eight ──── first enemies


─────────── CHAPTER EIGHT,

FIRST ENEMIES ───────────



Sakura nunca le gusto no saber lo que sucedía a su alrededor, probablemente comenzó a disgustarle tras la desaparición de sus padres y como todos trataban de ocultarle algo que ya sabía así que siempre trató de saber que sucedía a su alrededor hasta ese momento.

No pudo mentir en decir que no tenía miedo en saber que sucedía con los O'Higgins porque si lo sentía y demasiado pero simplemente no quería seguir una vida que no era suya sin saber el por qué.

Además, estaba el pequeño detalle que la chica de la foto de los O'Higgins estaba en cada pasó que daba, pudo sentirla como si fuera su sombra.

Sakura tenía un plan en mente y era poder encontrar a la persona indicada que podría hablar de los O'Higgins sin temor y eso la llevaba a pensar que al encontrarla, tendría que alejarse de Silas para cumplirla.

El chico se esmeraba en poder mantenerla alejada de todas las personas que casi hablaban de esa familia y todavía no entendía el por qué. Tarde o temprano su mente se abriría y les daría lugar a sus recuerdos, aunque doliera, tendría que aceptarlos y finalmente darle el honor a los O'Higgins que todos pedían.

Después de cambiarse por el uniforme, Sakura se acomodó la chaqueta encima de la camisa blanca, su cuerpo todavía no se acostumbraba al frío que mantenía el internado.

Tomó su mochila y salió, leyendo el horario que la secretaria le dio. Por suerte, no fue difícil de no perderse al encontrar el aula, después de todo, Warren tuvo razón sobre el comedor como punto de referencia para no perderse.

Un bufido salió de sus labios al notar que su clase era su peor pesadilla: matemática. Ni siquiera estando en un internado de criaturas sobrenaturales se salvaba de las materias que atormentaban su vida.

Sakura fue la última en llegar, tocó la puerta unos segundos, llamando la atención del profesor. Comenzó a jugar con el anillo en su dedo al sentir tantas miradas encimas, pudo sentir sus desprecios y confusiones.

El profesor fue el único que le dio una sonrisa, calmando sus nervios. El hombre era alto, demasiado para una persona normal y todo de él gritaba peligro así que Sakura no pudo sorprenderse que fuera él quien diera una clase tan aburrida.

── ¡Nueva alumna! ── él celebró. Tomó el brazo de Sakura, dejándola en medio del aula ── Ella es Sakura Campbell. Tal como se los pido cada año, sean amables y demuestren que somos unas criaturas con valores, ¿sí?

Sakura oyó varias risas, sus ojos oscuros pasaron por cada uno de los estudiantes. Apretó sus dedos con fuerza, reteniendo el impulso de abalanzarse sobre ellos o gritarles.

Nunca le agradó las personas que les gustaba menospreciar a los demás y definitivamente, no era una chica que dejaba que lo hicieran con ella.

── Puedes tomar cualquier asiento ── habló el profesor, señalando los pupitres vacíos ── Espero que puedas integrarte al internado Titanium.

La chica forzó una sonrisa en su rostro ── Gracias.

Sakura agarró con fuerza su mochila, pasando en medio de los estudiantes y tratando de no darle la atención que tanto deseaban.

Tomó el pupitre más alejado, cerca de la ventana y la cual podría utilizar por emergencia. No conocía a esas personas y realmente prefería no hacerlo ya que tenía un concepto muy malo.

Sacó uno de los cuadernos y el libro de matemática, buscando la página que el profesor indicó. Sakura intentó poner atención a las palabras del hombre, pero fue imposible.

Podía oír todos los murmullos como si estuvieran susurrándole al oído y cada uno, solo empeoraba su estado de ánimo. Hablaban de la magia de los O'Higgins, como fue a caer en las manos de una humana patética, incluso, una de ellas rió cuando le dijeron el desastre que creó en el hospital.

Sakura trató de esconderse en su chaqueta, llenándose de calor y resistiendo el impulso de salir de esa aula o golpearlos, tal como lo hizo en su antiguo colegio.

