Extra 4
–KAIRA–
Comencé a guardar la ropa que no habíamos usado durante nuestro viaje a la capital mientras Elnora se encargaba de poner la lavadora con la ropa que habíamos usado. La semana había pasado más rápido de lo que me hubiera gustado y me gustaría haberme quedado más tiempo, una lástima que no pudiera ser así. De la maleta saqué una foto que ambas nos tomamos allí, en la imagen podía ver a Elnora cargarme en sus brazos mientras nos sonreíamos. Esa foto nos la tomó el guardia de seguridad del teatro cuando fuimos a ver la obra, nos gustó tanto que decidimos imprimirla y enmarcarla para tenerla en nuestra habitación.
La dejé junto con las otras fotos que tenía en la cómoda, sonreí y guardé la maleta en la parte de arriba del armario, a la espera de otro increíble viaje. Iba a mandarle un mensaje a Hope para quedar con ella y tomar algo, justo cuando escuché un grito de Elnora. En cuestión de segundos me encontré junto a ella en la pequeña galería donde teníamos la lavadora, Elnora se encontraba flotando contra el techo mientras miraba con miedo un punto en específico de la habitación.
–¿Qué ocurre? –le pregunté acercándome a ella. Elnora al verme voló detrás mío mientras me abrazaba contra ella. Tenía que ser algo muy importante para verla tan asustada.
–Hay...hay... –balbuceaba al mismo tiempo que señalaba una esquina de la habitación, en la que se encontraba la cesta de la ropa.
–¿Qué hay? –comencé a acercarme con Elnora flotando detrás mío y sin dejar de abrazarme, por un momento pensé que llevaba un globo conmigo, pero no, era mi esposa.
–Una cucaracha. –susurró con miedo.
–¿En serio Elnora? Has recorrido medio país para buscar la cura, te has enfrentado a Troy, has conseguido vencer la prueba que Salem te impuso y venciste a Baldir. ¿Y te da miedo una cucaracha? –le pregunté con una sonrisa y vi como Elnora hizo una mueca de disgusto.
–Si lo dices así suena mal. Pero es de las que vuelan, esas cosas son el diablo. Además, ¡Tú tienes miedo a las alturas!
–Ese es un miedo muy normal.
–El mío también. ¡Mátala! Haz lo que quieras pero no dejes que esté en casa, Kaira.
–Bien. –dije resignada al escuchar las súplicas de mi esposa.
Aparté la cesta de la ropa e inmediatamente la cucaracha comenzó a subir por la pared, Elnora me abrazó más fuerza al mismo tiempo que daba un leve chillido, algo que me causó mucha ternura. Pero debía concentrarme en acabar con aquel insecto. Cuando se detuvo en una esquina, en un rápido movimiento conseguí atraparla en mi mano y sentí como Elnora se relajó. Ambas salimos al jardín por la puerta trasera que conectaba la cocina con el jardín, y una vez nos alejamos de la puerta decidí soltar la cucaracha junto a unos arbustos.
Pero al parecer el insecto tenía otros planes y voló hacia la cara de Elnora, vi como la expresión de mi esposa comenzaba a mostrar miedo y aún más cuando se posó en su mejilla. Elnora comenzó a chillar e incluso voló en círculos hasta que observé como la cucaracha se marchó volando. Mi esposa parecía tener otros planes y comenzó a formar unas esferas de fuego con la intención de acabar con el insecto, por suerte conseguí frenarla antes de que acabara incendiando todo el bosque.
–Elnora no. Ya se ha marchado. –le dije con una sonrisa mientras veía como descendía hasta el suelo y parecía calmarse. –No sabía que tenías miedo a las cucarachas.
–Les tengo pánico. No las soporto, sobre todo esas patitas que...¡Ugg! Mejor no hablo de eso.
–Adorable.
Elnora me abrazó como un koala mientras pasaba mis brazos cruzándolos debajo de sus piernas para sujetarla. Sonreí mientras le daba un beso en el hombros y decidí entrar en casa de nuevo para seguir haciendo lo que tenia pensado hacer antes del incidente con la cucaracha, conforme íbamos entrando al interior escuché como Elnora murmuraba lo mal que lo había pasado y no pude evitar abrazarla como podía, me resultaba demasiado adorable en este momento.
Una vez que entré a nuestra habitación quise dejarla en la cama para poder cambiarnos de ropa e ir a descansar, pero por lo visto Elnora tenía otros planes. Se negaba a soltarme por mucho que la quería alejar. Decidí esperar e iba a reprocharle justo cuando comencé a notar que me estaba alejando del suelo, y todo por culpa de Elnora. Ella estaba levitando sobre nuestra cama, y ahora fue cuando nuestros roles se invirtieron y era yo quién estaba agarrándome a su cuerpo para no caer.
–Elnora, como me dejes caer, te juro que...
No tuve tiempo a terminar la frase cuando Elnora dejó que cayéramos en la cama revotando y quedando ella encima de mí. Escuché como comenzó a reírse y se dejaba caer a un lado de la cama separándose de mí al fin, la miré seria intentando reprimir mi sonrisa pero no pude evitar reírme también. Ambas nos cambiamos de ropa y entramos en la cama para descansar. Miré como Elnora parecía estar cómoda y sonreí, me acerqué a ella para abrazarla y enseguida sentí como se movió incómoda.
–Kaira, te he dicho que no me abraces.
–No puedo evitarlo, estás fría y me gusta el frío. –le dije notando como se relajaba de nuevo.
–Bien, sólo no me asfixies durante la noche. –se burló y sonreí apoyando mi cara en su espalda.
–No puedo prometer nada.
Como era lo normal cuando nos despertábamos, me encontraba encima de Elnora y no pude evitar sonreír al ver su expresión molesta pero al mismo tiempo sonreía levemente. Ambas nos preparamos para el día, Elnora se despidió de mi para ir al hotel, al parecer tenía que firmar unos documentos que Alicia tenía y eran importantes.
Aún tenía una semana de vacaciones que me pedí en la empresa, por lo que llamé a Hope para pasar la mañana. Ambas quedamos en la cafetería Nuts, un lugar al que no solíamos ir y ahora era nuestro punto de encuentro. Pedimos un café junto a un muffin, sólo esperamos unos minutos hasta que trajeron nuestro pedido.
–Tengo algo que contarte. –dijo Hope emocionada. La miré con atención y vi como su sonrisa creció. –Ross y yo hemos pensado en construir un colegio.
–¿Un colegio? –pregunté confundida mientras bebía mi café.
