Una huida valiente

-¿Sigue sin despertar? ¿Cuántos días han pasado ya?

- 5 para ser exactos, Kanroji-sama.—Contestó la joven Kakushi.

- Me apena tanto, espero que pronto abra los ojos, estoy preocupada.

- Debería también cuidar de usted, sigue recuperándose del incidente del monte.

¿Incidente? ¿Quiénes hablan?— Estaba totalmente perdida, podía escuchar voces que parecían muy lejanas, no podía reconocerlas, poco a poco comencé a abrir los ojos, todo parecía borroso, pude distinguir que era ya casi de noche, unas velas iluminaban la habitación.--¿Don...de? ¡Kanroji-san!—Me desperté de repente intentando levantarme.

-¡¿Eh?! Señorita Kiseki. Al fin abre los ojos—Dijo la chica entre lágrimas.

- ¡Yukino-chan!--Dijo la pelirosado mientras se arrodillaba cerca de mí mientras también lloraba.—Pensé por un momento que no despertarías nunca.

Sentí una fuerte punzada en mi cabeza mareándome al instante, sin mencionar las heridas de mi cuerpo, me obligo simplemente a volver a recostarme.

-¡Tenga cuidado! Estuvo cinco días sin despertar llego en muy malas condiciones.—Su pena pasó a enojo—No me molesta curar sus heridas, pero siempre que la encontramos está en un estado peor que el anterior y mírese ahora precipitándose de esa manera, su cuerpo es muy fuerte pero no se exceda más por favor.

-Lo siento.—contesté aun mareada.- ¿Cinco días?—pensé.

-Lo importante es que ya despertaste y estas ahora con nosotras- dijo el pilar del amor aun conmocionada.

La miré detenidamente se veían los vendajes y su cansancio por la recuperación, sentí culpa-- ¿Cómo se siente?

-Yo estoy estupendamente. Soy fuerte ¿Recuerdas?— doblo su brazo mostrando su musculo con una gran sonrisa.-

-Debería ir a descansar Kanroji-sama, recuerde que debe descansar aún no se recupera del todo.

Ella hizo un puchero, pero al final accedió—¡Nos vemos mañana al desayuno Yukino-chan! Gracias, Airi-san por sus cuidados, ¡buenas noches!—Dijo esto retirándose de la habitación.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

La habitación estuvo en silencio varios minutos hasta que pude emitir una palabra.--¿Hace cuanto que ella despertó?

-¿Um? Despertó hace dos días, realmente estaban mal heridas, gracias a dios pudimos atenderlas de inmediato.—Dijo mientras ordenaba los medicamentos.

Una lagrima recorrió mi rostro al recordar todo—comencé a llorar en silencio.

-¿¡Eh, No!? Espere señorita Kiseki, yo no pretendía...

-No es eso, es que pensé realmente que había muerto o aún peor que Kanroji-san había muerto por mi culpa.

-¿Cómo iba a ser culpa suya? Si fue el demonio del monte lo que las atacó, además no minimice su muerte.

-Eso da igual, esto sucedió porque... ese demonio me buscaba.

-¿De qué está hablando?

- Aquel demonio es... bueno era mi madre.—Dije mientras me sentaba sobre el futón.

- ¿Qué est---?

Sentimos un golpeteo en la puerta, era un miembro del cuerpo de cazadores.

-Adelante.—

-Buenas tardes, vengo a dejar un mensaje, el señor Kagaya Ubuyashiki.—Hubo pequeño silencio.--Pidió ver a la señorita Kiseki Yukino.

-¿El Patrón, en enserio? ¿A qué se debe? Además, ella acaba de despertar hoy sigue en recuperación ¿Cuándo debe presentarse?

- A la brevedad.

- Entiendo, ire mañana.—Contesté firme.

-¡¿Qué?! ¿No escucho lo que acabo de decir?- dijo enojada Airi-san

La miré seriamente por un segundo y después dirigí mi mirada al otro cazador.—Por favor, dígale que estaré frente a él mañana en la tarde, gracias por venir hasta acá.

