forty five ──── lost creature


────────── CHAPTER FORTY FIVE,

LOST CREATURE ──────────



Sakura oyó las instrucciones de la profesora por última hasta que sonó el silbato, dándoles el acceso para entrar al bosque. El resto de portadores corrieron, empujándose entre ellos mismos con gritos y risas, rompiendo una de las reglas que la profesora dijo.

Sakura caminó tranquilamente, tomando la dirección contraria que el resto. Miró los grandes bosques, intentando ver a través por si se encontraba alguna criatura o portador.

El sol mejoró su vista, mostrándole pequeños insectos y un camino lleno de piedras. Ella suspiró, recordándose que no estaba sola y que estaría bien, los hechizos los tenía en su mente y podría hacerlo mejor que el resto, incluso podría vencer a Silas.

Siguió caminando, saltando las rocas cuando miró a dos portadores siendo acorralados por coyotes. Intentando ser lo más silenciosa, corrió en dirección contraria, escapando antes de que la tomaran como presa.

A lo lejos, descubrió varias figuras tratando de esconderse así que decidió agacharse, pensando sobre una alternativa para escapar. Miró su alrededor hasta saber qué hacer.

Cerró sus ojos, recitando el hechizo de duplicación que tanto práctico. Varias figuras de ella misma aparecieron enfrente, probablemente unas diez a quince y sonrió, satisfecha de su trabajo.

── ¡Corran! ── les ordenó.

Cada Sakura tomó un camino diferente, llamando la atención de las criaturas y portadores que estaban esperándola. La verdadera Sakura se levantó, corriendo lo más rápido que pudo hasta detenerse y mirar a su alrededor, sin nadie que la intentara atacar.

Sabiendo que necesitaría una brújula, sacó el reloj que Silas le ofreció en la mañana. Él sabía que lo necesitaría para esa prueba.

El hechizo de rastreo hizo que las agujas del reloj se posicionarán en un solo lado, enseñándole el camino a la bandera azul.

── Sí que eres lista ── se dijo a sí misma, sonriendo por ir por el camino correcto ── Seguro que eres la única que lo pensó.

Siguió caminando a través de los árboles, teniendo cuidado de no ser emboscada. Sus ilusiones debieron de ser atrapadas y probablemente desaparecieron al estar tan lejos.

── ¿A quién tenemos aquí?

Una voz desconocida hizo que Sakura se pusiera en alerta. Miró a un hombre, bastante joven para ser profesor en el internado, apoyado en uno de los árboles.

El chaleco de color rojo hizo que la chica lo reconociera como parte del examen, aunque su rostro aburrido y el cigarrillo en sus manos le decía que no estaba interesado en perseguir a un puñado de adolescentes.

── A alguien que ignoraras y dejaras seguir ── replicó, sonriéndole duramente.

── Si, hazlo ── asintió, moviendo su mano sin interés ── Por cierto, ¿un chico alto con ojos rasgados y que es híbrido, entró en este turno?

Sakura ladeó su cabeza, curiosa de que la descripción encajara con Silas. Apretó sus labios, negando.

── No, no lo creo ── dijo, aparentando estar tranquila ── Si lo veo, puedo avisarte.

── Si, hazlo. Ambos tenemos un asunto que finalizar ── comentó, tronando su cuello ── No perderé la oportunidad.

── ¿De qué? ¿Van a pelear? ── ella cuestionó, arqueando sus cejas.

Como si se diera cuenta con quién estuvo hablando todo ese tiempo, el hombre compuso su postura y negó, moviendo el cigarrillo.

── No, por supuesto que no. Solo hablaremos del último examen donde salió con una nota sobresaliente por patear el trasero de uno de los cuidadores ── contó, riendo secamente.

── Está bien. Yo le diré a Silas ── dijo, sonriendo con orgullo ante la sorpresa en el rostro del hombre.

Haciendo uso de un hechizo, se volvió invisible, alejándose lo más rápido.

── Ese estúpido hechizo ── masculló el hombre, viendo su alrededor ── ¡Siempre me da dolor de cabeza!

Ella río, siguiendo su camino. Un bostezo escapó de sus labios, sintiendo tan largo y aburrido el examen que se sintió tonta por pensar que sería más difícil.

El movimiento enloquecido de las agujas del reloj hizo que Sakura frunciera sus cejas, confundida. Le dio un par de toques, intentando que quedaran firmes en una sola dirección para salir de ese bosque.

