thirty eight ──── lost feelings



─────────── CHAPTER THIRTY EIGHT,

LOST FEELINGS ───────────



Warren y Edvina aparecieron en el desayuno, emocionando a Sakura de que hayan vuelto. A pesar de sus constantes peleas, los extrañó y quiso asegurarse de que estuvieran bien.

── Tengo una pregunta ── habló la chica, dirigiéndose a su amiga ── Cuando estás transformada en coyote, ¿eres capaz de ver en colores o solo en blanco y negro?

Edvina entrecerró sus ojos, terminando de comer su sándwich grande.

── No voy a responderla.

── ¡Vamos! ── insistió, adelantándose con curiosidad ── No podré dormir si no tengo una respuesta que acabe con este sufrimiento ── dramatizó, sacando una risa de los chicos.

── Miró en colores ── masculló Edvina con los dientes apretados ── Siempre lo he hecho.

Sakura sonrió, satisfecha de haber obtenido su propósito ── ¿Y... recuerdas todo lo que haces en ese estado?

── No y es lo mejor ── murmuró, tirando de su cabello rubio hacia atrás ── No quiero saber cómo voy a orinar sin un baño decente en el bosque.

── ¿Eso es lo que más te preocupa? ── Warren preguntó.

── ¡Por supuesto! También las veces que me estrellé contra los árboles, con solo pensarlo, me da escalofríos.

── Yo recuerdo la mayor parte de mi travesía ── contó el chico, sonriendo con orgullo ── No me avergüenzo de las cosas que hago. Solo digo... tengo mucha acción y fuerza.

Las dos chicas se quejaron, arrugando sus narices con disgusto.

── No queremos saber sobre tus encuentros sexuales ── regañó Edvina, rodando los ojos ── Es suficiente con ver a todas esas chicas lanzándose a cada minuto. Ni siquiera eres tan bonito.

Warren abrió la boca, ofendido ── ¡Por supuesto que soy bonito! Soy el mejor de la manada.

── ¿Sí? Qué decepción ── bufó, cruzándose de brazos.

── ¿Sabes cuantos lobos ha atraído este rostro? ── se señaló ── Demasiados, suficiente para ser una de las más grande. Por eso soy el representante oficial de los Miller ── contó, intentando aparentar estar tranquilo.

── Lo único que le falta es la inteligencia ── murmuró Silas, tirando la servilleta en su bandeja vacía.

── ¿De qué lado estás? ── cuestionó el chico, cruzándose de brazos ── Se supone que somos primos.

── Silas es un ser racional y él está, obviamente, con los inteligentes ── Edvina justifico, dándole un guiño.

── ¿Sí? ── replicó Warren, inclinándose hacia adelante ── Si eres tan inteligente, ¿por qué te dejaste provocar por la vampiresa?

Edvina rodó los ojos, imitando la posición de su amigo ── La luna llena siempre activa mi lado agresivo. Todo me parece un motivo para pelear, tú lo sabes, casi muerdes a Sakura.

Warren se giró a la mencionada, sonriendo involuntariamente al encontrarse aquel rostro que solo transmitió serenidad y tranquilidad.

── Sabes que no fue intencional, ¿verdad? Solo quería un mordisquito, es normal en la vida de un lobo como yo ── explicó tiernamente.

Ella sonrió, moviendo su dedo en negación ── No dejaré que me muerdas así que cambia ese objetivo.

Warren se encogió de hombros ── Por lo menos lo intente. Esperaré para la próxima luna llena.

── Para ese tiempo, Sakura dominara la magia y podrá romperte todos los huesos antes que les ponga tus dientes encima ── Silas se entrometió con una media sonrisa.

Warren bufó ── Para que seamos amigos, tengo que morderte ── le dijo a Sakura ── Es una tradición.

── Eso no es cierto ── Edvina habló, frunciendo sus cejas ── Ninguno pasó por esa iniciación con complejo sádico.

── Ustedes fueron un caso especial ── le susurró, arrugando su nariz ── Ustedes huelen fatal para un lobo.

Edvina rodó los ojos, inclinándose hacia Sakura ── Si Warren intenta morderte, solo golpea su apreciado rostro y chillara peor que una niña exploradora ── le contó, guiñando un ojo con complicidad.

── Lo haré ── confirmó en voz baja.

── Eso funcionara cada luna llena ── explicó Silas. El chico se levantó, reuniendo todas las bandejas ── Te veo en clases, sé puntual ── pidió a Sakura, dándole una sonrisa que supo que significaba más.

