A la altura de las circunstancias


❅❆ Este capítulo contiene escenas violentas y un poco fuertes, se recomienda discreción❆❅


Me quede inmóvil unos momentos intentando procesar lo que estaba ocurriendo. ¿Fui tan lenta? No, simplemente ingenua al pensar que podía pasar desapercibida ante un pilar. Me concentré en la textura desgastada de la madera a mis espaldas.

- Rengoku-san... ¿Qué hace aquí? - Logré pronunciar finalmente.

- Ha comenzado a llover lo mejor sería volver al pueblo, no creo que esa cabaña abandonada sea un refugio apropiado. – dijo mientras comenzó a avanzar hacia mí.

- Yo... solo quería un poco de tranquilidad- Mentí, comenzaba a inquietarme

Se quedó un par de pasos antes inmóvil. ¿Tranquilidad? —preguntó serio.

-Sí, pero tiene razón lo mejor será que regrese, aunque si está aquí quiere decir que también le fue asignada esta misión ¿No? En ese caso lo mejor será que me marche. - Antes que se acercara más comencé a caminar de regreso.

-¿De que hablas?- Su semblante seguía igual.

-Digo que si lo enviaron a usted entonces mi presencia no es necesaria, me apresuraré en mi retiro antes que la lluvia empeore.

Hice una reverencia en señal de respeto y despedida, el siquiera movió un musculo cuando pasé por su lado.

-Un cazador no huye de esa manera, apoya a sus compañeros en las misiones.

Paré en seco al escuchar esas palabras y volteé para encontrarme nuevamente con sus ojos serios. —Lamento que se interpreten mis acciones de esa manera, pero soy consciente que no seré de ayuda.

-Eso no es cierto, tus habilidades han mejorado bastante. Dime la verdad Kiseki.

Temblé al escuchar mi nombre

Dime ¿Por qué huiste de mi cuando sentiste mi presencia?

-Eso no es cierto. - Negué molesta.

- No es propio de un cazador mentir.

-¡Ya basta!- Grite- No todos somos honorables ni honestos. Solo soy el pobre resultado de mis circunstancias. Un humano errante. -Bajé la cabeza solo quería desaparecer de ahí.

-¿Mintiéndote a ti misma, a que costo?

-Yo... ya lo acepté—Cuando subí la mirada me di cuenta que estaba frente a mí, me miraba a los ojos fijamente, no pude sostener la mirada y retrocedí. —Yo ya lo acepté, acepte el precio y las consecuencias, para proteger lo que me es querido, sé muy bien que ello implica continuar sola.

-Estas siendo irracional, todos enfrentamos distintas batallas y estoy al tanto de todo lo que estás pasando. Airi-san me contó todo y aunque sentía mucha culpa porque te había hecho una promesa su preocupación fueron mayores.

-¿Q-que? ¿Kanroji-san también sabe? — Pregunté con voz temblorosa.

-No, ella me informó cuando fui a visitarte después de tu pelea en el Monte Shimo.

-No puedo creerlo, yo debo irme cuanto antes. —Intenté huir, pero él me detuvo agarrando mi mano.

-¡Es suficiente! Te fuiste sin recuperarte en totalidad y le pides un favor egoísta a alguien del escuadrón, además de lidiar con todo esto sola.

Me solté de su agarre con ira. --Yo debería decir eso ¿Por qué simplemente porque no puede dejarme atrás? Ya tomé mi decisión.

-Porque somos compañeros, nos cuidamos entre nosotros como una familia.

Mis ojos se cristalizaron. --Rengoku-san es egoísta que lo diga así. Tú, Kanroji-san, todos tienen personas que los aman, personas que ansían que crucen el umbral de la puerta, en cambio yo solo sé que ahí fuera se encuentra un demonio que no descansara hasta matarme y a quienes me rodean. ¿No lo entiende? No podría con la culpa. —Lo miré fijamente mientras las lágrimas caían por mis mejillas. - No soportaría si algo les sucediera. Es por ello que, si debo morir, lo haré, sí que por favor... déjalo así. -

Volví a bajar la cabeza cuando a los segundos sentí como poco a poco era rodeada con sus brazos. Me quedé congelada.

-¿R-Rengoku-san?—mis ojos se abrieron de golpe, mi corazón comenzó a palpitar fuertemente.

-Tienes un espíritu inquebrantable y una causa noble digna de ti, pero ello no implica que lidies con ello sola. No digas que no existen personas que no esperan por ti, porque no es cierto. Nuestro trabajo como cazadores, no solo se trata de matar demonios si no que luchar contra nuestras propias inseguridades, lograr fortalecernos día a día, guiando a quienes siguen nuestros pasos y por sobretodo aprender a confiar en nuestros compañeros. ¿Lo entiendes? —dijo soltándome lentamente.

