Forjando un aliento

No soy mucho de dar introducciones pero espero que en lo que va de la historia estén disfrutando de los capítulos.

Siéntanse libres de compartir su opinión dejando algún comentario, me ayudaría mucho para saber como mejorar ^^

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅

Cobré la conciencia en una habitación desconocida mi cabeza daba vueltas y me dolía muchísimo. ¿Qué rayos había pasado? Luego de que cumplí con mi misión recuerdo que estaba en el bosque, pero ¿Y después? Sentí como gentilmente unos paños retocaban las heridas de mi cuerpo por lo que abrí mis ojos y me levanté casi por reflejo.

-¡Espera! No te asustes—Gritó una joven kakushi— Solo estoy curando tus heridas.—levanto ambas manos.

Solté un quejido, mi cuerpo estaba exhausto por lo que volví a caer sobre el futón.-- ¿Dónde estoy?- La miré un poco desconcertada.

Aunque solo podía ver sus ojos podía notar que me dedicó una sonrisa—Me alegro mucho de que hayas despertado, haz estado inconsciente durante 2 días. Estas en una de las posadas del Cuerpo de Exterminio.—Dijo para luego seguir ayudándome.

-¿Cómo es que llegué aquí? Mi cabeza está hecha un lío.

-Tu cuervo Kasugai dio aviso de tu paradero y condición, fue muy arriesgado el que hayas partido sin recibir la atención debida.

-Lo lamento—dije un poco apenada—.

-Ya está—Dijo al terminar de poner los vendajes.-

-Um... sé que esto sonará extraño, pero ¿Estuve en algún incendio? Recuerdo que había fuego antes de perder la conciencia ¿O fue solo un sueño?

Soltó un suspiro agotada—Verás tu cuervo dio aviso y fueron los Pilares quienes te encontraron estabas tambaleante mientras caminabas y uno de ellos a pesar que intento atraparte antes de caer no pudo evitar que te golpeases la cabeza con una roca.

Me sonrojé al momento en que describió mi vergonzoso desenlace—Si tuviese la fuerza suficiente me mordería la lengua o cometería seppuku—Susurré.

-Creo que es mejor que te enfoques en recuperarte y tratar comer algo. Lo más importante debes agradecer a tus superiores—Dijo esto ultimo con tono bastante serio y comenzó a guardar los utensilios.

Pilares, mi maestro me había hablado un poco de ellos, cazadores extraordinariamente poderosos y temidos. Se dice que ellos están en el escalafón siguiente del líder de la organización, al repasar todos esos datos volví a pensar en mi penosa situación.

Volví a levantarme esta vez con más cuidado.—Le agradezco mucho por cuidar de mi le dije a la chica antes que hiciese una reverencia y abandonase la habitación—Miré detenidamente mi cuerpo definitivamente me quedarían marcas, al momento en que comencé a acomodarme la ropa, la puerta se abrió de forma abrupta.

-¡AAAAAAA!- Grité-- Aunque no se si por el susto o por el hecho que estaba casi en paños menores.

-¡Me alegra mucho que hayas despertado! ¿Cómo estás? ¿Te duele mucho? ¿Ya comiste?—Dijo con una amplia sonrisa mientras casi se me abalanzaba.

No tenia idea de que responder primero, siquiera de que hacer salvo por cubrirme.- Y-yo, estoy... yo.—Estaba totalmente sonrojada y nerviosa.

Se percató de mi situación--Esto perdona soy Mitsuri Kanroji, es un placer conocerte—juntó sus manos y las puso al costado de su mejilla.

Mientras acomodaba mi uniforme noté que era una mujer bastante peculiar y linda, sus cabellos tenían un tono rosado con terminación en color verde, nunca había visto algo así.—Soy Kiseki Yukino, es un placer... --Cuando vi su Haori me arrodillé en señal de respeto.—Lamento mucho haberle causado tantos problemas Mitsuri-sama, le agradezco por haberme salvado.

-No, no, no. Déjalo, lo importante es que estás a salvo, levanta tu cabeza—Sonrió nuevamente. ¿Puedes levantarte?

-Si, aunque me siento un poco fatigada.

