eleven ──── michael miller


─────────── CHAPTER ELEVEN,

MICHAEL MILLER ───────────



Para suerte de Sakura, encontró la sala de enfermería más rápido de lo pensado, iba a pasar directo a su habitación pero solo bastó con mirar la gran quemadura para aceptar que no quería quedar con alguna cicatriz.

La enfermera, una mujer menuda y con un largo cabello trenzado, hizo que tomara asiento en una de las camillas, bajando la camisa para mirar la quemadura.

── Siempre debe de haber un herido en clase de magia ── ella murmuró, sacando su bolso de primeros auxilios ── Debes de tener más cuidado, nunca se puede saber cuánto puede afectar.

── No fue intencional ── Sakura excusó.

La mujer rió, aplicando una crema fría en su piel ── Eso dicen todos.

La puerta fue abierta por Warren cuando la enfermera terminó de envendar su hombro, ajustándola con un broche. El chico se quedó parado atrás, con sus brazos cruzados y mirando los movimientos de la mujer.

── ¿Qué haces aquí? ── Sakura interrogó, curiosa de la actitud del chico.

── Estaba caminando por aquí cuándo una persona que casualmente es mi primo me obligó a acompañarte porque se pelearon, de nuevo ── contó con diversión brillando en sus ojos oscuros.

── Una chica me lanzó una bola de energía ── ella habló, frunciendo su nariz con los leves toques que le dio la enfermera ── No fue intencional, ninguno maneja su magia.

── Si, eso dicen todos ── se burló el chico, riendo ── Conociendo a la profesora de magia, tuvo que dar un buen castigo.

── Detención por una semana y sin uso de magia ── le explicó, riendo por la expresión impresionada de Warren ── Si, toda la sección tuvo la misma reacción.

── La magia es importante para ellos ── murmuró, acercándose a la chica ── Así que fue un buen castigo.

── Oh, no sé porque presiento que pasaré el resto del año aquí, en enfermería ── suspiró la chica, cerrando sus ojos unos segundos.

── ¿Acabas de tener una premonición? ── Warren interrogó, sonriendo en grande.

Sakura rodó los ojos, contagiándose de su sonrisa ── Es una deducción.

── Pues, si me preguntas, es normal en cualquier internado tener heridas y más si se trata de sobrenaturales ── dijo el chico ── Existen accidentes fuera y dentro del aula de clases, no será tu primera ronda, Sakura pero en todo caso, tomarás una enorme ventaja cuando sepas manejar la magia a la perfección y podrás atacar a todos esos estúpidos adolescentes.

── Es prohibido atacar a otros estudiantes, Warren Miller ── regañó la enfermera, mirándolo con una clara advertencia.

Warren creó una sonrisa inocente que haría que cualquiera se derritiera en ese momento a excepción de la mejor.

── ¿Dije atacar? Fue claro que dije defenderse, sin nada de heridas o sangre ── se corrigió.

── Para la próxima vez, hazlo sonar más seguro, ¿sí? ── pidió la mujer ocasionando que Sakura riera ── Ya puedes irte, recuerda untarte la pomada, ayudará a disminuir la quemadura y ten cuidado para la próxima.

── Lo tendré en cuenta ── prometió la chica.

Sakura tomó sus pertenencias y salió junto a Warren quién recibió otra advertencia de la enfermera sobre no querer más estudiantes heridos, claro que el chico solo sonrió, sin prometer ni una palabra.

── Te traje un regalo, más de parte de mi primo ── él habló, sonriendo.

── ¿Sí? ¿Qué es?

── Oh, te encantará ── prometió. Warren sacó un permiso, dándose a la chica con orgullo ── Puedes faltar a clase cuándo quieras y no podrán decirte que no.

Sakura lo tomó con curiosidad, viendo su nombre relucir en grande.

── ¿Así que puedo ocuparlo cuando quiera? ── cuestionó, alzando su ceja.

── Exactamente ── asintió el chico ── Es muy difícil de conseguir claro, a menos que tengas buenos contactos.

── ¿Para un permiso? ── preguntó la chica, incrédula.

── ¡Si! ¿Sabes todo lo que podría hacer con eso? Podría faltar una semana entera y pasarla en mi habitación, durmiendo ── Warren suspiró, pensando en el poder que contenía una simple tarjeta de permiso.