–Pero no una escuela normal, una donde vampiros y licántropos puedan aprender cosas de ambas especies. –explicó con una sonrisa. –El otro día me di cuenta al ver a dos niños jugar. Ninguno de los dos sabía relacionarse bien con el otro y no sabía qué podía hacer y qué no. Entonces Ross me dio la idea de hacer un colegio donde ambos puedan aprender.
–Es una buena idea. ¿Dónde lo harías?
–Sería en lo profundo del bosque que hay una gran explanada junto a un río. Tengo la aprobación de tu padre para construir ahí, ahora me falta la aprobación de Elnora. –me explicó, terminándose el muffin de arándanos.
–Podemos ir al hotel. Creo que es su hora de almorzar. –dije viendo la hora en mi móvil. No sabía que el tiempo había pasado tan rápido hasta que vi la hora.
–Vamos con tu amor.
Hope decidió invitarme a este almuerzo y ambas caminamos hacia el hotel. Al entrar vimos a personas que andaban de un lado a otro, gente que se marchaba con sus maletas y otras que ingresaban nuevas. Me sorprendí al ver lo solicitado que estaba el hotel, una señal de que Alicia y Elnora hacían bien su trabajo. Hope se acercó a la chica que estaba en la secretaría para preguntar por nuestras amigas.
–Ahora mismo se encuentran en una reunión.
–Pero es la hora del almuerzo. –dijo Hope frunciendo el ceño y echándome una mirada rápida.
–Lo siento. Pero si tienen una cita con ellas deberán esperar. –contestó la chica, parecía algo molesta ante la insistencia de mi amiga y quise intervenir.
–Verá, soy la esposa de Elnora y quería verla. ¿Le puede avisar?
Vi como la chica se sorprendió ante eso y algo dubitativa marcó un número en el teléfono y esperó respuesta. La conversación comenzó con una disculpa de ella por interrumpir la reunión y comentó que ambas estábamos esperando verlas, la chica agradeció y luego nos miró con una sonrisa nerviosa.
–Pueden pasar. En el ascensor marcáis el último piso, allí estarán la señorita Stone y la señorita Vatore.
–Gracias. –le agradecí con una sonrisa antes de caminar hacia el ascensor.
–Te lo dije. –escuché decir a Hope y no pude evitar reír.
–¿Eso era necesario? –le pregunté una vez entramos en el ascensor. Hope me miró con diversión antes de responder.
–Era para que tuviera cuidado a la hora de elegir sus palabras la próxima vez. Además, ella se le insinuó a Elnora hace tiempo.
–¿Cómo dices? –le pregunté comenzando a molestarme. No porque Elnora me lo ocultara, sino por la chica que se le insinuó a mi esposa.
–Tranquila. La mandé a su lugar.
Tras unos minutos llegamos al piso, era una habitación amplia donde había un pequeño sofá para dos personas, enfrente había una pequeña mesa y justo al lado de la puerta había un escritorio. También tenía un gran ventanal con unas vistas increíbles, estuvimos admirando las vistas hasta que la puerta del despacho se abrió revelando a dos hombres trajeados salir junto a Alicia y Elnora, ambas vestidas con unos vestidos elegantes.
–Muy bien. Estaremos en contacto, señoritas. –dijo uno de los hombres, estrechando la mano de ambas con una sonrisa.
–Esperaremos su llamada, señor Hoffs.
Aquellos hombres nos saludaron antes de marcharse en el ascensor, y una vez lo hicieron, Alicia se sentó en el sofá y suspiró agotada. Elnora la miró con una sonrisa antes de acercarse a nosotras y saludarnos con un abrazo a cada una. Alicia en cambio alzó una mano a modo de saludo y Hope no dudó en reírse de ella.
–Parece que habéis luchado contra un vampiro invencible.
–Casi. –murmuró Alicia levantándose del sofá y acercándose. –El señor Hoffs está a la altura, nos lo ha puesto difícil.
–¿Qué quería? –pregunté con curiosidad.
–En principio sólo era firmar unos documentos, luego Lisa me avisó de que él estaba aquí para hablar con nosotras y hemos estado en reunión unas tres horas, ha sido agotador. Al parecer quiere que firmemos un contrato con él para que si alguna vez algún famoso se hospeda en el hotel, su empresa de periódico pueda venir y hacer fotos a los famosos. –explicó Elnora con cansancio. Verla en aquel vestido se me hizo bastante atractivo y no pude evitar sonrojarme, algo que no pasó desapercibido por Hope y se rio con diversión. –¿Ocurre algo?
–Nada. He recordado algo divertido. –dijo mi amiga, y luego sonrió con emoción. –Elnora, tengo que hablar de negocios contigo.
–¿Tú también? –bufó cansada e hizo una mueca cuando Hope la abrazó atrayéndola hacia ella.
–Pero quiero hablarlo en tu despacho, así fingimos que es un tema importante. –Elnora sonrió divertida y Alicia las miró con curiosidad. –Además, me hace ilusión.
Entramos en el despacho para que Hope contara lo que me había contado en la cafetería. Mientras ellas hablaban, estuve observando detenidamente el despacho de Elnora, y no pude evitar sonreír al ver que en su escritorio tenía fotos de nosotras o con nuestros amigos. Alicia recogió algunos documentos que habían dejado esparcidos por encima de la mesa y se marchó para archivarlos. Estuve observando las vistas que habían desde la ventana, cuando escuché a Hope chillar de emoción, una señal que me indicó que Elnora había aceptado su idea.
–No es una mala propuesta. Estoy segura de que a muchos niños les serviría y así conocerse más. ¿Ya tienes todo para comenzar a construirla?
–Bueno, esperaba que Kaira me ayudara en eso. Seguro que su empresa la podría diseñar, y alguna otra empresa de construcción la podría construir.
–No tengo problema en diseñar la escuela. Pero el tema de construir tendría que buscar a alguien que sepa de lo nuestro, no queremos que entren humanos ajenos y nos descubran. –comenté sentándome junto a Elnora.
–Bueno, poco a poco. Primero el diseño, con la construcción ya me encargo yo, no te preocupes. –Hope sonrió emocionada al ver que su idea podría hacerse realidad.
–Imagino que deberéis necesitar personal una vez esté habilitada la escuela. –dijo Elnora viendo a Hope detenidamente.
–Así es. Pero ya tengo algunos candidatos en mente, se lo preguntaré una vez el colegio esté construido, no quiero apresurarme.
Hope y Elnora estuvieron hablando durante un tiempo sobre cómo podrían hacer que el colegio funcionase. Me apoyé contra la espalda de mi esposa mientras miraba el móvil hasta que poco a poco mis ojos se fueron cerrando, quedándome dormida. Estaba en un sueño bastante interesante cuando comencé a despertar, lo primero que vi fue a Elnora sonriéndome y ahí me di cuenta de que me estaba cargando en sus brazos al estilo nupcial mientras apoyaba mi cara contra su pecho. A nuestro lado, Hope nos veía con diversión mientras se comía un gofre.