Me quede mirándolo unos instantes sin decir ninguna palabra, podía sentir como el sonido de la lluvia parecía imperceptible, no podía comprender del todo lo que acababa de ocurrir, solo veía los ojos de Rengoku-san mirándome tranquilamente. No sé si el destino tiene caminos extraños, pero sentí calosfríos y estornudé terminando por completo la escena.

Me alejo de golpe tomándome por los hombros. —Bueno, esa es la señal que definitivamente tenemos que regresar.

Yo solo asentí apenada y sin decir nada regresamos al pueblo. Nos hospedamos en una posada sencilla, la lluvia cesó a los pocos minutos por lo que descansaríamos hasta que fuese el momento de investigar lo que ocurría en aquel lugar.

Tomé un baño caliente y pude sentir como la vitalidad volvía a mi cuerpo, pero sobre la misma todas mis fuerzas se extinguían al recordar la escena en el bosque-- ¡Maldición, concéntrate de una vez!—Golpee mis mejillas intentando recuperar la compostura, no podía evitar pensar que de seguro sabe de mis sentimientos ¡Soy una idiota! El solo, lo hace porque soy su compañera y está en su esencia el ayudar a los demás. —Volví a hundirme en la bañera sin éxito de olvidarlo, sabía que cuando estuviese frente a él debía actuar como si nada, de lo contrario entorpecería toda la misión.

❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆

Tuve la suerte que cuando ya era hora de la misión, mi ropa se había secado completamente, me sorprendí a mí misma al poder controlarme y seguir como si nada. Pudimos ver como innumerables personas se dirigían al lugar.

Un espectáculo nocturno, no parece ser un teatro. —Dijo rengoku-san mirando el panfleto.

Nunca he visto algo así, es como una tienda. — Dije entrando al lugar todo se veía muy colorido sin embargo tan solo bastó con que entráramos para notar la presencia de demonios, ambos miramos en varias direcciones, pero se nos hizo difícil. Tomamos asiento y observamos el espectáculo esperando la señal para actuar, el bullicio era bastante, por lo que quizá sería difícil que todo pase desapercibido.

Las luces poco a poco comenzaron a atenuarse cuando en el centro del lugar apareció un sujeto con ropas bastante extrañas. Su apariencia era como el lugar, bastante extravagante.

-Damas y caballeros, bienvenidos a sus sueños, al sitio de lo imposible. Soy su anfitrión Mahori Yusei un placer tenerlos en mi casa—Dijo mientras se inclinaba y se quitaba su sombrero. - ¿Creen en la magia? —Preguntó chasqueando los dedos haciendo aparecer un mesón de la nada.

La gente comenzó a aplaudir entusiasmada.

-Hoy les daremos un show inolvidable, para dar inicio les presento a mis asistentes. Las hermanas Kagami.

Aparecieron dos mujeres casi idénticas, vestidas con trajes brillantes y ceñidos, compartían los mismos colores, pero en sentido opuesto.

Todo era muy extraño y nuevo. El sujeto colorido comenzó sacando un mazo de cartas y se dirigió a una persona en el público.

-Usted mi estimado caballero, necesito de su ayuda para uno de mis trucos esta noche.

-¿Yo? No sé nada de trucos o algo—Contesto apenado.

-No hace falta, es sencillo, debe elegir una carta y yo adivinare cual fue.

-Suena bastante interesante ¿Puede ser cualquiera?

-Así es, adelante.

El sujeto eligió una carta y la posiciono nuevamente dentro del mazo.

-Vaya, sí que se esforzó en que fuese un desafío. Tristemente no sé cuál es su carta porque ya no se encuentra en el mazo, porque alguien más me la ha quitado.

Hubo un sonido de impresión en el público.

-Y es porque la tiene aquel niño en su bolsillo- Dijo mientras apuntaba a un pequeño y se comenzaba a acercar hacia él.

El pequeño se ocultó tras su madre tímido ante las circunstancias.

-No temas ¿Cuál es tu nombre, pequeño mago?

-Su nombre es Sosuke-Contestó su mamá por él.

-¡Vaya! Valiente, le queda a la perfección. Pequeño valiente ¿Puedes por favor revisar tu bolsillo?

El niño animado, reviso y efectivamente la carta estaba ahí. ¿Es esta su carta verdad? —Dijo volteándose al señor de unos momentos antes.