El brillo en el rostro de Warren se encendió, tanto que Sakura tuvo la tentativa de regalarle el pase de permiso. Un escalofrío recorrió su espalda, quitando todo pensamiento y dándole una de alerta, como si un sexto sentido se despertó y le avisó que había algo que no le gustaba.

El presentimiento empezó a crecer cada vez más, similar a ese miedo de entrar a un callejón oscuro a solas y que al final, sabías que no debías de ir.

── ¿Estás ignorándome? ── Warren cuestionó.

Sakura lo miró, tratando de darle una media sonrisa a la expresión ofendida del chico.

── No, solo estaba pensando que, si te portas bien, puedo regalarte mi pase ── murmuró, moviéndolo enfrente de su rostro.

── No es cierto ── él negó. Sus ojos se posaron en la misma dirección donde Sakura estuvo viendo, arrugando sus labios ── ¿Viste a alguien?

── Todos están en clases, Warren, vamos, no quiero seguir perdiendo tiempo ── pidió con tranquilidad.

Warren iba a protestar, pero la sonrisa de Sakura y sus ojos brillando hizo que cambiara de opinión, siguiéndole la corriente. Ambos comenzaron a caminar con lentitud, tenían libre después de todo.

── Silas puede ayudarte con tu magia ── comentó el chico, metiendo sus manos en los bolsillos de la chaqueta ── Es un portador talentoso, incluso ha sido reconocido en el internado por eso y aunque es un idiota en ocasiones...

── ¿En ocasiones? ── replicó Sakura.

── Está bien, todo el tiempo ── se corrigió, riendo ── Podría ayudarte, fortalecer tu magia y ya ser una sola.

Sakura bufo, negando ── Silas solo habla conmigo para hacerme sentir inferior y estoy segura que un día de estos hará un hechizo para hacer que me calle.

Warren rio, oyendo el dramatismo de la chica y más por la seriedad que tomó su rostro.

── Él es un poco difícil, no sabe convivir con personas ── explicó el chico, entendiendo como era su primo ── Una vez que Silas deje que puedas ver a través de su escudo, veras que es bueno.

── ¿Sí? ¿Y cómo puedo llegar a hacerlo? ── cuestionó.

── Ya lo estás haciendo. Créeme, Silas te está poniendo a prueba y creo que le agrada el hecho de que pelees y sigas hablándole como si no sucediera nada ── Warren murmuró ── Pido disculpas si hizo o dijo alguna tontería.

── No debes disculparte en su nombre ── negó la chica.

── Somos familia, conozco a mi primo así que debo de hacerlo ── él asintió, sonriendo en grande ── Y sé que está arrepentido o no me hubiera sacado de clases para que te acompañara.

── Me lo debe ── masculló enojada ── Se comportó como un idiota.

── Es parte de su encanto ── Warren bromeó, dándole un suave empujón.

La puerta de una de las oficinas se abrió bruscamente haciendo que los dos se detuvieran. Un hombre en un elegante traje negro y una sonrisa amable salió, viéndolos.

── Hola, Warren ── él saludó.

El chico se removió al lado de Sakura, sonriendo ── Hola, tío, no sabía que hoy ibas a venir al internado.

── Fue una decisión de último minuto, una reunión rápido con la directora ── explicó. Su mirada fue a parar a la chica al lado de Warren ── Hola, soy Michael Miller.

── Él es el padre de Silas ── le dijo Warren.

── Es un gusto, soy... soy Sakura Campbell ── se presentó la chica.

── Si, eres la estudiante nueva, ¿no? La directora me ha dicho sobre una nueva portadora, supongo que eres tú.

── Si, señor, hoy es mi segundo día ── Sakura comentó, nerviosa.

Los ojos oscuros del hombre bajaron a la quemadura, arqueando sus cejas con curiosidad.

── ¿Qué pasó con tu camisa? ── cuestionó ── Si es que puedo saber.

Sakura subió su mano al agujero, tratando de no sonrojarse por la vergüenza.

── ¿Esto? ── masculló, riendo levemente ── Fue un accidente, estábamos practicando en clase de magia y una de las bolas de energía se estrelló contra mi hombro pero fue un accidente.

── Eso dicen todos ── bromeó el hombre haciendo reír a los dos adolescentes ── Todavía recuerdo esos tiempos, destruyendo todo lo que estuviera en mi camino, necesite de muchos uniformes escolares, por supuesto que a mis padres no le agradó que cada fin de semana les pidiera tres más ── contó.