── Siempre lo soy ── canturreó con felicidad.

── Yo también me iré ── anunció Warren, estirando sus brazos con pereza ── Tengo que buscar mi reporte. Creo que mejoré mi autocontrol.

── Claro que lo hiciste ── apoyó Sakura.

Ambos chicos salieron del comedor vacío, a excepción de un par de chicas que intentaban sacar paquetes de galletas de la máquina expendedora.

Sakura apretó sus labios, observando a Edvina hasta decidir levantarse y sentarse a su lado. Cruzó sus piernas, balanceándose para llamar la atención de su amiga.

── ¿Qué sucede? ── masculló con extrañeza.

── ¿Te gusta hablar cosas de chicas? ── le preguntó, viendo su alrededor.

── ¿De qué tema en particular?

── Oh, ya sabes, un ligero enamoramiento ── murmuró, encogiéndose de hombros.

Edvina la miró con dudas, sabiendo qué camino podría tomar su amiga.

── Creo que podría soportarlo si es realmente bueno para escucharlo ── le dijo, acercando su silla unos centímetros ── Así que, dime.

── Puede ser bueno ── musitó Sakura, dibujando una línea imaginaria sobre la mesa en un intento de permanecer tranquila ── No sé, tal vez es muy nuevo para contarlo. Apenas estoy sintiéndolo y bueno, no es la clase de persona que es estable o tal vez sí.

── ¿Qué hiciste? ── preguntó intrigada ── ¿Te gusta Warren? Por qué tengo que decirte, es mi amigo, pero él persigue a cualquier criatura que tenga pechos o que pueda satisfacerlo, ya sabes, sexualmente.

Sakura arrugó su nariz, disgustada ── No se trata sobre él, sino, sobre alguien más.

── Oh, gracias por hacer que mi corazón volviera a latir ── musitó Edvina, poniendo su mano en su pecho de manera dramática ── Entonces, ¿de quién se trata?

── Yo... bese a Silas ── murmuró rápidamente lo último.

Edvina se quedó callada, mirando a su amiga en blanco hasta romper en carcajadas, tirando su cabeza hacia atrás.

── No, no creo que Silas haga eso ── negó, moviendo su cabeza en negación.

Sakura se quedó en silencio, rascando su mejilla con incomodidad. Edvina tosió, inclinándose hacia adelante con curiosidad.

── Repite lo que acabas de decir ── pidió nuevamente.

── Bese a Silas cuando estábamos practicando ── explicó, sonriendo ── En el bosque, a solas.

── Silas nunca ha besado a una chica ── murmuró Edvina, sorprendida ── Incluso no sé si ese chico sabe amar a alguien más

Sakura se encogió de hombros, fingiendo desinterés ── Tal vez lo hizo para reforzar la amistad entre ambos.

── Mi amigo no es un idiota como Warren aunque lo aparenta ── le dijo, pensativa hasta sonreír, orgullosa ── No puedo creer que lo haya hecho. Después de todo, si tiene corazón ese vampiro idiota.

── Si, muy en lo profundo ── concordó la chica, asintiendo.

── Así que, ustedes dos anduvieron de traviesos en el bosque ── comentó con una chispa de burla en su mirada.

── Si, bueno, no fue nada. Solo necesitaba decírselo a alguien para saber si no estaba alucinando ── musitó, bajando su mirada a sus manos ── Sigo pensando que fue un sueño, tal vez las hadas influyeron en eso.

── Mejor dicho, es una pesadilla ── se burló, riendo ── Quiero a Silas, pero su actitud es terrible en ocasiones.

── Si, lo sé ── susurró, recordando sus peleas.

── Pero tú puedes dominarlo ── habló, señalando sin discreción ── Tuve que imaginarlo, ¿por qué nunca lo pensé?

── Solo soy demasiado necia ── apoyó Sakura, torciendo los labios en disgusto.

── Eso es exactamente lo que Silas necesitaba ── asintió, recostándose a la silla con una sonrisa, impresionada ── Alguien que le devolviera su mal genio e ignorar sus pésimas actitudes.

── Créeme, toma mucho esfuerzo hacerlo.

Edvina sonrió, sin dejar de mirar a su amiga que comenzó a sonrojarse y rascarse su brazo en un intento de disimular su incomodidad.

