El Algo era un sitio encantador donde vivían muchas criaturas y donde todas ellas eran felices, sin importarles nada más; bueno, todas, excepto Alguien.

Allí, todos tenían el nombre de su futuro, por ejemplo, quien se llamase "Agua" sería campeona de natación o si te llamabas "Lápiz" serías escritor, etc. El problema es ese, que Alguien, en cambio de los demás, no sabía quién era y cuál era su destino. Era "alguien" pero no sabía quién.

Era un día tranquilo, como todos los días en El Algo. Nuestro protagonista, Alguien, estaba sentado en el air metro, con su amigo Médico.

Mientras, Flufly la mascota de Alguien, revoloteaba a su alrededor.

Seguramente os preguntaréis qué es Flufly. Pues Flufly es una especie de gelatina azul viviente, así es como lo define Alguien. Es una de las criaturas más adorables que existen en El Algo; puede coger la forma de cualquier objeto, siempre que no sea demasiado grande, pero nunca pierde las sus características típicas.

-Médico, ¿por qué no descansas un poco y dejas de leer ese libro un rato?- le preguntó Alguien

-No puedo descansar ahora, no si quiero ser un gran médico- dijo sin apartar la vista de las páginas

Alguien suspiró, y añadió en un susurro:

-Qué suerte tienes

-¿Tú también quieres ser médico?- le dijo, esta vez sí, mirándole a los ojos extrañado

-No me refiero a eso- le dijo sin perder la paciencia- Lo que quería decir es que tú tienes un destino, yo... yo no-

-No te preocupes, encontrarás tu camino, o si no tú camino te encontrará a ti-

-¿A qué te refieres?-

La respuesta llegó por sí sola: de repente el air metro dio un vuelco. Se movió hacia los lados haciéndoles rebotar, pasaba algo, y no bueno. Fue entonces cuando la ventanilla se abrió, y una gran ventisca se coló, absorbiéndolo todo, hasta a Alguien.

El pobre Alguien estaba sujeto a la ventanilla. Miró abajo, La Nada, no podía soltarse, si no nunca podría regresar a El Algo.

-¡¡¡Cógeme de la mano!!!- le gritó Médico

Alguien estiró su brazo, pero no llegaba a rozar los dedos de su amigo, estaba perdido, no podía aguantar mucho más...

Su mano estaba sudorosa, y notó que poco a poco se escurría de la ventanilla...

-¡¡¡NOOOO!!!- gritó Médico cuando lo vio caer

Solo mientras estaba en el aire, cayendo, supo que ése era su destino.

Tardó un rato en volver en sí. Se revolcó hasta que por fin pudo incorporarse lentamente. Entonces lo recordó, por suerte un matorral había amortiguado la caída. Miró a su alrededor curioso, estaba en una especie de bosque. Había muchos árboles de color gris con hojas que parecían secas; y había una densa niebla que se pegaba a la piel. Se notaba que estaba en La Nada, los bosques en El Algo eran todo lo contrario. Un escalofrío le recorrió el cuerpo al recordar que estaba atrapado en aquel horrible lugar. Bueno, al menos no estaba solo, tenía a Flufly, pensó mientras que él se acurrucaba en su cuello.

-¿Y ahora qué Flufly? Estamos perdidos en medio de La Nada-

Flufly empezó a revolotear por el bosque en busca de algo...

-Ey, ¿a dónde vas?- le dijo Alguien mientras lo seguía

De pronto, Flufly se paró. Alguien casi se choca contra un árbol, ¿a qué había venido esa inesperada reacción de Flufly?

Alguien lo pudo comprobar con sus ojos, habían llegado a un claro, pero había algo más, había una chica de rodillas.