo para escribir, tu estrella y tu historia, por si te animas a contarla, contármela o contársela, por si prefieres guardar silencio como mi estrella o por si eres fugaz, se que si esto te encontró está en buenas manos, seguro pasará a alguien más y seremos tu, yo y un par de personas con una historia, una estrella, una noche y algunas conversaciones vergonzosas en una madrugada que seguramente no habremos de olvidar.

Querida estrella, me despido de ti, siempre con más que decir, más que agradecer y más que dedicar, con las noches en vela en la punta de mis dedos y la luz de las estrellas como un recuerdo de lo fugaz que fuiste. Creo que la mayoría de cosas ya te las habré contado, te las habré dicho o ya has de saberlas, así que solo diré que si lees esto, nuevamente: esto es para ti.

A mis estrellas, a quienes me leen, gracias por escribir y contar esta historia conmigo, por seguirme en este recorrido poco convencional y por creer con fervor que esto no es locura simplemente es la magia de vivir o sobrevivir. Gracias por brillar, por -encajar perfectamente en el rompecabezas-.

(No) Me despido como de costumbre deseando que tarde o temprano tu estrella te encuentre o quizás tu atrapes a alguien, que leer esto haya ayudado y que cuando se haga de noche te dejes llevar sin tener aquel instante de vergüenza por ser libre contando con lo bien que se siente serlo, que despiertes y te preguntes ¿por qué hice eso? Lleno de gusto dentro de ti así como yo cuando inicié este pequeño laberinto que por fin da paso a su salida.

No olvides pedir un deseo si ves pasar una estrella fugaz, yo vi la mía y aunque no estoy segura de haber pedido un deseo cuando la encontré; cada noche pido uno al cielo nocturno contando por aquel que en esa noche tal vez no pedí.

Siempre un placer escribir con tinta invisible estas locuras, divagar, balbucear y sentarme en este (muy único) escritorio por las noches.
___

De una estrella que hace locuras a otra
Brilla siempre por favor...

☆-