── Después de todo, elegiste a Silas. Pensé que elegirías al chico bueno o portador de magia, pero nunca a ese malhumorado ── comentó.

Sakura sonrió ── Solo me gusta un poco. Es probable que sea porque me ha ayudado demasiado.

── ¿Por qué tratas de ponerle una razón a tus sentimientos?

── Estamos hablando de Silas ── le susurró como si no lo recordara ── Dudo que pueda avanzar más que este intercambió.

── No lo juzgues tan rápido ── pidió Edvina con suavidad ── Silas está aprendiendo y tú eres la indicada para enseñarle. Harás que mi amigo cambie y pueda sentir lo que olvido por años.

Ella sonrió, gustándole sus palabras ── No le digas a nadie. Ni siquiera a Warren hasta saber qué es lo que sucederá, ¿sí?

Edvina asintió energéticamente ── Pensé que Silas nunca superaría su tonto enamoramiento hacia Ginny ── contó, negando.

Sin poder detener su expresión, Sakura perdió la sonrisa ante el nombre de su amigo. Un sentimiento de malestar pasó por su estómago que no le agradó.

── No lo sabía ── susurró, ladeando la cabeza.

── Oh, no duró mucho. Ginny también le hacía la vida imposible y eso es lo que más le gusto a Silas además que es una portadora. Supongo que la magia hace de las suyas entre las criaturas.

── Si, eso tuvo que ser ── asintió, tratando de no pensar mucho sobre el tema.

Edvina se sentó rectamente, viendo la mueca de decepción ── No quiero que te sientas incómoda, ni siquiera sé por qué dije esto ── se excusó.

── Está bien ── la tranquilizó Sakura ── Igualmente quiero hablar con Silas sobre lo sucedido. No soy de esas chicas que besan y fingen que todo seguirá igual.

── ¿Segura?

── Por supuesto ── asintió con firmeza ── Tengo que hacerlo, ¿no?

Edvina sonrió, apoyándola ── Definitivamente debes de hacerlo y después contarme. No podré dormir sin saber qué sucederá entre ustedes dos.

── Si, igualmente yo ── le murmuró incómodamente.



Las clases transcurrieron con normalidad, ninguna de sus materias coincidió con Silas hasta que llegó al aula de magia donde tomó su asiento habitual.

Le dio una mirada rápida al chico, esperando que diera el primer paso, pero sus pensamientos la distrajeron, recordándole las palabras de Edvina.

Poner atención a la clase fue una tortura para Sakura, sin poder entender el simple hechizo que la profesora trataba de enseñarle y eso solo termino por frustrarla.

Una parte de ella deseaba no haber sabido sobre Gin y Silas, aceptó que los celos y enojo se debía a que siempre, de alguna manera, estaba relacionada a los O'Higgins y la otra se reprochaba a sí misma por no enfocarse en sus objetivos y entretenerse con la criatura menos apta.

Sakura soltó un suspiro, pasando sus manos por su rostro en un intento de tranquilizarse. Un escalofrío recorrió por su espalda al sentir unos dedos tan familiares que podían transmitir una calidez tan profunda que tuvo temor de depender de aquella sensación tan embriagante.

Giró su rostro, encontrándose con aquellos ojos verdosos llenos de preocupación. La oscuridad del salón no ayudaba a su rostro, dándole una sombra que lo hacía verse más guapo de lo usual.

── ¿Te sucede algo? ── preguntó roncamente.

Sakura se sentó rectamente, negando ── Solo estoy pensando, nada más ── respondió, tirando su cabello hacia atrás.

Silas asintió, pasando un brazo por los hombros de la chica. Acarició suavemente su piel, entreteniéndose con aquellos suspiros que salían de Sakura ante su toque.

── Si te sientes mal, podemos salir de aquí ── le susurró al oído, ladeando su cabeza para observar la reacción de Sakura.

Ella sonrió, mirándolo ── ¿Ahora te preocupas por mí? ── lo reto, pasando su lengua por sus labios resecos.

Los ojos de Silas bajaron a ese gesto desinteresado que también lo hizo sonreír.

── Solo quiero evitar cargar con tu muerte en mi pobre e indefensa conciencia ── dramatizó, riendo levemente.

── Estoy bien ── le dijo, entrelazando sus dedos por debajo de la mesa ── Solo estoy pensando si debería dejar que Warren me muerda para que supere su tonto sueño de hombre lobo.