–¿Cuánto tiempo estuve dormida? –pregunté mientras veía que andábamos por la calle en dirección a nuestra casa.
–Una hora creo. Por lo que vimos estabas muy cómoda apoyada contra Elnora. –dijo Hope con una sonrisa, y mordió su gofre.
–Ya puedes bajarme. –le dije a Elnora pero ella negó con una sonrisa.
–Ahora te llevaré así hasta casa.
No pude evitar sonrojarme al mismo tiempo que veía las miradas de las personas en mí, sentí mi rostro arder y lo escondí en el cuello de Elnora. Escuché como Hope se reía de mi reacción mientras Elnora simplemente sonreía con orgullo. Les pregunté por Alicia y Elnora me comentó que había quedado con Troy para una cita, sonreí al ver que él estaba cumpliendo su promesa sobre cuidar a Alicia. Y verlos juntos me alegraba mucho.
Cuando llegamos a nuestra casa escuchamos un ruido que provenía del jardín trasero, insistí en bajarme de los brazos de Elnora pero ella se negó e ignorándome fuimos hasta la parte de atrás. Hope estaba dispuesta a pelear pero vimos que era Ross levantando una silla que se había caído, él al vernos sonrió con inocencia.
–¿Qué haces aquí? –pregunté mientras intentaba bajarme pero Elnora me apretó más hacia ella y desistí.
–Quería invitar a Elnora a una salida que van a hacer Pablo y Paul junto a otros vampiros, pero al ver que no estabais me iba a ir y se me enganchó el pantalón en la silla. –explicó con una sonrisa.
Me di cuenta de que Ross estaba cerca de la piscina y Hope parecía embobada mirándole, al principio pensé que se trataba de que lo encontraba adorable, pero nada más lejos de la realidad, ella con gran rapidez empujó a Ross y él cayó a la piscina mientras Hope se reía con diversión. Ross al salir a la superficie la miró molesto pero aún así sonreía. Elnora se acercó al borde y me miró con una sonrisa, entendí su idea y me agarré fuerte a ella intentando evitarlo.
–No serías capaz.
–La verdad que no. No me gustaría que te mojaras la ropa que llevas, cuando te queda tan bien. –dijo Elnora con una sonrisa. La miré con cariño pero Hope interrumpió nuestro momento.
–Ella no sería capaz pero yo sí.
Hope empujó a Elnora provocando que ambas cayéramos a la piscina. Al salir miré molesta a Hope, ella simplemente se reía por la broma y quise reclamarle, pero me quedé callada al ver que Elnora había creado con sus poderes una gárgola. Esta agarró a Hope y la elevó en el aire varios metros hasta que la soltó, los gritos de nuestra amiga seguro que se podían escuchar desde muy lejos y sólo se quedó callada cuando cayó al agua con nosotros. Elnora hizo desaparecer la gárgola mientras Ross salpicaba a Hope, quién tenía una expresión ilegible en su rostro, no sabría decir si estaba asustada o en shock.
–¿Te encuentras bien? –le pregunté preocupada de que algo le hubiera pasado.
–¡Eso ha sido genial! ¡Otra vez Elnora! –pidió mientras nadaba hacia ella.
–En otra ocasión tal vez. Ahora debo irme con Ross.
Elnora fue la primera en salir de la piscina, al ver su traje empapado no pudo murmurar palabras mientras intentaba secarse. Iba a salir de la piscina cuando vi que ella me extendía una mano para ayudarme, la acepté y ella volví a cargarme en sus brazos, esta vez no dije nada mientras íbamos a nuestra habitación para cambiarnos de ropa.
–Dado que Elnora se va con Ross a hacer cosas vampíricas. ¿Qué te parece si hacemos una fiesta de pijamas? Como las que hacíamos de niñas. –propuso Hope con emoción y me miró suplicante para que aceptara.
–Me parece bien. Podemos invitar a Jade y Alicia. –sugerí y mi amiga asintió complaciente.
Al cabo de un rato, Elnora bajó vestida con unos pantalones, chaqueta y botas de cuero, su pelo estaba suelto y no pude evitar quedarme embobada mirándola mientras se acercaba a mí. Ella sonrió orgullosa y me dio un beso en la mejilla antes de despedirse de nosotras, y marcharse con Ross. Hope llamó a Jade para invitarla a pasar la noche, e iba a hacer lo mismo con Alicia cuando Elnora me mandó un mensaje.
Mi Peluchita
Ya te echo de menos. <3
Kaira
Diviértete, cariño.
Luego nos vemos. Van a venir Jade y Alicia seguramente.
Mi Peluchita
¡Genial!
Pasarlo bien. No volveremos muy tarde, a lo mejor nos podremos unir a vosotros.
Te amo.
Sonreí al leer el último mensaje de Elnora, le envié un emoji de un corazón antes de mandarle un mensaje a Alicia. Al final acordamos que Hope fuera a por Alicia, así no tendría que venir al caer la noche hasta donde nos encontrábamos. Jade llegó a través de la runa que creó en nuestra casa para venir cuando quisiera, aunque me sorprendí al ver que no venía sola, Roxlin estaba con ella.
–¿Qué haces aquí? Es noche de chicas. –dijo Hope al ver a Roxlin allí.
–Siempre quise estar en una fiesta de chicas. –le respondió Roxlin a nuestra amiga con una sonrisa e imitó la posición de ella. Su mano izquierda apoyada en su cintura, ante eso Hope no pudo evitar reírse y pedirle que le ayudara con la cena.
–¿Qué película os apetece ver? –preguntó Alicia sacando un pendrive de su bolso. –Porque he traído varias.
–¿Terror? –propuso Jade.
–No tengo ganas de pasar miedo. ¿Romántica?
–Vosotros tres ya tenéis a alguien a quién darle amor, no creo que sea necesario ver más amor. –dijo Roxlin asomándose por la puerta.
–¿Comedia? –propuso Hope con una sonrisa y a todos nos gustó la idea. –Soy la mejor.
–Menudo ego que tienes.