Las hojas a su alrededor se levantaron cuando un fuerte viento frío las golpeó, los árboles se agitaron, creando un golpe seco que asustó a la chica.

Dirigió su mirada a la copa de los árboles, notando el clima oscuro y helado que se avecinaba. Su mente se encontraba en blanco ante ese peculiar fenómeno, nunca había ocurrido en el internado y supuso que eso no era nada bueno.

Sakura confirmó sus pensamientos cuando el sol, tan fuerte, fue desapareciendo con rapidez detrás de varias oscuras nubes. Las sombras a su alrededor se movieron sigilosamente, arrinconándola a unas grandes rocas donde comenzaron a girar, siéndole imposible salir.

El pánico apareció en Sakura, siéndole difícil de respirar. Sus pensamientos eran desordenados y sin ningún sentido hasta que llegó a la conclusión de que quería salir de ese lugar.

Sin importar que le restaran puntos o suspendiera, hizo el mismo hechizo de la profesora, creando una radiante bola de energía y la lanzó al cielo, esperando que el resto la mirara y fueran en su búsqueda, incluido el hombre que estaba fumando.

Frunció sus cejas cuando notó como la gran luz desapareció conforme iba subiendo al cielo, de esa forma, jamás sabrían dónde encontrarla o no sabrían que quería salir de ese bosque.

Como si eso fuera motivo de algo tan bueno, el aire a su alrededor se agitó violentamente, sacudiéndole el cabello y la ropa. Las sombras también enloquecieron, haciendo un agujero negro a su alrededor y fue cuando decidió correr.

Apoyándose en una roca, saltó por encima de las sombras. Sus piernas flaquearon pero puso sus manos sobre el suelo, impulsándose a seguir adelante.

Regresó por el mismo camino donde anteriormente estaba el hombre desinteresado, él era la opción más cercana para salir del bosque.

El vapor salió de su boca con cada respiración que daba, agitada por querer salir de ese un lugar. Un fuerte dolor atravesó su estómago, haciendo que cayera de rodillas.

Sintió como la saliva se iba acumulando dentro de su boca hasta que sucedió lo inevitable. Vomitó sobre las hojas, temblando ante cada arcada y tratando de sostenerse para no caerse.

Limpio su boca con el dorso de su mano, tomando una profunda respiración. Las lágrimas recorrieron sus mejillas, llenándose de miedo y angustia por saber qué era lo que estaba ocurriéndola.

Vio un atisbo de luz entre los árboles, dándole esperanza de que saliera de ahí. Se levantó, apenas pudiendo sostenerse por el temblor de sus piernas. Camino por los árboles, enfocándose en llegar a esa luz.

── Por favor ── susurró, sintiendo la pesadez en su cabeza ── Solo un... poco.

Sakura supo que no podría salir de ese bosque cuando sus piernas flaquearon y su respiración falló. Antes de que su cuerpo golpeara el suelo, sintió una presencia fría agarrarla. Varios escalofríos atravesaron su espalda, una señal de que no conocía quién era aquella persona.

── No hagas ni un ruido ── le dijo una voz varonil a su oído, manteniéndola presa entre sus brazos.

Ella intentó ver de quién se trataba a través de su mirada borrosa. Solo notó una figura, moviéndose como si estuviera en cámara lenta.

── ¿Quién eres? ── balbuceó.

── Shh, tenemos que alejarnos de aquí ── él habló duramente ── Voy a cargarte y no grites.

Sakura no se opuso, sabiendo que la poca energía que tenía, debía conservarla. El aire golpeó su rostro con fuerza, demostrándole que aquella persona era una criatura y probablemente un vampiro.

Minutos después fue dejada en el suelo, su espalda sintió las hojas pincharla y por último su cabeza. El cielo seguía oscuro y la pesadez en sus ojos hizo que los cerrara, esperando que esa sensación terminara de una vez.

── Tienes que recuperarte ── dijo la misma voz, caminando de un lado a otro ── Sé lo terrible que es pasar de una realidad a un espejismo.

Ella estuvo atenta a sus palabras, preguntándose qué era un espejismo. El calor hizo que poco a poco, toda la tensión y malestar en su cuerpo, desapareciera.