── ¿Has visto una mordida de lobo? ── interrogó el chico, arqueando una ceja.

── Solo en las películas ── murmuró, encogiéndose de hombros ── ¿No son iguales?

Él negó lentamente ── Son mucho peores. Puede lastimarte e incluso podrías perder el brazo si es que ahí te muerde.

── ¿En serio? Acabas de arruinar la fantasía ── le susurró

── Ignorando eso. Si te infectas del virus, tienes que sobrevivirlo y es algo imposible, sin importar que seas bruja, el veneno es más fuerte que la magia.

── Tú pudiste salvarte de la mordida de un vampiro ── dijo Sakura, frunciendo sus labios ── Y mantuviste tu magia, ¿no?

── Lo hice, pero todo tuvo un precio ── explicó.

── Si no fuera por Ginny, es probable que estuviera muerto.

── ¿Qué fue lo que hizo para ayudarte? ── cuestionó con curiosidad.

── Ella me dio un poco de su magia para que pudiera combatir el veneno. Sus padres crearon un hechizo que fue demasiado... doloroso.

── Entonces, tú tienes magia de los O'Higgins ── concluyó, frunciendo sus cejas ── ¿Cómo es eso posible?

── Ginny me cedió un poco de su magia para revivir la mía. No es mucho, nunca podría llegar a hacer las cosas que los O'Higgins hacían, pero puedo hacer más que la magia normal ── explicó, encogiéndose de hombros.

── Oh, lo entiendo ── asintió, procesando la información ── ¿Te llevabas bien con Gin, así como te llevas con Edvina?

Silas apretó sus labios, ladeando su cabeza pensativo ── Lo hacíamos. No éramos los mejores amigos, teníamos diferencias más grandes que el resto, pero se puede decir que sobrevivíamos el día y eso es lo que importaba.

── Si, Gin siempre tuvo una personalidad fuerte ── susurró la chica, sonriendo ── Siempre peleábamos porque yo era un centímetro más alta y me tomaba el derecho de decidir en muchas cosas.

Silas sonrió, intentando imaginarse a aquellas dos chicas como mejores amigas.

── Eso suena a Ginebra ── musitó, acordando con lo dicho.

Sakura lo miró, sintiendo su pecho apretarse ante la mirada brillosa del chico, una que pocas veces había visto y cuando solo estaban a solas.

── ¿Gin te agradaba... cómo te agradó yo? ── le preguntó cuidadosamente.

Silas alzó su vista, enfocándose en ella. Repasó sus palabras en su mente, descubriendo el mensaje que quiso ocultar.

── Lo hizo ── asintió, sin poder detenerse ── Me agradó de la misma manera que a ti te agradó Wish.

El rostro de Sakura se volvió inexpresivo, sin haber estado lista para esas palabras. Puso su atención en la profesora, escribiendo múltiples hechizos que funcionaban para ataques primerizos.

── Sabes que yo no soy Gin, ¿verdad?

── Lo sé ── acordó, su voz saliendo más ronca de lo normal ── Cada día me lo demuestras cuando no puedes llevar el mismo ritmo que los O'Higgins lo hacían.

Las lágrimas se acumularon en los ojos oscuros de Sakura, sintiéndose impotente y tonta por haber creído que un chico como Silas Miller iba a cambiar.

Siempre pasaría lo mismo, estaría rodeada de los O'Higgins y de toda su historia. Solo era la humana que tomó la magia y ahora, intentaba convertirse en una portadora cuando ni sabía quién era.

El timbre hizo que despertara de su ensoñación, Sakura guardó rápidamente su cuaderno y salió del salón, empujando a varias chicas que se quejaron.

Ya fuera, dejó que varias lágrimas cayeran, limpiándolas con dureza de sus mejillas. No podía dejar que la siguieran tratando de ese modo, estaba cansada de estar rodeada de criaturas que se creían mejor que ella.

Era tiempo de demostrarle que no solo era aquella humana, ahora era una criatura y tendrían que aceptarla.

El día siguiente fue un desafío para Sakura. Mantener la calma y aparentar que nada había sucedido o simplemente aguantar el impulso de gritarle a Silas lo idiota que era.

Por otro lado, el chico no intentó disimular su malestar, a pesar de tener una máscara fría en su rostro, con solo oír su voz y su postura recta te hacía querer huir y ni siquiera darle una mirada rápido o podría acabarte en ese momento.

