twenty six ──── ending the session
─────────── CHAPTER TWENTY SIX,
ENDING THE SESSION ───────────
Silas se removió en su asiento, apretando sus labios para pensar por unos segundos. El hecho de que Sakura estuviera tan cerca no ayudaba a su mente desordenada
── Yo siempre tuve conocimientos sobre las criaturas desde que era pequeño. Mejor dicho, desde que apareció mi magia, ten eso en cuenta ── murmuró a la chica, recibiendo un asentimiento ── Fui atacado en varias ocasiones. Mi magia atrajo a varios portadores que les encantaba absorberlas o cazadores, que simplemente es su trabajo.
── ¿Te defendías solo?
── Si, no había mucha ayuda. Creaba escudos o los explotaba, tenía miedo pero también un deseo por sobrevivir y aparentar ser normal ── susurró, recordando ── Aparentaba mis sentimientos y solo luchaba con un pensamiento en mente, eso me hizo sobrevivir.
── ¿Qué pasa con aquellas criaturas que nacen en una familia igual que ellos? ── cuestionó Sakura.
── Esas criaturas están preparadas para luchar desde que son pequeños. Los entrenan, obviamente para matar tal como fue el caso de Warren.
── ¿Por eso no le teme a nadie? ── interrogó, alzando sus cejas con curiosidad.
── Warren es una criatura muy especial. La primera vez que lo atacaron, él no sintió nada más que emoción ── contó, haciendo memoria de esa conversación ── Quería acabar con alguien por primera vez porque así fue como lo criaron. "Aquel que se levante en tu contra debe ser asesinado", ese era el lema de los Miller.
── ¡Eso es horrible! ── exclamó Sakura, sintiendo un escalofrío recorrer sus brazos ── ¿Por qué dirían tal cosa?
Silas rio ante el gesto de la chica, tan decepcionada tal como él lo estuvo al inicio hasta aceptarlo y utilizarla para su vida.
── Es terrible pero es la forma en que las criaturas se protegen. En este mundo, no hay personas que se pondrían en medio, nadie detendría las balas y menos hablaría si eso los hará quedar mal enfrente de las familias más importantes ── sentenció duramente.
── Alguna familia tiene que detener eso ── ella murmuró, arreglando su cabello ── ¿Por qué no adaptarse a otro estilo?
── Probablemente porque también lo pagan con violencia y lo esconden tras leyes ── replicó, cruzándose de brazos ── No es tan diferente. Las criaturas solo se saltan la parte de excusas y van directamente a su punto.
Sakura bajó la mirada, decepcionada de saber que incluso en ese mundo, todos tenían un poco de malicia en su interior. Ella tampoco era una persona santa, pero por una vez en su vida, deseaba que todos vivieran en paz.
La pérdida de sus padres hizo que sus ojos se abrieran ante el mundo. Se dio cuenta de las maldades de los humanos, todas esas personas desaparecidas tuvieron un motivo del cuál jamás sabrán.
── ¿A ti te gusta matar criaturas que están en tu contra o a los cazadores? ── Sakura preguntó en voz baja ── No tienes que responder, solo estoy... pensando en voz alta.
Silas suspiró, agarrando las manos de la chica para detenerla. Se acercó, dejando pocos centímetros de diferencia.
── No quiero hacerle daño a nadie, pero tampoco dejaré que me hagan daño a mí o a las personas que me agradan ── susurró, ladeando la cabeza ── Así que, si debo de luchar para sobrevivir, lo haré.
Sakura asintió, comprendiendo sus palabras. Bajo su mirada a sus manos, específicamente al anillo que relucía en su dedo, cada día llamando la atención y recordándole por qué estaba ahí.
── ¿Puedes enseñarme a pelear? ── preguntó la chica, sabiendo que necesitaba defenderse ante cualquier problema.
── Tienes algo mejor ── él le dijo. Agarró la mano de Sakura, pasando su pulgar por encima del escudo, sintiendo nostalgia ── La magia de los O'Higgins será tu salvación si lo sabes utilizar muy bien.
Sakura lo miró, curiosa del brillo en sus ojos ── ¿Eso crees? ── musitó.
── Así es. Estoy seguro que se siente muy bien utilizarla, ¿no? ── él cuestionó ── Sin necesidad de decir un hechizo en voz alta, solo pensarlo y se hará realidad.
── ¿Cómo lo sabes? ── ella interrogó.
── Ginny me dio un poco de la magia de los O'Higgins después que me transformara en vampiro para no perder la mía o mi identidad ── Silas contó, cruzándose de brazos ── Mezclarlos no fue tan bueno. La magia se volvió tan adictiva como la sangre.