── Todavía tengo un uniforme más, podré sobrevivir con ese ── Sakura explicó ── O solo ponerme la otra chaqueta, nadie lo notara.

── No, nada de eso ── negó el hombre ── Te mandaré tres uniformes más este fin de semana.

── Tío ── llamó Warren, impresionado.

Sakura sintió como el sonrojo empezó a expandirse en sus mejillas y comenzó a bajar por su cuello blanquecino. Bajo la mirada sin poder resistir el ofrecimiento del hombre, tan amable y sin importarle que estaba gastando dinero en alguien que no conocía.

── No es necesario, señor Miller ── Sakura lo detuvo ── Puedo hablar con mi abuela, estoy segura que me ayudara con otro uniforme o...

── Solo acéptalo, Sakura, es mi regalo de bienvenida ── la detuvo, sonriendo ── Puedes contar conmigo para lo que deseas, el internado es como mi segundo hogar y quiero que todos se sientan cómodos.

── Yo me siento...

── Sin excusas ── dijo el hombre, negando ── Además que fue una lástima las circunstancias que hicieron que entraras, pero espero que sepas apreciar la belleza de las criaturas sobrenaturales y sus magníficas historias.

── Eso espero ── musitó.

── La magia siempre ha sido mi favorita de observar aunque, lamentablemente, no la poseo. Siempre fue un gusto ver a los O'Higgins compartir sus dones ── contó, sonriendo.

── Si, tuvo que serlo. Yo he visto a algunos de los estudiantes y es increíble ── confesó la chica.

── Y lo que te falta por experimentar. Bueno, tengo que irme, el trabajo no espera ── habló, componiendo las mangas de su chaqueta oscura ── Warren, salúdame a Silas y dile que por favor deje de meterse en tantos problemas o la próxima vez, él tendrá que asumir las consecuencias.

── Se lo diré ── musitó el chico, asintiendo ante el pedido.

El hombre les dio una resplandeciente sonrisa y giró, caminando directo a la salida. En ese momento, Sakura dejó salir un suspiro y rio, observando a Warren quién hizo lo mismo.

── Eso fue muy extraño ── ella confesó.

── Déjame decirte algo, pequeña Campbell, toda mi familia es extraña ── le dijo sonriente ── Sinceramente, siento que soy el único normal.

── ¿En serio? Entonces tienen un enorme problema si tú eres el más normal ── Sakura bromeó.

Warren la miró, ofendido ── ¡Yo soy el mejor en toda la familia Miller! Deberías de ponerte de mi lado, créeme, conmigo jamás pasaras un momento aburrido o tenso.

── Ya lo creo ── rió la chica, acomodando su mochila ── Ahora, serios, ¿tu tío siempre es así?

── ¿Un hombre que parece amable, desinteresado pero que parece tener un motivo ocultó por todo lo que hace? ── cuestionó sarcástico ── Si, si lo es. No digo que sea una mala persona, pero mi tío tiene el pensamiento de que, si te ayuda, quieras o no, le debes un favor en un futuro que tendrás que pagar.

── ¿Significa que le debo un favor? ── preguntó, arqueando sus cejas con asombro.

Warren frunció sus labios antes de asentir ── Más o menos, tal vez si le agradaste.

── No me obligara a hacer alguna tontería, ¿verdad?

── No te preocupes, Silas te debe varias por ser un idiota, estoy seguro que puedes cobrártela por ahí.

── Espera, ¿qué significa eso? ── ella interrogó ── ¡Warren, no camines rápido! ── gritó, intentando llegar a su lado.



Warren y Sakura llegaron al comedor juntos después de notar que anduvieron alrededor del internado, perdiendo la hora siguiente de clases. La chica tomó su bandeja, sirviéndose su propia comida y siguiendo el consejo de su amiga de tomar más galletas para comer en la tarde.

Encontró a Edvina con facilidad, siendo la única que no tenía ni un solo acompañante en la mesa y sumergida en un libro.

── ¿Estás bien? ── Edvina preguntó a Sakura cuando se sentó.

── Si, solo fue una quemadura ── señaló la chica. Puso su cabello encima para quitar todas esas miradas curiosas ── La enfermera me dio una pomada para quitar el dolor.

Las mejillas de Edvina adquirieron color, mirando con odio al grupo de portadoras que en ese momento estaban sumergidas en su conversación.