Roxlin nos preparó unos platos típicos de su país natal, le pedí la receta y él accedió a dármela. Al acabar de cenar, Alicia preparó palomitas que trajo en su bolso y una vez tuvimos todo preparado nos acomodamos en el sofá para ver la película de comedia que elegimos entre todos. La película trataba de dos familias que viajaban a otro país al ganar un viaje en un sorteo, y después de varios accidentes, el padre y la madre de cada uno de los hijos se enamoraron y al final se casaron. Miré la hora en mi móvil viendo que era la una de la madrugada, y no tenía señales de Elnora, algo que me preocupó. Le mandé un mensaje con la esperanza de que me respondiera pero no lo hizo, algo que sólo causó que mi preocupación aumentara.
Los únicos que estábamos despiertos éramos Roxlin y yo, ambos acomodamos a Jade, Alicia y Hope en los sofás y las tapamos con unas mantas que había bajado por si Jade, Alicia o Roxlin tenían frío. Mientras Roxlin preparaba su colchón hinchable volví a mirar mi móvil esperando alguna contestación de Elnora.
–¿Ocurre algo? –me susurró Roxlin acercándose a mí. Miró mi móvil y luego a mí.
–Elnora no me contesta, y es raro, ella suele responderme rápido. –le dije bloqueando mi móvil y apretándolo suavemente. –Me preocupa que le haya ocurrido algo.
–Seguro que ella estará bien. Ha pasado por cosas peores, seguro que estará distraída y en un rato te dirá algo.
–Eso espero.
Me despedí de Roxlin y subí a nuestra habitación para dormir, le escribí un último mensaje a Elnora con la esperanza de que me respondiera, pero al no ser así decidí silenciar el móvil y dejarlo junto a mi mesita de noche. Por mucho que lo intenté no pude conciliar el sueño fácilmente, extrañaba abrazar a Elnora, abrazarla me hacía sentir cómoda y segura. Al final opté por abrazar su almohada, el oler su aroma hizo que mi cuerpo comenzara a relajarse y el sueño poco a poco fue ganando.
A la mañana siguiente fue despertada gracias a que Alicia y Hope se lanzaron contra la cama, provocando que gritara y cayera de la cama mientras escuchaba sus risas. Me levanté con una sonrisa maliciosa mientras cogía una almohada, Alicia golpeó suavemente el hombro de Hope para que dejara de reírse.
–¿Hope? –susurró Alicia sin dejar de mirarme.
–¿Qué? –Hope dejó de reírse y me miró borrando la sonrisa. –Mierda. ¡Corre Alicia!
–¡No me dejes sola, idiota!
Hope había salido corriendo dejando a Alicia a su suerte, dejé que huyeran y sonreí cuando comencé a perseguirlas por la casa. La primera a la que encontré fue a Alicia, ella comenzó a pedir perdón pero eso no evitó que le diera con la almohada en su cara y que cayera de espaldas al suelo. Le ayudé a levantarse mientras sonreía divertida y ambas fuimos a por Hope, ella se encontraba en la cocina y al vernos escapó al jardín, específicamente al lado de la piscina. Ella intercaló miradas entre la piscina y nosotras, le entregué a Alicia un cojín que había cogido del salón y ella sonrió con diversión.
–Eres una traicionera, Alicia. Eso no se hace. –bramó Hope llegando al límite del borde y se detuvo para no caerse.
–Considéralo mi venganza por dejarme sola, Hope.
–Ahora vas a ver porqué no es bueno despertar a alguien. –sonreí agarrando con fuerza el cojín.
Alicia fue la primera en lanzarle el cojín pero ella lo esquivó con facilidad y le sacó la lengua al ver como flotaba el cojín. Mientras ella se distraía con Alicia, usé mi velocidad sobrenatural para acercarme a ella y una vez estuve cerca le golpeé con el cojín en la cara provocando que cayera al agua. Intentó tirarme también pero fui más rápida y di un salto hacia atrás viendo a mi amiga en la piscina.
–El pijama era nuevo, lo acababa de estrenar. –se quejó mientras nadaba al borde para salir. –Ya me quedó claro, lo siento.
–Disculpas aceptadas. –sonreí y Alicia se acercó a ella con una toalla.
–Ahora vayamos a desayunar, si antes tenía hambre ahora tengo mil veces más.
Hope se marchó para cambiarse de ropa mientras nosotras regresábamos a la cocina donde nos esperaba Jade con una sonrisa en su rostro. Ayudamos a preparar café para todos y Roxlin se unió minutos después para preparar unas tortitas, se notaba que regentaba una taberna, pues los platos que preparaba eran deliciosos. Una vez terminamos de desayunar regresé a la habitación para ver si Elnora me había respondido, sin éxito aún.
–Me estoy empezando a preocupar. –dije una vez bajé al salón con mis amigos, ellos habían recogido todo y estaban hablando sobre qué hacer durante el día. Me senté junto a Jade y ella me acarició la espalda mientras me veían preocupados. –Elnora no me contesta desde ayer por la noche. Ella siempre me responde rápido. Roxlin, sé que me dijiste que podría ser porque se ha distraído, pero creo que ha pasado algo. Lo presiento.
–Ross tampoco me contesta. Él suele responderme a los diez minutos o así pero desde ayer por la noche nada.
–¿Creéis que les ha podido pasar algo a Ross y a Elnora? –preguntó Alicia juntando sus manos y nos miraba a cada uno como si esperara una respuesta positiva.
–Iré a hablar con su madre, puede que ella sepa algo y...
La puerta principal se abrió y todos salimos del salón para ver quiénes entraban. Sonreí al ver que se trataba de Elnora y Ross, ambos parecían exhaustos y su pelo estaba desordenado, aunque lo que más me llamó la atención fue que Elnora tenía algo en sus brazos siendo envuelto por su chaqueta de cuero. Al acercarnos Elnora me miró con una sonrisa cansada y Ross bostezó intentando mantenerse despierto. Cuando estuve cerca de ella pude ver que lo que llevaba en brazos era un bebé, y por lo que deduje parecía tener algunas semanas.
–Elnora, ¿Y ese bebé? No me digas que es un hijo perdido tuyo y... –comenzó a bromear Hope pero Ross la interrumpió.
–No es nada de eso. Hemos tenido una noche agitada, la cuál involucra persecuciones, defensa personal, policía, hospital y arrestos.
–Perdón por no responder a vuestros mensajes. Pero la situación requería toda nuestra atención. –se disculpó Elnora y al mirarme me regaló una sonrisa cansada. –¿La puedes coger un rato? Necesito cambiarme de ropa y comer algo de gelatina.
–Claro.
Elnora me pasó con cuidado a la bebé mientras me prometía contarme todo lo ocurrido, Elnora y Ross se marcharon a las habitaciones de arriba para cambiarse de ropa y ducharse. Nosotros regresamos al sofá, donde miré con detenimiento a la bebé y no pude evitar sonreír al ver lo hermosa que era. Ella se acomodó en mis brazos y siguió durmiendo, algo que me hizo sonreír aún más mientras sentía la mirada curiosa de mis amigos.
