forty three ──── mixed blood


─────────── CHAPTER FORTY THREE,

MIXED BLOOD ───────────



Sakura terminó de colocarse la chaqueta oscura en sus hombros, acomodándola para no crear una molestia en su cuello junto a la bufanda que Silas le ofreció. Su olor seguía impregnado, mejorando la actitud de la chica.

Dejó su cabello suelto, en esos días, había crecido y sabía que necesitaba un retoque con urgencia. Se miró por última vez al espejo, asintiendo a su reflejo.

Salió de la habitación, cerrando el bolsillo de su bolso donde guardó varios dulces que comería con Edvina en su descanso. Un golpe en su hombro hizo que tropezara, aferrándose a la suave mano que la tomó con rapidez.

── Lo lamento ── Sakura habló, recogiendo su bolso. Alana le devolvió la mirada sin ninguna emoción alguna ── Iba distraída ── explicó en voz baja.

Al no recibir ni una palabra de Alana, Sakura decidió pasar por su lado cuando sintió una mano sujetando su brazo, deteniéndola.

── Gracias... por ayudarme en el bosque. De otra criatura, me hubieras dejado morir ── dijo, intentando ofrecerle una sonrisa que salió como una mueca.

── No fue un problema, con tal de que no suceda de nuevo ── dijo, apartando el cabello de su cuello.

Alana asintió, cruzándose de brazos ── Eso puedo asegurarlo. No me gusta tu sangre como a Silas.

── Si, es por ese vínculo ── explicó la chica, balanceándose sobre sus pies.

── Deberías de tener cuidado. Las uniones de sangre nunca terminan en algo bueno ── le contó, arreglando la mochila.

── Lo haré, encontraremos una solución para ese problema ── Sakura aseguró ── Hasta entonces, tendré que darle mi sangre o puede llegar a descontrolarse. Es lo último que quiero.

── También deberías tener cuidado con los perros asesinos y los cazadores a la antigua. Se han mantenido tranquilos desde lo sucedido en el bosque ── explicó, mirando a su alrededor ── Ellos volverán para buscar la magia, siempre será así.

── Si vuelven, tendrán un pase directo al infierno ── aseguró Sakura, volviéndose seria ── La magia está más accesible para mi uso personal.

── Trata de no confiar demasiado. En este mundo, el poder puede mover mucho y si alguien más poderoso que los O'Higgins está mandando, será un desastre.

── Alana, ¿estás lista? ── preguntó una estudiante, mirando a ambas chicas con confusión.

── Si. Piensa en lo que te dije, Sakura.

La chica asintió, viendo como ambas desaparecieron por el pasillo. Se quedó en silencio con sus pensamientos descontrolados. Había pasado demasiado tiempo enfocada en la magia, como controlarla y en encajar entre las criaturas que olvidó su principal enfoque.

Buscar a los asesinos de los O'Higgins.

Sakura reaccionó, notando que ningún estudiante se encontrará a su alrededor. Miró la hora en su reloj de muñeca, viendo lo retrasada que se encontraba y finalmente decidió no ir. Prefirió otra detención a un regaño enfrente de todas las criaturas.

Se dio la vuelta, yendo directo a la biblioteca. Aunque los libros no tenían la información que necesitaba, siempre era bueno conocer los diferentes puntos de vista sobre el tiempo en que los titanes eran los líderes del mundo.

Tomó su habitual mesa al fondo de los pasillos, siendo escondida por los libros que agarró en su camino. Los minutos pasaron con rapidez, Sakura anotó varios datos que pensó que sería de ayuda en un futuro.

La descendencia de los titanes fue destruida hace miles de años, aunque no fueron un peligro, las criaturas no quisieron tomar ese riesgo. De inmediato, la chica pudo descartar cualquier familiar que pudiera ayudar a escapar a los titanes.

