Precio del pasado
❅❆ Este capitulo contiene escenas violentas y un poco fuertes, se recomienda discreción❆❅
-Fue muy difícil encontrarte Nozomi, pero ya sabes... las ratas son así, en fin, debo agradecerte por otorgarme más poder del que ya tenía--Dijo mientras pasaba el dedo por su ojo izquierdo.
-Coincido en que también te buscaba y como rata supongo que sabes de que hablas, pero me confundes con alguien más mi nombre es Kiseki Yukino.-Me posicione firme sobre el suelo.
-Tienes agallas niñata -mostro sus garras con enojo- ¿En serio crees que ese es tu nombre? ¿Quien te dijo eso, la traidora de Hiroko o el viejo inútil con el que vivías?
-Apreté el mango de mi espada con fuerza-No te atrevas a mencionarlos con tu sucia boca- contesté con ira mientras que una vena apareció sobre mi frente.
-Sus ojos dicen Luna Nueva Yukino-chan- dijo Kanroji-san en voz baja. ¿Será acaso un nuevo tipo de demonio? Debemos comunicarle a Oyakata-sama.
-Dejemos de perder el tiempo ¿Quieres?--Con un movimiento rápido se lanzó sobre nosotras.
-¡Yukino-chan, cuidado!-Redirigió rápidamente el ataque la Pilar del amor.
Sexta Postura, Brisa Amorosa de patas de gatito-
La luna retrocedió y miro molesta a mi superior.--¡Tu cazadora no te entrometas! Vamos, enfrentarme como de debe Nozomi, sacó una pequeña vasija de vidrio azul.
Técnica de sangre, Ilusión de esporas--
En menos de un segundo nos vimos rodeadas de una nube amarilla espesa, no podía ver más allá de mi nariz, el olor era similar al moho, mis fosas nasales ardían. Busque a Kanroji-san pero no podía verla o escucharla, parecía que cada vez la nube se hacía más grande y espesa, divisé una figura, pensé que la había encontrado pero no, era una mujer hermosa de cabellos blancos con un kimono del mismo color, me miro fijamente por unos segundos no entendía nada de lo que pasaba, por alguna razón ella se me hacía familiar, sus rasgos de veían muy delicados cuando intenté acercarme, en su rostro se dibujó una sonrisa deforme para luego deshacerse como si fuese agua.
Un ruido volvió a alertarme, de la nada fui tomaba de mi uniforme y lanzada de golpe contra un viejo árbol, sentí como ramas me atravesaban la espalda, el aire escapó de mis pulmones provocándome un grito ahogado, caí de bruces al suelo cuando estas cedieron ante mi peso. Escuché unos pasos aproximarse hacia mí, de una patada fui girada y lanzada nuevamente. Tosí sangre. Abrí levemente mis ojos y vi a la mujer de hace unos momentos, pero traía puesto el kimono de La Luna Nueva mientras se me acercaba su cabello cambiaba, tomaba lentamente una tonalidad rosa pastel en el inicio que terminaba en negro extendido en dos largas coletas amarradas al final.
-Tu... maldita.-dije pestañando repetidamente intentando clarificar mi visión, la demonio me tomó del cabello mirándome fijamente con sus ojos.
-Que inútil eres.-Sonrió exhibiendo sus colmillos y me cortó con sus garras el frente de mi torso dejándome caer.-Esto fue tan fácil que resultó aburrido, ahora el pilar espero que logre entretenerme un poco más.
❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆
¿Voy a morir? Mire a mi alrededor y frente a mi apareció una niña pequeña... ¿Soy yo?, se veía como un espejismo. -No recuerdo nada de esto ¿Por qué lo siento tan familiar?-dije para mí.
-Abuela ¿Por qué no puedo ver a mamá?
-Ella se fue lejos porque no merece estar en ese lugar.-Contestó firmemente la anciana.
-¿Hice algo para que se fuera?-Tomo un mechón-- ¿Es por mi cabello?-Preguntó bajando la cabeza.
-No pequeña.- Dijo con una sonrisa la anciana mientras tomaba unas tijeras.-¿Estas lista?
-Si-contestó mientras su cabello era cortado poco a poco.
De repente un estruendo alarma a ambas, y una sirvienta entra de golpe.
-Hiroko--dije para mis adentros mientras veía todo desde fuera.
-Señora, una multitud de gente acaba de entrar al templo, vienen por la señorita Nozomi.--dijo bastante espantada.--Minoru-san esta con los guardias luchando para que no lleguen hasta aquí.