–Por fin en casa. –murmuró Elnora sentándose junto a mí y suspirando. Ross se sentó junto a Hope y cogió un cojín para abrazarlo contra él.
–¿Nos podéis contar qué hacéis con un bebé? –preguntó Roxlin con curiosidad.
–Ayer fuimos con Pablo y Paul a dar una vuelta por la ciudad y sus alrededores. Nos la estábamos pasando bien mientras competíamos entre nosotros hasta que escuchamos una discusión, al principio no le prestamos atención ya que no era problema nuestro hasta que vimos como el hombre quiso asesinar a la mujer. –comenzó a explicar Ross con voz cansada. –Al parecer, ella había dado a luz a la bebé pese a que él no quería, entonces habían quedado para hablar sobre qué hacer con el bebé y él propuso acabar con su vida. Ella se opuso, al parecer quería criarla y si él no quería estar en su vida, pues que al menos le pagara la mitad de los gastos, ahí fue cuando el hombre quiso matar a ambas. Pensó que si lo hacía sus problemas se acabarían.
–Nosotros intervenimos, claro que sin usar nuestros poderes. –continuó explicando Elnora mientras me abrazaba contra ella y apoyaba su cara en mi hombro. –La policía llegó pero sin preverlo ninguno, él clavó el cuchillo en el abdomen de la mujer y huyó. Ella no consiguió sobrevivir a la herida, y me entregó a la pequeña mientras me susurraba que la protegiera.
–Luego fuimos al hospital para que atendieran a la bebé y comprobar que estuviera bien. Por suerte Micah fue el que nos atendió y se ocupó de la pequeña. Aunque él me dijo que no sobreviviría durante mucho tiempo, al parecer tiene una enfermedad que le está acortando la vida.
–La enfermedad Remsuff. –susurró Alicia y Elnora asintió.
–¿Por qué la habéis traído aquí? Es decir, es obvio que va a morir en cualquier momento. ¿Por qué no dejarla en el hospital? –preguntó Hope con curiosidad. Era algo duro lo que había preguntado, pero no lo había dicho con ningún tipo de malicia en su pregunta.
–Le prometí a su madre que la cuidaría, y siempre cumplo mis promesas, da igual que no vaya a vivir más de dos días. –susurró Elnora, su voz afligida hizo que me estremeciera, su voz siempre había sonado firme y segura, verla así me rompía el corazón.
–¿No se puede hacer algo? Tu eres bruja Jade. –le pregunté a nuestra amiga, esperando que ella tuviera alguna solución.
Jade parecía pensativa, era como si tuviera la solución al problema pero parecía dubitativa sobre si decirnos la solución o no. La bebé se removió en mis brazos llamando nuestra atención, con una sonrisa le acaricié suavemente la mejilla y me sorprendí al ver que con su pequeña mano agarró mi dedo meñique. Elnora también le acarició la mejilla con suavidad provocando que abriera los ojos y al vernos hiciera un intento de una sonrisa. Ahora sabía que todo iba a estar bien, Jade pareció notar eso y decidió hablar.
–Hay una solución. Pero debe ser algo en lo que ambas estéis de acuerdo, el proceso es irreversible una vez se hiciera.
–¿Cuál sería? –preguntó Elnora algo esperanzada.
–Sería entremezclar vuestra sangre y parte de vuestra esencia en ella. Lo arriesgado de esto sería que ella lo aceptara, es como los humanos cuando se enferman. Sería como meter un virus mortal en su organismo y hay dos opciones; la primera sería que su pequeño cuerpo no lo soporta y muriese in situ; la segunda sería que su cuerpo lo aceptara y ella podría vivir como nosotros.
–Es decir, ¿Qué ella podría ser una híbrida entre un vampiro y un licántropo? –preguntó Ross sorprendido y Jade asintió ante su pregunta. –Eso nunca ha existido. Es imposible que haya un híbrido entre dos especies.
–Realmente eso nunca se ha probado. Nuestras especies siempre se han odiado hasta hace poco. –contestó Hope en defensa.
–Eso también querría decir que ambas seríais sus madres. –añadió Alicia viéndonos detenidamente.
–Lo podéis pensar con tranquilidad, pero si queréis hacerlo tendría que ser cuanto antes.
Elnora me guio hacia nuestra habitación para hablar sobre lo que Jade nos había contado. Hacía poco que nos habíamos casado oficialmente, aunque ya estábamos casadas desde hace mucho, pero aún así nunca habíamos hablado sobre querer tener hijos y en el caso de querer, como lo podríamos hacer. Esta situación me tenía confundida y no sabía como reaccionar, pero lo que sí sabía era que no estaba sola.
–Es una decisión muy importante. –susurró Elnora sentándose en la cama, imité su gesto sentándome al lado suya con la pequeña en mis brazos. Con mi mano libre cogí una de las suyas y la acaricié, algo que la relajó. –No sé qué hacer. Hace tiempo pensé en si te gustaría tener hijos, pero ahora tan de repente no sé qué decir.
–No me había planteado tener hijos hasta hoy. –bromeé y Elnora sonrió por primera vez desde que llegó. –La verdad es que un hijo es una responsabilidad, y más para nosotros que tenemos muchos siglos. Pero, si tuviera que decidir, elegiría tenerla como hija.
–¿Qué quieres decir? –Elnora parecía sorprendida por mi respuesta, y decidí aclararlo.
–Quiero decir que después de tener a la pequeña en mis brazos y verte a ti interactuar con ella, ha hecho sentirme completa, aún más de lo que debería y mis pensamientos han sido que no quiero que eso termine. Ahora, ¿Tú qué piensas?
–Como dices, un hijo es una responsabilidad y no puedo asegurar que lo pueda hacer todo perfecto. –dijo Elnora tras unos minutos en silencio, como si se estuviera preparando el diálogo internamente. –Pero si tengo que ser sincera, he sentido un vínculo con ella, al igual que contigo. Y nos me gustaría separarme de ninguna de las dos.
–¿Entonces...? –Elnora asintió y sonreí.
Ambas bajamos de nuevo al salón donde nuestros amigos estaban hablando, Alicia estaba tumbada con la cabeza apoyada en el regado de Ross mientras cambiaba los canales y Hope les hacía fotos. Jade al vernos sonrió y el resto dejó lo que estaban haciendo para prestar atención.
–¿Qué han decidido?
–La adoptaremos. –dijo Elnora con una sonrisa.