── Yo no lo siento de esa manera ── ella negó ── No es adictiva, es más como un sentido de alerta. Claro que en ocasiones te hace sentir invencible ── sonrió, intentando aligerar el ambiente.
── Es mejor que sigas de esa forma ── Silas murmuró ── No querrás perderte en la magia. Los que lo han hecho, nunca vuelven a ser los mismos.
── ¿Por qué? ── interrogó, frunciendo el ceño ── ¿Qué sucede cuando utilizas mucho la magia?
Silas frunció los labios por unos segundos, considerando sobre si hablar o no. Sakura apenas estaba comenzando a entender su mundo y lo último que deseaba era asustarla.
── La sesión ha terminado ── habló el chico, guardando rápidamente los cuadernos dentro de su mochila ── Deberías de ir a clases. Supongo que buscarás a Edvina.
Silas se levantó, arreglándose la chaqueta mientras Sakura hizo lo mismo, intentando recomponerse por el rápido movimiento.
── Todavía falta media hora para que terminemos ── ella le dijo, frunciendo el ceño.
── Es tu día de suerte ── él comentó con diversión ── Podrás descansar de mi adorable personalidad ── sonrió, dirigiéndose a la puerta.
── ¡Oye! ── Sakura lo llamó, tomando su brazo para detenerlo.
Silas se detuvo, congelado al sentir la pequeña mano de la chica ── ¿Qué estás haciendo? ── preguntó con sus dientes apretados.
── ¿Los O'Higgins se perdieron en su magia? ¿Se volvieron adictos? ── demandó, queriendo saber si aquella familia sufrió en algún punto de su vida.
── Ya deja de pensar en ellos ── siseó el chico, quitando su agarre con brusquedad ── Piensa más en tí ya que posees la magia. Miles de criaturas vendrán a buscarte y querer asesinarte, esa será tu ganancia cuando aprendas a controlarte.
Ella rodó los ojos, cansada de su parloteo ── Ya lo sé, todos me repiten lo mismo. Dijiste que la magia será mi defensa, bien, ya puedo manejarla a mi manera.
── ¿Estás segura de eso? ── cuestionó, arqueando sus cejas ── Nunca es bueno estar confiado.
── Deberías de oír tu propio consejo ── ella dijo, negando ── Solo quiero saber que tan mal se puede volver uno cuando utiliza la magia, ¿por qué es tan difícil responderla?
── No querrás saberlo, Sakura. Apenas estás descubriéndote, mi respuesta solo hará que vuelvas a querer ponerte la venda sobre tus ojos y jugar a que no puedes ver la verdadera vida ── siseó con enojo.
── ¡No es mi culpa que los humanos se comporten de esa manera! ── se defendió ── No puedes simplemente decir una cosa y no querer explicarme
Él bufó ── Claro que puedo. Mírame como ignoró tu pregunta ── se señaló, sarcásticamente ── Oh, eres tan irritante...
Sin previo aviso, Sakura sintió como una mano agarró su garganta, levantándola por unos segundos al aire y la acorraló en la pared, golpeando la parte posterior de su cuerpo. Ella miró directamente a los ojos verdosos de Silas, llenos de enojo y molestia que se arrepintió al instante de haber abierto su boca.
── No estás preparada. Ni para pelear ni para saber las consecuencias de ser una criatura sobrenatural ── sentenció, ignorando los arañazos que Sakura dejó en su brazo ── Los O'Higgins podían adivinar cuando iban a ser atacados, leían a sus atacantes y sabían cómo defenderse. Si te hubiera lanzado un hechizo, en este momento estarías muerta
Silas dejó de apretar, quitando su mano. Sakura tosió, intentando calmar el fuego que se expandió en sus pulmones, tanto que tuvo que agacharse y respirar varias veces, intentando detener las lágrimas que se acumularon.
── Eso no era necesario ── ella carraspeó, temblando de impotencia
Silas se agachó, poniéndose a su mismo nivel ── Si lo es. Desde este momento, será tu nueva forma de enseñar. Tal como los Miller me enseñaron, solo así podrás superarte a ti misma.
Sakura se levantó, haciendo que Silas hiciera lo mismo. Sus ojos oscuros se encontraban sin ninguna expresión, algo muy extraño en aquella mirada que siempre derrochaba inocencia y tranquilidad.
── Entonces ya no quiero que me enseñes cómo utilizar la magia ── ella sentenció duramente ── Puedo encargarme de mí misma desde este momento.
Silas rio, negando ante las palabras de la chica ── Soy el único que puede entrenarte. Todos en el internado te odian, eso debería de hacer que cambies de opinión.
── Tienes razón ── asintió Sakura, comprendiendo lo dicho ── Eso solo me dará más ganas de poder patearles el trasero cuando domine mi magia. Tal vez tú seas el primero en probar tu suerte ── comentó, dando una sonrisa llena de soberbia.