-¿Qué? Imposible se suponía que nada saldría a la luz, se suponía que si nos deshacíamos de esa mujer todo estaría resuelto--Miró a la pequeña-Llévatela lejos, huyan en alguno de los carruajes por el patio del este.
-Pero señora ¿Qué pasará con su hijo y sus otros nietos?
-No importa, ella es el nuevo cetro de la diosa, no podemos dejar que nada le pase.
-¡Vamos, no hay tiempo! Las alcanzó a la salida.-le entrego a la niña, un par de prendas y una caja de bambú.
-¿Qué sucede abuela?-pregunto asustada.
-Mi pequeño melocotón debes ir con Hiroko, te explicaré todo en su momento ¿Sí?-Depositó un beso en su frente y le abrazó.
Mientras la sirvienta y la niña huían veían como todo era saqueado e incendiado.--No vea hacia atrás señorita Nozomi, siga corriendo.-dijo tomándola firmemente de la mano.
Llegaron a los establos, audazmente alistó el caballo abriendo las puertas hacia la montaña, subió a la niña y el equipaje. Sintió como una mano la tomaba de la muñeca.
-Pero abuela dijo que nos alcanzaría. ¡Ve por ella puede haberle sucedido algo!
-Ocúltese y por nada del mundo me siga, iré por la señora.-- Pese al peligro se regreso y encontró a la matriarca bajo unos tablones ya moribunda.
-¡Señora! ¡Déjeme salvarla!
-¡¿Qué haces aquí?! ¡Les dije que huyeran!-dijo apenas la mujer.
-¡Su nieta me envió por usted! ¡AAH!-Soltó un grito al sentir que todo se derrumbaba.
-Es inútil, Hiroko escúchame huye con mi nieta y ocultala del mundo no importa lo que cueste, no permitas que ella vuelva a este lugar.
-Pero señora...usted--Dijo entre sollozos.
-Prométemelo--La miro fijamente mientras que apretaba su mano con sus últimas fuerzas.
-¡Si! dicho esto la sirvienta corrió lo más rápido que pudo sintiendo como todo sucumbía ante el fuego a sus espaldas.
De un momento a otro yo había tomado el lugar de la sirvienta y era quien corría hacia donde se ocultaba la niña, quien estaba a salvo. Subí al carruaje y mire el templo, podría jurar que una silueta caminaba entre las llamas hacia nosotras. Tiré de las riendas del caballo ya dejando todo el siniestro atrás, sentí como algo corría rápidamente tras nosotros y nos seguía el paso muy de cerca. Deje de escucharlo por unos instantes, pensé que habíamos perdido a lo que sea que nos venía siguiendo, pero un golpe en la parte de atrás nos alertó.
-Al fin te atrapé.-Una voz resonó en la noche.
-¿Mamá?-dijo la pequeña.
-Al voltearme vi la reconocí al instante, la luna nueva, pero sin las marcas en sus ojos. La demonio salto con fuerza rebotando sobre nosotras el carruaje se descarriló y comenzamos a caer por la montaña.
Lo que quedaba del transporte logro detenerse gracias a la nieve acumulada por la caída, un polvillo de nieve inundó el paisaje.
-Esta frío-Escuche un susurro; era la pequeña.-¡Señorita Nozomi!-Me levante rápidamente para ir en su auxilio, mi costado tenía un corte podía ver cómo sangraba, pero no sentía dolor, al contrario de la niña quien tenía un corte en su frente, podía sentir el frío palpitante de la herida. Mire buscando a la demonio no había rastro de el, vi como todo lo que llevábamos estaba destruido o tirado por todas partes, del caballo no había rastro.
-¡Dios mío está sangrando! -Limpié su frente para después levantarla y tomarla en brazos, por suerte era un corte pequeño-Todo estará bien.-- Comencé a correr en medio del bosque y la espesa nieve intentando avanzar lo más posible, podía ver la luz asomarse en cielo, comenzaba a perder fuerzas.
-Puedo correr por mi misma, estás muy cansada.
Mi rostro palidecía por la pérdida de sangre, no podía mentir ante las circunstancias.-Ok, sigamos ya está casi está la mañana.-Mire a mi alrededor en señal de alguna vivienda, pero nada. Podía ver como la niña me adelantaba el paso, me miro unos segundos, el tiempo se detuvo; un corte recorrió mi espalda rasgando la piel y la ropa. El demonio nos había vuelto a encontrar.