–¡Seré tía! –exclamó Alicia con una sonrisa, Ross sonrió y no dudó en empujarla, provocando que ella cayera al suelo. –¡Ross!
–Quería levantarme.
–Eso se avisa. Hope, Ross me ha tirado. –Alicia se levantó y fue a abrazar a Hope, ella sonrió mientras miraba a nuestro amigo.
–Luego me encargo de él.
–Bien. Lamento interrumpir el momento feliz, pero debo recordaros que ella debe aceptar la transición. –avisó Jade acercándonos a nosotras. No pude evitar preocuparme al pensar en que no pudiera conseguirlo. Nuestra amiga pareció darse cuenta de mi expresión y colocó su mano en mi hombro mientras me sonreía. –Seguro que lo logra.
Caminamos hacia el jardín dónde Jade preparó una mesa para comenzar. Una vez preparó la mesa vimos como se mordió la yema de su dedo índice para dibujar con su sangre una runa que no habíamos visto nunca, Roxlin le reclamó por hacer eso pero Jade aseguró que era parte del proceso. Algo reacia dejé a la bebé encima de la runa pintada, algo que pareció molestar a la pequeña y Elnora no dudó en acercarse a mí y tomar mi mano. Nuestros amigos estaban cerca de nosotros observando todo el proceso y Jade, quién se había ido al interior de la casa, había regresado con un pequeño alfiler en su mano.
–Esto debería hacerlo Salem, es más veterana que yo. Pero haré lo que pueda. –dijo y nos mostró el alfiler a ambas. –Ahora deberéis darme un poco de vuestra sangre.
Jade nos pinchó en el dedo índice a ambas y vimos con una pequeña gota se sangre comenzaba a brotar. Después de aquello, ella pronunció palabras que no entendíamos y vimos sorprendidas como nuestra sangre comenzaba a levitar frente a nosotras hasta parar justo encima de la pequeña, ella parecía curiosa con todo lo que pasaba a su alrededor. La sangre de Elnora y la mía se juntaron creando una pequeña esfera de sangre, vimos como descendió hasta la boca de la bebé, ella se lo tragó y comenzó a toser hasta que se quedó dormida, algo que nos preocupó y al ver a Jade vimos que ella se mantenía concentrada en lo que hacía.
Una luz envolvió a la bebé e imaginamos que se trataría de la runa que Jade había pintado antes. Todos nos quedamos en silencio mientras la luz iba desapareciendo lentamente, dejando un gran silencio, ninguno sabía qué decir o hacer a continuación, no fue hasta que Jade habló que supimos que había terminado.
–El proceso ha acabado. Ahora debemos ver si la pequeña ha aceptado la transición.
–¿Cómo lo sabremos? –pregunté con curiosidad y algo preocupada de que la bebé no resitiera el cambio.
–En unos minutos deberá despertar, sino es así... –Jade se quedó callada y nos miró sabiendo que entendíamos a lo que se refería.
El agarre de Elnora se hizo más fuerte, ella miraba preocupada a la bebé mientras nuestros amigos se acercaban a nosotas para abrazarnos. Varios minutos pasaron sin saber si lo había logrado, me centré en su corazón pero eso sólo hizo que me desanimara al no escuchar ningún tipo de latido. Nos temíamos lo peor hasta que comencé a escuchar un leve latido, todos a excepción de Jade nos sorprendimos y no pudimos evitar sonreír al ver como la bebé comenzó a toser y sollozar.
–¡Lo has conseguido Jade! –Roxlin abrazó a la bruja mientras ella suspiraba aliviada.
–Bienvenida de nuevo, pequeña. –susurró Elnora cogiéndola con cuidado, ella al sentir a Elnora dejó de sollozar y se mostró alegre.
–¿Cómo la llamaréis? –nos preguntó Hope con una sonrisa.
No sabía si la pequeña tenía algún nombre que su madre biológica le había puesto, Elnora se quedó pensativa, seguramente estaba pensando en algún nombre. Estuve pensando también en algún nombre hasta que sonreí al pensar en uno que le iría perfecto. Me acerqué a mi esposa para abrazarla y miré con una sonrisa a la pequeña.
–¿Qué te parece Amaris? Significa eterna o inmortal, creo que le va perfecto.
–Me encanta. Entonces, bienvenida Amaris. –susurró Elnora viendo como la bebé movía sus bazos y dio un chillido de alegría.
–Parece que le ha gustado el nombre. –dijo Ross con una sonrisa viendo a la pequeña.
–Ahora la podremos consentir y malcriar. –Alicia y Hope chocaron sus manos mientras Elnora sonreía con diversión.
La llegada de Amaris a la familia fue algo que nadie pudo sospechar pero fue recibida con mucho entusiasmo. Sobre todo para Daniala, la madre de Elnora, y para mis padres. Ellos parecían estar encantados de tener una nieta aunque no de la forma en la que habían esperado, eso no les detuvo para verlos diariamente en nuestra casa con regalos para la pequeña.
–Me pregunto que lado mostrará antes, ¿Vampiro o licántropo? –preguntó mi padre observando como Amaris mordía un peluche de un lobo y en su otra mano tenía un sonajero.
–Sea lo que sea, estaremos orgullosas de ella. –dije con una sonrisa.
En la casa tuvimos que hacer algunas pequeñas reformas; hacer una habitación para ella junto a la nuestra, esconder objetos peligrosos que pudiera coger y comprar cosas que un bebé pudiera necesitar. Ambas nos estábamos volviendo locas al no tener experiencia pero tuvimos suerte de que nuestros familiares y amigos estuvieran ahí para ayudarnos. Mi hermana parecía emocionada de tener una sobrina para jugar al igual que Spike, el hellhound siempre estaba cerca de Amaris y era bastante protector con ella.
Los primeros días con Amaris fueron algo caóticos al no estar acostumbradas a estar pendiente de alguien tan indefenso como lo era ella ahora. Por suerte mi madre y la de Elnora vinieron un día a nuestra casa para enseñarnos algunos trucos que usaban ellas cuando nosotras éramos pequeñas, ambas se sorprendieron al ver que en algunos coincidían y se pusieron a hablar entre ellas, dejándome con Amaris en mis brazos, por suerte se durmió sola y no tuve que pedirles ayuda al final.
Mi semana de vacaciones terminó y tuve que volver al trabajo, por lo que dejamos a Amaris con mis padres y ellos estaban encantados de cuidarla y enseñarla al Clan con orgullo. Y así sin darnos cuenta, pasó un mes con Amaris en nuestras vidas y varios cambios con ella, aún así no nos arrepentíamos de haberla adoptado. Mi padre tenía algunos contactos en el ayuntamiento y consiguió formalizar los papeles para que oficialmente Amaris fuera hija nuestra.