-Es obvio no has comido ¿Vamos por algo de comer? ¡OH cierto! Vamos con Rengoku-san, debemos informarle que despertaste. Fue todo un caballero—Dijo mientras ponía las manos en sus mejillas y soltaba un suspiro—Te cargo en sus brazos hasta que llegaron los Kakushi en tu auxilio.

Mi cara palideció—Maestro no te enojes conmigo si marcho antes de este mundo, pero en este momento deseo morir de tanta vergüenza.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

Caminamos por los largos pasillos de aquella posada en dirección al comedor, era bastante grande. Nos sentamos y rápidamente Kanroji-sama comenzó a platicar conmigo de distintas cosas, se sentía agradable, hace mucho que no hablaba así con alguien.

-Kiseki. ¿Cuánto llevas en el grupo de cazadores?—

-Llámeme Yukino—sonreí levemente--Solo llevo medio año, mi maestro Kinoburu Fubuki, me entrenó desde pequeña-- Observé mis manos un par de segundos—A diferencia de él, no desarrollé el aliento de agua. Cada uno de mis movimientos o ataques se congelaban por lo que poseo el Aliento de Hielo, por decirlo de alguna forma.

-¿Aliento de hielo? Pregunto emocionada, nunca había oído algo así antes.-- Me miró expectante como si esperase que continuara.

Gracias...--Solté una pequeña risa—A pesar de ello, él siempre estuvo orgulloso—Tomé una pausa— Lamentablemente no pude decirle que había logrado pasar la prueba, no pude llegar a tiempo. Un demonio lo asesinó antes que tuviese la oportunidad, a pesar de que le prometí buscar la nobleza de mi vida me es difícil que mis pensamientos no se nublen después de todo lo que ocurrió.—Suspiré pesadamente— Lamento si la aburrí con eso Kanroji-sama ¿Y usted? ¿Por qué se unió al grupo de cazadores?

Soltó un leve gritito después de mi pregunta escudándose con una taza de té y desvió la mirada.

-Um... lo siento pregunté algo que no debía—bajé la cabeza.

-No es eso. Lo que pasa es que me uní a los cazadores para casarme con alguien fuerte—Juntó sus dedos índice—Verás a diferencia de otras chicas nací con una musculatura diferente por lo que tengo más fuerza de lo común y con ello se acompaña un apetito feroz. ¡S-sé que suena tonto, pero!—Tomo sus trenzas y cubrió su rostro.

-Se equivoca, no creo que sea tonto, al contrario, creo que es admirable el que sea una persona tan honesta y firme en sus convicciones – contesté bastante segura—No cualquiera posee valores así, es una Pilar después de todo.—

Dicho eso se me abalanzó en un abrazo y me apretó con fuerza, cuando tronaron un par huesos de mi cuerpo me soltó.

-No vayas a dejarla nuevamente sin aliento Mitsuri –Dijo una voz ronca a mis espaldas.

-Rengoku-san, por favor acompáñanos—Dijo sonriendo.

¿Rengoku-san? ¿El mismo que me había cargado? Definitivamente desearía haber estado en cualquier lugar o algún agujero para esconderme.

-¡Mucho gusto! Soy Rengoku Kyojuro el pilar de la Flama es un placer conocerte—dijo mientras se sentaba con nosotras y nos daba una amplia sonrisa.

-Soy Kiseki Yukino—dije un poco apenada, realmente me costaba hacer contacto visual con él, poseía una mirada firme, sus ojos tenían un color dorado bastante particular, sin mencionar su cabello.

-Platicaba con Yukino-chan sobre cómo se unió al grupo de cazadores—dijo la chica pelirosado.

Sin contestar nada me miro un poco curioso sin dejar de sonreír, todo continuó de manera normal hasta que trajeron una enorme cantidad de comida, los ojos de ambos pilares se iluminaron.--¿De verdad se comerán toda esa cantidad de comida?—Pensé. Las cosas no pararon ahí Rengoku-san tenía la costumbre de gritar cada vez que daba un bocado y Mitsuri-san no se quedaba atrás. Fue una comida bastante ¿especial?

