Capítulo 4

Caminar siempre se me ha sido mucho más interesante y de tiempo corto si iba escuchando música, más aún si era mi favorita y una de las músicas de Eiden. Fairytail era para mí la mejor canción, pues amaba tanto como el violín se componía en la música de una manera emocionante y fuerte. Y como al cantar lo hacía con pasión, como si sintiera cada letra de las palabras.

N/A: Fairytail
De Alexander Rybak.

No lo sé... pero cada vez que la escucho siento mi piel erizarda y extrañamente feliz, emocionada. Como si yo misma fuera parte de la historia que Eiden intenta contar.

Finalmente, llegué a la casa de Eiden, pues Cristal dijo que nos encontraríamos aquí. Llegué temprano, pues al caminar hasta aquí me tomaría bastante llegar, así que prefería salir antes y llegar temprano, que salir y llegar con las justas. Se supone que Eiden tiene una entrevista hoy a primera hora, así que había que llegar puntuales.

El guardia me reconoció y me dejó pasar, entré a la casa justo cuando volví a escuchar pasos acercarse y me encontré con Cristal.

¿Llegó antes?

-Vaya, eres muy cuidadosa con la hora. Eso me gusta. Ven, pasa, pasa -ella me invita a acercarme y eso hice-. Eiden bajará en un momento, ponte cómoda.

La vi ir hasta la cocina y servirse un vaso con jugo ella misma. Ella parece estar como en su casa... supongo que ya lleva mucho tiempo aquí así que ya tiene mucha confianza con Eiden. No me gustaría pensar mucho en eso, no me concierne en realidad.

-Sarah.

Mi cuerpo se estremeció al escuchar mi nombre, la emoción me recorre al igual que la descarga de placer que me produció escucharlo a él decirlo de esa forma como si se alegrara de verme. Me giré hacia las escaleras para verlo bajando por estas con una sonrisa que se me contagió.

-Buenos días -hablé un poco apenada.

-Hola -se me acercó haciéndome sentir el corazón acelerado de nuevo-. Llegaste más temprano de lo que creí, ¿haz desayunado al menos?

-Lo he hecho. Y me gusta ser puntual -respondí.

-Excelente.

Él va igualmente a la cocina donde aún estaba Cristal, me acerqué a la barra que separaba el comedor de la cocina y vi desde aquí como se movían allí.

-Eres peor que una chica, ¿lo sabías? Ni siquiera te has puesto ropa decente para aparecer en la entrevista y no haz comido nada. Anda, vete a cambiar ya -habla Cristal.

-Ahá sí, ya voy madre -se burla Eiden riendo burlesco mientras agarra una botella de cerveza y pasa junto a Cristal pero ella se la quita de paso y le da una botella de agua-. Hey.

-Nada. Ya sabes que no puedes beber cerveza en la mañana y menos antes de una entrevista. El agua es saludable.

-Bien, como sea -Eiden gruñe un poco por lo bajo pero acepta el agua y la toma.

Me sentí un poco incómoda esperando en mi lugar en silencio mientras los veía ser tan cercanos. No me mal entiendas, no tiene nada de malo, pero es que no me esperaba que tuvieran esa cercanía...
Eiden sale se la cocina y se va de regreso arriba para cambiarse de ropa, Cristal me guía hasta la sala para esperarlo allí.

-¿Qué tal vas con el horario de Eiden? Mientras más rápido te lo aprendas, mejor.

-Voy bien. No es difícil, ya he memorizado la mayoría de eventos de este mes.

-Eso está bien -ella mira la hora en su celular-. A veces me gustaría que fuera igual de puntual que tú, pero se toma todo muy a la ligera -resopla.

-Pues yo soy puntual porque me gusta y creo que es bueno serlo, pero tampoco pienso que sea mejor estresarse por la hora si tenemos bastante tiempo aún.

-Es cierto, te doy la razón.

Esperamos pocos minutos cuando Eiden vuelve a bajar, ya listo y preparado. Lo vi apenas pudiendo contenerme y no emocionarme por verlo tan bien arreglado. Dios mío, es simplemente magnífico.

-Bien, podemos irnos -comenta Cristal.