-¡Si, es esa!-Dijo emocionado aludiendo aún más los aplausos.

-¡Gracias a todos! Me alegro que les haya gustado. Dime pequeño—Hablo dirigiéndose nuevamente al niño de la carta ¿Te gustan las marionetas?

El niño asintió- ¡Perfecto! Porque hoy no solo se deslumbrarán con trucos de cartas, denle la bienvenida al titiritero.

Apareció de un rincón un sujeto sombrío, llevaba una túnica negra que le cubría todo su cuerpo incluido su rostro con un maletín bastante grande. Su apariencia me incomodó, lo noté de inmediato, era un demonio.

El hombre sin emitir ninguna palabra abrió el maletín sacando muñecos de trapo en forma de animales. Una vez vaciado se sentó en una silla y comenzó a sonar una melodía bastante infantil, de pronto todos los muñecos se pusieron de pie como si estuviesen vivos, la gente estaba encantada y reía por la rutina humorística de los personajes, entre ellos un conejito se acercó al niño extendiendo su brazo como si quisiese darle la mano, cosa que el menor correspondió felizmente.

-Mamá, el señor conejo me dio la mano ¿Lo viste? -Ambos sonrieron.

El espectáculo no se extendió más allá con otras pequeñas actuaciones del titiritero. Cuando el anfitrión estaba por anunciar el siguiente decidimos movernos del lugar.

-Rengoku-san ¿No sería mejor retirarnos una vez que finalice todo? —Pregunte un poco dudosa.

-Debemos separarnos, no solo hay un demonio en este lugar. --Dijo seriamente. —Yo volveré a ingresar.

-Entendido. —Me quedé un poco pensativa ya que yo solo pude percibir a uno. Comencé a merodear y me percaté que existía otra tienda más pequeña al costado. Tenía una inscripción: "Laberinto de los Espejos". Cuando estuve tan solo a unos centímetros de la entrada, sentí un calosfrío, el otro demonio del que hablaba Rengoku-san estaba ahí adentro. Voltee al sentir personas cerca.

-No te acobardes ahora, no creo que sea un laberinto imposible de salir solo lo dijo para asustar a los niños. —Comentó un muchacho que venía con otros dos amigos.

-¡Diablos! ¿Qué hago? -Pensé nerviosa, necesitaba despistarlos.

-Anda ¿ves? De seguro ella ya entro y no era difícil. —Dijo el mismo de hace unos momentos.

-¿De verdad está lleno de espejos que imposible encontrar la salida?—Preguntó temeroso.

-¿Qué? Em, no, es decir, no lo sé, no me dejaron entrar dijeron que estaba en reparaciones. —Mentí.

-¿Queeee? Pero si el anfitrión dijo que debíamos venir. —Dijo molesto el más entusiasmado.

-Si, es que al parecer entro alguien y quebró varios de los espejos al no poder salir, es una pena, era mi turno después de todo. —intente sonar convincente.

-Que miedo. —

-Bah, que fastidio, ese idiota nos arruino todo. —Vámonos.

Sentí un alivio cuando se marcharon, pero sabía que tarde o temprano llegarían más y más personas con la misma intención, así que rápidamente me deshice del cartel y lo oculté en unos arbustos. Pude notar como otras personas intentaron dar con el lugar, pero al no ver la señalética desistieron.

Era mi oportunidad, miré por un par de segundos y cuando no vi a nadie cerca entré. Inmediatamente al cruzar el umbral note que la entrada desapareció. Estaba rodeada por mi propia imagen para donde sea que voltease.

-¡Que sorpresa!—Hizo eco una voz—Nunca pensé que un cazador entrara en mis dominios.

Saqué mi espada rápidamente mirando a mi alrededor.

-¡JA! Eso no sirve aquí, ni creas que podrás cortar mi cuello.

Su presencia se sentía lejana, por lo que empecé a caminar.

-Vaya, que atrevida entrando así sin más—Dijo apareciendo tras de mí.

Me voltee rápidamente, era un demonio bastante alto tenía una apariencia un tanto extravagante, cabello rojizo con marcas de naipe en su rostro, su mirada era burlona.

-Vaya apariencia que tienes niñata, tan descuidada ¿Te has observado en un espejo antes?

-No es de tu incumbencia.

Puso una cara de desagrado—Todo lo horrible debe desaparecer de este mundo, eso te incluye a ti cazadora. —Dijo desapareciendo repentinamente.

De repente miles de brazos aparecieron entre las paredes rodeando mi cuerpo y mi cuello, los corté con un poco de dificultad y comencé a correr por los pasillos buscando al sujeto. Mientras recorría el laberinto no dejaban de aparecer, por lo que se me enlentecía mi camino, pocos metros adelante pude ver a alguien.

