fifteen ──── girl in the classroom
─────────── CHAPTER FIFTEEN,
GIRL IN THE CLASSROOM ───────────
Silas entró a la habitación de enfermería en silencio, notando lo ida que se encontraba la chica en la camilla. Tomó una silla y se sentó cerca, cruzando sus piernas.
── ¿Cómo te sientes? ── él preguntó.
── Gin me dejó ── susurró sin despegar la mirada de la pared ── La magia de los O'Higgins ahora es mía. Me pertenece por completo, pero no la quiero si no puedo tenerlos, esto es demasiado, ¿sabes? No estoy lista para llevar una vida.
── No lo entiendo ── musitó el chico, inclinándose hacia adelante ── Tú no recuerdas a Gin ni a los O'Higgins.
── No lo hago, pero sé que eran importantes para mí. Gin y yo éramos mejores amigas, siento... la pérdida dentro de mí.
── ¿Cómo sabes que es de tristeza? ── cuestionó ── Puede ser otra cosa.
── Lo sé porque es exactamente al sentimiento de asfixia que tuve cuándo supe que mis padres desaparecieron ── confesó.
── Sakura, las cosas son distintas ── musitó suavemente ── Tienes recuerdos con tus padres, pero no con los O'Higgins, no debes de confundirlos.
── No lo hago. Empiezo a tener algunos recuerdos de los O'Higgins, creo... creo que son memorias pérdidas o borradas ── confesó, arqueando sus cejas ── Hicieron que olvidara la primera vez que mire a un hombre convertirse en lobo cuándo lo golpee.
── Eso es normal. Los hechizos van desapareciendo con la pérdida de sus creadores y más si tienes la magia para poder borrarlos ── explicó.
Sakura se giró, mirando fijamente a Silas. El chico se mantuvo firme, sin mostrar ningún gesto por el repentino movimiento.
── ¿Realmente están buscando los asesinos de los O'Higgins? ── preguntó lo más firme posible.
── No lo sé ── Silas respondió después de unos segundos ── A veces, quiero hacerte creer que sé todo, pero no es así que no tengo idea si están haciendo alguna investigación.
── Ellos no tendrán justicia ── musitó.
Silas se inclinó, limpiando una lágrima que cayó por la mejilla de Sakura. Dejó que sus dedos pasaran por la piel suave hasta que suspiró y volvió a tomar distancia.
── Tienes que seguir adelante con la magia. Es muy importante para las criaturas ya que los O'Higgins siempre los protegieron y esperan que está no sea una excepción.
Sakura miró los ojos verdosos del chico, negando ── Sé que soy débil para ustedes, pero deben de entender que no sabía nada de este mundo. Quiero esforzarme, pero todos parecen que quieren verme caer.
── Solo te ponen a prueba, Sakura, es su instinto de dominación que los hace impulsivos y tontos como para decir que eres una decepción ── musitó.
── Pensé que con Gin a mi lado iba a poder ser grande pero ya no la tengo. No tengo a nadie que me ayude a descubrir quién soy ── confesó en voz baja.
── Me tienes a mí ── replicó Silas ── Yo te ayudaré. Solo debes de ser más valiente, Sakura Campbell y trata de sobrevivir.
── ¿No es eso lo que he estado haciendo? ── cuestionó con voz dura.
── No lo suficiente. Debes de pelear por tu puesto en el internado y con la magia a tu lado, créeme, nadie te pondrá un dedo encima.
Sakura lo observó, dando una sonrisa ── Me gusta cómo se oye eso.
Warren fue el primero en entrar a la habitación de enfermería, cargando una caja de chocolate en sus manos mientras Edvina se puso de puntillas, tratando de mirar por encima del hombro del chico.
Sakura dormía en la camilla, la sábana apenas cubriendo la mitad de su cuerpo mientras Silas tenía la cabeza apoyada en la orilla, también descansando. Una sonrisa apareció en el rostro del chico al notar la mano entrelaza de su primo con la de Sakura.