-Entendido, su cuervo le guiará. Espero se recupere, con permiso.--Dijo retirándose del lugar.

-Airi-san, sé muy bien mi condición, pero mientras yo estoy aquí, en la habitación contigua esta quien fue mi maestra recuperándose de las heridas causadas por un demonio que iba tras de mí. A su vez hay personas inocentes sufriendo por un linaje que arrastró conmigo, no se trata de un demonio cualquiera, era una Luna, en específico era la Luna Nueva.

-¿Pero de que está hablando? ¿Luna nueva? ¿No que solo estaban las menguantes?

-No lo sé, pero debe ser el motivo principal de que porque pidió verme el patrón. La familia que vivía antes en el tembló del Monte Shimo, eran mis antepasados. Cuando llegamos el lugar se me hizo familiar y al momento en que nos enfrentamos al demonio caí por unos momentos perdiendo la conciencia lo que produjo que se liberaran parte de mis memorias de infancia. Por muy increíble que parezca soy la última descendiente de la familia Minoru, los sacerdotes blancos, es por ello que ese demonio busca matarme.—tape mis ojos con mi mano mientras tomaba aire—

-¿De verdad piensa enfrentar todo esto sola? No creo que sea buena idea.

-Es lo correcto, está escrito así. No debo permitir que otros paguen por esto, si debo morir para que termine, será una forma de compensar todo. –Solté un suspiro pesado--Te quiero pedir un favor.

Me miró unos instantes.—Quiero que no le digas nada a Kanroji-san, o le menciones mi decisión, por favor.

Soltó un suspiro de preocupación--Me haces cargar con demasiada responsabilidad, además que hay de ¿Rengoku-sama?

Guardé silencio--¿A qué te refieres?

-Cuando los cuervos informaron sobre lo sucedido en la batalla, él fue quien fue por usted y por Kanroji-sama, pese a que teníamos camillas para su traslado, se negó rotundamente a que la lleváramos y decidió cargarla. Porque como le indique su estado era muy delicado, se le vio bastante preocupado, pensamos que no pasaría la noche. Incluso otro de los pilares presto de sus auxilios antes de embarcarse en una misión.

Mi angustia creció aún más al igual que la culpa— Tampoco le digas a él, solo que fui encomendada a más misiones.

-Él sabrá que es mentira, en un instante ¿Qué hará cuando suceda?

-Ya pensaré en algo--Solté un suspiro de cansancio, mi mareo volvió—Creo que intentaré dormir mañana espero tener fuerzas para desayunar por última vez con Kanroji-san.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

Tenía un pesar en el pecho pensando en mi solicitud egoísta y que me fui sin más, me repetí una y otra vez que había tomado la decisión correcta. Llegue a un arco negro rodeado de flores de Glicina a mi encuentro salieron dos niñas. Las reconocí de inmediato, eran las que estuvieron presentes en la prueba de cazadores de demonios.

-Le estábamos esperando, acompáñenos por favor—Dijeron ambas al mismo tiempo sin esperar respuesta de mi parte se voltearon.

Subimos las escaleras hasta llegar a una casa enorme y bastante hermosa, le rodeaba una atmosfera pacífica, seguimos caminando hasta llegar a un patio las niñas subieron la terraza abriendo dos puertas corredizas.

-Es un gusto conocerte Kiseki yukino—Dijo una voz masculina desde dentro de la casa.

Vi como su silueta se esclarecía a medida que se acercaba. Un hombre bastante joven apareció acompañado de una hermosa mujer de cabello blanco. Uno de sus ojos estaba cubierto de una extraña cicatriz, pese a eso su mirada es sin duda la más amable que había visto nunca, cuando estuvo frente a mi me arrodille casi por impulso.

-El placer es mío, Ubuyashiki-sama—Dije mirando la gravilla.