Sakura agarró su bolso y su chaqueta para salir de ese salón. Estaba cansada de todo el drama que Silas hacía y como siempre la ponía en medio de situaciones difíciles.
Él la tomó del brazo, deteniendo su casi huida. La mirada que le dio fue una llena de incredulidad, probablemente jamás pensó que ella podría confrontarlo de esa manera.
── Piensa en lo que estás diciendo ── él murmuró.
Sakura frunció sus labios, pensándolo unos segundos hasta crear una media sonrisa en sus labios.
── Ya lo hice. Estoy segura de mi decisión, no quiero nada que tenga que ver con tu tipo de enseñanza ── sentenció.
Con un solo movimiento, se alejó del agarre de Silas y salió, cerrando la puerta detrás de ella. Se tomó unos segundos para procesar lo que hizo y se sintió tan orgullosa de ella misma.
Sakura no quería ser entrenada de la misma forma que lo hicieron los Miller. Su método iba en contra de todo lo que ella creía, demasiada violencia y con solo pensar en que estaban tan emocionados en poder acabar con alguien, solo hizo que se decepcionara de la poca humanidad que tenían esas criaturas.
No sería como ellos, eso lo pudo determinar desde ese momento. Si era necesario, Sakura se aprendería todos los hechizos y estudiará el doble para evitar comportarse como ellos y tal vez en un futuro, pueda cambiar eso.
Solo esperaba que los O'Higgins se sintieran orgullosos de la meta que acababa de imponerse a sí misma.
Sakura alcanzó a Edvina para poder bañarse antes de que la cenara estuviera preparada. Necesitaba quitarse todo el estrés que adquirió ese día y el agua era lo único que podía llevárselos.
── ¡Trata de hacer que lo perdone llevándome pizza en cada clase! ── Edvina se quejó desde la otra ducha ── ¿Por qué haría tal cosa? ¡No es para nada gracioso!
Sakura rio, recreando el escenario en su mente ── Es un poco irónico ── dijo, quitando el restante de shampoo de su cabello ── Tal vez espera que le veas el lado gracioso, ya sabes, por lo que eso nos llevó a tener un fin de semana en las nubes ── comentó con sarcasmo.
Edvina bufó ── No puedo entender el humor de Warren. Es tan egocéntrico y tonto que solo quiero golpearlo, tal vez ahogarlo un poquito con la almohada.
── Estoy segura que Warren dejara que lo hagas si lo perdonas ── ella mencionó, cerrando la llave del agua ── Haría cualquier cosa por ti.
── Menos bajarle dos rayas a su autoestima ── gruñó la chica ── ¿Por qué tiene que ser tan tonto y seguir dándome pizza?
── Entiéndelo, es Warren ── dijo, aclarando lo obvio que era el chico ── Además, nadie puede negarse a una pizza.
── Oh, créeme, no lo hago. Lo bueno es que tengo gen de coyote o subiría de peso. ¿Qué hay de ti? ¿Ya lo perdonaste?
── No estoy enojada con él ── negó la chica, poniéndose un suéter ── Fue divertido, sigo viva y pude darme cuenta de lo que verdaderamente siento.
── ¿Sobre lo que hablamos? ── interrogó Edvina, ahora interesada sobre ese tema.
──Si, pero ya está descartado. Solo me confundí, eso es todo y no, no hablaremos más del asunto ── sentenció la chica, sabiendo lo persuasiva que podía llegar a ser su compañera ── Te espero afuera, ya terminé.
── ¿Cómo puedes vestirte tan rápido? ── preguntó la chica, dejando salir un quejido ── ¡Ni siquiera sé dónde dejé mi pijama!
Sakura rió mientras agarró sus cosas, depositándolas en el bolso. Salió de la ducha, apartándose del camino antes que dos chicas la golpearan cuando comenzaron a pelearse.
Parecía que Edvina y Sakura no fueron las únicas en querer aprovechar ese momento para bañarse y así evadir la fila que usualmente había al terminar la cena.
La chica agarró un espejo, arreglándose el cabello para prensarlo con varios retenedores y así se secaría más rápido. De reojo, notó a Alana acercarse, rodó los ojos, sabiendo el drama que siempre le gustaba crear cada vez que la miraba.
── Tienes una linda piel ── ella le dijo, sonriendo con superioridad como usualmente lo hacía.
── Lo sé ── dijo Sakura, replicando la sonrisa en su rostro ── No es necesario que alguien más lo haga notar.
── Parece que tu autoestima subió después de lo que hiciste en la cabina ── mencionó, cruzando sus brazos ── No sé puede esperar más egocentrismo de la ladrona de la magia de los O'Higgins.
