Extra 2
–TROY–
Siempre pensé que Kaira era mi pareja predestinada. Nos criamos juntos y luego nos hicimos pareja durante algunos años hasta que su familia anunció su compromiso con Elnora Vatore. No podía creer lo que habían hecho y estaba indignado, ¿Cómo la podían comprometer con una vampira? Además, Kaira nunca había mostrado interés en ninguna mujer, pensaba que era así hasta que se puso del lado de la vampira dejándome lleno de odio por los vampiros, especialmente Elnora.
Después de la batalla contra Baldir fui expulsado del Clan y prohibiéndome entrar en su territorio, algo que me pareció razonable después de todo lo que ocasioné. No tenía ningún sitio a dónde ir, pensé en hablar con Kaira para que me ayudara, pues en su cumpleaños me disculpé por todo lo ocurrido y terminamos en buenos términos, o eso quería pensar.
Sé que las cosas que hice, como asesinar a Amelie y al padre de Elnora no tienen perdón, ni lo busco realmente. Son cosas que son imperdonables y viviría con aquella culpa por el resto de mi existencia.
Pensé que estaría sólo, y realmente pensé que me lo merecía, pero aquella humana no quiso y pareció encontrar la forma de ayudarme a espaldas de sus amigos.
¿Estaba loca? Después de todo lo que había causado, ¿quería ayudarme? No podía encontrar el motivo por el que lo hacía, pero lo que si sé es que se lo agradecía profundamente.
Habló con su padre y me dejó vivir en la habitación que nos habría ofrecido cuando nos refugiamos en su casa, su padre parecía reacio a dejar que un chico que no conocía durmiera cerca de su hija pero finalmente Alicia consiguió convencerlo argumentando que era un compañero de trabajo y había tenido algunos problemas con mi familia.
No quise depender de la hospitalidad de Alicia y su padre eternamente, por lo que busqué algún trabajo para ayudar a pagar los gastos. Después de buscar durante un tiempo, conseguí un trabajo en el museo de la ciudad como guardia nocturno, realmente me servía y me iba como anillo al dedo, pues pasaba la mayoría de las noches despierto y vagando por los alrededores de la ciudad.
Tras varios meses mi vida parecía haberse asentado al fin, o eso creía, pues Alicia se marchó de viaje con el resto de sus amigos al norte de Lefton para ir a esquiar, o esa era la excusa que Elnora le había dicho a Kaira para proponerle matrimonio de forma oficial.
–Ten cuidado. –le dije a Alicia mientras salía de la casa con las maletas.
–Siempre lo tengo.
No pude evitar tener un mal presentimiento sobre aquello.
Y así fue. Seguí a Alicia al viaje para vigilar que no le pasara nada, pero no pude evitar sorprenderme al ver lo torpe que era aquella humana. ¿En serio me gustaba alguien así? La respuesta sería sí. La amabilidad de Alicia y pasar tiempo con ella a escondidas de sus amigos hizo que nuestra amistad se fortaleciera, y por suerte o desgracia ella terminó gustándome.
No sabía si enamorarme de la amiga de mi exnovia era buena idea, pero nadie sabe quién le va a gustar hasta que sucede.
Había coqueteado con ella y recibí coqueteos por su parte también, así que lo tomé como buena señal y quise ir más allá invitándola a salir. Hablé con su padre primero y obtuve una respuesta positiva, claramente me amenazó con hacerme la vida imposible si le hacía daño a su pequeña.
Aquella situación me llevó a encontrarme dónde estoy ahora, frente a la puerta de la casa de Kaira y Elnora. Quería saber mejor las cosas que le gustaban a Alicia, sabía que podía preguntarle pero últimamente estaba ocupada con su trabajo y no quería molestarla, además mis turnos en el museo se habían alargado más debido a una baja y debía pasar todas las noches en el museo durante dos semanas, el jefe se había preocupado por si me esforzaba de más y eso perjudicara mi salud, pero logré convencerle de que estaría bien.
Era la primera vez que podía asegurar de que estaba nervioso e inquieto por hablar con alguien. Llamé al timbre cuando me armé de valor y esperé pacientemente durante unos minutos a que abrieran la puerta, y para mi mala suerte fue Elnora. Ella al verme cerró inmediatamente la puerta sin que pudiera hablar.
