Capítulo 40

–¿Dices que tu hermana se casó con una chica? –cuestionó una niña con asco mientras sus amigos rodeaban a Ellie. –¡Qué asco!

–Eso no es normal. –habló un niño al lado de ella. Los tres niños veían a Ellie con asco.

–¡Ella es la mejor! Ella me cuida, me enseña cosas nuevas y es cariñosa. Eso es lo más importante. –se defendió Ellie haciéndome sonreír por lo que dijo. Se acercó a la niña pero ella se echó hacia atrás con miedo.

–¡No me toques! Si lo haces seguro que me vuelvo como ellas.

–¿Por qué los humanos sois tan idiotas? –susurró Ellie para que no la oyeran.

Vi como el niño que físicamente aparentaba ser más mayor se acercó a Ellie con intención de golpearla. Sabía que Ellie era una licántropa y que podría defenderse sin mi ayuda, pero aún así no podía dejar que le hicieran algo.

A paso rápido me acerqué a ellos, y con un rápido movimiento le sujeté el brazo al chico, él me miró asustado, ya que no se esperaba que alguien interfiriera en la discusión.

–¡Uy! Te toqué. Ahora eres gay. –le sonreí al mismo tiempo que le soltaba.

La reacción del niño fue bastante divertida de ver. Comenzó a gritar mientras se restregaba su brazo en su camisa, intentó pedir ayuda a sus amigos pero ellos se alejaron de él mientras gritaban. En cuestión de segundos él también se marchó dejándonos solas. Ellie al verme sonrió y me abrazó con fuerza. Se notaba que había comenzado a despertar sus poderes licántropos, algo que nos emocionó a todos, era señal de que poco a poco se convertiría en una adolescente hecha y derecha.

–Gracias por ayudarme, Nora. –me agradeció al separarse y mirarme con una sonrisa.

–No es nada. ¿Qué sucedió?

–Siempre jugaba con ellos. Se sentía bien jugar con niños que no fueran los del Clan, aunque lo hacía a escondidas, no nos dejaban acercarnos a los humanos. –explicó Ellie con nostalgia. –Pensé que eran mis amigos. Pero, cuando les comenté que mi hermana se había casado con una chica su comportamiento cambió...y bueno, ya lo has visto.

–Hay humanos que son así. Lo bueno es que también los hay comprensivos y amables, como Alicia. –Ellie asintió con una sonrisa al nombrar a mi amiga.

–Ella me cae muy bien. Espero verla para jugar con ella. ¿Ella jugaría conmigo?

–Claro que sí. –le aseguré con una sonrisa cariñosa.

Decidí llevar a Ellie a una chocolatería nueva que habían abierto hace poco, Leah fue quién me contó sobre dicho local cuando iba a hablar con los padres de Kaira, y pensé que esto animaría a Ellie por el mal momento que había pasado. Una vez entramos y elegimos la mesa cerca de la ventana, la chica tomó nuestros pedidos y vi que Ellie me miró preocupada.

–¿No te sentará mal? –me preguntó al ver cómo había pedido una taza de chocolate con una magdalena casera, al igual que ella.

–No te preocupes. Hoy traje las pastillas que Micah me daba. –le mostré la pastilla al sacarla de mi chaqueta, donde la tenía envuelta en un pañuelo.

Antes de que viniera nuestro pedido me tomé la pastilla para que fuera haciendo efecto. Los ojos de Ellie brillaron al ver la taza humeante de chocolate caliente y una pequeña magdalena junto a ella. No tardó ni dos segundos en empezar a tomar la comida, sonreí al verla tan contenta y comencé a comer también, aunque a diferencia de Ellie lo tomé con más calma.

Mientras Ellie terminaba de comer me dediqué a observar a las personas que pasaban por la calle. Estaba embobada mirando hasta que reconocí a Alicia caminando junto a un chico que se me hacía conocido. Me fijé más en ellos, intentando reconocerlos hasta que alguien me tocó el hombro haciendo que mi atención se fijara en esa persona, cuando intenté volver a buscar a Alicia fue inútil, ya se habían marchado.

–Hope. –dije viendo a mi amiga mirarme con una sonrisa. A su lado estaba Kaira, quién me miró de forma cariñosa y le sonreí. –¿Qué hacéis aquí?

–Pues le había hablado varias de este lugar a Kaira, y al final la convencí para que viniera.

–Veo que habéis tenido la misma idea. –comentó Kaira observando a su hermana, Ellie mojaba la magdalena en la taza de chocolate y se la comía con una gran sonrisa.

–Si... –iba a contarle lo que había ocurrido en el parque pero al ver que estaba solucionado, no merecía la pena decírselo. Tal vez algún día se lo contaré, por ahora dejaré que ambas disfruten de este momento. –Me encontré con Ellie en el parque y le propuse venir a tomar algo.