── Las brujas siempre hacen lo mismo con las novatas ── siseó, dejando caer su tenedor a un lado ── Solo espero que no hagan ni una de sus estúpidas bromas de iniciación.

── Shh ── Warren la calló ── Vas a espantar a Sakura antes de tiempo, Edvina.

── Ella va a estar lista para patear esos traseros ── masculló la chica.

── No van a tocarla, Sakura está protegido ── le dijo el chico, encogiéndose de hombro ── La estupidez tampoco se les desborda por la cabeza, saben que ya no pueden.

── ¿A qué te refieres? ── Sakura preguntó, colocando sus codos encima de la mesa.

Warren y Edvina se miraron por unos segundos, habían hablado como si la chica no estuviera presente. Edvina sonrió y movió su cabeza, indicándole que él se hiciera a cargó mientras ella volvió a su lectura.

El chico se giró, enfrentándola ── Toma mi consejo, Sakura. Tú necesitas que mi primo te enseñe a controlar la magia, aunque me cueste aceptarlo, Silas es el mejor.

En ese preciso momento, Silas llegó a la mesa, quitándose la chaqueta para lanzarla sobre la silla vacía.

── ¿Para qué soy el mejor? ── él cuestionó, sin perder su seriedad.

Sakura frunció las cejas, notando como Warren cambió de tema sin explicación y la bandeja llena de comida de Silas. Warren sonrió, apoyándose en el respaldo de la silla, mirando el intercambió.

Silas terminó por sentarse enfrente de Sakura, depositó una porción de arroz con maíz, igual al que él le había recomendado comer en su primer día.

── Debes tomar fuerza ── él murmuró lo suficiente fuerte para que lo oyera ── Así que, ¿en que soy el mejor? Sé que, en muchas cosas, pero deberás darme un dato específico.

Sakura sintió el sonrojo aparecer de nuevo en sus mejillas, tomando la porción de arroz y sintiendo la mirada de Warren encima de ella. Trató de pedirle ayuda a Edvina, pero sabía que sería imposible sacarle más de una oración cuándo estaba sumergida en su lectura.

Edvina levantó la mirada, rodando los ojos.

── Chicos, saquen otro día sus egos, quiero estudiar ── se quejó.

Warren río, pasando su brazo por encima de los hombros de Sakura, sin perder la mirada de su primo.

── Me encontré con mi tío Michael en dirección ── le contó ── Y me dijo que te diera una indicación muy importante.

── ¿Sí? ── murmuró, masticando con dureza ── ¿Qué es?

── Él dijo que ayudaras a mi nueva amiga a mejorar su magia.

Sakura comenzó a toser al oír las palabras de Warren, necesitando beber un poco de agua. Lo miró con alarma en sus ojos oscuros, nunca quedó en que se lo dirían y menos cuando Silas estuviera comiendo.

Silas bufó ── No puedo perder tiempo con la bruja humana ── gruñó.

Sakura lo miró, frunciendo sus cejas ── Tampoco es que quisiera pasar tiempo con el niño mimado que no tiene ni una gota de respeto ── replicó.

Edvina cerró el libro, interrumpiendo la réplica de Silas y en parte, deteniendo la pelea que iba a formarse.

── No te ofendas, Sakura. Silas hace exactamente lo mismo con cada persona que traigo en esta mesa, las espanta lo suficiente para que no regresen ── se quejó ── Pero por esta vez, se portara bien porque quiero que Sakura se quede conmigo.

── Ginny no lo hizo ── murmuró Warren, distrayéndose con la comida ── Ella si pateo tu trasero, como quisiera volver a ver eso.

Sakura lo miró, notando la tristeza en sus ojos claros. Con ese detalle, quedó más que claro que Ginebra pertenecía a ese grupo y que probablemente su lugar en la habitación fuera la misma que ella tenía.

Silas sonrió, sorprendiéndola de ver alguna expresión en su rostro, rápidamente la perdió, enfocándose en comer.

── Ginny fue diferente ── Silas masculló ── En cambió, Sakura no podrá resistir tanto tiempo en el internado, menos a este pasó.

Sakura dio una media sonrisa ── ¿Quieres apostar? Ya que suenas tan seguro de ti mismo.

Silas la miró finalmente, masticando y negó, dejando a un lado el tenedor ── No apuesto con humanos. Sé que perderé porque eso te incitará a que sigas en el internado aún cuando no lo soportas ── él explicó ── Ustedes son muy predecibles.