Era algo de esperar.
Volví a insistir y de nuevo Elnora me cerró la puerta en la cara sin dejar que pudiera saludar si quiera. Opté por avisar a Kaira por mensaje pero mi suerte mejoró y fue ella quién abrió la puerta esta vez mientras me regalaba una sonrisa apenada.
–Siento el comportamiento de Elnora.
–Me lo merezco, no esperaba menos de ella. Aunque esperaba que me diera un puñetazo o algo por el estilo. –le comenté mientras entraba al interior de la casa.
–Si quieres cumplo tu deseo. –dijo Elnora sentada en las escaleras y sonriendo con diversión. Ella borró la sonrisa cuando Kaira le echó una mirada de advertencia. –Voy al gimnasio un rato. Te estoy vigilando, Troy.
Elnora se marchó al piso superior donde tenían el gimnasio y nos dejó a solas, Kaira me guio hacia el salón y una vez nos sentamos en el sofá comencé a explicarle el motivo de mi visita. Conforme le iba explicando la situación a Kaira su sonrisa se iba agrandando hasta el punto en el que se levantó y me miró emocionada.
–¿En serio no te molesta?
–¿El qué? –preguntó confundida y se volvió a sentar.
–El hecho de que me guste tu amiga. Pensé que te iba a molestar. –le expliqué. Kaira se quedó pensativa unos minutos hasta que habló.
–La verdad es que es un poco raro que te guste mi amiga, pero pienso que es bonito que te guste alguien. Si ambos os gustáis no veo el problema. –Kaira iba a seguir hablando pero Elnora pasó por nuestro lado y tosió de forma falsa mientras me miraba fijamente hasta que se marchó a la cocina. –Bueno, tal vez Elnora sí que encuentre un problema pero deberá aceptar vuestra relación en caso de que lo hagáis oficial. El único problema que veo es que Alicia es humana, Troy. Ella en algún punto envejecerá y fallecerá. ¿Podrás con lo que conlleva una relación con ella?
Claro que lo había pensado y valorado desde que empecé a tener sentimientos por Alicia. Ella era humana y solamente viviría como máximo hasta los noventa años aproximadamente, mientras que los licántropos vivimos muchos siglos pero aún así nos llegará también nuestra hora. Eso me hizo pensar que tal vez algún día Kaira y Elnora se deberán separar, pues sólo los vampiros son seres inmortales y sólo pueden morir a manos del Occidit Lamia.
–Claro que lo he pensado. Pero ahora quiero mirar por el presente, el futuro aún puede esperar. –le respondí con serenidad y vi como sonreía con tristeza.
–En ese caso te puedo ayudar. Aunque quién mejor conoce a Alicia es Elnora, ambas trabajan juntas. –me comentó y sonrió al tener una idea. –¡Elnora! ¿Puedes venir?
–Lo estás haciendo genial, cariño. –la escuchamos gritar desde la cocina.
–Elnora. –dijo Kaira en un tono amenazante y firme. A los segundos Elnora apareció por la puerta y se sentó junto a ella mientras se cruzaba de brazos y me veía de malas formas. –Troy quiere saber qué le gusta a Alicia, él...
–He escuchado toda la conversación. Te lo podría decir claro, pero, ¿Qué me garantiza que no le harás daño a mi amiga? Después de todo asesinaste a Amelie y a mi padre, son cosas que no puedo perdonar de un día a otro sólo porque te guste mi amiga y ahora quieras cambiar.
–No te voy a pedir que me perdones, no me siento orgulloso de lo que hice a ninguno de ellos. Si pudiera volver hacia atrás en el tiempo te prometo que no lo haría, me he comportado como un imbécil por una situación en la que debería haber actuado como una persona adulta. Quiero vivir el resto de mi vida sabiendo lo que he hecho y no quiero perdonarme a mi mismo. De toda mi vida, de lo único que estoy orgulloso es de haber podido proteger a Alicia. –hablé de forma serena y llevando una de mis manos a la cicatriz que tenía en la cara, la cuál iba desde la mitad de la frente hasta la zona de la mandíbula derecha atravesando el ojo. Cortesía de Baldir. –Con ella siento que todo está bien y mi alma se queda en paz. Sé que suena ridículo pero es cierto. Así que Elnora, te prometo como mi vida que no le haré daño a Alicia. Si en algún momento ves que podría hacerle daño, puedes usar esto.