Solté un grito abogado de dolor y caí al suelo-- ¡¡NO!!
Sentí como era pisada por la espalda y veía borrosamente como la pequeña estaba inmóvil mientras aquel monstruo iba tras ella.
-Al fin todos esos bastardos pagarán por todo lo que me hicieron... tu maldita bruja que colaboraste con todo te despedazaré lentamente-vi como su mirada fría se posaba sobre mi.-Olvidaste esto en lo que quedaba de su carruaje-Me lanzó una peluca blanca. ¿Así pensaban reemplazarme? ¿A mí? La última sacerdotisa blanca. No me hagan reír, me arrebataron mi templo, mi cabello... mi honor. Todo por esta bestia que nunca debió nacer.-Dijo mientras tomaba a la niña de la ropa.
-Mamá... tú.-Comenzó a llorar.
-¡Ugh! No me llames así-la soltó de golpe haciendo que esta cayera bruscamente.
¿Acaso no había hecho una promesa? Vi un tronco a pocos metros y pese a todo logré ponerme de pie y me lancé contra ella golpeándola por atrás en la cabeza, pero no surtió mucho efecto, por lo que volví a recibir otro golpe.
-¡Tu! Te mataré en este instante-comenzó a caminar en mi dirección--¡Corra señorita Nozomi!-Cuando ya estaba por alcanzarme soltó un gritó desgarrador.
-¡AAAHHH!- Una quemadura apareció en su brazo.-¡No, el sol! ¡Tan solo un poco más! ¡AAAHH!-esta vez la luz se reflejo en su espalda haciendo que esta comenzara a tambalearse, me miró unos segundos, era la mirada mas llena de ira que había visto nunca y huyó hacia las profundidades del bosque.
Mire a la niña y se desmayó, me levanté con las fuerzas que milagrosamente se posaban sobre mi cuerpo, sentía que no duraría mucho tiempo. La tomé en mis brazos y con el alba posando sobre mi pálido seguí caminando. No se cuanto tiempo paso hasta que encontré una cabaña donde golpeé una y otra vez hasta que un anciano abrió la puerta.
-Le agradezco el que me ayude, pero mi destino estaba ya sellado.
-Aun no se como lograste llegar hasta aquí.-Contesto el dueño de la cabaña.
-Le pido por favor, que cuide de ella y no permita que sepa lo que sucedió. Se que es egoísta, pero si se entera.
-Lo entiendo, haré lo que pueda. Si su madre era quien las atacó es un demonio ahora y puede que regrese por ella.-Miro a la niña con tristeza.
-Por favor no lo permita no deje que nadie se entere de su existencia y que es la heredera de la familia Minoru "みのる" del Monte Shimo. Ella es simplemente un milagro pese a todo--Mis ojos comenzaban a pesar-Siento que puedo ir en paz ahora que ella esta a salvo, es como una melodía que me trasmite paz.-Mi canción milagrosa.
-Aunque ates cuerdas a otra intentando cambiarla, su forma seguirá siendo la misma. Así es el destino.-dijo el anciano finalmente.
❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆
Comencé a toser nuevamente volví a estar consciente, todo era borroso. Con dificultad logré girarme, vomité sangre; me caía también de mi nariz ¿Cómo es que sigo viva? Puse una mano en el suelo para ponerme de pie, con ayuda de mi respiración logré intentar frenar el sangrado de mis heridas. Me costaba respirar, sentía un silbido en mis oídos tenía mi espada cerca por lo que me apoye en ella un momento. Unos estruendos se escucharon cerca de donde estaba, Kanroji-san-pensé de inmediato.-Debo dejar de ser tan débil- dije entre dientes y corrí como pude en su dirección.
❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆
Segunda Postura, Amor Angustiante-
-Entiende, no tienes la fuerza para vencerme, además esa niña ya está muerta.
-No le creo a los demonios, no digas nada de Yukino-chan ser horrible, ella es alguien fuerte.-Dijo bastante seria.
-¡HAHAHA! Esto es hilarante.-Tecnica de sangre, Brisa de Higanbana--
Logro esquivar el ataque haciendo una especie de remolino con su espada. La pelirosado se veía cansada, había enfrentado fuertemente a la Luna Nueva.
-De verdad no lo entiendo ni siquiera fue de ayuda para ti ni siquiera fue necesario usar mi técnica directamente con ella, murió desangrada.
-Deberías haberte asegurado de ello. Mamá. Tercera postura, Ventisca Cortante.- Ataqué por el costado encontrando un punto ciego lanzándola lejos.