Camino a su clase donde todas las criaturas se juntaban, Edvina sorprendió a Sakura encontrándola en otro salón, intentando escapar como solía hacerlo.

── Sabes que después van a castigarte, ¿no? ── habló la chica, frunciendo sus cejas.

── Lo sé, pero prefiero estar sentada durante toda la tarde a estar viendo a ese idiota ── masculló entre dientes, rodando los ojos.

── ¿Pasó algo entre los dos? ── cuestionó, intentando enfocarse en el camino ── ¿Fue culpa de lo que dije?

── ¿Lo de Gin? ── indagó Sakura ── No, simplemente Silas no puede tener una conversación normal sin querer recordarme de donde provengo.

── Oh, ¿mencionó nuevamente a los O'Higgins?

── Así es, con eso quedó en claro su posición sobre los dos ── determinó, entrando al campo.



Las dos chicas se juntaron con Warren que inmediatamente comenzó a hablarles. A los minutos, Silas llegó, posicionándose a un lado de su primo e ignorando su conversación como solía hacer

── Ya que últimamente las prácticas salen realmente mal, está vez haremos una expedición en grupo ── habló el profesor, caminando a través de todos los estudiantes ── El juego de la bandera fue famoso en mi tiempo y quiero incluirlo en mi clase. Formarán grupos de cuatro personas de distintas criaturas, solo aceptare unos cuántos repetidos ya que sé que no estamos completos.

── ¿Por qué siento tan familiar este juego? ── masculló Warren, cruzándose de brazos.

── Tal vez porque es parecido al examen práctico de los últimos años ── le susurró Edvina ── Ahora, cállate.

── Entrarán al bosque en búsqueda de la bandera que la he escondido. El primero en traerla, obtendrá el premio de una semana libre de tareas del resto de asignaturas ── contó, sonriendo como si fuera lo más valioso.

── Eso sí me interesa ── canturreó Warren, poniendo más atención a las palabras de aquel hombre

── Tú no haces ni una tarea ── Sakura le recordó, lanzándole una mirada divertida.

── Tienes razón, pero no sentiré la culpa por no cumplir ── explicó, sonriendo en grande ── Estoy seguro que tú también quieres ese premio ya que detestas hacer tareas.

Sakura asintió, ladeando la cabeza ── Es un buen punto. Sin tareas significa más tiempo libre, me gusta cómo suena.

── Ya te estás contagiándote de la irresponsabilidad ── bromeó Edvina, riendo ante la mueca de su amigo.

── ¿No está prohibido entrar al bosque? ── Sakura cuestionó, viendo como las puertas del campo se abrieron.

── Lo es. Solo no hay que atravesar los límites y estaremos bien ── explicó, encogiéndose de hombros.

El grupo de estudiantes caminaron al bosque, mirando al profesor que los esperaba al comienzo con sus brazos cruzados detrás de la espalda.

── Podrán escoger a sus compañeros con la condición que he impuesto ── les habló.

Warren sonrió, abrazando a ambas chicas por detrás ── Claramente estaremos juntos en la búsqueda y bueno, Silas también. No puedo dejar a mi primo fuera, ya saben, por sus pocas habilidades sociales.

── No jugaré ── habló el chico, cruzando sus brazos con molestia ── Es demasiado tonto para mi gusto.

── No te preocupes, Warren ── Sakura le dijo, sonriendo ── Podemos encontrar a uno mejor.

Silas bufó ── Buena suerte.

Sakura rodó los ojos ante lo engreído que era el chico. Miró a su alrededor, buscando al candidato perfecto para su grupo y que pudiera encajar con ellos. Un chico capturó su atención, moviéndose sigilosamente entre los estudiantes.

Edvina se acercó, también mirando al chico ── Es un vampiro ── contó, ladeando su cabeza ── Tiene el aspecto de malo y oscuro, servirá para nosotros.

── Y tiene un lindo trasero ── acordó la chica.

Edvina y Sakura ladearon la cabeza, mirando el trasero de aquel vampiro que intentaba esconderse del resto. Su aspecto no concordaba con su personalidad.

── Si lo tiene ── Edvina asintió ── Demasiado para ser real.

── ¿Crees que sea natural?

── Es muy obvio que es el pantalón ── Silas se entrometió en su conversación, riendo con sarcasmo ── No tiene nada de atractivo, es una causa perdida.

── ¿Podrías callarte? ── masculló Sakura, rodando los ojos ── Intentó encontrar a un compañero para este tonto juego.

