Capítulo 4
Observé como la gente transitaba tranquilamente por el interior del hotel, hoy era mi primer día como seguridad del hotel y la verdad que estaba tranquila la mañana. Sólo había habido un hombre borracho que había intentado entrar en el baño de las mujeres, pero fue bastante sencillo para mí sacarlo de allí.
En la hora del almuerzo Alicia se acercó a mí para invitarme a almorzar, caminamos hacia la cafetería privada del hotel que había para los empleados. Ben me sustituyó en la zona en la que estaba ya que él ya había tomado su almuerzo.
Por un momento me pareció escuchar el latido del corazón de Kaira pero tendría que ser imaginación mía. Seguí a Alicia hasta que tomamos asiento en una de las mesas , sin que se diera cuenta saqué una de las pastillas que me entregaron mis padres para poder tolerar la comida humana.
–¿Qué tal llevas el día, Elnora? –me preguntó con una sonrisa.
–Está bastante tranquilo, la verdad esperaba algo más movido.
–Suele estar tranquilo, espero que no te aburras.
–He tenido trabajos más aburridos, no te preocupes. –le sonreí mientras tomaba otro bocado de la comida. Las pastillas eran milagrosas la verdad.
–¿Cómo cuáles? –me preguntó interesada.
–He trabajado de abogada, periodista, fotógrafa, guardabosques y forense. –dije algunos de los tantos trabajos que tuve en toda mi eternidad.
–Para tener veinticinco años has trabajado en muchas cosas. –Alicia parecía sorprendida y me dio una sonrisa triste. –Yo por mi parte de milagro termino la carrera de administración. Me resulta complicado a veces.
–Te podría echar una mano. No sé mucho pero tuve gente que me enseñó algunas cosas.
–¡Gracias! –exclamó emocionada y comenzó a comer más animada, haciéndome sonreír.
El resto del día pasó rápido y sin ningún incidente más, Ben y yo cuando nos encontrábamos por los pasillos nos gastábamos bromas haciendo reír a los residentes hasta que terminó cuando la encargada nos encontró y nos amenazó con decírselo a la señora Dupont si nos volvía a ver haciendo tonterías. Las cuáles volvimos a hacer cuando no nos veía.
Salí del hotel junto Alicia, a quién acompañé hasta el parking donde Ben la esperaba con su coche, nos despedimos con un abrazo y se marchó. Mis instintos vampiros me avisaron de que había alguien observando, por lo que revisé la zona en busca de aquella persona hasta que vi al chico que supuestamente era el novio de Kaira.
Él me miró con odio hasta que se dio la vuelta y se marchó. Aquella situación no me gustó mucho pero decidí ignorarlo por ahora y marcharme a casa. Una vez llegué, Kaira se encontraba viendo la televisión y cuando me vio se levantó para acercarse a mí.
–¿Dónde estuviste todo el día? –me preguntó con curiosidad.
–No sabía que te importara dónde he estado. –le respondí y vi que se tensó, pero sonreí y le respondí. –En un trabajo que conseguí.
–¿Por qué trabajas si tienes todo el dinero que quieras?
–¿Por qué te sigues viendo con el idiota de tu novio? –le pregunté y vi como aquello la molestó. –Eres lista, Kaira. Hasta yo me di cuenta que sólo está contigo por interés.
–Troy no es así.
–Ya. Lo que tú digas. –respondí mirando la hora en mi móvil. –No me gusta estar sin hacer nada, quiero sacar provecho de mi inmortalidad aprendiendo todo lo que pueda. Tú deberías hacer lo mismo. Me voy arriba.
Me di la vuelta para subir por las escaleras dejando allí a Kaira, cuando ella me habló y me sorprendió bastante lo que me dijo.
–Te preparé algo de comida. Es una receta familiar.
–Sabes bien que los vampiros no comemos comida humana. –le recordé. –¿O eso no te lo dijeron tus padres?
–Lo sé muy bien. Pero quería hacerte algo de comer, ya que parecías disfrutarlo con aquella chica. Si te gustó la comida de una cafetería, te debería gustar más lo que yo te preparé, ¿verdad, cariño?
Sonreí cuando vi que me estaba desafiando, bajé los escalones que había subido y caminé hacia ella, parándome frente a ella y cruzándome los brazos mientras nos veíamos con sonrisas desafiantes. Kaira parecía que no se iba a detener hasta conseguir lo que quería, y yo no era alguien que escapara de las situaciones.
–Además, sería de mala educación no probar lo que tu prometida te ha hecho con tanto cariño, ¿verdad? –dijo Kaira sonriéndome con aires de suficiencia.
–Cierto, sería de mala educación. Aunque eso significa, que si yo pruebo tu comida. Yo puedo probar tu sangre, ¿verdad? –le comenté acercándome más a ella haciendo que se pusiera algo nerviosa, al ver como jugaba con mis colmillos.