A pesar de que todos los libros marcaran la importancia de la derrota de los titanes, ninguna decía cómo fue que pudieron derrotarlos. Las reseñas hablaban sobre todo lo que hicieron cuando los titanes querían ganarse a los habitantes, aunque Sakura no quiso aceptarlo, una parte de ella sabía que aquellas criaturas trajeron grandes cambios positivos pero que después fueron destruyendo con su sed de poder.

Una historia llamó su atención, perdiendo la secuencia de los titanes. Sakura apoyó sus codos en la mesa, apoyando su cabeza entre sus manos para mayor comodidad.

Hace mucho tiempo, hubo una criatura que pudo poseer el poder de tres grandes criaturas. Fue líder en cada una de ellas, pero todo empezó a decaer al tener preferencia sobre una criatura y así llevó a la ruina los acuerdos que tenían entre las casas.

Sus dedos pasaron las hojas, inmersa por la historia que detallaba cada regla que impuso y como perjudicaba al resto de criaturas, sobre todo a los portadores de magia a quienes les prohibió hacer uso de sangre ya que era su principal alimento.

En la actualidad, era muy difícil encontrar a criaturas que fueran de dos seres. Su poca estabilidad los hacía peligrosos y menos adecuados para tomar un poder como ser líder de una casa.

Sakura pensó en Silas y cómo le afectaría. Su padre quería que tomará la decisión de encargarse de los vampiros, pero si el artículo tenía razón, la magia haría que fuera menos apto para tomarlo.

Si en futuro, ella lideraba una casa, su mayor deseo sería tener a Silas a su lado. Ambos habían hecho grandes hechizos y sus magias juntas, sería algo tan poderoso que podría ayudar a cambiar la forma de vivir de las criaturas.

Para ella, las criaturas no habían sido entendidas como deberían. Si los humanos supieron, podrían aceptarlos, y pasó el tiempo donde era un peligro.

── Sakura.

El susurro de su nombre hizo que alzara la mirada, encontrándose con uno de sus mayores miedos. El lápiz resbaló de su mano al ver que estaba en aquel pasillo oscuro y como la titán estaba parada a unos metros, libre.

Su rostro desfigurado y su postura encorvada la hacían ver más aterradora de lo que era. Por instinto, Sakura dio un paso atrás, tragando saliva.

── Parece que has vuelto a enlazarnos ── dijo la chica, tratando de mantener su postura.

── Solo quiero mi magia ── habló aquella mujer, su voz siendo carrasposa y grave ── ¡Dámela, humana patética!

Sakura dio varios pasos atrás al notar las intenciones de la mujer. La titán comenzó a correr, haciendo que la chica hiciera lo mismo.

El pasillo oscuro fue cambiando, mostrando el internado y sus alrededores. Sakura frunció el ceño, parpadeando para concentrarse.

Su alrededor era un cambió de escenarios constantes, en unos segundos era el pasillo con la titán persiguiéndola y el otro, estaba corriendo por todo el internado.

Sakura se detuvo en una de las esquinas del internado, buscando a la mujer. Su respiración salió fuerte y agitada, enloqueciendo su corazón y quemando la parte inferior de sus piernas.

Un fuerte dolor atravesó su pecho, quitándole el aliento y haciendo que se encorvara hacia adelante. Un gruñido salió de su boca al caer sobre la grava, el pasillo volvió a aparecer sin la titán.

Cerró sus ojos, intentando recitar un hechizo, pero sus palabras se vieron interrumpidas por otro gruñido, cargado de dolor.

── ¡Sakura! ── oyó la voz de Warren, preocupada desde lo lejos ── ¿Estás bien?

── No... yo...── balbuceó, intentando enfocarse.

Warren extendió su mano, agarrando el brazo de la chica cuando lo soltó rápidamente. Sus dedos estaban llenos de ampollas y de un tono rojizo, como si se hubiera quemado.

── ¿Qué demonios? ── él musitó, viendo como no estaba curándose ── No puedo tocarte. ¿Qué está sucediendo, Sakura?

── Yo... estoy...── titubeó, incapaz de poder pronunciar ni una frase completa.