Edvina miró a Warren con diversión, teniendo el mismo pensamiento.
── Supongo que abandonarás la idea de que ambos no terminaran juntos ── ella susurró en su idea.
El chico rodó los ojos ── Cállate, solo pensé que Silas nunca iba a dejar sus sentimientos a un lado.
── Claro que lo iba a hacer, se notó desde el primer día ── musitó, cruzando sus brazos.
Warren sabía que su primo era un idiota engreído, había tenido que convivir con él desde que eran pequeños así que no se sorprendía de sus actitudes infantiles pero desde el primer día que conoció a Sakura Campbell, sabía que iba a incrustarse bajo su piel.
No solo por el hecho de que fuera la mejor amiga de Ginebra O'Higgins, sino porque era exactamente la persona que necesitaba para romper lo monótono de su vida y desafiarlo. Se preocupaba por Sakura, aunque le costará aceptarlo, era una persona fiel y en ocasiones, ese era su mayor problema.
La llegada de Sakura fue difícil para todos. Ella fue el golpe de realidad que necesitaron para entender que Ginebra no volvería, no más escapes o infiltraciones, no más magia de parte de los O'Higgins.
Warren recordaba la primera vez que le dijeron sobre lo sucedido, todos quedaron en shock, procesando hasta que Silas se levantó de su lugar, intentando detener a Nilo de hacer algún desastre que lo afectaría en el futuro.
Aunque todos se sentían devastados y con ganas de escapar para llegar a su amiga, se quedaron en el internado, probablemente por temor u otra cosa y la culpabilidad los invadió, pensando en la posibilidad de que tal vez hubieran podido hacer algo más.
Tal como Nilo propuso, pero todos evitaron.
Ahora observando a Sakura postrada en la camilla, solo quedó aceptar que no había vuelta atrás y hacerse dueños de sus decisiones.
Warren agitó el hombro de Silas, haciendo que el chico se levantará, sus ojos verdosos lo miraron en alerta hasta que se relajó al notar quienes eran.
── Anduvimos buscándote por todo el internado ── Warren contó, dejando la caja de chocolate a un lado ── Ya es hora de la cena.
Edvina asintió, apoyándose en la pared ── Íbamos a darnos por vencido hasta que pensamos que probablemente estabas con Sakura y no nos equivocamos ── dijo, creando una sonrisa que transmitía complicidad.
Silas rodó los ojos y se sentó, estirando sus músculos ── Solo estaba acompañándola, supuse que se iba a sentir confundida con todo lo sucedido.
── ¿Era Ginny quien estaba con Sakura? ── Edvina interrogó, moviéndose por toda la habitación.
El chico dio solo un asentimiento ── Si, estaba con ella, pero ya no más. Ginny estaba haciéndole daño, en algún punto, iba a acabar con su energía vital y la hubiera matado.
Edvina suspiró, cerrando los ojos por unos segundos ── Claro que era ella. Pude sentir a Ginny por unos minutos cuando Sakura prácticamente me ordenó que me fuera de la habitación.
── Hasta en la muerte quiere imponer ── Warren susurró con diversión.
── Nada nuevo ── musitó la chica, riendo ── Ginny nunca le gustó que los cazadores anduvieran en el internado, supongo que fue inevitable que se mostrará.
Warren miró a Sakura con nostalgia, esa chica era lo único que les quedaba de los O'Higgins e irónicamente era una humana. Los golpes que se encontraban en su rostro, desaparecieron, dejando mostrar su rostro bonito y llamativo.
── Me agrada ── dijo el chico, sin retener el flujo de pensamientos ── Es una humana fuerte y trata de ser como nosotros cuando no lo es. Por lo menos hay que reconocer que es excelente aceptando lo desconocido.
Silas asintió, apretando sus labios ── Solo debe de luchar para salir adelante y tener cuidado con quienes andan buscando su magia. Todos sabemos que no van a parar hasta tenerla entre sus manos.
Warren palmeó el hombro de su primo con una sonrisa en su rostro que sabía que significaba antes de hablar.