Me incorporé un poco para poder sacar del bolsillo trasero del pantalón una pequeña navaja, al abrirla mostré que el metal era plata. Observé los rostros sorprendidos de ambas y le entregué la navaja a Elnora, quién la miró fijamente durante unos minutos antes de mirarme mientras Kaira me veía con preocupación.
–Es una navaja especial, como has podido comprobar la hoja está hecha de plata, la única cosa que nos puede matar a los licántropos.
–¿Por qué? –me preguntó Elnora mientras le daba la navaja a Kaira.
–Quiero que veas que voy en serio con Alicia y que no tengo ningún tipo de segundas intenciones con ella.
–Escúchame Troy, no sé si pueda perdonarte algún día, pero si vas a salir con mi amiga intentaré tolerarte. Pero no esperes que seamos amigos.
–Tranquila, yo tampoco busco ser tu amigo. Sólo quiero ser feliz con Alicia el tiempo que pueda.
Elnora sonrió por primera vez desde que entré a su casa, comenzó a contarme todas las cosas que le gustaban a Alicia y fui tomando nota mentalmente de lo que podría hacer con ella. Estuve con ellas hasta la noche, momento en el que me despedí y regresé al apartamento dónde vivía temporalmente con Ben y Alicia. Tenía una hora libre antes de ir al museo para hacer mi trabajo, por lo que decidí tomar una ducha y cenar algo antes de irme.
–Buenas noches, Troy. –me saludó Alicia al entrar en la casa. Al entrar en la cocina dejó su bolso y chaqueta en una de las sillas mientras me miraba con una sonrisa. –¿Qué tal tu día?
–He aclarado unas ideas que tenía en mente. En media hora me iré, no te quedes mucho tiempo despierta.
Sabía gracias a Ben que Alicia había días que intentaba quedarse despierta hasta las seis de la madrugada, hora por la que en general regresaba a casa. Alicia me miró mientras hacía una mueca de disgusto, pero finalmente me sonrió y levantó sus manos a modo de rendición.
–Bien, no me quedaré hasta tarde. Sé que te puedes cuidar solo.
Me despedí de Alicia con un rápido beso en la mejilla antes de salir corriendo, no quería ver la expresión que haría pero sonreí al escuchar como sus latidos comenzaron a ir más rápidos. El museo estaba a media hora del apartamento, por lo que era un paseo para mí ir al trabajo todos los días. Una vez llegué realicé todos los procedimientos que hacía todos los días, y comencé a caminar por las salas vacías admirando las obras de arte, la sección de la antigüedad con todos los objetos en las estanterías con sus etiquetas y las salas de proyecciones, dónde ponían vídeos de lo que estaban viendo.
En el silencio comencé a pensar en cómo podría pedirle a Alicia una cita, Elnora me comentó que le encantaban los animales y justamente habían abierto una cafetería dónde podías tomar algo mientras acariciabas animales, sabiendo que se trataba de Alicia supe que ese lugar le podría gustar mucho. Luego un pensamiento de que Alicia moriría algún día pasó por mi mente, me gustaría poder evitar aquello y como si fuera una señal, una de las pantallas se encendió revelando como antiguamente se creía que gracias a la flor Siempreviva, la persona que bebiera de ella sería inmortal.
Sonreí al saber que podría haber una solución para que Alicia no falleciera algún día. Busqué en el móvil la ubicación de aquella planta, al parecer creía en sitios rocosos y secos, y por suerte era una planta que se vendía en las floristerías, por lo que sería fácil conseguir una. Ahora sólo necesitaría a alguien que supiera crear un brebaje con aquella flor.
Troy
Hola Elnora, lamento molestar.
Pero necesitaría que tu amiga la bruja pudiera ayudarme con algo. Es importante.
Elnora
¿Qué estás tramando, Troy?
No dejaré que Jade te ayude si no es para una buena causa.
Troy
Eres muy desconfiada...
Pero ese no es el tema.
Creo que he encontrado una forma de que Alicia sea inmortal como nosotros.
Y necesito a una bruja para llevarlo a cabo, si supiera magia no te lo pediría.