── Aburrido ── Sakura murmuró, enfocándose en comer de nuevo.

Warren río, aplaudiéndole a la chica. Edvina comenzó a hablar de sus clases, recibiendo réplicas bromistas del chico mientras Sakura siguió comiendo, no pudo negar que la comida del internado era muy buena e incluso el arroz que Silas le llevó.

Ella subió la mirada, enfocándose a su alrededor hasta llegar a la mesa de las hadas donde Haydee la observaba. Sintió varios escalofríos recorrer su espalda, sus ojos fríos parecían querer traspasarla y desde su lugar, pudo sentir el odio.

Después de unos segundos, apartó la mirada, regresándola a su plato vacío. El segundo día pudo derrocar el primero, no creía que pudiera ser posible, pero lo fue, todos la veían como la portadora impostora, otros como la que tomó una magia que no le pertenecía y eran pocos los que podían notar que no sabía nada sobre lo que ocurría en su vida.

Finalmente pudo decir que estuvo en el momento incorrecto. Ni siquiera recordaba quienes fueron los O'Higgins, ¿cómo podía ser su culpa la muerte de ellos?

Sakura terminó su jugo, dejándolo encima de la bandeja. Miró a Edvina, todavía entusiasmada por el libro, dio un vistazo, notando que se trataba sobre su materia favorita y de la cual quería subir de nivel, desde el primer día que llegaron a conocerse lo supo.

── Nos encontraremos en la biblioteca a las tres de la tarde ── Silas habló directamente a Sakura ── Será durante la hora libre así que no quiero atrasos y menos excusas.

── ¿Realmente lo harás? ── Sakura preguntó.

Él asintió, tomando las bandejas vacías de las mesas juntos a las botellas ── Nunca voy contra las indicaciones de mi padre ── confirmó.

Silas tomó sus pertenencias y se dirigió a la salida, antes tirando la basura en el bote. Sakura no lo perdió de vista, esperando que se volteara y dijera que se trataba de una broma, pero nunca lo hizo.

Warren sonrió con orgullo, levantando su pulgar a su primo en señal de que lo hizo bien. Se giró a Sakura, cruzando sus brazos.

── Te dije que mi plan funcionaria, siempre lo hace.

Sin poder detenerse, la chica le dio un golpe a Warren en el brazo, llena de pánico.

── ¿Qué pasará cuando Silas sepa la verdad? ── cuestionó tensa.

── Tendrás que salir corriendo ── respondió el chico ── Pero no en línea recta o te atrapara fácilmente.

── ¿Estás bromeando? ── preguntó, entrecerrando sus ojos con dudas.

Warren lo pensó por unos segundos hasta negar ── No. Silas nunca se toma bien las mentiras así que es mejor que el secreto quede entre nosotros hasta la tumba.

── Silas no te hará nada de lo que piensas, Sakura ── Edvina interrumpió, mirándola divertida ── Sabrá que fue Warren quién inventó todo así que no te preocupes. Todos conocemos al idiota de Warren Miller y sus ganas de ver el mundo arder.

── Me ofende que pienses de esa forma, amor ── dijo Warren, frunciendo sus labios en disgusto ── Solo pedí un favor a nombre de mi tío, además, por lo que presencia, mi tío Michael le agrada Sakura.

── ¿Eso es cierto? ── interrogó Edvina, sorprendida.

── Oh, sí, eso creo ── titubeó la chica ── Probablemente fue porque tengo una quemadura en mi hombro y varios moretones en toda mi cara.

Edvina negó, mirándola fijamente ── No, el padre de Silas siempre es reservado así que tuvo que ver algo que llamó su atención.

── No es nada ── Warren comentó ── Sakura lo ganó con su encanto, mírala nada más, te da ganas de llevarla en tu bolsillo.

Sakura frunció su ceño ── Eso no es cierto.

── ¡Si, lo veo! ── Edvina asintió, concordando con las palabras del chico ── Con el padre de Silas nunca hay que sacar conclusiones apresuradas, pero tampoco tengas confianza tan rápido, en el mundo sobrenatural, es mejor mantenerla para ti misma.



michael miller, ¿amigo o no? ¿qué les parece que puede hacer?

para las criaturas sobrenaturales todo se trata de sobrevivir así que déjenme sus teorías.

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