Me recompuse de mi trance y los tres salimos de la casa para subirnos al auto que nos estaba esperando con el chófer dentro. Cristal va en el asiento del copiloto, Eiden se apresura a adelantarme y abrir la puerta para dejarme pasar. Me sonrojé por su amabilidad tan repentina.

-Gracias... -murmuré apenada mientras me subía y él a mi lado.

El chófer puso en marcha el auto y nos dirigimos al lugar de la entrevista en un tranquilo viaje, donde Cristal y Eiden eran los que más hablaban como si fueran amigos de infancia. De verdad que al parecer ellos son muy íntimos, quizás hasta... ¿sean algo más? No me gustaría saberlo, le dolería a mi corazón saber que mi amor platónico sale con alguien, aunque no sea de mi incumbencia.

Suspiré y decidí ponerme mis audífonos para escuchar Fairytail mientras reorganizaba mis cosas desde mi celular. Aunque no pude evitar no mover algunas partes de mi cuerpo, golpear mis dedos o pies con ciertas partes de la música.

-¿Qué escuchas? -Eiden se acerca tanto para oír aunque sea el mínimo sonido salido de mis auriculares que su cercanía me puso nerviosa.

-Y..Yo bueno... -temblé al hablar así que preferí mantenerme en silencio y pasarle mi auricular.

Él se lo coloca y se concentra, pero al instante de reconocer lo que escuchaba, él sonríe un poco y me mira.

-¿Te gusta esta? -preguntó.

-Ahm... se podría decir que es mi favorita, es muy bella -murmuré al final, bajando la mirada y jugando con mis dedos.

-¿De verdad lo crees? -asentí-. Me alegro, porque también es mi favorita.

-¿Los artistas también tienen favoritas entre sus canciones? -cuestioné.

-Claro. Siempre habrá algo así... Esta es la que más me encantó componer y la letra es algo que siento de verdad y con fuerza.

Al ver su expresión nostálgica pero también dulce me hizo admirarlo aún más, además de darle una nueva emoción a la canción. Incluso ahora también que sé que es un lobo, la escucho e imagino todo desde un nuevo ángulo. Los cuentos de hadas quizás fuesen reales para él.

-¿Te molesta si escucho contigo? -preguntó apuntando a mi audífono.

Simplemente negué con la cabeza y le sonreí aceptando, él me regresó el gesto y se recostó contra el respaldo, cerrando los ojos y sonriendo por las músicas que pasaban una tras otra, la mayoría siendo de él. Era un poco vergonzoso... sabe que es mi artista favorito y quizás piense que estoy obsesionada con él, -cosa que no es tanto una mentira-, pero no parece importarle. En cambio, parece agradarle.

Volví la atención a mi celular para seguir con lo que hacía en él, pero me di cuenta de que habíamos llegado al lugar cuando el auto se detuvo y Cristal se desabrochó el cinturón.

-Llegamos muy bien, vamos, hay que entrar.

Asentimos al comentario de Cristal. Eiden me regresa mi audífono y yo lo guardé antes de salir del auto como los demás. Al instante nos recibieron una gran cantidad de fanáticas gritando y pidiéndole a Eiden muchas cosas, desde formas hasta que les de un beso o al menos una foto. Eiden no dudó en ir a ellos y aceptar los autógrafos y fotos, aunque los besos y otras cosas indecentes sí que tuvo que rechazar. Pero verlo adorando a sus fans me hizo sonreír, no dejaba que nadie se quede sin al menos una firma, aunque se estaba tardando mucho.

-Vamos, Eiden, o te quedarás aquí siempre -Cristal lo agarra por la manga de su chaqueta para jalarlo.

-Ya, espera. Un segundo.

Él se libra para seguir firmando autógrafos, haciéndome reír ligeramente por la graciosa situación de que no quería irse aún.

-Al parecer no se irá hasta que haya firmado a todos y cada uno -comenté.

-Siempre es así -bufón Cristal, pero sonreía de igual forma-. Es alguien que no quiere ignorar a nadie.

-Eso es tierno.