Elnora dejó de responderme y pensé que habría sido una mala idea hablarle a ella y tal vez debería haberle escrito a Kaira. Decidí dar una vuelta por todo el museo para vigilar que todo estuviera bien hasta que el móvil vibró, señal de que alguien me había escrito y sonreí al ver que se trataba de Elnora.
Elnora
Mañana vente a nuestra casa y lo hablamos.
Jade está avisada y no tardará en llegar gracias a la runa de invocación.
Troy
Gracias.
Le agradecí a Elnora por su ayuda y decidimos quedar después de la comida para hablar sobre mi descubrimiento. La noche pasó relativamente rápida y en cuanto fue la hora de irme me marché hacia la casa para darme una ducha y cambiarme de ropa. Aproveché para descansar hasta la hora a la que había quedado con Elnora en su casa, y una vez fue la hora acordada me encontraba frente a su puerta esperando a que me abrieran.
–Pasa. –dijo Elnora haciéndose a un lado para que pudiera entrar. Al pasar junto a ella le murmuré un "Gracias" y ella me guio hacia el salón donde pude ver al resto. –Imagino que ya los conoces, Roxlin y Jade.
–¿Qué hace él aquí?
–A donde vaya Jade voy yo, somos un equipo. –respondió Roxlin con una sonrisa orgullosa.
–¿Qué era lo que querías decirme? –me preguntó Jade con una sonrisa amable.
–Anoche en el museo vi en una proyección que había una flor que otorgaba la inmortalidad a aquellos que bebían sus propiedades. Y pensé que Jade podría preparar la infusión.
–Lo podría hacer claro. ¿Pero qué piensa Alicia de todo esto?
–No lo sabe. –respondí con timidez al ver todas las miradas en mí.
–A mí me parece una mala idea. –habló Elnora y todos la miraron con atención. –Es decir, me encantaría que Alicia fuera inmortal, pero antes de nada deberás saber qué piensa ella. ¿Alicia quiere ser inmortal?
–Elnora tiene razón, Troy. –dijo Kaira sentada al lado de ella. –Jade podría hacer la poción, pero primero deberías saber qué opina Alicia de todo esto.
–Puedes preguntarle y luego decirme su respuesta, para hacer la poción hay tiempo de sobra. Te doy mi número y así puedes contactarme una vez sepas la respuesta. –me aconsejó Jade mientras anotaba su número en un pequeño papel y me lo entregaba.
–Eso haré, gracias.
–De nada.
–¿Qué agradeces tú? Si no has hablado en toda la conversación. –se burló Elnora de Roxlin provocando que él le sacara la lengua como si fuera un niño.
Estuvimos hablando durante un rato hasta que Alicia me avisó de si quería ir a almorzar con ella. Eso me hizo pensar en porqué Elnora estaba aquí y no trabajando, cuando le pregunté su respuesta fue que se había pedido unos días libres del trabajo. Me despedí de ellos y fui paseando hasta la puerta del hotel dónde pude ver a Alicia esperando.
–Troy. –dijo con una gran sonrisa y me saludó con un abrazo. –¿Quieres ir a la cafetería Nuts? Está aquí cerca.
–Me gustaría.
Al llegar a la cafetería pude ver que tenía una decoración rústica y eso me hizo sentir bastante cómodo, las decoraciones de ese estilo solían gustarme mucho, tal vez se debía a mi gusto por el arte y la arquitectura lo que hacían que me gustaran sitios como este. El chico nos atendió amablemente y en cuestión de minutos teníamos nuestros pedidos. Alicia se pidió un café bombón y media tostada con tomate y aceite, mientras que por mi parte me pedí un refresco y medio bocadillo de lomo a la plancha.
–He encontrado un sitio que tal vez te guste. ¿Te gustaría ir conmigo? –le pregunté casualmente mientras observé como el rostro de Alicia se llenaba de una sonrisa llena de emoción, algo que me hizo sonreír también. –Por tu gran sonrisa imagino que es un sí.
–Claro que sí. Me encantaría ir a una cita contigo, Troy.
–¿Cita? –dije en voz alta y vi como Alicia parecía desanimarse, reaccioné con rapidez para que no hubiera ningún malentendido. –Claro que es una cita. Alicia, me gustas. Quería pedirte una cita pero no quería sonar muy desesperado por preguntártelo.