–Esta noche será la luna azul. –avisó Hope mientras hacía caras graciosas a Amaris, ella estaba sentada en su regazo y reía al ver las extrañas expresiones que hacía mi amiga.
–¿Eso qué quiere decir? –preguntó Ross confundida y me miró con curiosidad.
–Cada diez años hay un fenómeno natural que es la luna azul, para los humanos es simplemente un fenómeno fascinante, pero para los licántropos significa que durante esa noche experimentaremos extraños sueños. –expliqué sintiendo las miradas de nuestros amigos en mí. –Hay veces que el sueño se vuelve demasiado real y han habido casos de conocidos que han fallecido mientras dormían.
–Entonces es como la luna de sangre para los vampiros. –dijo Elnora cuando terminé de explicar. Esta vez fuimos Hope y yo quiénes miramos a mi esposa con curiosidad. –Cada dos años y medio suele haber una. Durante esa noche, aún no sabemos muy bien porqué, pero perdemos el conocimiento sobre nuestra acciones y solemos ser más agresivos.
–Sí. Una vez me desperté cerca de Clearwood y no recordaba muy bien qué pasó. Lo único que supe era que tenía ropa interior femenina en mis bolsillos y... –Ross se quedó callado al ver la mirada de Hope, él carraspeó y cambió el tema. –Elnora solía encerrarse en el sótano de su casa.
–Bueno, no quería atacar a nadie ni beber su sangre. Encerrarme me parecía la mejor opción.
Durante el resto del día estuvimos hablando en casa sobre algunas cosas que podríamos hacer, le dimos ideas a Hope y a Ross para el colegio que quería hacer e incluso fuimos al parque para que Ellie jugara con Amaris. Al regresar a casa le di de comer a Amaris con el biberón y después de soltar un potente eructo se quedó dormida en mis brazos. Algo que nos sorprendió fue que rápidamente pudiera comer del biberón, supuse que sería al cambio que sufrió de humana a sobrenatural, y más específicamente a dos especies.
Al llegar la noche nos preparamos para dormir, terminé de vestirme con el pijama cuando noté un aire helado en mi nuca provocando que me erizara y me diera la vuelta para ver a la culpable. Elnora se reía de mi expresión, y con una sonrisa cogí un cojín para golpearla pero ella fue más rápida y comenzó a esquivarlos.
–Eres una tramposa. –dije mientras veía como flotaba contra el techo. –Baja de ahí.
–No puedo hacer trampas de algo que es natural en mí. –respondió con una sonrisa maliciosa. Ella descendió hasta quedar boca abajo y me miraba detenidamente. –Ya estoy, ¿Ahora qué? ¿Me vas a pegar?
Elnora lo dijo con burla y no pude evitar sonreír, si ella quería jugar sucio no me iba a quedar atrás. Coloqué una de mis manos en su nuca y la acerqué a mí para darle un beso. Hope me había regalado un juguete de una cucharacha y no dudé en usarla contra mi esposa. Sin que se diera cuenta me retiré lentamente hasta intercambiarme con la cucharacha, Elnora al percatarse no dudó en gritar y en volar contra la pared contraria de la habitación. Comencé a reírme al ver su reacción y ella me miró de malas formas.
–¡Kaira! Pensé que sabías que no soporto las cucarachas.
–Tenía que vengarme, cariño.
–A mi parecer tú te has pasado. –se quejó cruzándose de brazos, y sin intenciones de bajar.
–Oh vamos, no seas rencorosa. Vamos a dormir. –le dije mientras entraba en la cama y la miré, ella aún estaba de brazos cruzados y mirándome con el ceño fruncido. –¿No vas a venir?
–No.
–No quiero dormir esta noche sola. Siempre me ha dado miedo ir a dormir la noche de la luna azul, cuando estaba con mis padres lo pasaba bastante mal, oía a veces a mi padre gruñir y a mi madre llorar. Entonces tengo miedo de dormir sola esta noche, y esta vez pensé que podía dormir tranquilamente ya que te tenía conmigo. –me sinceré y vi como el rostro de Elnora se relajó.
–No es mi problema. Considéralo mi venganza por la broma.
Elnora se dio la vuelta y se acostó en el aire para dormir, no sabía que podía dormir así y tampoco me sorprendió demasiado. Apagué la luz cuando me tumbé y comencé a sentirme nerviosa, la luz de la luna azul comenzó a filtrarse a través de las ventanas provocando que comenzara a sentirme insegura y con miedo de lo que pudiera soñar. Tampoco tenía a Elnora cerca para abrazarla, algo que me hacía sentir segura y a salvo.
Las lágrimas que intentaba retener comenzaron a caer por mis mejillas sin que pudiera evitarlo, me giré para abrazar su almohada con la intención de oler su aroma al menos, no pude evitar sorprenderme al ver que Elnora había entrado en la cama y me abrazaba acercándome a ella. Sonreí y la abracé también, escondí mi cara en su cuello mientras sonreía y comencé a relajarme al sentirme segura.
–No te dejaría sola, tonta. –me susurró y me dio un beso en la frente.
Poco a poco comencé a conciliar el sueño al sentir como Elnora me daba caricias en la espalda. Sentí las caricias hasta que caí en un profundo sueño. Mi último pensamiento antes de dormirme fue pensar en la suerte que tenía de tener a alguien como Elnora en mi vida.
–¡Kaira! –escuché una vez gritarme mientras sentía que me sacudían con fuerza. Abrí los ojos encontrándome con Hope, ella al verme sonrió pero rápidamente borró su sonrisa. –Gracias a dios que estás bien. Debemos irnos.
Me incorporé confundida al ver que nos encontrábamos en el bosque vestida con ropa de combate. Hope tenía el pelo recogido en una coleta, tenía algunos arañazos en el rostro y la ropa algo rasgada. No entendía qué ocurría hasta que tuve el valor de preguntarle.
–¿Qué está pasando? ¿Dónde está Elnora?
–¿La vampira? Estamos en una guerra con ellos, ¿no lo recuerdas? La familia Vatore comenzó una guerra contra nosotros al matar a tu hermana.
–Ellos no serían capaces de hacer algo como eso, Hope. Debo encontrarla y...
Hope me empujó cuando Ross apareció para atacarnos, ambos comenzaron a pelear a muerte y no podía creer lo que veía. Esto tenía que ser provocado por la luna azul, estaba segura, esto era un sueño y o era real. O eso pensé hasta que sentí un rasguño en el brazo, al girarme vi que se trataba de Baldir, él me miró con odio mientras se abalanzaba contra mí con dos cuchillos de plata en sus manos.