Finalmente pudo levantarse, quedándose sentada. Apoyó su espalda en uno de los troncos caídos y arregló su cabello, deshaciéndose de las hojas y ramas que quedaron atrapadas.

Miró la espalda del chico que estaba en cuclillas frente al fuego, echándole ramas secas para mantener la llama viva. Sakura no pudo evitar cuestionarse de quién se trataba y lo familiar que parecía.

El chico tenía hombros anchos y el cabello castaño llegaba hasta su mandíbula. Una idea cruzó por su mente y ladeó la cabeza, pensativa.

── Eres Nilo ── ella habló después de unos minutos.

El chico giró, sus ojos azules, tan claros y profundos, la observaron con una mezcla de curiosidad y sorpresa.

── Lo soy ── asintió, pasando su mano por su mandíbula ── ¿Cómo lo sabes?

── Edvina, Silas y Warren me hablaron de tí. Estaban preocupados de que no regresaras al internado ── contó, frunciendo las cejas

Él soltó una risa sarcástica, cruzando sus brazos ── Lo intente, pero quede atrapado. No he podido salir desde entonces, un gran maldito infierno.

Sakura miró a su alrededor, frunciendo sus cejas. El bosque parecía exactamente el mismo al que entró a excepción del clima oscuro que no era el mismo.

── ¿Dónde estamos?

── En el bosque del internado ── informó, apretando sus labios en una línea por unos segundos ── Los portadores de magia llaman a este fenómeno un espejismo. Es parecido a los bucles solo que es más como una prisión.

Ella frunció sus labios, negando ── No puede ser eso. He pasado por este bosque varias veces y nunca he sentido otra energía.

── Esa es la gracia de este espejismo. No puedes encontrarlo a menos que el creador lo quiera ── explicó, sentándose en uno de los troncos ── Probablemente me tuviste a tu lado todo ese tiempo y nunca te diste cuenta. Incluso, en este momento podrías tener a cualquier criatura a tu lado y no lo sabrás, traspasará tu cuerpo como si fuera aire.

Ella miró a su alrededor, imaginándose al resto de los portadores jugando en el bosque, buscando la bandera mientras estaba encerrada. Incluso pudo imaginar la figura de Silas, tratando de encontrarla o parado rígidamente en búsqueda de su olor.

── ¿Cuánto tiempo llevas aquí? ── le preguntó Sakura al chico.

Nilo la miró, pensando en los días que pasó en esa prisión.

── Es difícil saberlo. La portadora que me atrapó no tiene ni un poco de compasión para dejarme saber cuánto tiempo llevo aquí ── dijo con molestia ── Es probable que lleve meses aquí dentro.

── ¿Cómo te has alimentado? ── cuestionó, frunciendo sus cejas ── Porque eres vampiro, ¿no?

── Lo soy, me he alimentado solo de sangre de animales ── le respondió, lanzándole una mirada rápida ── No me apetece beber sangre de criaturas, tengo una pequeña alergia.

Una risa quiso escapar de los labios de Sakura con ese pequeño dato. Pudo recordar los dos vampiros que no les importó que ella fuera una criatura y de igual forma la mordieron para recuperar fuerza.

── Entonces, no tendré que andar con cuidado a tu alrededor ── dijo con una media sonrisa.

El chico asintió, quedándose en silencio. Sakura también se removió con incomodidad, pensando en lo que haría para salir de esa prisión.

── ¿Tú eres Sakura? ── Nilo cuestionó.

── Si, lo soy.

Él asintió ── Tú eres el objetivo de este espejismo. Nunca pudieron atraparte porque siempre estabas siendo protegida por alguien más hasta este momento.

Varios escalofríos recorrieron la espalda de la chica, alertándose sobre lo que sucedía. Después de todo, esa prisión había sido diseñada para ella y todo debía de relacionarse con la mujer que quería matarla.

La titán estaba expandiendo su poder, buscando a más criaturas que entraran a su causa de dominio. Poco a poco, los portadores también iban cayendo sin saber las consecuencias que tendrían.

── ¿Tienes alguna idea de cómo salir de aquí? ── ella interrogó, alejando el creciente pánico.

── Tú deberías de saberlo. Eres la humana que recibió la magia de los O'Higgins, ¿no? ── murmuró.

Sakura notó como el rostro de Nilo se ensombreció ante el apellido de su familia. Una idea cruzó su mente, dándole sentido a todas las conversaciones con Ginebra y las celebraciones de Warren por la relación.

