Un hombre de cabello blanco se encontraba sobre un ferri a todo esto el miraba uno de los puentes que a lo lejos se podía observar. Al llegar se dirige a un restaurante, se acomoda el traje mientras de fondo escucha "Es difícil creer que paso un año desde el descubrimiento", "Desde entonces fue la primera y única entrevista de la doctora Lisa Loud, desde entonces la cuenta de suicidios llego a niveles sorprendentes", "Mas de 4 millones de personas se han quitado la vida intentando llegar allá"- en el momento que aquel hombre escuchaba las noticias, juntaba sus manos y con preocupación divagaba en su mente, cansado de escuchar otra vez el nombre de la dicha doctora se levanta de uno de los asientos y apaga la televisión y se acuesta en una de las sillas vacías del lugar. En ese momento aquel hombre aprieta sus ojos al tener imágenes de las olas del mar en su mente

-Estaba escuchando eso- exclama una mujer que estaba sentada al otro lado de la sala

-Lo lamento... pensé que estaba solo-exclamo con voz calmada

-Oye, sabes que no es temporada. ¿porque vas a esa triste isla?

-Bueno. Tú vas para allá.

-uff...-se acuesta en las sillas

En ese momento el hombre se levanta y se acerca a caminando hacia esa mujer

-Hola-dijo el hombre

-Hola-Contesto ella

Aquel sujeto se sienta en frente de ella

- ¿eres uno de esos lunáticos que se sientan en frente de un extraño en un sitio vacío?

-Solo... que me pareces muy familiar.

-Sabes, tal vez nos conocimos, pero no tienes un rostro memorable

-Lo siento, no sé porque dije eso. Es que el agua... no me siento bien.

-Bueno... es tu día de suerte- busca algo en su bolsillo- casi nunca traigo estas cosas-saca unas pastillas- Vértigo.

-No es vértigo. -exclamo la mujer rubia mirando vagamente las pastillas

-El vértigo no se trata solo de efectos, es para las nauseas

-mira las pastillas- ¿crees que soy la mujer que accede a tomar pastillas de un extraño?

-Tienes razón-tiende su mano para agarrar las pastillas, pero esta mujer ya se las había tomado

-Laia, me llamo Laia, no tengo cara de Laia ¿o sí? En los primeros tres años tienes cara del nombre que te pusieron, a los cuatro te asientas o... ¿Dime tu?

- ¿Qué? -contesto confuso

- ¿Cuál es tu nombre?

-oh... ah... umm... Lincoln Smith- Mira a la mujer que no dice nada- ¿Qué?

-Solo me fijo si te ves como un Lincoln

- ¿Cuál es el veredicto? -dijo el hombre

-No lo sé, sabes... Lincoln es uno de esos tan simples

- ¿Sabes? Eres alguien especial-contesto con una sonrisa en su rostro

-Bueno... Felicidades, es el segundo año descubrimiento-observa una tabla que marcaba más de 4.000.000 de personas- Dicen las noticias que esperan una nueva oleada de suicidios hoy, las personas quieren llegar allá para el aniversario

-umm... algo supe al respecto

-Ya viste el video de las porristas idiotas tomando pastillas en la yarda 50. No entiendo mas allá del concepto de suicidio grupal, es tan deshonesto, no crees que no es con incentivo

- ¿No crees en el descubrimiento? -respondió el hombre

-No, en los suicidios grupales, el descubrimiento es la prueba abrumadora.

-No debe ser abrumadora, debe ser definitiva

- ¿Entonces tu no crees?

-No creo en el modo que los demás lo hacen, no lo creo- dijo fríamente- Soy neurólogo, tres meses atrás tuve una paciente, algo joven, descubrió que tenía cáncer cerebral, muy triste-recalco- y reacciono al diagnostico como si tuviera un maldito boleto de lotería ganador y no era porque pensaba que iría a un lugar mejor, era porque el descubrimiento la hizo creer que estaba garantizado.

-Pues sí, la muerte era con algo que teníamos que vivir y ahora es como un escape de las penas y está bien.

- ¿Está bien?, que exista otro plano de existencia esta bien, pero veo personas saltando de los aviones esperando que les salgan alas. La realidad y la fantasía se excluyen mutuamente, no existen en el mismo espacio.