── Para eso nos tiene a los dos. Sabemos que Edvina no puede pelear así que dejaremos que se encargue de las cosas de chicas.
── ¡Hey! ── se quejó Edvina, cruzando sus brazos ── Saben que el combate no es lo mío. Aunque si es necesario hacerlo, pueden contar conmigo. Se lo debemos a Ginny.
Ambos chicos asintieron. Silas miró a Sakura que seguía profundamente dormida, se sorprendía que todavía no se haya despertado con la presencia de ellos tres.
── Se lo debemos ── susurró Silas.
── ¿Ha sucedido algo inusual con Sakura? ── Edvina preguntó, sentándose encima de la mesa ── Recuerdo que Ginny sufrió bastante cuando se conectó con la magia, Wish era el único que podía hacer que se controlara y la manejara.
── Pero nosotros podemos ayudarla ── Warren aseguró, señalándose a sí mismo ── Tenemos experiencia. Ginny nos contó cómo podía controlarse, hay que buscar un ancla como los lobos y un montón de cosas así que podremos ayudarla, solo hay que tener paciencia.
── Paciencia ── musitó Silas ── Eso será lo más difícil.
── Y hay que dejar de molestarla en cada minuto ── Edvina reprochó, mirando mal al chico ── Hay que recordar que no fue una criatura nacida así que tiene curiosidad, mucha.
── Solo estoy entrenándola ── masculló Silas, encogiéndose de hombros ── Además, a ella le gusta, también se burla de mí.
── Y sí que sabe sacarte de tus casillas ── Warren río.
── Deja de ponerte de su lado ── amenazó el chico a su primo, entrecerrando sus ojos ── Es suficiente con Edvina, también necesito respaldo.
── Sabes que tú eres mi número uno ── canturreó Warren, guiñándole un ojo.
Silas rodó sus ojos verdosos, cruzando sus brazos ── Bajaré al comedor en unos minutos, espérenme ahí.
Edvina se bajó del mueble de un solo salto, entendiendo la indirecta. Warren se quejó, pero aun así siguió a la chica que mantenía una sonrisa en su rostro.
── Si se despierta, dile que esos chocolates son de mi parte. No quiero que robes mi regalo, ¿está bien? ── señaló Warren.
── Vamos, el chico quiere a su tiempo a solas ── lo regañó Edvina, tomándolo del cuello de la camisa ── No tardes en bajar.
La chica cerró la puerta detrás de ella, empujando a Warren lejos para que no oyera nada. Silas se quedó sentado por unos segundos, observando el rostro de Sakura, hasta ese momento se dio cuenta que ya no tenía ni un moretón.
Ahora con la magia activa en ella, su propio cuerpo se podría recuperar con más rapidez. El chico suspiró y apoyó su frente en la camilla, negando.
── ¿En qué demonios me estoy metiendo? ── se susurró a sí mismo ── No puedo pasar lo mismo, no otra vez y menos con ella.
Sakura se incorporó a las clases unos días después, pudo descansar todo ese tiempo en la habitación de enfermería y finalmente pudo aceptar su destino.
Ya no quiso seguir siendo la humana que no sabía de magia. Ahora era una O'Higgins e iba a mostrarles que ella nació para ser parte de la familia.
Los profesores de magia fueron bastante amables en ayudar a controlar la magia que quería salir. Todos los nuevos tenían una dificultad en un inicio así que sabían que Sakura no sería la excepción.
Los portadores le explicaron que los espíritus solían buscar medios para mostrarse y la magia era la más fuerte así que no debía caer en sus juegos, para eso crearon hechizos de escudo para eliminar todas esas voces.
El ataque al internado fue uno de los temas que más se hablaron en la semana. Los cazadores convertidos en estatuas aún seguían cerca, una forma de recordatorio para los que querían meterse con las criaturas.
Ese día no hubo ni una pérdida, pero si infringió miedo en los estudiantes. Con la familia O'Higgins fallecida, los ataques podían ser más grandes y peores, aunque Sakura mostró lo letal que podía llegar a ser.