── Tú eras la criatura que Gin estaba esperando ── ella musitó.

── ¿Qué? ── replicó, frunciendo sus cejas.

Antes de poder repetir sus palabras, Sakura sintió como la empujaron, golpeando su espalda en las hojas. Alzó la cabeza con alarma, mirando su asiento en el tronco con varias flechas incrustadas.

── Tenemos que irnos ── Nilo habló, tomando el brazo de Sakura para ayudar a alzarla.

El agarre era demasiado fuerte, pero Sakura no se quejó, sabiendo que tenían que escapar de lo que sea que estuvieran atacándola. Intentó igualar los pasos del chico, corriendo a su lado a través de los árboles.

Sakura dio un paso en falso, cayendo al suelo y jaló su brazo, quitándose del agarre fuerte de Nilo.

── Podríamos ir más lento ── se quejó, levantándose con molestia.

── No hables.

Sakura se quedó congelada en su lugar, observando su alrededor con alarma. Un grupo de personas se encontraban, sus rostros en blancos y quietos que parecían estar congelados en su lugar.

── ¿Qué demonios? ── murmuró, arqueando sus cejas.

Cada persona comenzó a correr a ellos, transformándose en cada criatura que conocían. Sin desear salir corriendo o huyendo, Sakura levantó sus manos, recitando un hechizo rápido para hacerlos desaparecer sin dejar pruebas de que estuvieron ahí.

── No servirá de nada ── Nilo comentó ── Volverán a revivir.

── Eso es una estupidez ── ella se quejó, arqueando sus con disgusto ── Nunca he salido de una realidad espejo. No tengo las cosas para crear el ritual o el hechizo.

── Deberás de improvisar porque no me quedaré más tiempo aquí ── Nilo negó, arreglando el desorden de su cabello rubio ── Me han matado y revivido incontables veces que prefiero estar encerrado bajo tierra ── comentó, apretando sus dientes.

Sakura movió su cabeza en negación, sin entender lo que pasaba dentro de ese espejismo. Parecía que todo volvía a su lugar, incluso aquellos que morían o eran heridos.

Todo apuntaba a que era un infierno en el bosque del internado.

Por inercia, Sakura dio un paso atrás entre una mezcla de sorpresa y miedo. Nilo musitó una disculpa al notar la expresión en el rostro de la chica.

── No vamos a morir ── ella prometió ── No mientras Silas esté afuera, buscándome.

Nilo bufó, cruzándose de brazos ── Silas solo se preocupa por sí mismo. Estoy seguro que no ha movido ni un dedo para averiguar dónde estás o por lo menos donde estuve.

── Parece que no conoces a tu amigo ── ella replicó, apretando sus labios ── El internado no permite que salga. Lo sabes muy bien ya que te escapaste, ¿no?

── Silas puede hacer lo que quiera. Su padre es quién mueve ese internado, todo está bajo su mandato, aunque sea un idiota ── escupió con enojo, dando un paso adelante ── Además, pasar un día aquí es como pasar un minuto haya afuera. Pierde las esperanzas, cariño.

── Parece que conocemos versiones diferentes de Silas ── ella gruñó, sin dejarse intimidar ── Si no puedes aguantar unos minutos, entonces vete, puedo sobrevivir por mi cuenta.

── No te llenes de pensamientos erróneos. Silas es un hijo de papi, no hace nada por sus amigos sin que su padre lo mande y me quedaré contigo, me sacaras de la prisión que fue hecha para tí ── sentenció.

Nilo se acercó, intentando tomar el brazo de la chica, pero ella fue más rápida, alejándose.

── No dejaré que me amenaces y, sobre todo, que hables de la criatura que me ha estado cuidando todo este tiempo así que cállate o vas a quemarte todas las veces que sean necesarias hasta que me sienta satisfecha ── sentenció, dándole una mirada dura.

Él soltó una risa cargada de sarcasmo, sin creerle ── No, no lo ha hecho. Silas no tiene un corazón que le lata y menos sentimientos que le hagan sentir amor por otra persona.

Sakura rodó los ojos con aburrimiento ── Ya lo he oído varias veces.

Ella comenzó a caminar, introduciéndose más en el bosque. No tenía idea de dónde ir, solo tenía la urgencia de alejarse de Nilo para calmar ese enojo que se instaló en su pecho.