Seguía sin creer el tamaño de las pilas de platos vacíos que nos rodeaban–Vaya apetito- dije para mí.-- Cuando se dieron por satisfechos pensé que nos retiraríamos del lugar, pero me dijeron que me adelantara por lo que me dispuse en ir a mi habitación debía guardar reposo por al menos un día más, tenía ciertas lesiones de la selección final anteriores aun sanando. Me fue un poco extraña la situación, había algo que me inquietaba; cuando estaba por llegar una de las encargadas me indicó que debía abandonar la posada por orden de los pilares. Mi rostro palideció.

Cuando salí de aquel lugar reconocí que no estaba tan lejano de donde tuve mi última misión, un graznido molesto y familiar llego a mis oídos.

-¡Yukino! ¡Pilares!—dijo mi cuervo desde las alturas.

En un parpadeo ambos estaban frente a mi tenían una mirada seria en sus rostros.

-Kiseki Yukino—Dijo Rengoku-san con voz firme—En tu ultima misión atacaste a uno de tus compañeros evitando que matase aun demonio, por lo que tu acto se considera de alta traición.

-Rengoku-san. Deberíamos llevarla a la mansión de Ubuyashiki-sama junto con los otros pilares.—Contestó la Pilar del amor.—Además debe haber algún motivo ¿No?—Me dirigió la mirada.

-Puedo explicarlo... yo.—Comencé a temblar—Estaba buscando pistas de quien había sido responsable de la muerte de mi maestro.—Dije mirándolos a la cara, Kanroji se sorprendió un poco, sobre la misma saque a la luz el trozo de tela—Esto es todo lo que tengo y el bordado que tenia aquel demonio era similar por lo que acorralarlo e intentar obtener algo de información fue una pizca de esperanza para mí, no quise lastimar al otro cazador, es solo que...-- No tenía otras palabras lastimosamente era la verdad, sentí un nudo en el estómago había sido irracional y caprichosa, dejé que las emociones se apoderaran de mis acciones por completo ¿Qué podría esperar? Lo mejor era afrontar las consecuencias por lo que sin decir nada mas desenvainé mi espada, me puse de rodillas y la extendí por sobre mi cabeza con ambas manos.

-Pfff—soltó la pelirosa—Perdón, esto no vamos a lastimarte, solo queríamos asegurarnos de que en realidad lo que había dicho el cazador estaba en lo cierto, lamento que te hayamos expuesto así.

-¡Así es! Dijo que se había encontrado con una chica caprichosa que quería vencer por si sola al demonio—Se cruzó de brazos y sonrió el pilar de las llamas.

Dejé caer mi espada y mi rostro nunca había alcanzado un color carmín tan notorio como ese día, me convertí en la definición viviente de vergüenza.—Por favor entiérrenme—susurré

A pesar de ello ambos escucharon mis palabras y comenzaron a reír, Rengoku-san se acercó a mi y levantó mi espada.

-Tiene un color y una forma extraña.—dijo mientras la observaba con cuidado, mi espada a diferencia de otras tenía 3 puntas en la parte superior simulando una especie de cierra, Fubuki-san creyó que era lo más óptimo para mí.

-Yukino-chan posee Aliento de Hielo—Dijo Kanroji bastante animada

-¿Aliento de hielo? Nunca había oído algo así, debe ser otra extensión del aliento de agua ¡Debes mantener tu entusiasmo al poseer ese talento! Pero ahora lo más importante es tu comportamiento, eres indisciplinada, aun con lo que dijo el otro cazador de demonios no puedes atacar a tus compañeros por lo que entrenaras conmigo y con Kanroji como castigo—Dijo con energía y una amplia sonrisa.

Después de esas palabras sabía que vendría algo horrible, en un principio Rengoku-sama había sugerido entrenarme en su casa donde me contó que había entrenado a Kanroji-sama, pero por algún motivo cambio a último momento, así que nos asentamos en una pequeña cabaña para poder entrenar, había pertenecido a uno de los forjadores de espadas por lo que poseía múltiples ventajas.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

-Kanroji-sama ¿Cuánto tiempo debo hacer esto?—Dije ya apunto de perder el equilibrio.