–No lo es. Me alegra que me lo pidieras. ¿Dónde es el sitio?
Le expliqué que aquella cafetería era en el centro de la ciudad y solía estar llena de gente a cualquier hora, es por eso que se debía reservar con antelación. En ese mismo momento llamé para reservar, y una vez nos marchamos de la cafetería decidimos ir al cine a ver una película. No sabíamos cuál elegir, pero un señor a nuestro lado nos recomendó la película "Siempre", y haciéndole caso sacamos entradas para esa sesión.
La película trataba de una adolescente que tuvo un accidente en una central nuclear al ingerir por accidente parte de un líquido radioactivo provocado por una fuga en las tuverías, y debido a esto tuvo la inmortalidad. Luego mostró como toda su familia fue envejeciendo menos ella, como su marido falleció y sus hijos se hicieron adultos. Al terminar la película varias personas lloraron al ver que el final trataba de la mujer viajando por el mundo intentando arreglar conflictos entre los países, al vivir mucho tiempo estudió política y muchas más cosas.
–¿Te gustó la película? –le pregunté nada más salir de la sala.
–Me ha gustado mucho, hace tiempo vi una similar, sólo que la protagonista fue alcanzada por un rayo durante una tormenta y debido a eso fue inmortal durante un tiempo.
–¿Te gustaría ser inmortal? –al preguntarle vi como Alicia me miró confundida y se tomó unos minutos antes de pensar.
–Siempre he pensado que ser inmortal estaría bien, podrías hacer muchas cosas durante mucho tiempo, y ahora que os he conocido estar con ustedes para siempre. Pero...
Cuando Alicia iba a finalizar la frase su móvil comenzó a sonar, ella se disculpó y lo atendió mientras salíamos del centro comercial. Una vez terminó la llamada me avisó de que se debía ir con Jennifer a firmar unos documentos importantes, se despidió de mi con un beso en la mejilla y se marchó hacia la empresa.
Troy
Hola Jade.
Si te doy en un rato los materiales, ¿Cuánto tardarías en hacer la poción de inmortalidad?
Jade
Holaa.
Pues tardaría unas dos o tres horas a que estuviera lista.
¿Alicia te dijo que quería ser inmortal?
Troy
Así es.
Cuando la tengas me avisas y me paso por la casa de Elnora.
De camino a casa de Elnora pasé por la floristería donde vendían la flor, y una vez compré las que Jade me indicó proseguí mi camino. Una vez que llamé a la puerta y Elnora me dejó pasar me reuní con Jade en la cocina, donde vi que tenía todo preparado para crear la poción. Le entregué la flor y ella me agradeció con una sonrisa antes de comenzar a cortarla en trozos y echarla a una pequeña olla junto a otros ingredientes que no sabía qué eran.
–Entonces, ¿Alicia te ha dicho que quiere ser inmortal? –me preguntó Kaira sentándose en el regazo de Elnora, quién la miró con una sonrisa cariñosa y al mirarme su sonrisa se borró.
–Directamente no, pero indirectamente creo que sí. –Elnora alzó una ceja mientras me veía intrigada, Kaira le echó una mirada rápida y luego volvió a mirarme. –Me ha dicho que ser inmortal estaba muy bien y que podría hacer muchas cosas.
–No sé si eso significa que a ella le gustaría, Troy.
Durante las siguientes dos horas estuve hablando con Elnora, Kaira y Jade hasta que Ross y Hope vinieron a hacerles una visita. Ambos se sorprendieron al verme pero aún así hicieron su mejor esfuerzo por ser amables conmigo, aunque si tengo que ser sincero Hope fue más amable que Ross, él cada vez que podía me dedicaba unas miradas que me podrían haber matado.
Kaira les explicó que hacía allí y la sorpresa no tardó en aparecer en sus rostros, y al igual que pasó con Elnora, me preguntaron si era lo que realmente quería Alicia. Estuvieron hablando de algunos temas, uno de ellos de cómo podrían hacer la boda ya que querían hacerla algo distinta a la que hicieron hace meses. Noté como me miraron al terminar de hablar de la boda, creo que esperaban a que me enfadase o me opusiera, pero nada más lejos de la realidad, sinceramente me alegraba por ellas.