La chica se volvió a enfocar en los estudiantes que todavía seguían sin grupos. Para su gusto, se miraban demasiados tímidos y sin ganas de participar hasta que sus ojos se detuvieron en un chico alto que parecía concentrado en amarrar las agujetas de sus tenis.

── Él es un portador, uno muy bueno ── comentó Edvina, arreglando su cabello con discreción ── Su lindo rostro podría darnos motivación para ganar.

── Si, ¿cómo no lo había visto antes? ── indagó la chica.

── Ese portador solo les hará perder el tiempo ── Silas habló, chasqueando su lengua con disgusto ── No buscará la bandera, eso puedo asegurarles.

Sakura se giró, molesta por las intervenciones innecesarias del chico. Cruzó sus brazos, enfrentándolo lo más seria que podía ser

── Estás interrumpiendo demasiado para ser alguien que no jugara ── se quejó.

── Hey, no es necesario...

── ¿Desde cuándo no puedo dar mi opinión? ── Silas interrumpió a su primo, dando un paso adelante.

── Desde que no puedes dejar de ser un idiota ── gruñó Sakura.

Warren se quedó callado, viendo la interacción de ambos y cómo poco a poco, se fue poniendo demasiado tenso incluso para él. Miró a Edvina, señalando a sus amigos

── ¿Qué les sucede a estos dos?

── ¡Nada! ── respondieron Silas y Sakura juntos, apretando sus dientes con fuerza.

Edvina solo rió, negando su cabeza a Warren con el claro mensaje de que no siguiera insistiendo al respecto. Silas se cruzó de brazos, ignorando a Sakura con su habitual seriedad y miró a su primo, el único confundido

── Seré su cuarto compañero ── él determinó con aburrimiento ── No podrán encontrar a ninguna criatura tan buena como yo.

── Oh, por favor, resérvate ese egocentrismo para ti mismo ── gruñó Sakura, mirando el lado opuesto al chico ── Y tú no estás entre nuestras opciones, eso significa que estás automáticamente negado.

Silas río, tomándola del brazo para enfrentarla ── Voy a jugar con ustedes, quieras o no.

── ¿Sí? ── lo amenazó, dando un paso adelante ── Quiero ver eso

── ¡Está bien, estemos tranquilos! ── Edvina se interpuso entre ambos, dándoles un suave empujón ── Ya no quedan estudiantes así que Silas estará con nosotros o perderemos y ninguno quiere eso, ¿verdad? La próxima elegiremos mejor a nuestros compañeros

── Si, ustedes me dan jaqueca ── asintió Warren, apretando sus labios ── Espero que podamos ganar o ustedes me harán mi tarea ── los señaló.

Sakura bufó con irritación, ocultando sus manos en los bolsillos de la chaqueta mientras Silas sonrió con orgullo, mirando de reojo la mueca enojada de su compañera.

De inmediato borró la sonrisa de su rostro al notar la mirada fija de Warren. Incómodo, aclaró su garganta, poniendo su máscara de aburrimiento.

── Seamos unos de los primeros en entrar ── indicó Silas ── Así ya acabamos con esta búsqueda. La bandera no debe estar tan lejos ni escondida.

── Es lo mejor ── asintió la chica.

Sakura fue la primera en avanzar, caminando rápidamente al profesor. Silas se apresuró a alcanzarla, intentando ser el primero para mantener su posición e irritando a la chica para su propia diversión.

Warren y Edvina se quedaron detrás, uno con la mirada curiosa y confusa ante la inexplicable pelea y la chica con una gran sonrisa que no pudo esconder. La expresión del chico cambió radicalmente, iluminándose con la respuesta del por qué aquellos dos estaban peleando.

── Por favor, dime que esos dos no...

── Totalmente cierto ── Edvina lo aceptó, soltando una carcajada ── Incluso se besaron una vez, pero no le digas a nadie. Se lo prometí a Sakura y no quiero que se enoje, menos en este momento tan frágil.

Warren río, pasando sus manos por su cabello, sorprendido por la noticia.

── Claramente iban a terminar juntos ── él murmuró, riendo junto a su amigo ── ¿Cómo no lo pude ver?

Ambos caminaron detrás de la pareja que parecía comenzar a discutir de nuevo sobre la prueba. Sakura se encargó de hablar con el profesor para ser uno de los primeros grupos mientras Silas solo observaba, fingiendo desinterés.


Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top