una noche de dos

Yurio le dió la tarde y noche libre a Seung, luego de asegurarse de que hermano estubiera ya en su habitación, siendo de noche desidio escaparse.

Por primera vez se escapo sólo.

Su corazón palpitaba rápido, sentía que lo perseguían, miraba a todos lados y era precavido de no ser visto, al fin llego.

Estaban en una gran fogata con música algunos bailando y aunque le dió miedo acercarse no fue nesesario ya que Otabek lo vió y rápidamente fue a él.

- hola... - dijo algo tímido entre las sombras.

- es muy tarde no deberías estar aquí Yurio.

- nesecita hablar con Yuri...está...

- no, fue a descansar hace un rato, estará dormido...

- bueno y Phi...

- es mejor que te vallas.

- pero...

- si se puede dímelo a mí pero no debes estar aquí - Otabek no quería ser malo o cruel, pero que el segundo príncipe no estubiera en el reino y que se encontrará entre gitanos podía dar paso a algún malentendido, como que quisieran secuestro y pedir rescate, era preferible que fuera de día, pero de noche traería grabes problemas que los podían llevar a los calabozos.

- bien, sólo quería alertar a Yuri para que esté atento a mi hermano y no sea descubierto por él.

- estaré atento, después de todo yo soy quien lo cuida.

- si, gracias, ahora yo me...

- te acompaño, es muy peligroso, no te dejaré sólo.

- se sonrojo - si.

- ven - lo guió.

- era una fiesta....digo olvídalo eso no me incumbe...

- no, es la cena...como te explicó...en este circo juntamos todo lo recaudado y lo dividimos, para combustible ropa, lo que se nesecita, la comida y algo para cada uno, en la noche hacemos una gran cena y compartimos nuestro día con los demás, somos una gran familia...

- eso debe ser hermoso - a Yurio le encantaba la idea de una gran familia unida.

- bueno sabes que Yuri es algo cerrado pero aún así asiste, Phichit siempre anima todo, aunque hoy ningún se quedó, yo tuve suerte al reconocer tu cabellera dorada.

- ¿estaba muy oscuro como me notaste?

- creo que simplemente te sentí - era extraño pero su vista lograba verlo aún si no lo buscaba, simplemente sus ojos lo buscaban sin ser consiente.

- suena divertido, tal vez deberías regresar yo puedo seguir sólo...

- no, yo te llevaré.

- está cerca y además...

- Yuri se molestara mucho si se entera que no te lleve a a casa, además no era tan divertido...- "si no estás tú" completo en su mente antes de ser consiente de su pensamiento.

- bien - comenzó a guiar a Otabek que ya parecia perdido sin saber a dónde dirigirse.

- cuidado - se escondieron detrás de una pared al ver a un guardia.

- por aquí - susurro, para mostrar por donde brincarian la barda.

- ¿haces esto seguido?

- cada que quiero ver a Yuri.

- osea diario.

- si, ya puedes irte, sólo subo al árbol y....

- subir al árbol....

- esa rama da justo a mi habitación, y así nadie me nota al salirme.

- eres todo un caso, no pensé que fueras tan...

- shhh - se pegó a él y al árbol al ver a otro guardia.

- su corazón se aceleró - aaa...

- shhh - vió cuando el guardia se fue - listo subiré ahora - se separó sin notar el estado en que dejó a Otabek.

Yurio trepó al árbol y Otabek tras él, Yurio salto y miro a Otabek en el árbol, se sentía como si fuera visitado por él, como si estuviera enserrado y estuvieran viéndose a escondidas.

Otabek no tenía pensado entrar, aunque Yurio quisiera, sólo se despidió y con mucho cuidado de no ser visto, lo último que quería es que se pensará mal del circo sólo por verlo en los terrenos del castillo.

Un nuevo sentimiento se albergaba en su pecho y dolía tener que alejarse de ese rubio, no era como lo que sentía por Phichit o con Yuri, era simplemente diferente, nuevo pero intenso, le daba miedo, pero igual lo quiera cerca, verlo y porque no, tomar su mano como la vez anterior.

Yurio casi no pudo dormir al pensar en Otabek era atento, agradable y aunque parecía serio en su mirada lograba perderse, ver sus ojos al brillar, no sabía la razón pero cuando sus miradas se encontraban los ojos de mayor brillaban.

Ambos estaban descubriendo un nuevo sentimiento.

*

Victor estubo con Yurio trabajando mucho, al fin la propuesta estaba lista y se la entregó a su padre quien se encontraba desorientado por tal acto y aún así aceptó salir lo más rápido posible esperando una favorable respuesta.

Victor se tomó la tarde para ir a ver a su Eros, su lindo y tierno pero seductor amigo, si amigo ya que Yuri lo declaró un amigo.

Una manta para recostarse y ver el anochecer, o recargarse en el árbol y platicar, Yuri una vez le llevó un platillo nuevo katsudon, era delicioso, pero lo eran aún más sus sonrisas, ahora siempre que lo veía estaba radiante.

Yuri insistía en que nadie debía saber de sus encuentros y Victor respetaba eso, aún cuando casi se lo confiesa a Yurio.

Ese día estaba pensativo, sólo viendo el paisaje Victor amaba verlo tan concentrado, se acercó mucho a él rompiendo su espacio personal como siempre.

- Yuuuuriii no me ignores - se restrego contá su cuerpo.

- Vi...Viii...no te sentí llegar.

- en quien piensa, me pondré celoso.

- em...emmm...en ti - susurró bajito, pero por la cercanía lo escucho.

- eres muy lindo - lo abrazo más fuerte.

- Victor - lo alejó con fuerza colocando ambas manos en su pecho - quiero, es decir yo... - subió sus manos de su pecho a su nuca y lo acercó para besarlo.

- Yuri - lo trato de besar una vez más pero Yuri escondió su rostro entre sus manos.

- sólo...sólo quería agradecerte por lo de esa vez, no te enojes sólo eso se me ocurrió para agradecerte.

- Yuri mírame - quitó sus manos delicadamente - no tienes nada que agradecer y si quieres hacerlo adorare tus besos como recompensa.

- se sonrojo - yo...yo no lo haré más... - fue callado por los labios de Victor en otro dulce beso.

- sabes que me gustas - Yuri se sonrojo hasta las orejas - me gustas mucho.

- no digas eso - agacho la mirada.

- lo digo a diario, lo seguiré diciendo, me encantas...

- no soy fuerte, enérgico, valiente como Eros...

- hablas como si fueran dos diferentes y eres tú mismo, además me encanta el Yuri tímido que se deja abrazar y mimar - lo apego más a su pecho y beso su cabeza.

Pasaron unas horas abrazados y con caricias, sentados en la manta mirando el atardecer.

Yuri se fue inmediatamente e igual tubo que irse a su casa, a tratar de dormir, como si fuera posible al recordar ese beso que Yuri inició, aún si él robaba alguno a Yuri era la primera vez que Yuri iniciaba un beso.

Estaba feliz, entusiasmado y con la esperanza de que Yuri se enamorará y se quedara a su lado, a su lado para siempre.

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Avanzamos lento pero con amor.

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