Su alrededor comenzó a moverse, descontrolando la poca cordura que tenía la chica. Pudo ver la boca de Warren moverse y la figura de la titán en el pasillo, incapaz de moverse.

Varios susurros llegaron a su cabeza, diciéndoles que jamás ganaría ante la gran titán, su poder regresaría y resurgiría para poner un orden en ese mundo caótico.

Sin poder resistirlo, Sakura se inclinó hacia adelante, tapando sus oídos fuertemente. Simplemente no podía seguir resistiendo, su vista empezó a oscurecerse hasta quedar ciega.

Todo se detuvo, quedando en un silencio absoluto. Su agitada respiración era lo único que podía oír e incapaz de ver, extendió sus manos.

Una sustancia pegajosa llenó sus manos, asustándola. Dio varios pasos atrás, sintiendo el pánico llegar a su cuerpo e instalándose en su pecho.

── Vamos ── se susurró a sí misma, intentando calmar el temblor en sus manos.

Una llama apareció al fondo de esa oscuridad, creando un poco de luz, lo suficiente para poder mostrar que se encontraba en el pasillo.

Tuvo que respirar incontables veces para darse cuenta que algo sentía diferente en ella. Miró sus temblorosas manos y lo supo, no tenía magia, tan solo era una inofensiva humana con una titán que quería acabar con ella.

Un rastro de sangre comenzaba desde sus pies hasta una figura en el suelo. Se acercó con pasos lentos y se detuvo al sentir el vómito instalarse en su garganta.

Un lobo estaba muerto, su cuerpo partido por la mitad y sus ojos, tan pálidos y sin vida, la hacían sentir como de doloroso fue su muerte.

Ella retrocedió, llena de miedo y sintiendo el frío instalarse en su cuerpo. Varias lágrimas resbalaron por sus mejillas, incapaz de poder retener todas esas emociones para sí sola. Ocultó un sollozo con su mano hasta chocar con una pared, deteniéndola.

── Solo entrega tu magia y todo habrá terminado ── dijo una voz, tan suave que su interior gritaba que lo hiciera ── Es lo único que necesito para poder sanar este mundo. ¿Por qué no puedes entenderlo?

Ella negó ── Por la forma en que intentan quitármela magia, ¿creen que voy a creer en sus estúpidas palabras? ── reprochó con enojo ── ¡Asesinan por poder, eso es lo que hacen!

Sintiendo una pizca de valentía, Sakura caminó directo al fuego, ignorando las extrañas manos que sobresalieron de las paredes, intentando detenerla.

Una mano en su tobillo hizo que se detuviera, casi tropezando y fue cuando notó el agua bajo sus pies. Sus zapatillas estaban mojadas, incluso sus calcetines y con lo rápido que estaba subiendo, supo que pronto la atraparía por completo.

Ella respiró, recordándose a sí misma que no podía morir, pero aun así, el miedo volvió a atacarla, recordándole lo doloroso que sería ahogarse y lo angustiante que se volvería al perder el oxígeno.

Una figura oscura apareció, caminando lentamente a la chica que solo la esperaba.

── He intentado que me otorgues la magia de las formas más tranquilas ── habló la titán, moviendo su dedo en negación ── Lamentablemente, siempre hay una criatura que está ayudándote a no ceder ante mí. Ya estoy cansada así que simplemente tomaré lo que corresponde.

── ¿Realmente crees que dejaré que la tomes? ── replicó Sakura, una sonrisa apareciendo en sus labios pálidos ── ¡Mataste a los O'Higgins! Tú no harás ningún bien en este mundo, solo traerás destrucción.

── Por supuesto que traerá grandes riquezas a este mundo ── dijo la mujer, sin creer en sus palabras ── Yo creé este mundo junto a mis hermanos, pero los patéticos humanos no quisieron darnos lo único que le propusimos.

── ¿Besarles los pies y llevarles sus mayores riquezas? ── inquirió, alzando sus cejas ── Si quieres ser adorada, deberías de cambiar tu perspectiva sobre los humanos.