-Por favor levanta la mirada, viniste aun en ese estado, te pido disculpas por ello.

-No, por favor. Se equivoca, no pida disculpas. La situación lo ameritaba...yo—Dije preocupada.

-Me alegro de que levantes la mirada al fin.—Respondió.--¿Sabes porque te pedí que vinieras? Había escuchado de ti y tus habilidades, por parte de Kyojuro y Mitsuri. Tienes un aliento que se había perdido en el tiempo, eso fue lo principal, pero las circunstancias cambiaron. En el Monte Shimo se enfrentaron con una nueva clase de demonio.

-Así es, tenía los Kanjis de Luna Nueva en sus ojos, pero hay algo más...-Lo miré entristecida y le conté todo sobre lo sucedido.

-¿Estas segura que esa es tu decisión?

-El proteger a las personas que han hecho tanto por mí, es lo mínimo que puedo hacer honrar su tiempo y dedicación. Es la forma de darle la nobleza a mi vida y darle un verdadero propósito como cazadora.—Tomé mi espada firme entre mis manos y lo miré por unos segundos.—No quiero que mas personas preciadas para mi o inocentes paguen por lo que me corresponde pagar a mí.

-Posees un alma entusiasta, respeto eso. Espero que sigas firme hasta el final.—Mostro una leve sonrisa.--

-Sin duda—Dije e incliné la cabeza.

-Si eso es todo, puedes retirarte, que tengas buen viaje.

Me levante rápidamente y las mismas niñas aparecieron para cerrar las puertas de la mansión mientras Ubuyashiki-sama entraba en la habitación.

-Por cierto, No todas las batallas se ganan con armas, hay aquellas que solo podemos enfrentar con el alma.—Dijo volteándose levemente mientras las puertas se cerraban.

Quedé inmóvil por unos momentos pensando en sus palabras hasta que me guiaron a la salida, me despedí, a los pocos metros miré el cielo pensando en que será de mí estos días.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

-Me enteré de muchas cosas durante este tiempo, créame que no lo culpo por sucedido, intentaba hacerme más fuerte y protegerme, aunque inevitablemente por mucho que se desee no se puede huir del destino por siempre, estoy segura que es por ello por lo que me entrenó, en parte también lo sabía. Se tambipen que si estuviese aquí me diría que no debería venir sobre todo en mi cumpleaños, pero es el primero en el que no está presente — Un poco entristecida rece por un momento más y me fui.

Mientras comía algo caliente para sobrepasar el frio, pensaba en que no había pasado mucho de mi última misión, pero sabía que pronto me enviarían nuevamente, mientras comía mi almuerzo vi como mi cuervo se acercaba a mí, justo lo que pensaba.

—Bueno mi descanso será para después.—Me entrego un panfleto de un espectáculo de teatro—¿Y esto? ¿El demonio se encuentra ahí?

Según su descripción era un espectáculo nocturno especial, terminé de comer y me dirigí al lugar. Vi que era una especie de teatro nómade, por lo que fue un poco curioso, tenían telas de colores bastante llamativas, recorrí un poco mas el pueblo mientras esperaba la noche. Me detuve en seco y sentí un escalofrío de golpe, volteé la miraba varias veces, pero no veía nada. Mis instintos no mentían, hasta que lo vi entre un par de calles en paralelo a mí. Era Rengoku-san. No estaba segura si me vio o si se percató de mi presencia pero salí de ahí a toda prisa hasta que llegue a las afueras del pueblo, comenzó a llover.

-¡Diablos!—No veía donde refugiarme de la lluvia vi una construcción en medio del bosque que estaba cerca y ahí me quedé esperando que cesara.

-Ha sido un buen tiempo, Kiseki- Dijo con voz ronca y seria tras de mí.

Di un respingo y voltee rápidamente. Me había encontrado, en ese momento solo sentía el sonido de la lluvia alrededor de nosotros. 

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