Ambos dejaron de hablarse, cuando el ferri atraco en la bahía ambos bajaron hacia el puerto, donde la joven Laia comenzó a levantar la mano para que los autos parasen, Lincoln se quedó observándola desde una de las sillas

- ¿Qué? -Dijo Laia-mientras encendía un cigarrillo

-Cuando tuve cinco tuve un accidente y estuve muerto por un minuto, cuando me resucitaron le dije a mis padres que había visto algo, destellos. Un niño menor o mis hermanas, tal vez me sentí varado-Exclamo Lincoln con pena en su voz

- ¿Varado dónde? -Respondió Laia mientras fumaba un cigarrillo

-Una playa vacía... eso no importa, era un sueño. Solo era un sueño que inventé cuando desperté.

En ese momento Laia corre hacia un auto para ver si lo ponía detener, frustrada al no lograrlo se da la vuelta.

- ¿Por qué inventaste algo así?

-Creo que nuestro instinto es crear propósitos y cuando no los encontramos los creamos y luego mentirnos a nosotros

-¡¡Eres tan irritante!!, ¿alguien ya te lo había dicho? -Dijo Laia

-Si. Lo han hecho-Exclamo Lincoln

-Uff... Gracias a dios nos queda como un minuto juntos, antes de ser extraños de nuevo-exclamo Laia mientras fumaba de su cigarro

- ¿Crees acaso que es un minuto en esta época del año?, está loca...

Al decir esto Laia logra que un auto pare para recogerla

-Loca, pero sí.

-Es por el componente de chica atractiva y no lo agregue a la ecuación-Exclamo Lincoln

-Debes mejorar tus matemáticas-le respondió Laia mientras se subía a aquel auto

-¡¡Oye!!, si te sirve de algo... creo que si te ves como Laia-Respondió Lincoln mirando a Laia mientras se sube al auto

- ¿Cuántas Laias conoces? -le respondió en sentido irónico

Lincoln levanto su mano señalando que solamente conocía a una Laia, en ese momento ve como aquella chica rubia se va en ese auto negro, no pasaron mas de un minuto y se escucha a lo lejos el sonido de un claxon sonando que proviene de una camioneta la cual se estaciona frente a Lincoln. El se acerca a ella y se sube. En la camioneta se encontraba una chica de pelo rubio, de unos treinta años aproximadamente que trataba de encender un porro con sus dos manos dejando de sostener el volante del auto. Lincoln asustado trata de sostener el volante.

-Yo lo hago...

-No... Yo lo hago-dijo con la boca ocupada.

-Oye, no quisiera morir antes de llegar...-Dijo Lincoln mientras sostenía el volante, gira la cabeza y ve el cementerio que había mucha gente reunida- ¿Qué está pasando allá?

-Di Martino. -Dijo la chica rubia.

- ¿La maestra di Martino?, ¿Murió? -dijo desconcertado

-Así es, quería llegar allá, solo quería llegar allá-Exclamo luego de fumar- La mujer hizo un Marilyn Monroe, se lleno un coctel de pastillas, encerrada en su habitación-exclamo riéndose- era una gran maestra

-Y... ¿no quisiste ir a su velorio? -Exclamo Lincoln

-Te refieres-exclamo asqueada- preferiría chuparle el pito a un cadáver antes de ir a otro funeral-siguió fumando

-Entiendo...-respondió Sumiso Lincoln

-No... no soy tan estúpida como tú piensas

-Cuando llamaste el otro día y te dije que tu hermana había construido algo nuevo, después de la conversación... quisiste venir de pronto. -Dijo la joven

-Ahora suenas tan paranoica como ella...

Continuaron su camino bordeando la isla, las olas chocaban con las pareces de la autopista que bordeaba la isla. Llegaron a un lugar aislado de todo, cercado con una reja.

-Lisa dijo que tenia que hacer cambios... La gente sabe nuestra dirección y es arriesgado, siento no haberte dicho... por teléfono, pero no confiamos en los teléfonos, No...Ya llegamos

Bajan ambos del vehículo y comienza su corta caminata por tan grande predio

-Vamos a ver a la bruja-exclama la joven

Lincoln al ver donde se encontraban queda desconcertado al ver tan grande lugar.

- ¿Que carajos es este lugar? -Exclamo Lincoln disgustado al ver la mansión la cual se encontraban

-Oh... ah era un campamento de verano para jóvenes criminales, lo cual nunca logre entender, si eran niños malos... ¿Por qué merecían un verano feliz?, ¿No crees? Pero... luego lo cerraron y nuestra hermana lo compro. ¿Qué piensas?

-Pienso que tenías razón Lily cuando dijiste que era una locura-exclamo Lincoln en voz baja.

-Bueno, lo cierto es... que necesitábamos mas espacio para alojamiento- dijo mientras se adelantaba en la caminata que ambos hermanos tenían.

-Alojar... ¿Qué cosas?

Fin del capitulo 1

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