Varias pisadas hicieron que se pusiera en alerta. De reojo, ella observó a varios lobos acercarse, sus cuerpos se movían sigilosamente, mostrando sus colmillos en un intento de parecer intimidante.

── No, no otra vez ── oyó el quejido temeroso de Nilo.

Sakura no dejó que la intimidaran. Los miró directo a los ojos, dejando que los lobos corrieran directamente a ella.

Antes de que pudieran tocarla, cada lobo explotó, llenando su alrededor con sangre espesa y oscura. Ella apretó los dientes, cansada y de mal humor después de las palabras de Nilo.

Sakura miró al chico, arrugando su nariz ante su imagen temerosa.

── No me agradan los lobos a excepción de Warren, él sí es bueno ── explicó, reanudó su caminata al interior del bosque.

El chico la siguió, guardando silencio hasta que señaló a la izquierda, captando la atención de Sakura.

── Yo... me baño en ese lado, hay un río. Ahí podrás hacer lo que quieras, sin problemas.

── ¿Alguna vez has visto la portadora que creó esto? ── cuestionó, señalando su alrededor.

── Solo una vez. No fue una visita muy... amistosa ── contó, apretando sus dientes ante la última palabra.

── Ningún portador de magia es amable ── replicó la chica, recordando su primer enfrentamiento con una portadora ── Yo lo sé de antemano. Hubieran muerto varios en el internado si no fuera por la ayuda que obtuve.

── Si, estar en el internado es estar en alerta todo el tiempo ── él aportó, bajando la mirada ── ¿Puedo preguntarte algo sin que te enojes?

Ella le lanzó una mirada dudosa ── Solo si no tiene nada que ver con Silas o molestar sobre mis puntos de vistas de otras personas.

── No es nada de eso, lo prometió ── murmuró, acercándose a la chica ── Es sobre lo que dijiste antes, que... yo era la persona que Ginny estaba buscando, ¿no?

Sakura lo miró de reojo, pensativa sobre si decírselo. Hizo que sus pasos fueran más lentos, quedándose a la par de Nilo.

── Te lo diré cuando salgamos de aquí, no creo que sea el tiempo correcto ── le dijo, encogiéndose de hombros.

── Por favor ── pidió con anhelo, tomando su muñeca con suavidad ── Hazlo en este momento, no sabemos si podremos salir de aquí y no quiero vivir mi eternidad preguntándome qué fue lo que dijo Ginny.

Ella suspiró, asintiendo ── Ginny estuvo conmigo por un tiempo, no había encontrado la... paz porque estaba esperando por alguien.

── ¿Por mí? ── susurró, sus ojos suavizándose.

── Si, dijo que tenía otras razones, pero ahora pienso que era por tí. Ginny necesitaba decirles adiós a todos por igual.

── ¿Ella te dijo algo más? ── preguntó con un atisbo de esperanza.

── "Dile a esa persona que estaba esperando que hizo lo que pudo para defendernos pero ya estaba destinado. Ahora debe cuidar de mi magia y que no olvide que lo amo, no me arrepiento de haberlo elegido" ── recitó, recordando cada palabra de Gin.

Nilo bajo la mirada, soltando un suspiro que Sakura pudo distinguir que era su manera de liberarse de todos esos sentimientos que estaban a su alrededor.

── Maldición ── él masculló, pasando sus dedos sobre su mandíbula ── Siempre hace que me sienta como un tonto por no estar a su lado.

── Lo lamento tanto por lo que sucedió. Ojalá hubiera podido hacer algo más.

── ¿Quién le hizo eso? ── preguntó roncamente, apretando su mandíbula ── ¿Quién los mató?

Ella negó ── No lo recuerdo, no sé.

Nilo se detuvo abruptamente, arqueando sus cejas con molestia y confundido con esa respuesta.

── ¿Cómo es que no puedes recordarlo? ── siseó, apretando sus manos en puños ── ¡Eso no se puede olvidar! ¡No puedes olvidar quién mató a la criatura que yo amo! ── gritó.

── Lo lamento, en serio ── Sakura dijo, enfrentando la ira contenida del chico ── La chica a quién amas también era mi amiga y mi hermana así que sé lo que sientes, pero no voy a mentirte. Mi memoria solo... se borró después del accidente ── contó, tragando saliva ── Poco a poco vienen los recuerdos, pero no ayudan en nada.

