Hace como 8 años que mi padre se casó con otra mujer.

Pasé de ser la hermana del medio a la hermana mayor. Mi hermanastro se llama Javier, es el hijo de mi madrastra, nos llevamos muy bien. Es un chico de 16 años, de altura promedio y piel morena, con cabello negro, en sus pasatiempos está ver el fútbol y de más.

Mi hermano menor se llama Ian y tiene 14, se parece mucho a mi, cabello castaño, piel morena, baja estatura—No solo por la edad —y ama ver la televisión junto con Javier, así esten viendo un documental de como poner un clavo.

Y yo como la hermana mayor, no nos tomó por sorpresa vivir junto, ya lo esperábamos desde que papá llegó ebrio diciendo encontrar el amor de su vida. Ahora que tengo 18 años puedo decir que las madrastras no son malas y los hermanastros no son los hijos de satán, como lo muestras las películas.

Nos hemos adaptado y la pasamos bien.

—¿Cual es esa "X" que hay que encontrar? —Pregunta mi amiga mirando un libro con cara de confusión.

—Ya te lo explique, vamos Érika, llevamos casi 4 horas en esto —Suspiro agotada.

Terminé de hacer la tarea yo, porque Érika iba a tardar mucho y por eso la hice sola. Acabé de hacerla al menos una hora antes de lo que yo tenia planeado, tomé el autobús para llegar más rapido y ver una programa en la televisión. Papá trabaja todo el día y mi madrastra salió para una cosa rara de sus amigas, no sé bien a que salió.

Caminé hasta la puerta y al entrar escuche algo... fuera de lo común... demasiado fuera de común.

Varios gemidos perturbaban toda la casa, respiré hondo y salí de inmediato.

Ok... Uno de los dos llevo una chica a la casa, esta bien. Solo debo esperar a que todo esto termine y volver a la casa. Camine hasta la cera y me senté a pensar.

¿Quien de los dos estaba follando?, me preguntaba cada segundo. No pude reconocer lo gemidos y no sé bien cual de los dos pudo hacer sido. La curiosidad me comía viva y al poco rato llamo a Javier.

Él me responde con una voz muy agitada que está en la casa y luego cuelgo.

Está bien, es Javier. Perfecto... pero ¿Donde está Ian?.

Tal vez salió a dar una vuelta o algo por el estilo. Decido llamarlo también. Su tono de teléfono es escucha desde afuera de la casa. Él está en la casa.

Me responde con voz agitada y me dice que está en la casa y cuelga. Me quedo mirado con cara de Shock el teléfono. ¡No, no, no!, Ok, debo estar interpretando mal las cosas, deber ser algo que eso menos... ¿Raro?.

Aun con miedo de confirmar mis sospechas, entro a la casa y camino con cuidado hasta su cuarto, dejaron la puerta abierta... se están besando... Por Dios.

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499 Palabras.

¡Feliz Cumpleaños!