Aunque su exterior se mostraba dura, por dentro sentía como se estaba dejando llevar por la tristeza y el enojo de sentirse de esa manera. No quería ser débil y menos con personas que desconocía, claro que siempre estaba la posibilidad de golpear a todos, aunque sabía que eso terminaría bastante mal.

Una corriente de frío pasó por su espalda, dejó salir un suspiro, asombrada de que haya salido vapor. No fue la única que lo sintió ya que varios dieron miradas molestas a los que estaban sentados en la primera hilera.

El profesor se giró, frunciendo su ceño.

── Chicas, por favor, mantengan sus habilidades para sí mismas.

── No es sencillo ── murmuró una de las chicas que Sakura no pudo ver.

── Mantén tus sentimientos si no quieres más problemas, Haydee ── el hombre sentenció duramente.

Sakura finalmente miró a la chica que observaba al profesor, rodó los ojos y se dejó caer duramente en la silla. La chica detrás de Haydee se inclinó, posando su barbilla encima del hombro de la chica y río, pasando sus dedos por encima de su mejilla.

── No puedes hacer nada a la asesina de tu mejor amiga ── le dijo, lo suficiente alto para que Sakura la escuchara ── Eres débil.

Sakura supo que una pelea se avecinaba. Haydee se levantó bruscamente, dándole una fuerte cachetada a la chica quién solo rio. Los ojos de Haydee, llenos de enojo, se posaron en Sakura, sus mejillas tornándose rojas por contenerse tanto tiempo.

── ¡Deja de fingir que no sabes que sucedió con los O'Higgins! ── gritó, su pecho alzándose bruscamente con cada respiración ── Tú mataste a Ginny, mataste a Wish y no fue suficiente, tomaste su magia ── siseó ── No la mereces y menos estar aquí.

Sakura se quedó en silencio, procesando sus palabras, podía sentir cómo su pecho se apretó lleno de enojo y de alguna manera, tristeza.

── Haydee ── llamó el profesor, su voz dura y desafiante ── Detente.

La chica le dio una breve mirada antes de lanzarse a través de las mesas, intentando llegar a Sakura. Unos chicos la detuvieron, agarrando sus brazos y piernas para retenerla.

Sakura se levantó, dejando caer la silla al suelo mientras miraba a su alrededor, todos observándola con irritación y otros como si fuera su presa, aun así, mantuvo firme su posición.

── No estoy fingiendo ── ella le dijo a Haydee ── Si supiera que sucedió, no dudaría en hablar.

Haydee se liberó bruscamente de los chicos, mirándola con dureza. La chica que incitó a Haydee dejó salir una risa y aplaudió, dejando que las miradas se enfocaran en ella.

── Confróntala ── habló a Sakura, la diversión tiñéndose en su mirada ── Si es que tienes magia.

── Nadie enfrentará a nadie ── el profesor siseó ── Haydee, quedas castigada, sabes muy bien las reglas de este internado. Alana ── llamó a la otra chica, negando ── Serás reportada a la dirección por tu conducta, que decepcionante de tu parte que involucres a los estudiantes nuevos.

Alana rodó los ojos ── No deberían de proteger a la nueva ── dijo amargadamente ── Es probable que sea una asquerosa cazadora que está fingiendo ser una de nosotros.

De nuevo, las miradas cayeron sobre Sakura quién se mantuvo quieta, sin mover ni un músculo. El timbre sonó, dejando que la chica pudiera respirar con tranquilidad y rompiera su escudo.

Los estudiantes salieron, murmurando entre ellos mismos sobre lo sucedido. Sakura tomó su tiempo en guardar sus cosas, no quería toparse con nadie y menos con las dos chicas que parecían querer acabarla.

── No es fácil para los estudiantes recibir a nuevos estudiantes ── comentó el profesor, acercándose sigilosamente ── Menos si llegaron por un asesinato. Todos temen que sus familias sean las siguientes, no hay nada de respuestas o pruebas.

── ¡Pero no es mi culpa! ── Sakura se defendió, dejando que sus sentimientos finalmente salieran ── Nada de lo que sucedió es mi culpa.