Acerqué mi boca a su cuello mientras lentamente hacía que mis colmillos tocaran su cuello haciendo que Kaira se estremeciera. Lo que me sorprendió fue que no me alejara o me empujara lejos de ella. Sonreí y decidí no molestarla más, aunque antes de separarme le di un pequeño beso en el cuello haciendo que chillara sorprendida. Me alejé de ella riéndome al ver su cara roja, y caminé hacia la cocina.
Encima de la mesa pude ver un plato con un filete de carne y algunas verduras de acompañamiento, sonreí ante el detalle de Kaira y decidí comérmelo, usando por supuesto las pastillas para evitar que me sentase mal. Cuando estaba por terminármelo escuché como llamaron a la puerta con bastante insistencia.
–Si es Troy le voy a hacer que se comporte como un cerdo. –susurré mientras me levantaba y salía de la cocina.
Kaira fue la que abrió y fue recibida por una chica un poco más alta que ella. Vestía con una blusa blanca, unos pantalones vaqueros y unas botas negras, su pelo castaño era corto y le llegaba hasta los hombros. Ella inmediatamente abrazó a Kaira mientras daba algunos saltos, seguramente por la emoción.
–¿No estabas en un viaje? –preguntó Kaira separándose de ella.
–Decidí terminarlo cuando me enteré de tu compromiso. ¿Es ella? –preguntó mirándome y Kaira asintió. La chica se acercó a mi y me saludó con un abrazo. –Soy Hope Parker, un placer.
–Elnora Vatore. –dije algo sorprendida e incómoda por el repentino abrazo. Kaira carraspeó y Hope se separó de mi viéndome con una sonrisa.
–Ella es mucho más sexy que Troy, has ganado mucho con ella, Kaira. –dijo Hope haciendo que Kaira se sonrojase por lo que dijo. –¿Para cuándo la boda?
–¡Hope!
Kaira se llevó a Hope a la habitación dejándome sola en la parte de abajo. Sin decir nada decidí ir al otro lado de la ciudad donde me encontré con la niña, estaba paseando cuando de repente alguien me abrazó por la cintura, me giré dispuesta a encararme con esa persona pero resultó ser Alicia, quién me miró con una sonrisa.
–Hola Elnora.
–Alicia. –le sonreí y nos dimos un pequeño abrazo. –¿Qué haces por aquí?
–Vivo aquí cerca. –me explicó mientras empezamos a andar por la calle. –Estaba dando un paseo cuando te vi a lo lejos y tuve la idea de saludarte.
–Vives algo lejos del hotel, ¿no?
–Sí, así que todos los días voy con mi padre en su coche, así que no es problema. Sólo tardo unos veinte minutos en llegar.
Alicia me comentó que dentro de poco sería el aniversario de boda de sus padres, por lo que le gustaría comprarles una pulsera a cada uno con las iniciales del otro y su fecha de boda. Entramos a una joyería donde Alicia comenzó a hablar con la dependienta de lo que estaba buscando y si podría hacer un encargo. Mientras ella hablaba me dediqué a ver los expositores viendo las diversas joyas, me paré al ver un collar hecho de plata con detalles en oro de una silueta de un lobo formando medio corazón mientras que la otra parte del collar parecía ser un ala de murciélago. Sonreí al ver la coincidencia entre el collar, Kaira y yo.
–¿Te ha gustado algo? –preguntó Alicia acercándose a mí, miró el collar que estaba mirando y me sonrió. –Es muy bonito, ¿Lo vas a comprar?
–No sé si a ella le gustaría. –comenté y Alicia me miró confundida, por lo que decidí aclararle. –A mi prometida.
–¿Te vas a casar? –preguntó emocionada y mirándome con una sonrisa. –Cuéntame.
–Mis padres me han prometido con la hija de unos socios suyos. –decidí contarle la situación omitiéndole todo lo sobrenatural. –Vivimos juntas en una casa que nos dejaron en herencia nuestros abuelos. No sé si le agrado o no, pero no sé si regalarle algo como esto le molestaría.
–Yo pienso que sería muy bonito de tu parte. Puede que a ella no le agrades, pero al menos puedes llevarte bien, ¿no? Tal vez luego surja el amor entre vosotras.
–No creo que eso pase. Somos muy distintas. –le dije. Y no sabía cuánto de distintas éramos.
–Los opuestos se atraen, lo mismo pasa con las personas distintas, se atraen.
Al final gracias a la insistencia de Alicia compré el collar, pero no quería dárselo a Kaira tan de repente. Esperaría al momento ideal para hacerlo. Al salir de la joyería decidimos dar un paseo hasta que sentí que alguien nos seguía, cogí a Alicia de la mano haciendo que me mirase y comencé a andar más rápido.