–Escuché lo de la boda. Enhorabuena. –felicité con una sonrisa llena de sinceridad.
–Gracias Troy. –me respondió Kaira.
Estuve hablando por mensaje con Alicia cuando Jade me avisó de que la poción estaba lista. Salí del salón para acompañarla a la cocina y encima de la mesa vi un pequeño frasco con un líquido verdoso en el interior. Jade la cogió y me la entregó con cuidado, adviertiéndome de que se trataba de la poción de inmortalidad.
–Cuando Alicia se la beba puede que quede inconsciente durante unas horas o máximo un día. Su cuerpo reaccionará a la poción, al ser una bebida con magia su organimos luchará contra las propiedades. Básicamente la magia detendrá todo su crecimiento, para así tener la inmortalidad. –me exlicó Jade mientras la escuchaba con suma atención.
–De acuerdo, gracias.
Decidí marcharme para prepararme para la noche en el museo. Una vez llegué a casa saludé a Ben, quién estaba viendo el fútbol en la televisión, y continué mi camino hasta llegar a mi habitación. Guardé la poción en el cajón de la mesita de noche de al lado de mi cama, y me vestí con el uniforme. El compañero que estaba ahora debía irse más temprano debido a un curso que estaba haciendo, entonces el jefe me pidió que entrara unas horas antes, entrando a trabajar a las siete de la tarde en vez de a mi hora de siempre.
Una vez estuve listo fui a la cocina para prepararme algo para cenar, entré pensando en qué podía hacerme cuando vi un tupper en la encimera junto a una nota. Vi que se trataba de la letra de Alicia y no pude evitar sonreír al leer la nota, en la que me decía que se había tomado la libertad para hacerme la cena. Sin pensarlo, le mandé un mensaje para agradecerle.
Troy
Muchas gracias por prepararme la cena.
Espero que disfrutes de la cita de mañana, estoy seguro de que la disfrutarás.
Mi Luna
Quería hacerte un detalle viendo que te estás esforzando por tratar bien a mis amigos. Además de que me apetecía claramente.
Estoy deseando que sea mañana.
Me despedí de Ben con una sonrisa provocando que él me mirase con una sonrisa divertida, estaba seguro de que sabía algo de esto pero no quiso decirme nada. Esta vez fui al trabajo bastante motivo sabiendo que la cena la había preparado Alicia, y que mañana tendría una cita con ella.
Al día siguiente.
Cafetería "Patitas suaves"
–¡Me encanta! –chilló Alicia nada más entrar a la cafetería. Todo el interior estaba hecho de madera y la decoración era bastante rústica, además tenía diversos juguetes y construcciones para que los gatos pudieran divertirse o descansar. Alicia se acercó a un gato de color naranja y comenzó a acariciarlo. –Es adorable.
–La verdad que sí eres adorable. –noté como Alicia se sonrojó y sonreí victorioso. Intenté acariciar al gato pero bufó mostrando sus dientes. –Siempre es igual.
–Tal vez se deba a que tú eres un licántropo. –comentó mientras acariciaba al animal.
–Lo es, siempre me he llevado mal con los gatos. Tiene sentido al ser los lobos parientes cercanos de los perros. Y como dice el dicho, los perros y los gatos se llevan mal. –dije levantándome y viendo que además de gatos también tenían un recinto con conejos. –Voy a acariciar los conejos.
Saludé a una de las camareras antes de ingresar a la otra habitación, allí habían adultos y niños acariciando a los conejos mientras tomaban algo. Me senté en el suelo junto a una pequeña mesa y un pequeño conejo de color marrón se acercó a mí, sonreí y lo levanté con cuidado para dejarlo en mi regazo y comenzar a acariciarlo suavemente.
–¿Desea tomar algo? –me preguntó una camarera.
–Quisiera una cerveza sin alcohol, por favor. –ella lo apuntó en una pequeña libreta y me sonrió.
–Perfecto, ahora se lo traigo.
Varios conejos se acercaron a mi cuando una de las cuidadoras me entregó algunas zanahorias, se las di y aproveché para acariciarlos también. Alicia vino conmigo minutos después argumentando que quería acariciar a los conejos, y ella no dudó en reírse al verme, la miré sin entender qué causaba su risa hasta que me percaté de que estaba rodeado de conejos mientras que el resto de la gente sólo tenía uno o dos como máximo.