── Tú no puedes entenderlo por qué nunca fuiste amada, Sakura ── habló la titán, cada paso que daba, su figura cambiaba a una más pequeña ── Si no fuiste querida, ¿cómo podrías conocer el amor? Por supuesto que yo podría dártelo.

── No lo necesito. Tengo a alguien que ama y es más que suficiente ── murmuró duramente.

── ¿El amor de una abuela, de amigos y de un chico? ── interrogó, negando ── Eso no es nada a la clase de amor que puedo darte.

── No la quiero ── reprochó, temblando ante el frío ── Tú deberías de cambiar.

── Oh, todos sabemos que yo ganaré ── se quejó la titán, su forma haciéndose más delgada ── Tienes un nombre muy peculiar, Sakura y no me agrada.

── ¿Sí? Me alegra que cause ese efecto ── sonrió, intentando mantenerse serena ante la cercanía de la titán ── Tú eres la que está detrás de todos los ataques, ¿verdad?

La titán se encogió de hombros, indiferente ── Si, aunque mis aliados son unos idiotas. Todas sus misiones terminan en un fracaso.

── Si, tienes toda la razón ── acordó la chica, ladeando su cabeza con diversión ── Siempre los derrotó y eso que no hago uso de toda mi magia.

── Cierto, demasiados estúpidos para mi gusto. Por eso estoy seduciendo a alguien más para mi gusto ── contó con un toque de alegría ── Pronto caerá, estoy tan segura.

── ¿A quién más quieres? ── interrogó Sakura, esperanzada que cayera en su propio engaño.

La titán rio, su risa suave y cantarina hizo que el pecho de Sakura se apretara ante la familiaridad.

── Oh, no voy a decirte nada. Esas no son mis reglas, pero por el momento, me gustaría cazarte como un pequeño ratón ── le dijo.

── No será tan sencillo atraparme ── informó, temblando ante el fuerte frío que apareció en su cuerpo.

Sakura se congeló en su lugar al tener finalmente la titán enfrente suyo. Todo su cuerpo y rostro era diferente, no había marcas ni deformaciones que demostraran que era aquella titán amarrada.

En cambio, la titán era ella misma. Su mismo rostro, cuerpo e incluso la forma en que sus ojos siempre se mantenían expresivos.

Sakura se estaba viendo a sí misma como si se tratara de un espejo.

Ella no pudo respirar y apretó sus uñas en las palmas de sus manos, intentando desviar su enfoque en un punto doloroso y no en como la titán era una réplica exacta de ella.

── Maldición ── susurró.

── No te lo tomes personal ── pidió la titán, creando un puchero ── Me gusta adquirir cuerpos así nadie sabe cuál es mi verdadera identidad.

── ¿Por eso adquiriste...?

── Exacto ── interrumpió, cansada de oír los parloteos de su visitante ── Además, eres muy bonita. Tus ojos... me recuerdan a una persona que conocí hace tiempo y quiero conservarlos, para uso personal.

── Supongo que esa persona debe estar muerta como todos los que conociste ── replicó, sus labios temblando con molestia.

La titán asintió sin interés ── ¿Sería la gran titán si no lo hiciera?

── Tú eres una...

Las palabras de Sakura fueron calladas cuando la titán pasó sus uñas por la mejilla de la chica. La mujer se abalanzó sobre ella, pasando su lengua sobre la sangre que empezaba a brotar de la herida.

── Uh, dulce tal como me gusta ── murmuró, pasando su lengua sobre sus labios ── Tienes un buen sabor, Sakura Campbell.

Sakura no supo cómo reaccionar ante lo sucedido. No necesito palabras cuando la titán se lanzó, haciendo que ambas cayeran al suelo lleno de agua. Las manos de la mujer apretaron el cuello de Sakura, sintiendo su latido rápido y frenético.

── No me tomará mucho tiempo adquirir la magia ── habló la titán, sonriendo con orgullo ── Lo haré cuando menos lo creas.