–Vais a morir.
Baldir gruñó con rabia pero fue interceptado por Troy, él me miró con una sonrisa y me indicó que huyera. Comencé a correr hacia el único lugar en el que sabía que se podría encontrar Elnora, nuestra casa. Mientras corría pude ver como vampiros y licántropos peleaban entre ellos cobrándose la vida de ambas especies.
Al llegar a nuestra casa pude ver un rastro de sangre que salía de la puerta principal e iba hacia el jardín trasero. Lo seguí hasta encontrarme los cuerpos inertes de mis padres en los pies de Elnora, ella tenía en sus brazos a Amaris y no pude evitar gritarle, ella me miró con sus ojos rojos y sonrió con malicia.
–Vaya, mirad a quién tenemos aquí. A la gran Kaira Grimmwolf. Llegas un poco tarde. –rio mientras se acercaba a mí. Sus manos estaban manchadas de sangre y Amaris sollozó en sus brazos, provocando que hiciera una mueca de asco.
–Esta no eres tú. Elnora no haría algo como esto.
–Tienes razón. Elnora no lo haría, pero yo no soy esa Elnora. –en un rápido movimiento decapitó a la bebé sin que pudiera hacer nada.
–¡No! –grité mientras veía chupaba con su lengua la sangre que había en sus manos. –Esto es un sueño. Esto es un sueño.
Comencé a repetir esperando despertarme de esta pesadilla. La luna azul provocaba que nuestros mayores miedos se hicieran realidad, eran tan reales que muchos no lo soportaban y fallecían. Al alzar la mirada vi como Elnora creó algunas gárgolas, estas volaron hacia a mí y comencé a esquivarlas. Una de ellas conseguí pararla al agarrar sus alas de piedra y con fuerza la lancé contra otra que se acercaba a mí.
–Increíble. Así que así es como se mueve un licántropo. –Elnora sonreía mientras me veía.
No pude evitar distraerme al verla tan cambiada, esa no era mi Elnora. Las gárgolas aprovecharon ese despiste para sujetarme de brazos y piernas, intenté liberarme pero Elnora se acercó a mí sujetándome del cuello y apretó su agarre, un quejido salió de mi boca provocando que ella sonriera.
–Me pregunto a qué sabrá tu sangre. –susurró acercándo su boca a mi cuello mostrando sus colmillos.
No pude evitar sonrojarme, algo que a ella le pareció divertido y cerré mis ojos, poco a poco me costaba más respirar y sentía que podía desmayarme en cualquier momento. De pronto caía al suelo de golpe y comencé a respirar con normalidad aunque aún me sentía aturdida y adolorida.
–¡Kaira! –escuché una voz familiar junto a mí. Al abrir los ojos pude ver a Elnora mirarme con preocupación, me ayudó a incorporarme y vi como la Elnora que me había atacado estaba en el suelo con un gran agujero en su pecho. –Me alegro de que estés bien.
–¿Elnora? –susurré confundida, y ella sonrió.
–Así es, cariño. Soy yo. Ahora es momento de que despiertes.
Elnora se inclinó hacia mí para besarme, ambas cerrarmos los ojos mientras sentía mi cuerpo más liviano. Comencé a despertar sintiendo como si alguien me sacudía los hombros al mismo tiempo que tocaban mi rostro. Al abrir los ojos, me encontré con la sonrisa cariñosa de Elnora y con las manos de Amaris en mis mejillas mientras balbuceaba. Me incorporé en la cama dándome cuenta de que ya era de día.
–¿Qué pasó? –pregunté confundida y levanté a Amaris para abrazarla contra mí.
–En la madrugada comenzaste a gritar mi nombre y a removerte incómoda, no sabía como despertarte así que te sujeté contra mí para evitar que te movieras. Aunque debo debo decir que eres toda una fiera. –dijo Elnora mostrando algunos arañados en sus brazos y un mordisco en su cuello. La miré apenada pero ella levantó mi rostro con su mano y me miró con cariño. No era la misma mirada que la Elnora de mi sueño me dio fría y llena de odio. –Al final decidí darte un beso para ver si despertabas y pareció funcionar. Amaris también quería su beso de buenos días así que la traje con nosotras cuando vi que ya estabas más tranquila.
Todo había sido un sueño. Sin lugar a dudas era el peor que había tenido en toda mi vida. Mientras desayunábamos le conté a Elnora lo que había soñado y ella se sorprendió, no se esperaba una versión como esa de ella y me prometió que nunca la vería así, sólo si mi vida corriera peligro se podría comportar de aquella manera.
–¿Tú soñaste algo? –le pregunté con curiosidad. Aunque imaginé que no, dado que sólo le afectaría la luna de sangre dentro de unos meses.
–La verdad es que tuve un sueño parecido al tuyo. Me comportaba horrible, era como si nunca nos hubiéramos comprometido y la guerra entre nuestras especies hubiera sucedido. Luego me sentí mal por tratarte mal y entonces intervine para evitar que mi yo malvado te hiciera daño.
La verdad que había sido un sueño algo raro, y se parecía al que yo había soñado.
Espera...Eso quería decir que nuestros sueños se habían entrelazado.
–¡Elnora Vatore, ven aquí ahora mismo! –le grité observando como ella se marchó rápidamente de la cocina. –Me las vas a pagar.
Amaris parecía contenta con la situación y comenzó a intentar aplaudir, no pude evitar sonreír y la cogí en mis brazos. Comencé a buscar a Elnora hasta que la encontré sentada en una de las sillas que teníamos en el jardín, ella me sonrió y me senté en sus piernas sujetando a Amaris para que no se cayera.
Elnora le dio un beso en la frente a Amaris y luego mientras sonreía se inclinó hacia mí para darme un beso, mientras ambas nos besábamos rodeé con un brazo el cuello de Elnora para atraerla más a mí . Amaba demasiado a esta vampira, no podía esperar a pasar toda mi eternidad con Amaris y con Elnora.
FIN
Nota:
Ahora sí que doy por finalizada la historia de Elnora y Kaira. Espero que os haya gustado leerla tanto como a mí escribirla. Me da mucha pena tener que terminarla, sin duda alguna se ha convertido en una de mis historias favoritas y sólo puedo agradeceros a todos los que habéis leído, votado y comentado en ella.
No sé si en un futuro haré una secuela con Amaris como protagonista, es algo que debo pensar detenidamente ya que no me gusta hacer secuelas por hacer. Si la llegara a hacer lo avisaría por anuncios.
Sin nada más que decir, os leo en los comentarios y de nuevo, muchas gracias por leerla y darle una oportunidad.
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