-¡Vamos! ¡Se que puedes! Tan sólo son 10 minutos más—dijo poniendo sus pulgares hacia arriba.

¿Cómo es que lo hace parecer tan fácil?—Pensé. El entrenamiento con ella o uno de sus ejercicios consistía en mantener un Split, es decir, las piernas en un ángulo de 180º entre dos árboles, subir lo mas alto posible y evitar caer con el peso del cuerpo concentrando la respiración, otro, sin duda el peor para mí era cuando debía hacer volteretas hacia atrás y en lo posible bajar sin problemas, en más de una ocasión quede aturdida debido a los golpes en la cabeza; todo eso no era más que solo una pequeña pizca. Luego de tres meses entrenando con Kanroji-sama note que la fluidez de mis ataques había mejorado, me sentía mucho más flexible y ágil, no obstante regreso a su casa ya que extrañaba a su familia. Ella me indicó que tenia dos días para descansar antes que llegase Rengoku-sama, al momento de despedirse se vio un poco nerviosa.

Me quedé apreciando la luna esa noche, sentía el viento en mi rostro y observé como los rayos de luz pobremente atravesaban las copas de los árboles ¿Cuánto tiempo ha pasado? Pronto tendría 18, nunca pensé que las cosas cambiarían tanto. Volví a mi habitación y en mi mente solo estaba presente la idea de que seguiría adelante.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

Siquiera estaba por darse el alba cuando un enorme estruendo me despertó

-¡Es hora de encenderse!—Sentí un grito fuera de mi habitación, reconocí la voz inmediatamente Rengoku-sama había llegado. Me vestí tan rápido como pude y sobre la misma logré desayunar algo.

Una de las mujeres que cuidaba el lugar me dio otro uniforme, tenia un color blanco y era de una tela más ligera, la razón; ese día lo iba a necesitar.

Luego de cambiarme fui al patio principal, donde me estaba esperando el pilar de la llama, sostenía dos espadas de madera.

-¡Buenos días!—Dijo con su particular entusiasmo.

-Buenos días Rengoku-sama—Dije haciendo una leve reverencia.

-¡Hoy veremos tus habilidades de combate cuerpo a cuerpo! ¡Espero que vengas con mucha energía!— sonrió mientras me extendía una.

Era bastante pesada por lo que tuve que sostenerla con ambas manos, en ello vi como el tomo la posición de guardia.

-¡Lo ideal es que al término de tu entrenamiento logres manejarla con una mano! ¡Ahora ataca con todo lo que tengas!

Dude por un momento de como atacarlo directamente, era un pilar ¿Tendría chance siquiera? Sentí una fuerte ráfaga de viento que me tiró contra el suelo ¿En qué momento?—pestañeé confundida.

-¡Si fuese un enemigo de verdad estarías perdida!—dijo mientras tenia la espada apuntando a mi frente-- No dudes, te dije que me atacaras ¡Hazlo!— Después de ello retrocedió a la posición anterior.-- ¡Vamos!

Luego de tantas horas, días y semanas, las palmas de mis manos sangraban por lo que comenzaban a flaquear al momento de seguir empuñando la espada y mi cuerpo estaba totalmente devastado, perdí la cuenta de cuantas veces había sido derribada. No podía llevarle el ritmo, pero no me daría por vencida. Sequé mis manos en mi ropa y volví a atacar, el sudor hacia más difícil las cosas al sentir el ardor en mi piel.

-¡Eso es tener entusiasmo!—Dijo Rengoku-sama sin siquiera estar cansado aun cuando la tarde ya nos había alcanzado.

Decidí probar un movimiento diferente, era inútil usar la fuerza contra él no tan solo porque mis músculos estaban fatigados si no porque era claramente imposible, debía fluir de una manera mas ligera por lo que en ello estaba mi leve oportunidad, cuando me atacó giré por debajo de su espada quedando en lateral hacia él y encontré por un par de segundos un punto ciego, sin pensar más allá hice mi movimiento dejando mi espada a un par de centímetros de su cuello por sobre su hombro. Quedamos estáticos por un instante y me dedicó una sonrisa por lo que bajé mi espada.