Ellie me miró con una sonrisa agradecida, Kaira y Hope se sentaron con nosotras después de pedir lo que querían tomar. Sin que ninguna de las dos se diera cuenta, Ellie me susurró un "gracias" seguido de un pequeño abrazo. Kaira se quería sentar a mi lado pero en su lugar se sentó Ellie, Hope alegó que quería disfrutar de su mejor amiga y que me podría disfrutar cuando estuviéramos en casa, algo que avergonzó a Kaira y no dudamos en reírnos de su expresión.

1 semana después...

Una semana había pasado desde que me encontré con Kaira y Hope en aquella chocolatería. Para bien o para mal, llegó el cumpleaños de Kaira, algo que me mantenía nerviosa. No sabía cómo había podido aguantar una semana guardando el secreto de su fiesta de cumpleaños, aunque realmente sí lo sabía, todo se debía a la ayuda de mis amigos y familiares, ellos habían hecho posible que todo saliera a la perfección.

Mientras Hope distraía a Kaira durante toda la mañana hasta la hora de comer, Ross y yo nos acercamos al claro del bosque donde pensé en hacer la celebración. Una vez llegamos pude ver una gran mesa con sillas a ambos lados, en la mesa estaba la cubertería para cada invitado, además de que los árboles estaban decorados con adornos.

–¿Qué os parece? ¿Os gusta? –me preguntó Mildred al acercarse a mí.

–Me encanta. ¿Crees que a Kaira le guste?

–Cariño, estoy segura de que le encantará. Pero no sólo este detalle, sino que lo has organizado tú, eso es lo que le va a encantar.

–Bueno, todos habéis sido de gran ayuda para organizar todo. –le respondí, no quería llevarme todo el mérito. Mildred me sonrió con cariño y me dio un pequeño abrazo. –Es la verdad.

–Ahora sólo falta la invitada de honor. –comentó Ross acercándose a nosotras. Él había ayudado a Wolfang a llegar unas cajas dónde estaban guardados los regalos. –¿Hope la traía, no?

–En teoría sí. Esperemos que no se distraigan mucho.

Las siguientes horas las pasé ayudando a hacer la comida en casa de los Grimmwolf. Elías me presentó a su amigo Thane, quién era el mejor chef para preparar la carne, y después de saludarnos, Thane caminó sin decir nada a la cocina y comenzó a preparar los platos. Algo que por supuesto no iba a ser nada barato, pero la fecha lo merecía, sobre todo después de todo lo que hemos pasado nos merecíamos un capricho.

Tanto Elías como yo fuimos echados de la cocina, al parecer Thane necesitaba estar solo para concentrarse y que así saliera mejor la comida. No entendí mucho pero supuse que eran misterios de chef. Elías me mostró cuánto costaría todo y si tuviera corazón me daría un infarto seguro. Le ingresé a su cuenta la mitad de lo que costaba, ya que él me insistió mucho en que pagáramos ambos, algo que de cierta forma le agradecí.

–No esperaba que fuera tan caro.

–Es de alta clase, ¿Qué esperabas? –se burló Elías con una sonrisa.

–¿Qué es caro? –preguntó una voz detrás de nosotros.

Y en seguida supe de quién se trataba.

–¡Kaira! –exclamé sorprendida y con una sonrisa nerviosa. A su lado, Hope nos miraba apenada.

–Esa soy yo. ¿Qué estáis haciendo en mi casa?

–Elías quería mostrarme su nuevo reloj. –me inventé y rápidamente le mostré el reloj que él traía puesto.

–Parece barato.

–Suele pasar con las cosas caras, no lo aparentan. –habló Elías viendo con una sonrisa a su sobrina. Kaira por su parte parecía no creer nuestra palabras.

–Ya...Por cierto, Elnora. ¿Por qué estos días has estado tan ausente? ¿Pasa algo? –me preguntó Kaira y mi mente se quedó en blanco, no sabía qué responder. Intenté pensar alguna excusa pero ninguna parecía ser lo suficientemente buena para que ella se lo creyera.

–Sólo quedé con Elías para...

–¡Para ayudarme a elegir ropa! Tengo una cita, ¿sabes? –me interrumpió Elías intentando ayudar. Kaira le miró extrañada, y luego pasó su mirada a mí.

–No hace falta que finjáis. Ya lo sé. –respondió, sorprendiéndonos a ambos.

–¿Tú lo sabes?

–Sí.

¡No me digas que lo ha averiguado!

–Y lo que pasa es...

¡Pensé que lo había ocultado muy bien!

–¡Estabas viendo con Elías la nueva serie! –exclamó Kaira señalándonos a ambos como si nos estuviera acusando de un delito.

¿Serie? ¿Qué serie?

¡Ah! La serie dónde una plebeya se enamoraba de una noble y debían luchar por su amor...

–¡Te dije que quería verla contigo!

–¿Qué serie? –preguntó Elías confundido. Hope por su parte parecía divertirse con la situación. Miró la hora en su móvil y me asintió.