Sakura tomó varias respiraciones, sintiendo el agua cubrirla por completo. Intentó luchar contra la titán pero su fuerza era increíble, incluso para alguien que estuvo encerrada por años.

Su corazón comenzó a latir con fuerza, pensando en que realmente se ahogara. Antes de poder ceder por completo, sintió como la presión en su cuello disminuyó y pudo levantarse, tomando una profunda respiración.

Su alrededor era diferente, completamente en blanco y un par de brazos la mantuvieron en su lugar antes que cayera al suelo. Observó a la persona, encontrándose con la mirada preocupada de Silas.

El cuerpo de Sakura temblaba, incluso estando seca y con sábanas a su alrededor. Las lágrimas también cayeron por sus mejillas y los sollozos que pudo mantener en silencio, salieron sin su permiso.

Sintió los brazos apretarse a su alrededor, manteniéndola pegada al cuerpo que tanto conocía por su calidez instantánea. Bajo la mirada, incapaz de observar a Silas en ese momento tan vulnerable, en cambio, se aferró para no volver a ese lugar donde todo lo que pudo observar era muerte.

Solo pasaron unos minutos para que Sakura se tranquilizara y apoyara su mejilla en el pecho de Silas. Sus respiraciones eran las mismas que las del chico y mantuvo sus ojos cerrados, agotada.

── Ella volvió ── susurró la chica, su voz apagada ── Pudo tocarme y tomó mi sangre.

El cuerpo de Silas se tensó por unos segundos. Sakura supo que eso no era nada bueno si obtuvo una reacción como esa.

── Repítelo ── ordenó duramente.

Ella suspiro, encontrándose con la mirada del chico ── La titán pudo tocarme y me hirió. Pasó su asquerosa lengua por mi sangre, dijo que era dulce ── contó, apretando sus manos.

── Eso es imposible. Estuve todo este tiempo contigo y nunca tuviste una herida, la hubiera olido ── negó, agitando su cabeza ── ¿Dónde lo hizo?

── Mi mejilla ── señaló, pasando sus dedos por su piel sana ── ¿Qué significa eso? ¿Qué va a pasarme?

── No lo sé. Probablemente no signifique nada ── dijo ── Hay que mantenernos en alerta, buscar otros hechizos que puedan evitar que te toque.

── El hechizo sólo funcionó unos días. ¿Crees que haya uno más largo?

── Si, lo hay pero es más... peligroso ── comentó, pasando sus dedos por el cabello de la chica ── Voy a buscar algo más sencillo, sólo tiene que funcionar.

── O simplemente buscar cómo los detuvieron las criaturas ── replicó Sakura ── Si lo tenemos en nuestras manos, no podrán tocarnos.

Silas se quedó en silencio, pensando sobre las palabras de la chica. Los libros e incluso las personas que lo sabían, se negaban a compartir esa información así que no era tan sencillo, incluso su padre no la tenía.

El movimiento de la chica hizo que saliera de sus pensamientos, notando la tensión en su rostro y sus enrojecidos, evidencia de lo mal que pasó en el momento que estuvo atrapada con la titán.

Ambos estaban en la camilla, Sakura se acostó mientras Silas agarró un asiento, acercándose a ella.

── La enfermera preguntara qué ocurrió ── él explicó, entrelazando sus dedos ── No le digas nada sobre la titán. Diles que algún portador se introdujo en tu mente e intentó robarte la magia.

── Lo sé ── aceptó, parpadeando con lentitud ── No puedo confiar en ninguno de ellos.

Silas asintió, desagradandole la tristeza en la voz de Sakura. Sin darle una respuesta, se inclinó para juntar sus labios, necesitando sentirla tan cerca después de lo sucedido.

Hundió sus dedos en el cabello de la chica, dándole un suave masaje que Sakura agradeció mentalmente. Al separarse, él la observó, buscando alguna señal de herida.

── Estaba muy preocupado ── le susurró, frunciendo sus cejas ── Warren me llamó, dijo que estabas... sufriendo y que no podía tocarte. Me desagrada la idea de solo perderte así que cuando te vi así, fue devastador.