–Eres el señor de los conejos. –dijo Alicia sentándose junto a mí. –No esperaba que fueras tan popular con ellos.
–Al parecer me llevo mejor con los conejos que con los gatos, extraño la verdad.
–Aquí tiene señor. –dijo la camarera entregándome la cerveza. Luego miró a Alicia con una sonrisa y le preguntó. –¿Quiere algo de tomar?
–No gracias.
Durante las siguientes horas nos dedicamos a acariciar a los animales y de vez en cuando a tomar algo. La sala comenzó a vaciarse dejándonos solos junto con un anciano y un niño, quiénes veían un conejo mientras el anciano le explicaba a su nieto curiosidades de los conejos. El resto de personas se marcharon o se fueron con los gatos para cambiar. Supe que era mi oportunidad para hablar con Alicia sobre la poción, saqué el frasco del bolsillo de mi chaqueta y lo dejé encima de la mesa frente a ella.
–¿Esto qué es?
–No es nada importante, tú bébelo. –le sonreí viendo como cogía el frasco y lo veía con curiosidad.
–Troy, dime qué es. Estoy segura de que es alguna creación de Jade. –no pude evitar sorprenderme y Alicia sonrió al ver mi expresión sabiendo que había acertado. Intenté preguntarle cómo lo había averiguado pero ella se adelantó. –Estoy segura de que esto no es de creación humana. Además, ya no venden ningún tipo de bebida en frascos de cristal como estos. Así que supuse que sería Jade, le pega las cosas como estas. Así que Troy, dime qué es.
Mi plan era hacer que lo bebiera sin preguntar pero al decirme esto supe que no sería justo para ella y tal vez no fuera lo que en verdad quisiera. No quería estropear lo que empezaba a tener con ella, por lo que fui sincero sobre la verdad del frasco.
–Es una poción de inmortalidad. Le pedí a Jade que la creara, si te la tomas podrás ser inmortal como nosotros y vivirás para siempre. –le dije con una sonrisa. Pero al ver el rostro entristecido de Alicia mi sonrisa comenzó a desaparecer y no pude evitar preocuparme. –¿Pasa algo?
–¿Pasa algo? ¿En serio, Troy? –dijo Alicia bastante enfadada y dejó el frasco encima de la mesa. –¿Qué te hacía pensar que quería ser inmortal?
–Bueno, en el cine dijiste que estaría genial serlo, y pensé que te alegraría saber que podrías serlo y estar con nosotros para siempre.
–Troy. Agradezco lo que habéis hecho, de verdad. –Alicia empezó a hablar con un tono más suave. –Pero nací humana, sé que con eso podría ser inmortal y estar con ustedes. Obviamente me gustaría claro. Pero no puedo dejar solo a mi padre.
–Nos dejaría solos a nosotros. A mí y... –Alicia cogió mis manos mientras me miraba con cariño, y no pude evitar sollozar un poco.
–Troy, lo bonito de la vida es saber que tiene un fin, así la disfrutas más. Sé que en algún momento nos tendremos que despedir, y sinceramente no quiero, pero tampoco quiero cambiar quién soy. Soy humana y tú un licántropo, tú algún día también fallecerás pero tienes una vida mucho más larga que la mía. –Alicia se inclinó para juntar su frente con la mía, y con una de sus manos acariciaba mi mejilla. –Sé que algún día nos tendremos que decir adiós, pero mientras tanto, vamos a disfrutar del presente.
–De acuerdo.
–Te amo. –me susurró y no pude evitar sorprenderme.
Sentí que era el momento perfecto y me incliné hacia ella para darle un beso, Alicia se sorprendió pero correspondió a los segundos. Luego de aquel momento volvimos a acariciar a los conejos mientras reíamos al sentir como sus pequeños bigotes nos hacían cosquillas en el cuello al abrazarlos.
Sé que en algún momento tendríamos que despedirnos para siempre, pero hasta que llegara ese momento decidí pasar todo el tiempo posible con ella, y crear bonitos recuerdos. Hope y el resto tenían razón al decir que Alicia era una humana especial. Los momentos que viviré junto a ella los recordaré toda la vida e intentaré vivir tal y como ella me estaba enseñando todos los días.
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