–No es ninguna serie. Pero sí que te he estado ocultando algo. –vi la expresión de Kaira endurecerse, y por un momento pensé que se transformaría por su mirada amenazante. –Más bien todos te hemos estado ocultando algo.

–¿Y eso es...?

–¡Una sorpresa! –exclamó Hope abalanzándose contra Kaira, y abrazándola con cariño. Sin perder el tiempo, sacó de su bolso un antifaz y se lo colocó en los ojos a Kaira. –Y como una sorpresa tiene que ser sorpresa, ¡No puedes ver nada!

–Me dais miedo.

Hope comenzó a darle vueltas a Kaira sobre sí misma con la intención de que no supiera donde se encontraba, aunque lo que ocurrió fue que acabó mareada y con ayuda de Elías tuvimos que sujetarla mientras caminaba. Tuve que aguantarme la risa al ver la caminar, ya que parecía que estuviera borracha. Algo que Hope notó y no dudó en burlarse de su amiga.

–Hope, cuando te vea te juro que te voy a dar un golpe. –prometió Kaira con una sonrisa divertida.

Caminamos durante un rato por el bosque hasta que Wolfang nos avisó de que todo estaba listo, parecía ser que aquella carne se cocinaba bastante rápido y Thane hizo varios platos en un santiamén. Cuando llegamos al lugar de la fiesta y todos estuvieron preparados, Hope le quitó el antifaz a Kaira y ella, fiel a su palabra, le dio un golpe a Hope en el brazo.

–¡Oye!

–Te avisé y...

–¡FELICIDADES KAIRA! –gritaron todos los presentes al unísono provocando que Kaira se quedase sorprendida y sin palabras.

Kaira observaba a todos nuestros amigos allí reunidos. Alicia, sus padres, Jade, Roxlin, mi madre y muchos otros estaban de pie con pancartas que decían "Felicidades Kaira". Alicia fue la primera en acercarse y desearle un feliz cumpleaños, Kaira la miró con una sonrisa y ambas se dieron una abrazo mientras reían. Poco a poco todos comenzaron a acercarse para felicitarla, vi a Thane aparecer con varias bandejas apiladas en sus manos y me acerqué para ayudarle.

–Gracias, señorita Vatore. –me agradeció con una pequeña sonrisa. Elías también se acercó para ayudar a servir los platos. –Deberían sentarse, puedo servir todo en un momento.

–No es nada. Pero quiero ayudarle.

–Pero son los anfitriones y...

–A parte de ser nuestro chef, eres mi amigo Thane, y como amigo tuyo quiero ayudarte. –le interrumpió Elías con una sonrisa, y con dos bandejas en sus brazos.

–Gracias.

Avisé a todos para que tomaran asiento, y entre los tres servimos toda la comida, una vez estuvo toda en la mesa Thane observó que sobraba un asiento. Ahí fue cuando Elías le comentó que también había un lugar para él, era una forma de agradecerle su trabajo. Thane se sentó junto a Elías mientas que por mi parte tomaba asiento junto a Kaira, ella me dio un beso en la mejilla haciéndome sonreír.

–¿Esto era lo que estabas ocultando?

–Obvio. Quería que fuera una sorpresa. Pensé en hacerlo sola, pero tenemos unos amigos muy entrometidos y no me dejaron.

–Eso es doblemente obvio, Elnora. –me reprochó Hope, quién estaba sentada en frente de nosotras con Ross sentado a su lado derecho y Alicia sentada a su izquierda.

–Creo que lo mejor de organizar el cumpleaños fue cuando os quedasteis encerrados en el almacén. –recordó Alicia con una sonrisa burlona, provocando que tanto Ross, Hope y yo la mirásemos al mismo tiempo. –¿Qué?

–Eso se supone que debía ser secreto. –dijo Ross avergonzado. Kaira comenzó a reírse llamando la atención de todos los presentes, y no tuvimos más remedio que contar la anécdota al resto.

El plato que Thane preparó fue un manjar que nos encantó a todos. Ross, mi madre y yo nos tomamos la pastilla especial para tolerar la comida, y debíamos decir que estaba exquisita, aunque seguía prefiriendo la sangre. Spike comía también del plato que le serví, al parecer le estaba encantando y no dudó en llamar nuestra atención para pedir más carne.

Después de un tiempo comiendo todos empezamos a hablar sobre algunos temas, cuando terminé de hablar con Ross y de cómo me iba a enseñar a cazar, miré a Kaira y verla sonreír tan emocionada hizo que la idea que tuve hacía un tiempo volviera a surgir.

Sonreí mientras la admiraba hasta que se percató de mi mirada, algo que me hizo sonrojar al ser descubierta y Kaira me diera un beso cerca de la comisura de mis labios provocando que mi cara comenzara a notarla caliente, y al mismo tiempo, escuchar las risas divertidas del resto de invitados.

Sí.

Estaba segura de que haría realidad aquella pregunta que formulé en mi mente.

Esta vez sería por mí, y no por una promesa de nuestros abuelos.

Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top