El profesor asintió, comprendiéndola ── Sé que no hiciste nada, Sakura. Soy un hombre lobo y mi olfato es... bastante fuerte a comparación de otros así que puedo oler los sentimientos de las personas y en tí solo olí miedo, tristeza. Si fueras una cazadora como muchos creen y estuvieras fingiendo para estar aquí, lo sabría de inmediato.

── ¿Por eso me mandaron a esta clase? ── preguntó.

── Era un poco obvio, ¿no? ── él dijo con una media sonrisa.

── Sí ── Sakura rió ── Gracias por... creer en mí.

── Estaré para lo que necesites. Puedes pedir mi ayuda y yo estaré disponible.

Sakura lo miró por unos segundos y se sentó en la mesa, cruzando sus piernas.

── ¿Puede hablarme de los O'Higgins? No necesito saber nada del accidente, solo... como eran ellos ── pidió en voz baja.

El hombre asintió e imitó su posición, cruzando sus brazos sobre su duró pecho.

── Los O'Higgins eran mis amigos más cercanos, estudiamos juntos en este mismo internado y bueno, yo quedé como profesor ── sonrió nostálgico, mirando al suelo ── Vivimos muchos años juntos e incluso estuve presente en el nacimiento de sus dos hijos.

── Lo lamento ── ella musitó ── No pensé que eran cercanos...

── No te preocupes ── negó el hombre, deteniendo a la chica ── Creo que eres la indicada para que finalmente pueda aceptar que no están.

── He visto muchas pinturas de ellos y premios ── Sakura contó, recordando el pasillo de trofeos.

── Ellos eran así de importantes ── él dijo, riendo ── Siempre presumían de su estatus, bueno, solo conmigo. Los O'Higgins eran fundamentales para este internado, tuvieron fe cuando nadie lo tenía e incluso detuvieron una pelea con los humanos, estuvimos cerca de ser descubiertos.

── ¿Y eso es malo? ── ella cuestionó.

── Lo es, nuestra especie nunca será compatible con los humanos ── habló, frunciendo sus labios ── Siempre he dicho que le tememos a lo que desconocemos y bueno, los humanos no son unos seres muy abiertos así que desatarían una pelea por dominio o por querer demostrar que son más fuertes.

Sakura suspiró, negando ── No puedo creer que haya vivido tanto tiempo sin saber de ustedes.

── Culpa a los O'Higgins por eso ── el hombre rió ── Ellos te ocultaron muchas cosas.

── ¿Por qué? ── interrogó confusa ── Si era humana, era un peligro para ellos, ¿no?

── Ya eso sería hablar de tu relación con los O'Higgins y no lo tengo permitido ── él negó sin perder la diversión en su rostro ── Pero creo que puedo decirte que no lo eras.

Sakura sonrió, sintiéndose aliviada ── ¿Cómo eran los hijos? Wish y Ginebra, ¿no?

── ¿Qué puedo decir de ellos? ── el hombre preguntó, suspirando ── Eran rebeldes, sin dudarlo, pero también eran muy buenos, los mejores de sus clases. Confieso que a veces me desesperaban y quería que se fueran, pero ahora... ahora desearía que estuvieran aquí, molestando e interrumpiendo la clase.

── Usted los quería ── ella susurró.

── ¿Quién no lo hacía? ── replicó ── Uno como profesor se va encariñando de sus alumnos, sin ninguna malinterpretación. Como hombre lobo, sé lo difícil que es adaptarse y ellos lo hicieron más sencillo.

Sakura se quedó en silencio, observando la expresión del hombre caer, ya no había más diversión.

── Ojalá pudiera decirle que pasó ── ella susurró.

── Solo espero que cuándo lo recuerdes, me lo digas ── él dijo duramente ── Por qué iré a matar a quienes asesinaron a mis amigos.

Sakura salió del aula, metiendo sus manos en los bolsillos de su chaqueta. Dejó que un suspiro saliera de sus labios, necesitando procesar todo lo que el profesor dijo acerca de los O'Higgins.

