"No duraría ni un segundo en el Bosque de los Susurros"- se dijo

Nadie se encogió de hombros.

"Él se lo ha buscado"

Empezaba a anochecer, y Nadie, como todos los días, se acurrucó en el pequeño pozo esperando a que el sueño se apoderase de ella. Pero sus pensamientos empezaron a fluir alrededor de su cabeza; no podía parar de pensar en lo que le había ocurrido. ¿Si ni siquiera las criaturas de La Nada consiguieron llegar al palacio cómo un chico de El Algo iba a sobrevivir?

Sacudió la cabeza

"Deja de pensar en él, no te va a servir de nada, su decisión no te incumbe"

Nadie miró el oscuro cielo, probablemente solo ella sabía a lo que Alguien se tenía que enfrentar, y no era nada bueno...

Sabía lo peligroso que era el Bosque de los Susurros, no era ningún juego, era vida o muerte.

Oyó un aullido; lo reconoció: era un lobo de fuego. Un escalofrío le recorrió el cuerpo.

"No estarás pensando en..." "No, no, no, yo ya he pasado por eso, suerte que encontré este claro y estoy a salvo, no pienso arriesgarme a perderlo"

Oyó otro aullido que sonaba peligrosamente cerca, se acurrucó más en el pozo.

Se intentó tranquilizar diciéndose que en el claro estaba segura, que ninguna criatura espeluznante se atreve a pisar un claro, ya que están llenos de luz, y las criaturas malignas no pueden ver la luz.

"Yo estoy segura, pero él no"

Oyó otro aullido aún más fuerte que los anteriores, y sintió entonces que algo despertaba en ella...

"Nuncapensé que haría esto..."