–¿Qué pasa? ¿Por qué corres? –me preguntó intentando seguir mi ritmo.
Atajé por unos callejones hasta llegar a una calle que conectaba con la entrada principal del bosque, caminamos hacia el interior y cuando llevábamos unos minutos nos salimos del camino principal hasta llegar a un pequeño claro. Alicia me miraba confundida y algo asustada, sentí que me abrazó al ver como Troy junto con dos chicos más nos rodeaban.
–Vaya, mirad a quién tenemos aquí. A la gran Elnora Vatore junto con una humana. ¿Es tu cena?
–Cierra la boca, perro pulgoso. –le respondí escuchando como sus amigos gritaban "oh" mientras reían.
–No quería atacar a ningún humano, pero viendo que la has traído contigo no tengo más remedio. Luego jugaré con ella. –rio Troy mientras sus ojos brillaban en un tono verdoso, al igual que sus dos amigos.
Alejé a Alicia de mí, ella se escondió detrás de un árbol mientras veía la situación asustada. Torné mis ojos de un color rojo mientras mostraba mis colmillos, no quería que se enterase Alicia de quién era pero el perro idiota de Troy no me dejó opción.
Sus dos amigos se abalanzaron sobre mí pero con gran facilidad los agarré a cada uno del cuello sujetándolos con fuerza mientras los levantaba del suelo. Sabía que no podía matarlos ya que con el compromiso queríamos la paz entre las especies, pero las ganas no me faltaban de hacerlo. Lancé a ambos contra dos árboles dejándoles adoloridos en el suelo.
Troy se abalanzó contra mí y entre forcejeos me rompió la camisa de un arañazo pero por suerte no me llegó a herir. Ambos con nuestra gran velocidad nos lanzábamos el uno contra el otro mientras nos golpeábamos, por suerte pude agarrar por ambos brazos a Troy y propinarle una fuerte patada en su pecho haciéndole que se chocara contra un gran árbol.
Decidí usar mi poder de invocación para que comenzaran a llegar pequeñas ratas, las cuáles se subieron por encima de ambos chicos y comenzaran a chillar al ser mordidos por los pequeños roedores. Eso los mantendría ocupados un rato. Miré de nuevo a Troy quién comenzaba a levantarse lentamente del suelo, suspiré y con mi fuerza levanté una gran piedra sobre mi cabeza, lanzándosela a Troy y causando que se quedara inconsciente allí en el suelo.
–La próxima vez, pensar mejor contra quién os metéis. –les dije con rabia.
Me acerqué a Alicia quién salió asustada de su escondite, ambas nos fuimos a otro sitio para poder hablar. Alicia parecía pensativa y caminaba unos pasos detrás de mí mientras salíamos del bosque hacia la ciudad. Estábamos a punto de salir cuando Alicia habló.
–¿Qué eres? –me preguntó. Me giré para verla y pude ver como me miraba con interés.
–Soy lo que los humanos conocéis como vampiro. Y esos chicos eran licántropos, hombres lobo como vosotros les llamáis en los libros y películas. –le expliqué.
Vi como se quedó pensando, como si lo estuviera asimilando todo lo que acababa de ver y oír. Seguramente ahora me odiaría o me tendría asco o miedo incluso, tal vez lo mejor sería borrarle los recuerdos y que esto no lo sepa.
–Lo mejor será que te borre los recuerdos. –le dije y Alicia me miró frunciendo el ceño. –Recordarás todo lo anterior, pero esto no.
–¿¡Estás loca!? –me gritó apartando mi mano de ella, sorprendiéndome. –¡Esto es lo más increíble que me ha pasado nunca! Bueno, menos cuando gané un crucero pero creo que esto es más increíble que eso. ¿Chupas sangre de los humanos o prefieres de los animales? Yo preferiría de los animales porque los humanos comemos muchas porquerías. ¿La luz del sol te mata? Que tontería, si te he visto a la luz del día. ¿Entonces eres inmune? ¡Esto es genial! Entonces...
–¡Espera espera! –le tapé la boca con mis manos haciendo que se quejara. –¿No te doy miedo, asco o me odias?
–Nhom.
–¿Qué? –Alicia se quitó mis manos de su boca y habló.
–No. Eres increíble, buena persona, buena amiga, y eres divertida. ¿Por qué te tendría miedo? Además, si quisieras haberme hecho daño ya lo hubieras hecho.
–Eso es un buen punto, sí.
–Entonces, ¿Qué ha pasado en el bosque? ¿Quiénes eran?
–Te contaré todo, pero lo deberás mantener en secreto. –la miré algo seria y Alicia asintió en comprensión.
–Te lo prometo, Elnora. Para eso estamos las amigas. –dijo rodeándome con sus brazos, abrazándome.
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top