Ahora pudo entender por qué todos parecían querer acabar con ella.

De reojo, notó a Alana al final de uno de los extremos del pasillo así que decidió tomar la opuesta. No quería tener más problemas en su primer día, aunque le costaba aceptarlo, Silas estaba teniendo razón además que no se sentía preparada para aguantar otro de sus ataques.

La chica dejó que sus pies caminaran por todo el internado hasta encontrar un banco de piedra lo más alejado posible y cerca del bosque. Tiró con frustración la mochila y enterró su rostro entre sus brazos, necesitando un respiro de todos.

Soltó un gruñido de frustración, sintiendo el enojo recorrer por todo su cuerpo. Todavía no sabía cómo fue que llegó a ese lugar y tampoco por qué ella tuvo que ser la elegida. Entre tantas personas, ¿por qué Sakura? ¿Por qué la humana que no tenía ni un poder?

Sakura sabía que no podía quedarse más tiempo en el internado, ya no les temía a las personas que intentaban matarla solo por su magia porque, los verdaderos enemigos, estaban dentro de ese internado.

No podría defenderse en cada momento, ellos tenían garras, velocidad y Sakura apenas era una humana que cargaba con una magia que no era suya. No podía seguir oyendo como todos la tachaban de asesina, podía sentir como su interior gritaba al oír esa palabra.

Sakura cerró los ojos, imaginándose a Ginebra y al abrirlos, la chica estaba ahí. No pudo emitir ni una palabra, solo quedó observándola por esos segundos.

Ginebra tenía unos redondeados que terminaban un poco arqueados, sus ojos cafés eran los más llamativos ya que eran tan vivaces y fuertes, demostrando su confianza. Su rostro era delgado, con altos pómulos y unos labios rosados que le daban una apariencia única.

Sakura sabía que ella no podría dañar a esa chica, no tocaría ni un cabello y mucho menos la herirían porque... se sentía como una hermana.

Los ojos de Ginebra fueron perdiendo ese brillo hasta adaptar uno de tristeza. Sakura no retuvo sus lágrimas, sintiendo lo mismo que la chica.

── Lo lamento ── Sakura susurró ── Si yo hice algo... lo siento tanto.

Ginebra no emitió ni una palabra, solo extendió su mano, intentando llegar a las mejillas de Sakura cuándo desapareció. La chica rápidamente limpió sus lágrimas cuando oyó su nombre, a pesar de todo, no quería demostrar lo débil que se sentía.

Sakura giró, asombrándose de encontrar a Warren quién le dio una gran sonrisa.

── Vamos, Sakura o llegaremos tarde a la siguiente clase ── el chico apresuró, moviendo su cabeza en dirección al pasillo.

La chica negó, cruzando sus brazos ── No iré a otra clase ── dijo toscamente, dejando su mirada en los grandes árboles.

Warren soltó un suspiro y se acercó a la chica, agachándose en el mismo lugar donde Ginebra estuvo hace unos segundos.

── No puedes dejar que te agobien, Sakura ── él comentó, su voz volviendo dura ── Alana es una criatura de noche, eso significa que siempre querrá hacer sentir mal a todos y los nuevos, bueno, son sus favoritos.

── No estoy preparado para eso ── confesó.

── No espero que lo estés ── murmuró, encogiéndose de hombros ── Alana se alimenta del caos y siempre quiere la atención sobre ella, ahora que has llegado y quitado los reflectores sobre ella y puesto en tí, su sangre hierve de celos.

── ¿Supiste lo que sucedió en clases? ── preguntó, frunciendo su ceño.

Warren sonrió engreídamente mientras se encogió de hombros, restándole importancia.

── Nada puede ocultarse en el internado ── dijo suavemente ── Además, ¿una pelea con la nueva? Eso estará en las bocas de todos los estudiantes. Serás la nueva sensación del momento.

── No, gracias, prefiero estar en mi agujero de desconocimiento ── musitó.

── Muy tarde, cariño ── él negó, apretando sus labios ── ¡Vamos, Sakura, no dejes que gane! Alana es una criatura estúpida e inteligente al mismo tiempo, sabe que meterse contigo será su perdición.