-¡Bien hecho!—Dijo bastante complacido--¡Debes seguir así! Lo siguiente es tu postura—

Cuando dijo eso ultimo me dio un pequeño golpe en la espalda evidenciando mi mala posición por lo que caí de bruces contra el suelo, me giré con dificultad y vi la mano extendida de mi nuevo maestro, no se si fue por las yagas o que me apretó con mucha fuerza que no pude evitar soltar un quejido. Miró mis manos algo preocupado por lo que dijo que detendríamos el entrenamiento por hoy. Pensé que sería un tanto tosco, pero me ayudo con el vendaje de mis manos siendo bastante hábil.

-Gracias—Dije luego de examinar el resultado. Lo miré durante unos segundos mientras guardaba las cosas, por alguna razón había algo que en él que me intrigaba.

-¿Pasa algo? ¿Aun te duele?—Pregunto amablemente.

-Aaa... esto no, estoy bien.

-Es bueno escucharlo – Sonrió-- Es mejor que nos preparemos, la cena debe estar casi lista.

Cuando se dispuso a marcharse lo detuve tirando de su ropa.

-¿Um? Volteo sin dejar de sonreír.

Lo solté rápidamente un poco avergonzada--Rengoku-sama ¿Por qué decidiste entrenarme? Se que es un castigo, pero es solo que... lo siento no estoy acostumbrada a esto.--

-Es porque veo valor en ti—Dicho esto se retiró del lugar.

Al momento de cenar tenia ganas de hablar con él, pero no se dio la oportunidad, cuando me estaba por ir a mi habitación, una voz entre montañas de platos dijo mi nombre.

-¿Si Rengoku-sama?.- miré por sobre ellos.

-Mañana tendremos la segunda parte tú entrenamiento, así que espero que despiertes con más energía que la de hoy.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

-¿Juego de cintas?—Pregunté confundida. El pilar me hizo caminar hasta una montaña cercana el calor de ese día era abrazador.

-¡Si! Puse cintas de color rojo alrededor de la montaña 100 para ser exacto, debes traerlas todas antes del anochecer.

-¿Solo eso?—Tenia un mal presentimiento por lo que entre cerré mis ojos.

-¡No! Deberás usar esto—Extendió unas "Geta" cuya parte inferior tenía un color extraño.—Estas Geta tienen pólvora negra por lo que deberás moverte usando tu técnica de respiración de lo contrario saldrán chispas por cada paso en falso que des.

-¿Cómo puede mantener una sonrisa cuando dice algo como eso?—pensé mientras tomaba las sandalias.

-Casi lo olvido, ten—Me extendió una botella pequeña—Fue un regalo de mi hermano Senjuro por mi cumpleaños, tiene agua llévala en caso de emergencia. ¡Te esperaré aquí antes del anochecer! ¡Trabaja duro!

Daré lo mejor—dije seriamente y me adentré en el bosque— Mientras caminaba se me vinieron a la mente dos cosas, primero había aprendido que Rengoku-sama tiene un hermano y segundo que ese detalle de ayuda era mas una amenaza de "Vuelve con ella intacta"—Solté un suspiro de frustración, pero no me duró mucho a los pocos metros vi una de las cintas rojas, corrí hacia ella; grave error, una de mis sandalias dio un ligero estallido--¡Diablos, lo olvidé! La próxima vez tendría más cuidado, cuando tomé la cinta un sonido robó mi atención alcancé a bajar la cabeza cuando un tronco atravesó la escena. --¡AAAAAA! Grite aterrada—Me levante cuando recuperé el aliento. ¿Rengoku-sama quiere matarme?—pensé. Definitivamente todo ahí era una trampa, yo inclusive.

No sabía que me aguardaría el resto del día solo llevaba 1/100 y casi no cuento con ello. Hay momentos en el que se dice "Kami-sama, puedes llevarme contigo", sin duda este es uno de ellos.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅

Hasta aquí el capitulo de hoy. Espero que haya sido de su agrado.

Notas del autor: En lo personal disfruto mucho escribiendo esta historia, pero he dudado si realmente vale la pena seguir con ella.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top