Lo encontré. —Pensé. —Pero, era una niña pidiendo ayuda, se acercó a mi rápidamente.

-Por favor, ayúdame a salir he estado aquí por horas, no encuentro a mi mamá.

-Tranquila. —Puse una mano en su hombro. —Yo. --Sentí una punzada en el brazo, me había hecho un corte bastante profundo, haciéndome retroceder.

La niña comenzó a distorsionarse y se difuminó. —¡Maldición!

Sentí una risa al fondo del laberinto, antes de que pudiese notarlo varias copias de la niña se acercaban gritando ayuda con navajas en sus manos, aunque fuesen reflejos podían hacerme daño.

Las esquivé como pude, pese a ser una ilusión mi ética me hace imposible matar a un ser humano, por lo que apresuré mis pasos hasta que llegué a una habitación redonda rodeada de espejos.

-Eso fue hilarante, ella grito ¡ayuda, ayuda! Y tú, bajaste la guardia. —Dijo mientras aparecía en cada reflejo. --Los espejos, son un invento maravilloso, gracias a ellos podemos ver cuán bellos somos, pero no lo es todo, también pueden reflejar nuestros temores o nuestros deseos más profundos. ¿No crees?

Mientras hablaba, intentaba mantener la calma, haciendo presión sobre mi herida. Debía buscar una estrategia para enfrentar esta situación. Sus palabras resonaban en la habitación, y cada reflejo se movía de forma independiente. Sabía que era una distracción, ya que su presencia seguía siendo leve.

—Los espejos son portales a lo desconocido —Volvió a hablar. -- Muestran la realidad y la verdad detrás de las ilusiones, pero dudo que sepas una palabra de lo que te hablo, en fin. Terminemos con esto. —Chasqueo los dedos y aparecieron diferentes personas desesperadas que se acercaron a atacarme.

Opte por esquivar, pero más de alguno logro hacerme daño, entre ello empuje a uno con fuerza por reflejo y al momento en que cayo desapareció.

Mi oportunidad, guardé mi espada y comencé a empujarlos con la funda. Miré a mi alrededor y la esencia del demonio se hacía cada vez menos notoria, ahí lo comprendí su cuerpo físico estaba tras uno de los espejos, a menos que encontrase el correcto no podría hallarlo.

-Debo destruir los espejos, de ese modo lo haré salir de alguna manera. —Cuando logré deshacerme de las ilusiones comencé y funcionó.

-¿Qué haces? ¿Quién te crees fea?.—Dijo apareciendo repentinamente

-Nadie en particular, solo soy quien cortará tu cabeza. —Dije burlonamente, mientras volvía a sacar mi espada.

-Eres una molestia. —Dijo saliendo finalmente de su escondite o eso creí. --¿Crees que ya me derrotaste? —Comenzaron a salir duplicas de el de los espejos.

Mientras me rodeaban, vi que uno de los espejos tenía un reflejo diferente, era ahí donde se escondía. Una de las copias me ataco directamente golpeándome en el abdomen, caí sobre uno de los espejos quebrándolo por el golpe, me quité rápidamente al ver cómo era atacada por los fragmentos de los que rompí minutos atrás.

-Primera postura. —Hielo cortante.

Logré deshacerme de dos, pero no podía seguir perdiendo el tiempo, ya estaba mal herida por lo que sostener la espada me era una dificultad.

Antes que pudiese avanzar otra copia me tomo por el Haori haciéndome caer de espaldas, logré levantarme pateándole el mentón, sin perder más tiempo atravesé el espejo.

Llegue a una habitación oscura, en donde estaba Rengoku-san ¿Espera?... Rengoku-san ¿Qué haces aquí? Sentí un golpe en la espalda.

-Vaya que ternura ¿No es romántico? Yo te lo dije, los espejos no solo reflejan nuestra imagen externa. ¿No crees que aspiras demasiado? Deberías ser más consiente de ti misma.

La imagen de Rengoku-san se comenzó a distorsionar y avanzo hacia mi atacándome, era como si realmente fuese él.

-¿Qué haces? Yo soy yo Kiseki. —Me puse en guardia y comencé a esquivar sus ataques sobre la misma el demonio me atacó.

-No conozco a nadie con ese nombre, deberías desaparecer odio la gente como tú —Al escuchar esas palabras recordé lo ocurrido en el Monte Shimo. —Bajé la guardia y logro hacerme un corte desde mi hombro hasta la mitad de mi abdomen intenté incorporarme, pero el demonio logro alcanzarme con un golpe lanzándome lejos.