── ¿Quieres saber lo que hice en la cabina con la magia que robé? ── ella cuestionó, mirándola directamente a sus ojos con dureza ── Te sorprenderás.
── No lo hagas ── le susurró una de sus amigas a Alana ── Te dije lo que hizo, destruyó esa máquina vieja.
── No creo ni una palabra de lo que andan diciendo ── sentenció Alana, frunciendo sus labios ── Todos son demasiados dramáticos. Esa cabina ha estado por años, solo fue cuestión de suerte que haya explotado en ese momento.
── Entonces, no tendrás miedo si utilizo mi magia en ti. Solo un poco para que verifiques si creer o no ── le propuso.
Alana río, tirando de su cabello hacia atrás ── Mejor demuéstralo mañana en clases. Estaré esperándote con muchas ganas, te enseñaré lo que es ser una criatura de verdad.
── ¿Una perra que trata de aparentar que nadie la odia? ── replicó, fingiendo estar pensando ── Hagámoslo. Espero que no te arrepientas de tus propias palabras.
── No lo haré ── le aseguró.
── Déjalo, Alana ── pidió una de sus compañeras.
De reojo, Sakura miró a Edvina acercarse con lentitud, tomando su tiempo para absorber la imagen. Accidentalmente dejó caer un poco de talco encima de la falda de Alana, su expresión a una preocupada que cualquiera pudo darse cuenta que es fingida.
── Oh, lo lamento tanto ── dijo la chica.
Alana frunció su nariz, intentando quitar el talco de la falda ── ¡No quiero tus lamentos, coyote! Sé que lo hiciste por gusto.
── ¿Cómo puedes decir tal cosa? ── Edvina se sorprendió, negando ── De ninguna manera pensé en como tirarte mi apreciado talco sobre la chupasangre que solo sabe ser un dolor de cabeza.
── No comiences a jugar conmigo ── Alana amenazó, sus ojos oscuros llenándose de molestia ── Después saldrás perdiendo.
── Intentémoslo ── retó la chica, cruzándose de brazos ── Estoy lista para arrancarte la cabeza si es necesario.
── Hablas demasiado, Edvina, disfruta de tu última noche.
Alana se giró, mirándolas por última vez antes de salir por completo del baño seguidas de sus amigas. Ambas se miraron y rieron, divertidas por lo sucedido.
── ¿Esa chica no se cansa? ── Sakura cuestionó, exasperada de que siguiera molestando en cada ocasión que se encontraban.
── Lo hará hasta que patee su trasero ── Edvina sentenció, secando su cabello con la toalla ── Con suerte, podré hacerlo mañana. No hay luna llena ni nada que me lo impida.
── ¿Qué clase habrá mañana? Nunca revisó el horario ── murmuró la chica ── No entiendo ninguna clase así que trató de no perder mi tiempo o estresarme más de lo necesario.
── Defensa, enseñan a pelear contra diferentes criaturas para agilizar tu naturaleza. Es divertido si tienes algunos asuntos pendientes ── contó, sonriendo.
── ¿Alguna vez ha ocurrido algún accidente...?
── No te preocupes. Ninguna criatura le gusta ir contra los portadores de magia, suelen romper los huesos y ya están acabados. No es justo pero la clase consiste en encontrar una forma de vencerlos ── explicó, encogiéndose de hombros.
── Oh, nunca he roto un hueso ── Sakura murmuró, interesada en el hecho de que nunca pensó utilizarlo como un medio de defensa.
Edvina río, dándole un leve empujón ── Puedes probarlo en Alana o mejor, con Warren.
── Warren es tu amigo ── le recordó la chica con diversión ── No hay que hacerle daño.
Ella bufo, creando un leve puchero ── Es cierto, lo había olvidado.
── No te preocupes. Te recordaré las veces que sean necesarios ── prometió.
── Oh, eres un ángel, Sakura Campbell ── Edvina suspiró ── De otra criatura, estaría con ganas de arrancarle la cabeza por lo que hizo. Hay que decir que somos un poco vengativos.
── Si, no lo dudo. El fin de semana fui parte de una venganza poco convencional ── bufó la chica.
── Y por esa razón, alejémonos de las hadas. Tienen un rostro de inocencia, pero son lo contrario, no confíes en ellos.
── No lo haré ── prometió, alzando la mano como si fuera un juramento ── Además, la reina me odia.
── Oh, Haydee no hará nada. Solo es de esas criaturas que puede hablar, pero no atacar ── le dijo, mirándose al espejo ── Además, la estupidez no forma parte de ella y sabe que no debe de atacarte.
── ¿Por qué?
Edvina la miró por unos segundos y se volvió a enfocarse en su reflejo ── Eres una O'Higgins y ellos tienen prohibido atacar a cualquier portador de ese apellido.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top