Volvimos a verlo aún firmando y sacándose fotos pero reconocí al guardia de Eiden, Xavier, acercándose para despegarlo de sus fans mientras él se quejaba riendo y trataba de seguir firmando autógrafos pero finalmente se rindió y terminó despidiéndose de todos para entrar al lugar.

-Se nota que aprecias a tus fans -comenté.

-Claro, sin ellos yo no estaría donde estoy, les debo mucho -respondió sonriendo.

-Me alegra que no seas como otras celebridades -murmuré.

-¿Huh? Sí... tienes razón. No me dejes ser así, por favor. A la mínima, te dejo golpearme.

No pude evitarlo y solté una carcajada por su comentario. Asentí estando de acuerdo mientras él sonreía por haberme hecho reír, pero entonces escuchamos a alguien acercarse.

-¡Ah! Ahí está... -un hombre sonriente aparece y abraza a Eiden como saludo-. Me alegra que hayas venido.

-¿Cómo no hacerlo? Gracias por invitarme -dijo Eiden separándose del hombre.

-¿Hm? ¿Qué pasó con tu asistente anterior?

-Se fue por otra oferta de trabajo, pero no importa. Ahora está ella aquí -Eiden me apunta con la mano haciendo que los ojos del hombre se posen en mí.

-Hola -saludé sonriendo.

-Pero bueno, Eiden, ¿No te agarraste a una modelo de Victoria's Secret? -se arregla el cabello y me tiende la mano-. Tristan Welter, encantado de conocerte.

-Sarah Rais, es un placer señor.

-¿Rais? ¿No eres pariente de... Dylan Rais?

Oh no, esa mirada no de nuevo...

-Sí... es mi hermano mayor... -comenté tratando de no apagar mi sonrisa mientras él seguía estrechando mi mano con más entusiasmo.

-¡Que casualidad! Justo estoy interesado en tener una entrevista con él y su nueva pareja... Podrías ayudarme con eso ¿no?

Empecé a reír con incomodidad y nerviosismo mientras apartaba mi mano un poco brusca por el agarre que quería mantener.

-¿Por qué hablamos de mi hermano? La entrevista ahora es de Eiden, él debería ser el centro de atención.

Miré a Cristal y Eiden quienes sonríen un poco y Tristan aparta su atención de mí al instante para regresarla a Eiden. Los tres empezaron a caminar mientras yo me mantuve por detrás, suspirando pesadamente, pero Cristal se coloca a mi lado.

-Creí que el apellido era solo una coincidencia, no creí que fueras hermana de Dylan Rais. Aunque... ahora que lo pienso si les noto el parecido -dice ella mirándome detenidamente.

-Sí... me lo dicen seguido.

-Tengo una idea, podría tener una entrevista con la hermana de Dylan Rais -Tristan se detuve abruptamente y me mira.

-No sería buena idea... -murmuré.

-¿Por qué? Sería una gran entrevista, tener a la hermana de Dylan Rais en mi estudio es un privilegio.

Sabía que lo único que le interesaba de mí es mi apellido, yo no era nada para él. Mi hermano es todo lo que quería conseguir de mí y eso me frustraba porque no es la primera vez que esto pasa.
Volví a detener mis pasos mientras ellos seguían hablando y Tristan idealizando una entrevista conmigo para llegar a Dylan.

-Quiero... ir al baño, volveré enseguida -mencioné.

-No tardes -pide Cristal.

Asentí y me alejé de ellos lo más rápido posible, resoplé en cuando no pudieron verme y bajé la mirada. La idea de que nuevamente me busquen por uno de mis hermanos me frustraba y peor aún cuando la atención debería ser totalmente de Eiden.
Pero el problema también es que... ni siquiera recuerda mi nombre, aunque se lo haya dicho hace un segundo, por eso me llama "la hermana de Dylan Rais". Eso pasa casi siempre que la gente me conoce.

Pero cuando estamos en el clan es lo mismo solo que allí me llaman "la hermana del Líder", "la hermana de Jayd", "Hermana de Dylan", "Cuñada de la Reina Jin o de la líder Nilsa".

Y es agotador ser la sombra de tus hermanos mayores solo porque ellos hicieron cosas sorprendentes mientras que tú solo eres una asistente con un sueño frustrado...

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