Intenté levantarme, pero fui alcanzada por el demonio quien me tomo del cuello y comenzó a asfixiarme intenté soltarme de su agarre, pero fui detenida por Rengoku-san.

-Vaya romance el tuyo niñata, la persona que te acelera el corazón es quien facilita tu muerte.

Sentía como el aire se iba de mi cuerpo y como la sangre se a galopaba en mi cabeza, he estado cerca de la muerte muchas veces a mi corta edad, pero ya no más. Usé toda mi fuerza forzando mi cabeza hacia atrás liberándome de Rengoku-san y golpeado con mi pierna el estómago del demonio.

Vi como el pilar se me acercaba nuevamente. —Lo siento. —Dije mientras lo golpeaba fuertemente derribándolo. Tomé mi espada y me acaricié el cuello recuperando el aliento. —No permitiré que vuelvas a jugar con su imagen. —Lo apunté con mi espada.

-Eso me dolió maldita. —Se levantó rápidamente.

Vi cómo se acercó para volver atacar. Esta vez fui más firme, contra ataque con todas mis fuerzas logrando alcanzarlo finalmente, sabía que pelear contra el espejismo solo me haría desperdiciar fuerza y ya había perdido mucha sangre.

-Primera postura. —Hielo ascendiente.

Corté su pierna y me miró con desprecio mientras esta se regeneraba--No te das por vencida, eres fea y poco consiente de tus circunstancias, siquiera alguien como tu debería enamorarse.

-Yo soy quien decidirá por ello, solo yo se las alturas de mis circunstancias, tu ni nadie me detendrá. —Dije con frialdad y finalmente corté su cabeza.

Vi como un destello comenzó a aparecer, era la salida. Al traspasarlo volví al laberinto, pero ya era diferente se había convertido en una tienda con espejos desgastados y quebrados, me puse feliz al encontrar mi haori en el piso, por suerte no lo había perdido, aunque se veía maltratado. Al salir de ahí me cuenta que estaba comenzando a amanecer, no medí el transcurso del tiempo. No logre divisar mucho cuando me percaté de Rengoku-san me estaba buscando.

-Kiseki, ahí estas. Buen Trabajo-. Dijo sonriente.

-Si gracias, para usted también. —Contesté un poco débil

Empalideció al verme--¡Estás herida! Debemos llevar a te vean pronto, pero esta vez por favor espera hasta sanarte por completo.

Lo observe durante unos instantes, el a diferencia de mí, tenía tan solo unos rasguños. A las pocas horas que había amanecido llegaron los Kakushi a brindarnos primeros auxilios.

-¿Qué sucedió ahí, que terminaste tan mal herida?.—Preguntó el pilar luego de que trataran mis heridas.

-El demonio uso una ilusión para atacarme. —Dije un poco apenada.

-Ya veo, debió ser difícil, pero cada vez te haces más fuerte. --

Solté un suspiro pesado.

¿Te duele mucho? —Preguntó preocupado.

No es eso, es tan solo que pareciera que cada vez soy más consiente de todo, nada más. —Sonreí por lo bajo.

- ¿Qué quieres decir?

-Te amo Rengoku-san—Dije sin miedo. —Si muero algún día mi alma no descansaría si no hubiese tomado el valor para decírselo. Solo quería que lo supiera. —Le dedique una mirada un poco triste. —Sé muy bien cuál es su respuesta frente a ello, pero me conformo con haberlo dicho.

Él se quedó sorprendido mirándome en silencio y antes de poder decirme algo apareció unos de los kakushis tras de nosotros.

-Señorita Yukino, quisiera que nos acompañe a una instalación para poder ver mejor sus heridas y así no tenga ninguna dificultad en su próxima misión.

-Entiendo. —Miré a mi superior unos instantes y sonreí—Hasta pronto Rengoku-san, le agradezco por todo—Hice una reverencia y seguí al chico quien también hizo una reverencia para despedirse.




❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅❆❅

¡Hola Hola!

Después de tanto tiempo al fin pude actualizar y traerles el penúltimo capitulo, siendo 1ro de 2024, jajajaja

Una disculpa y también un agradecimiento a quienes han leído esta historia pese a todo y que pues el bum de Rengoku esta un poco ya pasado. En fin.

Como siempre decir que el objetivo es entretener y el universo de esta historia está basada en la obra de Koyoharu Gotōge Kimetsu no Yaiba

Gracias por leer, agradecería mucho si dejas un comentario si es que te gusta y si la recomendarías a alguien más <3

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top