── Estaba ardiendo. Recuerdo que Warren intentó tocarme ── murmuró, tomando la mano de Silas con fuerza.

── Nadie pudo hacerlo a excepción de mí. Soy vampiro, no me importo quemarme ── negó, recordando lo doloroso que fue siquiera abrazarla ── Necesitaba tocarte para hacer el hechizo. Hice que te durmieras y trate de traerte conmigo varias veces, pero tenías un escudo hasta que pude romperlo.

── Gracias ── le susurró, bajando la mirada al recordar lo asfixiante que fue ── Si hubiera estado más tiempo, probablemente hubiera muerto...

── Eso no ocurrirá ── intervino el chico, alzando su voz con pánico ── No volverás a ese lugar. Buscaré los hechizos necesarios y lo haremos, no importa si agotara mi energía.

── Hay algo dentro de mí que sabe que no funcionara ── contó Sakura, intentando querer contagiarse de esa esperanza que transmitía el chico ── La titán se miraba más fuerte, como si ya poseyera magia en su interior.

── ¿Magia? ── replicó, frunciendo sus labios ── La titán no puede tomar cualquier magia.

── Entonces, ¿solo puede tomar las de los O'Higgins? ── cuestionó la chica.

── Si, después de obtener la magia de los O'Higgins, puede tomar cualquiera. Si dices que la titán tenía magia, significa que alguien se la otorgó ── explicó ── Y ahí puede quitársela a cualquier portador.

── Eso solo lo empeora todo ── musitó, tomando una profunda respiración ── Tenemos que buscar la debilidad de los titanes o simplemente... tendré que darle la magia.

── Lo haremos ── aseguró Silas, alzando el mentón de Sakura con cuidado ── Te ayudaré, lo prometo.

Ella sonrió suavemente ── Te creo. La titán...me puso en su dominio con un poco de magia, significa que debo de mejorar en todos los aspectos.

── Para eso hemos estado practicando, ¿no? Sabes miles de hechizos y la magia está de tu lado. Podrás vencerla cuando sea el momento, mientras tanto, solo mantente tranquila ── comentó, acariciando su mejilla.

── Tienes bastante fe en mí ── le susurró con una sonrisa en sus labios pálidos ── Me gusta aunque... tengo miedo. Los O'Higgins no pudieron...

── Tú no eres como los O'Higgins, pensé que no querías volver a compararte con ellos ── murmuró, frunciendo sus cejas ── Eres distinta así que hay otras oportunidades que tomaremos. Saldrás adelante y espero que cuando suceda eso, esté a tu lado.

Sakura sonrió, mirándolo fijamente. Silas era lo único que tenía para poder vencer a la titán, incluso si la magia que ella poseía era más poderosa.

Tenía miedo, demasiado en enfrentarse a la titán porque no tenía la clase de poder que le mostró en esos minutos pero lo vencerá, de una u otra forma, iba a poder derrotarlos y hacer justicia por los O'Higgins.

Su familia merecía descansar en paz.

── ¿Es normal sentirme tan cansada? ── le preguntó, acomodando la almohada bajo su cabeza.

── Si, lo es ── aseguró Silas, besando los nudillos de Sakura ── Descansa, estaré aquí.

Ella asintió, depositando su mirada en el chico. Los ojos verdosos parecían más apagados e incluso pudo notar un poco de oscuridad, señal de las ojeras. Se sorprendió de verlo en ese estado ya que siempre parecía que quería esconder todo lo que sentía.

No pudo evitar el sentimiento de apretón en su pecho al darse cuenta que a pesar de todo, Silas si se preocupaba por ella y no por la magia que recorría en sus venas.

Sus ojos comenzaron a pesar, haciendo más difícil mirar al chico que solo estaba en silencio, contando su respiración. Sintió un fugaz beso y como sus manos fueron puestas en la fría camilla hasta que el sueño la venció.


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