── Haces que suene como si le haré daño.

── Cuando tengas dominio de tu magia, harás maravillas y causaras algunos desastres ── Warren contó, sus ojos brillando de emoción ── Y todas las criaturas te tendrán respeto por eso.

── ¿Sucedió lo mismo con los hermanos O'Higgins? ── preguntó.

Warren la miró por unos segundos y asintió ── Ellos demostraron que la magia no es para jugar así que por el momento se meten contigo, pero créeme, todos se orinaran en sus pantalones muy pronto.

Sakura rió, imaginándose esa situación ── Creo que me gustaría ver eso.

── ¡Claro que lo harás! ── Warren exclamó, alzando sus brazos como si fuera la última novedad ── Eres agradable, Sakura Campbell y eres la única que ha sacado a Silas de sus casillas, lo he intentado por años y siempre me ha ignorado hasta que has venido y lograste lo que nadie pudo. Así que dime, ¿cómo lo has hecho? ── preguntó con entusiasmo.

Sakura rió por el dramatismo de Warren, sintiéndose más relajada. Warren era el tipo de persona que te hacía olvidar todos tus problemas y que definitivamente necesitabas en tu vida.

── Es un don único ── respondió, siguiéndole el juego ── Lamentablemente no puedo decirte cómo hacerlo.

── Entonces, eso significa que tendrás que mantenerme a mi lado ── él declaró, alzando sus cejas ── De vez en cuando necesito divertirme, salir de esta vida monótona y gris así que serás mi rayo de esperanza.

Sakura bufo, cruzando los brazos ── No creo que tengas una vida aburrida con todos los dramas sobrenaturales que pasan cada día.

── Oh, ya conozco lo que sucederá ── Warren rodó los ojos, encogiéndose de hombros ── Necesito una historia nueva y refrescante.

── ¿Y yo soy la indicada? ── ella preguntó.

── ¡Exacto! Ya vamos entendiéndonos ── dijo, riendo fuertemente ── Ahora, es tiempo de volver a clases, no soy fan de estudiar, pero no quiero que sigas mis pasos.

── ¿Por qué? ── interrogó, levantándose del banco ── A mí me parece una estupenda idea.

── No, no ── él negó, moviendo su dedo en negación ── Eso solo lo puedo hacer yo, tú debes de comportarte.

── ¿Qué gano si lo hago? ── preguntó, una sonrisa apareciendo en su rostro.

── Te invitaré a comer helado el fin de semana, pero llevaremos a Edvina...

── Porque no quieres hacerla sentir sola ── completó la chica ── Parece que si eres un amigo fiel.

── ¿Y lo dudas? ── preguntó, sintiéndose ofendido.

Sakura rio y golpeó ligeramente su brazo ── No, ya no.

── ¿Cómo que ya no? ¡Sakura Campbell, debes de responderme en este instante!

La chica solo rio, caminando al pasillo con una gran sonrisa en su rostro. Su humor mejoro notablemente y esperaba que, si en un futuro algo malo le sucedía, tener a las personas que hacían que se sintiera mejor a su lado.



Sakura terminó de colocar el uniforme en el ropero, evitando que se arrugará más de lo necesario y puso los zapatos en la parte de abajo, sonriendo satisfecha por lo arreglado que se miraba.

── No debes de preocuparte que luzca bien ── Edvina le dijo, comiendo la última galleta de chocolate ── Además que el internado se encarga de lavar y planchar la ropa, la dejan colgadas en las puertas, hay que tomarlas antes que la roben.

Sakura le dio un vistazo, encogiéndose de hombros ── No quiero ser una carga, siempre he tratado de ser independiente.

Edvina rodó por la cama, gruñendo de frustración ── Yo siempre he sido una mantenida ── murmuró.

── Puedo enseñarte a ser independiente ── ella propuso.

── ¿Podemos empezar la semana entrante? ── preguntó dulcemente.

