Capítulo 25

-Wau, Eiden parece estar inspirado -comenta Cristal a mi lado-. No para de sacar canciones nuevas. ¿Dónde le cabe tanta imaginación?

Sonreí y asentí dándole la razón antes de regresar la vista hacia donde estaba Eiden cantando una de sus últimas obras.

-Sí, en su casa, todo el tiempo está componiendo -mencioné.

-Ya no es solo su casa... recuerda -me da un leve empujón con su cadera mientras me mira sonriendo-. Ya puedes decir que también es tu casa.

Lo había olvidado, incluso dijo lo mismo que Eiden.
Me sonrojé y le devolví el empujón con mi cadera, ambas reímos por ellos pero justo en ese momento Eiden acaba de cantar y se quita los audífonos.

-Está bien, fue grandioso. Tomemos un receso de diez minutos y luego continuamos -dice el productor Samuel y Eiden asintió.

Él salió de la cabina y se acercó a nosotras. Le di su botella de agua y él suspira algo cansado.

-Iré al baño un momento, ya regreso -avisa él entregándome el agua y saliendo del estudio de grabación.

-Bien, no te tardes -le advierte Cristal antes de que saliera con un asentimiento de cabeza para darnos a entender de que ha comprendido.

Guardé el agua y junto a Cristal nos sentamos en uno de los sofás del estudio para charlar en lo que la estrella regresa. Pero ella quiso entrar en el tema de Eiden y yo como pareja, comentando lo bien que nos veíamos y eso me hizo sentir penosa por un momento.

-El descanso terminó. ¿Alguna puede llamar a Eiden? -pregunta Samuel y enseguida Cristal me empuja.

-Bien, yo voy -rodé los ojos antes de fulminárla pero luego salí del estudio.

Caminé hacia los baños pero antes de incluso llegar hasta ellos me pareció escuchar la voz de Eiden por el pasillo, y la seguí hasta encontrarlo, pero al ver a su acompañante decidí esconderme.

-Ya te lo dije por mensaje y llamada, Raquel. Viniendo aquí no conseguirás que acepte tu propuesta. Me he negado, ¿no lo entiendes?

¿Huh? ¿Propuesta? ¿Qué es lo que quiere ella ahora?

-¿Por qué? No te afectará en nada, lo aseguro -suplica ella antes de acercársele con sensualidad-. Y puedo pagarte muy bien...

-Me afectará y aunque no fuera así seguiré negándome a fingir ser tu novio. No me gustas, Raquel y menos sabiendo la clase de persona que eres en realidad. -la apartó.

La voz de Eiden sonaba áspera, dura... estaba furioso de solo tenerla en frente. Se le notaba tenso y asqueado, igual que yo luego de saber lo que esa mujer quiere con él. ¿En serio es capaz de caer más bajo?
Decidí salir de mi escondite y caminar hasta ellos, llamando la atención de ambos con mis pasos.

-Eiden, debes volver a grabar, el descanso acabó -comenté, él asiente hacia mí pero Raquel me mira con molestia.

-Oye, ¿no te das cuenta de que estamos hablando? -chasquea la lengua.

-De lo que me he dado cuenta es de lo tremendamente niña caprichosa que eres y que al actuar así de berrinchuda solo haces incomodar a mi artista, así que es mi obligación alejarlo de gente como tú.

Eiden me mira sorprendido pero al parecer orgulloso a la vez. Me sonríe ampliamente y mira a Raquel por su reacción.

-¿Quién te has creído? Estás hablando con alguien más grande que tú, que solo eres una estúpida asistente.

Eiden borra su sonrisa y dio un paso al frente como para responder amenazante, pero yo lo detuve colocando mi brazo frente a él.

-Tienes razón, soy una asistente, pero soy su asistente, y como tal tengo que cumplir con mi trabajo de llevar a Eiden al lugar donde debería estar ahora mismo, en lugar de que siga perdiendo de su valioso tiempo en alguien como tú. Así que, adio-os~

Canturreé lo último antes de agarrar a Eiden por la mano y jalarlo. Él se gira mientras camina y le sonríe amargamente a Raquel.

-No fue un placer, Raquel. Y mi respuesta seguirá siendo la misma, siempre.

Raquel chilla y golpea el suelo con sus tacones fuertemente mientras nos alejamos. Dejamos de escucharla al cruzar los pasillos y ella al irse por otro camino, en el completo silencio Eiden me detiene para apoyarse sobre mí con sus brazos en mis hombros.

-Mi heroína -dice riendo en mi oreja, haciéndome erizar.

-No puedo creer que te haya pedido que fingieras ser su novio. ¿Qué le sucede a esa mujer? -cuestioné molesta.

-Eso mismo quisiera saber, porque tampoco la entiendo. Pero bueno, nunca aceptaría algo así y mucho menos viniendo de ella.

-Al menos tú sí que piensas con la cabeza principal -toqué mi cien con mi dedo índice haciéndolo reír.

Volvimos al estudio y en cuanto Cristal vio entrar a Eiden no tardó en regañarlo por la demora.

-Al fin, Eiden te dije que no te tardaras -le reprocha.

-Me retuvieron, lo siento -salta Eiden en su defensa.

-Como sea, ve ahora, hay que seguir.

Eiden asiente volviendo a dentro de la cabina y comienza a cantar una nueva canción de nuevo mientras ellos lo graban y Cristal y yo observamos durante las últimas horas, en realidad, cada vez que escucho cantar a Eiden siento que el tiempo es indiferente y que no tiene importancia, porque cuando acabaron las grabaciones me sentí como si me faltara escucharlo más.
Aún así, nos despedimos del productor y los demás para luego irnos al auto y llevar a Cristal a su nueva casa.

-Nos vemos mañana, chicos -se despide ella, bajándose del auto.

-Nos vemos -nos despedimos nosotros sonriendo.

Ella cierra la puerta y entra a su nuevo departamento mientras que Will vuelve a poner en marcha el auto para llevarnos a casa.
Bostecé y entrecerré los ojos adormilada. En ese momento, siento el brazo de Eiden rodearme y atraerme hacia él consiguiendo que yo apoyara mi cabeza en su hombro y me sintiera tan cómoda en esta posición.

-Que sueño... -murmuré mientras me acomodaba mejor contra Eiden y él apoya su cabeza sobre la mía.

-Es verdad...

Bostecé de nuevo pero esta vez sentía que no podría aguantar el sueño hasta la casa, Eiden me cubre con su chaqueta y yo suspiré para después no tener ni idea de que sucedió luego. Solo me había quedado dormida estando muy cómoda en el auto mientras regresábamos a casa.

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