cena
Al contrario de ser una cena complicada y silenciosa fue una completa fiesta.
El aún actual rey les dió una cálida bienvenida, abrazando a su hijo y seguidamente a Yuri, saludo cordialmente a sus invitados, aunque esperaba a muchísimos más.
Mari robó inmediatamente su atención, ambos pasaron el resto de la velada hablando de sus "hijos" pues Mari a pesar de ser su hermano menor, siempre lo cuido como si fuese su hijo, hablaron de ellos, cual padres presumiendo cada logro de sus pequeños.
Yurio tardaba pues intentaba verse muy bien para recibir a Yuri, con hermano paso la mayor parte de su vida, en cambio el doncel era especial y quería verse bien para él, aún si esto ocaciones a algunos celos de parte de su prometido quien sólo lo miraba tirar al piso cada traje que se ponía y descartando lo, nada parecía lo bastante bueno.
Al fin desidio que ya era lo suficientemente tarde y que debía arrastrar al rubio antes de perderse la cena.
Bajaron tomados de las manos, aunque rápidamente el rubio lo soltó para correr a los brazos de su amigo saltando encima suyo, se aferró a él cual koala.
Incluso Victor se sintió dolido pues él extendió los brazos en espera de un abrazo y fue olímpicamente ignorado frente a todos los presentes.
Ellos se encapsularon en una burbuja de risitas y miradas cómplices, mientras otros dos estaban que se morían de celos.
El primero en actuar fue Otabek separando con delicadeza a su rubio tomándolo de las caderas y obligándolo a soltar al pelinegro y lo abrazó para evitar que de nuevo se lanzará a los brazos de su amigo, al cual solo saludo con un "bienvenido".
En cambio Victor también abrazo a su esposo con un puchero pues su hermanito ya ni lo saludaba como si no le importará.
Entre risas pasaron al comedor, donde todos platicában, pues el ambiente de los del circo fue completamente fluido y natural, simplemente una gran fiesta desatada.
Sala desidio explorar solo un poco el castillo, mirando algunos cuadros familiares, era la primera vez que veía un castillo y que entraba en uno, así que no quería perder la oportunidad de conoserlo y sabía que si le pedía a su hermano acompañarla, simplemente le diría que que su curiosidad sería malinterpretada.
Mientras miraba un costoso jarrón una joven la llamó, se presentó como Mila llevan una bandeja con galletas, era ayudante de cocina, al ver a la chica algo cohibida desidio darle una pequeña guía por algunos pasillos, sin alejarse demaciado.
Platicaron un poco sobre sus vidas tan distintas y con tantas ganas de conoser más sobre la otra.
Se hicieron amigas inmediatamente.
*
Michelle se extraño de no ver más a su hermana y sabiendo lo curiosa que solía ser desidio ir a buscarla mientras en la mesa seguían riendo y contando anécdotas interesantes.
La busco en la sala, pero no vio nada, abrió una puerta y parecía ir al jardín así que salió, quizás su hermana quería un poco de paz al igual que él.
Pero como tener paz estaba invitado a una boda entre dos hombres, sería testigo de otra boda, de la unión de dos reinos y nadie parecía molesto o incómodo, además de él.
Según lo que le dijo Yuri aún si ninguno era doncel aún así podían estar juntos.
Porque seguía pensando en eso, era claro que Emile era demaciado varonil como para ser un doncel, si ninguno de los dos lo era, en verdad podían estar jun....
¿qué demonios estaba pensando? ¿porqué inevitablemente quería que algo pasará entre ellos? ¿porqué se sentía de esa manera con él?
Suspiro sin entender de todo sus propios sentimientos.
- demaciado ruidosos para ti - sonaba a una burla, siempre con esa sonrisa.
- Emile - su confución aumentaba si lo tenía cerca y aun así lo quería más y más cerca.
- está bien si quieres irte a descansar, te acompañaré - le ofreció su mano aún sabiendo que siempre lo rechazaba.
- si regresemos - tomó su mano por primera vez, pero mantenía su mente en otro lado que no percibió el momento en que salieron del lugar, mucho menos cuando estubieron frente al su camper.
- llegamos - le aviso luego de pasar unos minutos parados frente al puerta y que no lo soltará, eso comenzó a preocuparle - ¿estás bien?
- emm....si, gracias te perdiste la cena por mi culpa - separó sus manos y se acerco a la puerta.
- no importa, quería que llegarás a salvó - pues nada era más importante que saber que él estaba bien.
- gracias - abrió la puerta y antes de entrar se guiro e hizo algo que solo le traería más confución a su ser.
Lo beso, apenas fue un rose y se alejó antes de que le respondería y lo apresara en sus fuertes brazos.
Entro serrando la puerta, dejando a un pobre chico con el corazón golpetenado fuertemente su pecho.
******
Pronto algo inesperado.
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