En cambio, otros estudiantes tenían miedo de ella. Si esa demostración solo fue un poco de su poder, se preguntaban cómo sería al tenerla por completa.
No fue una sorpresa para Sakura ver cómo algunos estudiantes se corrían de ella en los pasillos.
En el desayuno, Sakura pudo sentir varias miradas encima de ellos, la palabra disimular no existía en su vocabulario así que no tuvieron ni un poco de vergüenza.
La chica solo suspiró, comiendo en silencio mientras oía la conversación sobre los nuevos métodos de defensa que la directora quería incorporar después del ataque, no era seguro para nadie.
Después de unos minutos, Sakura alzó la mirada para ver a su alrededor de nuevo, no podía controlar ese impulso. Lo que menos esperaba fue encontrarse con la mirada de Haydee, el enojo siguió brillando. Sakura rodó los ojos, cansada de la actitud de la chica que apenas conocía.
── ¿Por qué Haydee parece querer matarme? ── cuestionó la chica, tirando la cuchara con mal humor ── Más de lo normal.
Warren río y se recostó en la silla, pasó su brazo por encima de los hombros de la chica, dándoles unas palmaditas para calmarla.
── Solo es una criatura desentendida ── él le dijo.
── Todas las hadas son criaturas que guardan demasiado rencor ── Edvina interrumpió, inclinándose ── Fue bastante cercana con Ginny, supongo que quiere culparte de lo sucedido con los O'Higgins.
── Tal como todos ── susurró.
── No te preocupes, pequeña humana. Con el espectáculo que diste, nadie se meterá contigo si no quieren probar tu magia ── Warren bromeó.
── No haré otro espectáculo, para nadie ── sentenció Sakura, negando ── Voy a seguir mi plan de esconderme por el resto del año, lejos de criaturas desentendidas y problemas que no sean mis calificaciones.
── Buena suerte ── masculló Warren divertido ── Todos hemos tratado de escondernos, pero míranos, sólo hizo que nos expusiéramos más.
── Pero a tí te gusta la atención ── dijo Sakura, frunciendo sus cejas ligeramente.
── ¡Claro que le encanta! ── Edvina comentó, riendo por la expresión de Warren ── Y eso que no lo has visto en su mejor momento.
── Sakura ── Silas llamó, teniendo la atención de la chica ── Recuerda que tenemos entrenamiento en el mismo salón y a la misma hora, no intentes escapar.
El chico se levantó, tomando las bandejas vacías de sus amigos y dejó a un lado la manzana de Sakura.
── ¿Qué pasaría si lo hago? ── cuestionó en voz baja.
── No querrás averiguarlo ── musitó antes de irse.
Sakura solo miró como Silas se movió por todo el comedor y después se giró a sus amigos, cruzando los brazos.
── ¿Eres difícil de capturar? ── Warren preguntó.
Sakura negó, creando un puchero ── No, de hecho, es muy sencillo y conociendo a Silas, va a atraparme en menos de un minuto.
── Vamos a cambiar eso ── Edvina prometió con diversión ── Te haremos una experta en esconderte.
── Y si fracasamos, bien puedes crear un hechizo para irte a otro universo ── terminó de decir Warren.
── ¿Puedo hacer eso? ── interrogó sorprendida.
── Vamos, no quiero llegar tarde a clases ── Edvina dijo sonriente.
Los tres se levantaron de la mesa, Sakura arregló las sillas como usualmente lo hacía, una costumbre que su abuela le impuso desde muy pequeña. Se acercó trotando a Edvina quién estaba revisando el horario.
── Nos vemos en el descanso, ¿sí? ── comentó con una sonrisa ── Dile a Silas que recuerde lo que hablamos.
── Se lo diré si es que me acuerdo ── masculló divertida.
Sakura tomó un camino diferente a Warren y Edvina, finalmente pudo quitar la sonrisa de su rostro y dejó que sus hombros cayeran, desanimada. Desde que Gin decidió irse, ella no volvió a sentirse igual que antes, ahora tenía un vacío en su pecho que hacía que recordará lo sola que se encontraba.
