¿Por qué si hay lluvia, hace calor?, ¿no se supone que las nubes negras en el cielo traerán descenso de temperaturas?

La gente lo asocia de esa manera porque generalmente es así: las nubes blancas representan calor, mientras que las oscuras, frío. Sin embargo, ¿quién dice que en un día soleado no habrá que abrigarse bien?, ¿o que en una tormenta el calor sea insoportable?

Las nubes no tienen nada que ver en eso.

Lo mismo pasa con los héroes, civiles y villanos. No por tener un título profesional o del mal ya se tiene definida su personalidad. Un héroe no será 100% bueno, un civil no será moralmente recto y un villano no siempre tendrá que ser malo.

Todos tenemos un balance entre lo bueno y lo malo, algunas veces en equilibrio, otras veces más inclinado a un lado que a otro. Y el trabajo no tiene nada que ver con eso.

— Cómo detesto la lluvia.

En momentos como este, se arrepiente de solo llevar consigo espadas, cuchillos, armas, vendajes y una gran sed de justicia. Le hace falta un paraguas o un impermeable, aunque por su profesión siempre ha estado empapado de sangre sucia, perteneciente a corruptos, egocéntricos y mentirosos portadores de quirk que se hacen llamar "héroes”.

Asesinato es un crimen, de eso no cabe duda. Si matas, eres un criminal y tienes que ir a prisión. Para esto si existe justicia. Pero para evitar que se les cobre a las víctimas por rescate, el abuso de poder, las falsas promesas y la negligencia, la policía no moverá ni un solo dedo. Usar una máscara para cubrir tu identidad o para
cobrar una suma de dinero es un crimen que la gente perdona solo por
conveniencia.

No todos los héroes son malos, eso sí. Solo hay un hombre que ha logrado hacer la diferencia de arriesgar la vida por la de los demás sin esperar nada a cambio.

Alguien que estuvo dispuesto a hacer el bien sin importarle el daño sufrido a supersona. Un verdadero símbolo de la paz.

La casa no está tan lejos, tendrá que calentar agua para bañarse si no quiere pescar un resfriado. Ese plan suena perfecto. Ese plan sonaba perfecto, claro está.

Pero nada en la vida, para bien o para mal, resulta como queremos.

En un callejón más oscuro que la noche y más sucio que las tretas “heroicas”, hay una débil mezcla entre sollozos y quejidos. Tal vez sea un gato o una rata.

Entonces, ¿por qué rayos no lo ignora y se va?

Sus botas resuenan contra el pavimento y el agua encharcada, acercando supresencia hacia un viejo basurero verde. Una esencia de sangre es casi imperceptible por un hedor más fuerte, pero ni esto detiene su camino.

Empuja un poco el trasto metálico, ganando no solo un poco de luz, si no también una pequeña mirada dorada y estupefacta.

Una niña, de no más de 6 años, temblando de frío y con la cara llena de gotas de lluvia y lágrimas. Ella es la responsable del pequeño aroma a sangre y el sonido de dolorosa angustia. Lleva puesto un feo vestido gris junto a unos zapatos blancos
rotos. Sus piernas están envueltas en vendajes sucios y pigmentados de carmesí. Su cabello, de color similar al suyo, es un desastre total, largo y enmarañado, parece que es lo único que puede usar para darse algo de calor.

El estado de la infante no es lo único que le está sorprendiendo. Lo que
verdaderamente le sorprende, es que no este gritando, llorando o siquiera asustada por el simple hecho de mirarlo. Su cabecita se tuerce curiosa mientras mira sus ojos rubíes, lo que lo extraña aun más.

Antes de poder decir algo más, la niña cierra abruptamente los ojos y su cuerpo cede ante el cansancio, cayendo en el charco de agua que inunda el lugar.