Sakura rio, cerrando el ropero. La puerta se abrió, interrumpiendo la réplica de la chica. Silas entró, su rostro manteniendo su expresión desinteresada y seria mientras su cabello goteaba agua, mojando la camisa oscura.

── ¿Fuiste a bañarte? ── Edvina preguntó, rodando nuevamente y apoyando su cabeza sobre sus manos.

Silas asintió, tirando la toalla ── Los baños están vacíos y hay agua caliente, por si quieres aprovecharla antes que se acabe.

Edvina soltó un quejido de frustración, acostándose por completo en la cama mientras Sakura se sentó en la silla, cruzando sus piernas.

── No tengo ganas de levantarme ── ella murmuró, frunciendo sus labios ── No huelo mal así que puedo seguir acostada unos minutos más.

── Si hueles mal ── él replicó con diversión ── Solo que somos demasiados amables para no decírtelo.

Sakura sonrió, sintiendo el revoloteo en su pecho al notar como Silas se refirió a los dos, como si ya perteneciera a ellos. La chica quedó en silencio, mirando el intercambió de Edvina y Silas con diversión.

No pudo negar que ambos se llevaban bien, pudo notar que eran unidos y de alguna forma, la hacía sentirse ajena a ellos. Edvina no le tenía temor como la mayoría, en cambió, le reprochaba con más fuerza a Silas quién solo mantuvo una sonrisa pequeña en sus labios, si no fuera porque Sakura no apartaba la mirada de su rostro, no lo notaría con facilidad.

── Sakura ── Edvina llamó, alejándola de su burbuja de ensueño ── ¿Quieres ir a bañarte más tarde? Conmigo, obviamente ── murmuró, lanzándole una mirada a Silas que claramente decía que se callará ── No quiero ir sola.

La chica asintió ── Después de los problemas, prefiero evitar estar tanto tiempo sola ── susurró.

Edvina le sonrió y se giró, enfrentando a Silas ── ¿Has encontrado a Nilo? ── preguntó en voz baja.

Silas negó, arreglando su ropa en el ropero por lo que les dio la espalda a ambas.

── Te diré cuándo tengan una pista sobre su paradero ── respondió con dureza, perdiendo toda la diversión ── Tal vez podamos hallarlo antes que el internado.

── ¿Nilo es su otro compañero de habitación? ── Sakura preguntó con cuidado.

Silas y Edvina la miraron, por unos segundos, había olvidado que la chica nueva estaba oyendo la conversación.

Edvina asintió, calmando el ambiente ── Nilo es una criatura problemática, no le gusta seguir las reglas.

── Así que, ¿no está en el internado? ¿Hizo algo malo?

── No te preocupes por Nilo, Sakura ── el chico interrumpió ── No te hará ningún daño si llegas a encontrarte con él, tienes nuestra esencia así que sabrá que debe de controlarse.

── De cualquier forma, Nilo no le haría daño a nadie ── Edvina replicó, quemando la espalda de Silas con su mirada.

El chico solo suspiró, cruzando sus brazos ── Nilo será castigado una vez que pise el internado ── contó, enfrentándola ── No tenía permiso para salir y fue en contra de las reglas de la directora y de su propio clan.

── Sabes la razón por la que se fue ── susurró tan bajo para que solo pudiera oír Silas.

── Esa no es una excusa ── él dijo, la seriedad volviendo a su rostro ── Nosotros nos quedamos, aquí, en este internado, esperando respuestas.

Después de unos segundos, Edvina bufo, abrumada de la actitud defensiva que Silas siempre tomaba con la mención de Nilo. Terminó por levantarse, tirando su cabello rubio hacia atrás con molestia.

── Vamos, Sakura, ya es tiempo de irnos a bañar ── demandó, tomando su bolso lleno de botellas de shampoo y cremas ── Silas comienza a dar consejos de cómo ser un niño aplicado y créeme, prefieres estar en el bosque, congelándote que oírlo.

Sakura asintió, sin querer contradecir a su amiga. Tomó su ropa que anteriormente había preparado y el bolso que Edvina le ofreció para guardar sus productos de baño.

Silas se limitó a darse la vuelta, guardando la mochila en uno de los cajones más altos.