── Tú solo eres una tonta, solo una humana patética ── él murmuró, reteniéndose para evitar hacerle algún daño.

── Parece que a todos los vampiros les fascina insultarme. Compórtate, chupasangre, si me insultas una vez más, desearás morir ante lo que te haré ── lo amenazó, manteniéndose calmada ── No le estás hablando a una humana ordinaria, recuérdalo por si tu corazón no es lo único que ha dejado de funcionar.

Sakura se dio la vuelta, decidida a seguir su camino. Solo había pasado un par de minutos en ese espejismo y se había enojado incontables veces, no podía creer que Gin había salido con Nilo, entre todas las opciones, tuvo que elegir al más idiota.

Ya pudo saber por qué nunca los presentaron. Con esa actitud, era probable que Sakura le hubiera lanzado cualquier cosa que tuviera a su disposición en el rostro. Su nivel de tolerancia era muy alto, pero cuando la sobrepasaban, era mejor tenerle miedo y pedirle disculpas por qué haría que el mundo ardiera con su enojo.

Los pasos de la chica fueron deteniéndose poco a poco al encontrarse con el claro donde fue su primera salida del internado. Seguía igual a como lo recordaba, solo que más opaco por el clima poco inusual.

Se acercó al lago, mirando su cristalina agua y supo que ahí era donde debía de hacer el hechizo. Pudo sentir un poco de la presencia de sus amigos que la ayudaría a romper ese espejismo

No sería fácil, era un hechizo complejo que tomaría toda su energía. Sakura solo esperaba resistir o que Silas se diera cuenta de lo que trataba de hacer para que le ayudará, no quería pasar encerrada en ese lugar, pero tampoco herirse de una forma que no podría curarse.

Todavía tenía demasiadas cosas que cumplir y una criatura allá afuera la estaba esperando para cumplir la mayoría de sus deseos.

Con un movimiento de manos, hizo que las rocas se movieran de su lugar y se arrastraran hasta crear un gran círculo. Sakura tomó varias ramas para ponerlas en el centro y las encendió en fuego, alzándose tan fuerte que sintió el golpe de calor en su cuerpo.

── ¿Realmente eres capaz de aguantar tu sed? ── ella preguntó al chico, sin mirarlo.

── Lo hago.

No esperó otra respuesta cuando se abrió su palma con una filosa piedra. La sangre brotó con rapidez así que se movió alrededor, dibujando los símbolos que recordó que Silas le había explicado su función.

El círculo estaba lleno de sangre con símbolos que resplandecían en un tono dorado. Sakura sanó su palma, eliminando el picor que dejó la herida y miró su escenario.

No era el mejor desde su punto de vista, los dibujos simplemente eran entendibles por el destello y la sangre solo le dio un aspecto aterrador.

Sakura se posicionó enfrente del fuego, mirando las grandes llamas rojizas que se movían por el viento. Cerró sus ojos, entrelazando sus propias manos y apoyándose sobre sus rodillas.

── Por favor, óyeme ── susurró, enfocándose en la imagen de Silas ── Solo así podré salir de aquí.

── ¿Crees que lo hará? ── Nilo cuestionó, apoyándose en un árbol cercano ── ¿Crees que tú romperás esto?

── Si llegó a hacerlo, estoy considerando seriamente dejarte aquí ── replicó, lanzándole una mirada llena de molestia.

── Solo estoy dando mi opinión ── musitó, encogiéndose de hombros con indiferencia.

Sakura lo ignoró, recordándose que no necesitaba llenarse de ira o su mente se enfocaría en querer destruir a ese vampiro que fue importante para su hermana.

Dio una profunda respiración, alzando sus manos a los árboles para que le otorgaran un poco de su energía. La naturaleza nunca había fallado a los portadores y confiaba en que también le ayudará.

── Imago tantum illusio est quae sub vocis meae mandato franget ── recitó en voz baja, manteniéndose serena ── Imago tantum illusio est quae sub vocis meae mandato franget.

Una sonrisa apareció en su rostro al sentir el aire acariciar su cuerpo con tranquilidad, como si la naturaleza estuviera diciéndole que ahí estaba. Siguió murmurando el hechizo, imaginando como el espejo iba rompiéndose poco a poco.

── ¡Sakura!


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