-¡Yukino-chan!-Dijo Kanroji-san emocionada por verme con vida.--¿Estas bien?
-Espero estarlo prontamente-dije sin dejar mi postura y de mirar al frente.
-¡Tu! ¿Cómo es que sigues con vida?-Dijo con ira aproximándose hacia nosotras.
La frené con mi espada mientras que Kanroji-san volvía a atacarla, ella desvió su ataque y nos lanzo nuevamente esporas. Retrocedimos.
-¿Cómo fue que me llamaste?-Su rostro se deformaba de ira.
-De la manera en que más detestas, porque recordé todo gracias a ti Mamá-la miré seriamente.
-¿Qué?-la pilar del amor me miro confundida unos segundos-- ¡oh!.
La miré rápidamente y vi que sangraba de su nariz, las esporas de hace unos momentos.
-Ahora si me aseguraré de partirte en pedazos, ladeo su cabeza y atacó.
Kanroji-san contratacó desviando su ataque, pero no fue lo suficientemente rápido
Tecnica de sangre, Polen rojo-Dijo mientras trizaba la vasija de la que provenían sus ataques y los clavaba sobre el cuerpo de la Pilar del amor.
Vi cómo se desplomaba en el piso y la Luna Nueva volteaba a verme, no pude ante ello de golpe algo surgió dentro de mí una combinación entre ira y desesperación era como si todas las heridas de mi cuerpo hubiesen desaparecido.-Acabemos con esto. Dije mientras mis ojos fijaban el objetivo.
Empuñe mi espada y la ataque sin piedad alguna.-Primera postura, Hielo ascendente. Fue efectivo, logré cortarle ambos brazos, antes que pudiese atacarme lance una patada contra su estómago. La razón había abandonado mi cuerpo solo sabía que quien tenía delante de mí debía ser destruido.
-¡Agh!- Exclamo con desagrado mientras se regeneraba-- ¿Crees que eso basta?
-Probablemente podría lamentar en que nuestro encuentro haya sido de este modo, pero la cuerda del destino es irrompible.-- Me posicioné para atacar, mis pupilas no se reflejaban en mis ojos.-Pese a todo si pensé en que tarde o temprano volvería a verte.-- Aliento de hielo, postura prohibida. Paisaje de invierno.-
Una onda expansiva culmino todo de una brisa invernal, hilos de viento se extendían en el alcance de mi ataque, mis labios se adormecían podía sentir la potencia de aquella nueva postura. Esta vez logre cortar sus piernas y lanzarla bastante lejos por la ráfaga de viento.
-¡Desgraciada! ¿Qué me hiciste? Intentaba regenerarse, pero no lo lograba.
Me acerqué a ella-Esta vez será tu cabeza-dije con frialdad mientras veía como intentaba retroceder unos cantos de ave me dibujaron una sonrisa en el rostro.-Creo que, si tengo la impiedad en común contigo, el amanecer será quien terminará contigo.
-¡Nunca fuiste parte de la familia Minoru! ¡Y nunca lo serás!-Logro regenerarse, pero no me atacó.-Maldición otro pilar.--dijo mirando hacia el cielo fijándose que efectivamente estaba amaneciendo.-Algún día lograré acabar contigo.-soltó con asco para luego escapar.-
-¡No huyas cobar...!-Comencé a toser una y otra vez, sabía que eso era todo, mi cuerpo había pasado los límites y yo nunca pensé en nada de ello. Caí de rodillas, sentía como si miles de espinas me clavaran, el dolor me hacía alucinar. Pobremente vi como mi cuervo kasugai revoloteaba sobre mi en el cielo, finalmente sucumbí de espaldas y perdí la conciencia.
❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆
Bueno jeje, para quienes leen esta historia (a pesar del tiempo) quería pedir disculpas estoy con mi practica profesional y me ha costado encontrar un momento para sentarme a escribir, en fin.
Espero que disfruten el capitulo, pido disculpas si a alguien le parecen algo descriptivas las escenas pero intento apegarme un poco a lo que entrega la sensei gotouge, sé que no le llego ni siquiera al piso en el que camina pero es mas que nada por tributo a ella.
Dejo también un dibujo que hice de la protagonista basándome a como era su apariencia cuando comenzó la historia, *le agregué los calcetines que le regalo Rengoku <3*
Dato *Minoru* es uno de los nombres que mencionan al principio de la película del Tren Infinito.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top