── Espero que no se caigan con el jabón ── les dijo, tirándose a su cama.

Sakura sonrió, pasando cerca de la cama ── Estoy segura que no cometeremos tú mismo error ── replicó divertida.

La risa de Edvina se oyó por todo el pasillo y Sakura huyó de la habitación antes que Silas se levantará. Se puso al lado de su amiga, sintiéndose feliz de que haya podido terminar con esa tensión.

── Así que... Nilo no está en el internado, mejor dicho, escapó ── Sakura comentó.

── Nilo escapó hace unas semanas ── Edvina contó, mirando al frente para evitar que la chica mirara sus emociones ── El internado no ha podido encontrarlo, es como si la tierra se lo tragó y no, no está muerto, eso lo puedo asegurar.

── ¿Se conocen desde hace tiempo? ── preguntó, dejando que la curiosidad dominará su boca.

── Si, de hecho, llevo años. Desde que vine a este internado, Nilo y yo nos hemos llevado bien ── dijo, una sonrisa extendiendo en su rostro ── A diferencia de Silas, yo sé que Nilo no hará nada malo, lo conozco lo suficiente para saber que, de vez en cuando, es controlado por sus impulsos, pero volverá.

── ¿Por qué escapó?

── Él... él se enamoró de la criatura equivocada ── murmuró, frunciendo sus cejas con una ligera molestia ── Ambos sabían cómo iba a terminar su relación y ahora Nilo es quién está sufriendo las consecuencias.

Sakura arqueó sus cejas, confundida ── ¿Hay reglas para salir con otras criaturas?

── No diría exactamente "reglas" ── Edvina enfatizó ── Solo que algunas parejas no son bien vistas si son de diferentes especies.

── No entiendo ── la chica negó.

── Hay que verlo de este modo ── ella explicó ── Algunas especies pudieron ser enemigos como los hombres lobos y vampiros, ahora, si ellos salieran entre sí, sería un poco ofensivo para los seres que murieron en las peleas y todos esos problemas.

── Eso suena estúpido ── Sakura confesó, encogiéndose de hombros.

── Shh, no lo digas en voz alta ── Edvina la calló, la diversión brillando en sus ojos azulados ── Aquí hay muchas criaturas que se lo toman en serio.

── Pero es tonto, si realmente han superado sus peleas, pueden dejar que se enamoren ── explicó con rapidez

── Eso tomará otros 500 años, mientras tanto, tú sólo mira a los portadores ── ella bromeó ── Y créeme, están muy buenos.

── ¿No tratarán de matarme? ── ella interrogó.

Edvina río ── Nadie quiere matarte, solo están haciendo dramas.

── Si, intenta decírselo a Haydee que saltó sobre las mesas como si fuera un tigre o mejor, a esta chica, Alana, que incitaba mi prematura muerte ── Sakura bufo, recordando lo sucedido.

── No dejes que ellas dos te arruinen la experiencia en el internado. Alana ha pasado toda su vida vampírica en el internado. Es una de las más viejas estudiantes y todavía no puede controlarse ── Edvina contó, abrazando el bolso contra su pecho ── Ha llegado a un punto donde todos sus amigos se han ido así que... está un poco herida, pero eso no justifica nada.

── Trataré de tener un poco de empatía por ella ── musitó entre dientes.

── Todos han tenido problemas con Alana, es como un ritual ── le dijo, rodando los ojos ── Sus amigas no están ahí por amistad, sino temor.

── ¿Por qué lo harían? Solo es una vampira que no se puede controlar.

── Algunos son más fáciles ── Edvina contestó, frunciendo sus labios ── Haydee es un hada. También es veterana y es tranquila pero últimamente Alana la ha tomado para su diversión principal.

── Y su objetivo soy yo, ¿no? ── replicó.

── Para las criaturas es muy difícil resistirse ante los sentimientos. Por eso Haydee la tomó contra tí pero estoy segura que no pasará a nada más ── Edvina prometió, dándole una media sonrisa.

── Voy a creerte por esta vez ── Sakura sentenció, también sonriendo..


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