Pero lo peor no era eso. Había una voz que solía llamarla a pesar de tener un escudo de protección, seguía sin poder entender cómo era posible que la traspasará.
Sakura no sabía si en el mundo sobrenatural era normal oír voces, pero para los humanos, era una señal de que en tu interior había algo mal y solo esperaba que no fuera nada que pudiera afectarla.
Aunque trataba de aparentarlo, ella sentía miedo, no tenía una figura que pudiera guiarla, enseñarle todo lo nuevo y había una presión invisible sobre sus hombros que cada día se volvía más pesada.
Soltó un suspiro, agarrando con fuerza el borde de su chaqueta. Los pasillos estaban llenos de estudiantes que corrían a su salón, otros simplemente bromeaban entre ellos.
Sakura dobló en una esquina, apenas escapándose de los chicos que comenzaron a tirarse papeles.
Sus pasos fueron deteniéndose al sentir varios escalofríos recorrer su espalda, una advertencia de que algo malo estaba sucediendo.
Algunos de los estudiantes más cercanos se giraron a ella con curiosidad. El corazón de la chica latía con rapidez y podía oler los nervios que desprendía de su cuerpo.
Unos pasos más adelante le dieron la respuesta a Sakura. Un rastro de sangre se extendió por todo el suelo blanco y las paredes tenían rasguños junto algunas huellas de sangre.
Los estudiantes apresuraron sus pasos, intentando llegar menos Sakura quién se quedó quieta con sus brazos cruzados.
No estaba preparada para encontrarse una escena llena de sangre o alguien muriéndose.
Varios gritos se alzaron, oyéndose por todo el pasillo como si fueran eco. La chica tuvo que taparse los oídos, sintiendo la molestia del pedido de ayuda.
── ¡Llamen a la directora! ── gritó uno de los estudiantes ── ¡Una estudiante ha sido atacada!
Sakura sabía que tenía que pasar por ahí para llegar a su salón así que se aferró a los bordes de su chaqueta.
La sangre se esparció por todo el pasillo, el cuerpo de una chica estaba en medio del salón con su estómago desgarrado y sus piernas llenas de rasguños.
Las ganas de vomitar se alojaron en su garganta al notar como la sangre seguía escurriéndose. No pudo separar la mirada del rostro de la chica, tan pálido que parecía que no tenía vida en ella.
Un empujón hizo que reaccionará, pegándose a la pared cuándo notó a un par de chicos peleando por entrar al salón.
Uno de ellos tenía sus ojos rojizos y colmillos afuera, la expresión depredadora de su rostro hizo que Sakura se alejara, completamente asustada.
Hasta en ese momento, Sakura pensó en el desastre que se convertiría si todos los vampiros no podían controlarse y cómo podría matar a todo aquel que portará sangre en sus venas.
Entre varios estudiantes pudieron alejar a los vampiros, lanzándolos varios metros atrás para tomar fuerza e intentar que no cruzarán la línea que ellos impusieron.
Sakura pensó en Silas, como el chico siempre aparecía en momentos inoportunos y ese era uno, necesitaban a alguien que los ayudará.
Como si leyeran sus pensamientos, varios llamaron a Silas y en segundos, el chico apareció, mirando la escena.
── Maldición ── murmuró, asimilando su alrededor. Sus dedos recorrieron la garganta de la chica, buscando algún pulso ── Sigue viva, todavía hay tiempo para salvarla.
Silas miró a su alrededor, mirando entre todas las criaturas hasta dar con la persona que necesitaba. Sakura intentó darse la vuelta, escondiéndose entre las personas, pero para Silas eso sería imposible.
── Sakura ── la llamó firmemente. Ella giró, expandiendo sus ojos cuándo oyó su nombre. Al instante negó, sin necesidad de preguntar qué era lo que necesitaba ── Podemos ayudarla. Es una regla entre criaturas, nadie muere si puede ser auxiliado.
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