Capítulo 33
–¿Qué querían decirme? –preguntó Ben, una vez me senté junto a Alicia frente a él.
Cuando entramos en la cocina pudimos ver como Troy y Ben se miraban fijamente, como si estuvieran en una pelea de miradas. No nos miraron hasta que Alicia tosió falsamente llamando así la atención de su padre. Me sentía nerviosa, no sabía como podría reaccionar ante la noticia, seguramente no saltaría de emoción como Alicia al descubrir que soy vampira.
–Conoces las leyendas e historias que cuentan sobre seres sobrenaturales. Ya sabes. Vampiros, licántropos... –comencé a decir, tras controlar mis nervios. Alicia cogió mi mano para darme ánimos, y continué hablando. –Pues la verdad es que...
–Un vampiro genocida quiere acabar con todas las especies existentes para crear la especie perfecta con Elnora, de quién está obsesionado hasta la médula. –me interrumpió Troy soltando todo de golpe. Nosotras lo mirábamos sorprendidas. –Tenemos que avisar al alcalde para que ordene a todas las personas de la ciudad que se escondan en sus casas para evitar que sufran ataques como los que estamos viendo en la televisión. Por cierto, soy un licántropo.
Ben se quedó mirando fijamente a Troy, como si estuviera analizando toda la información que nuestro aliado había dicho en tan poco tiempo. Un incómodo silencio se instaló en la cocina y la tensión que había parecía poder cortarse con un cuchillo, pensé en hablar para confirmar lo que Troy había dicho pero la risa de Ben me interrumpió.
–Es lo más gracioso que he escuchado. –rio Ben, causando que Troy se molestara y Alicia mirase a su padre con preocupación. –¿Es alguna historia que vais a contar en la inauguración del hotel?
–Es la verdad, papá.
–Alicia, deberías dejar de ver documentales sobre lo sobrenatural. Esas cosas no existe, si existieran no tendría que trabajar.
–Estúpido humano. –gruñó Troy levantándose de la silla, llamando la atención de todos. –Podemos probar que es verdad.
–Escucha chico, una broma tiene sus límites y...
Ben se quedó callado y su expresión pasó de estar molesto a verse sorprendido y asustado al ver como Troy se transformaba en su forma de lobo. Troy apoyó sus patas delanteras encima de la mesa mientras que acercaba su cabeza al hombre dejando ver sus afilados dientes mientras gruñía.
–¿Qué...?
Parecía que le iba a dar un infarto en cualquier momento y me asusté aún más al ver como comenzó a ponerse cada vez más pálido. Alicia se levantó para acercarse a su padre, puso sus manos en sus hombros e hizo que la mirase. Troy por su parte volvió a su forma humana sentándose nuevamente en la silla, y mirando al hombre con una sonrisa triunfante.
–Papá, escúchame. Lo que te han dicho es verdad, Elnora es una vampira y Troy es un licántropo. –dijo Alicia mirando fijamente a los ojos de su padre. Mientras él la miraba serio y con la respiración irregular. –Un vampiro loco quiere acabar con toda la humanidad, para detenerlo debemos aunar fuerzas entre todos para evitarlo. Por eso te pedimos ayuda, por favor.
Alicia se alejó de su padre sentándose de nuevo a mi lado. Miré a Ben esperando su respuesta, él parecía pensativo y de vez en cuando nos miraba a los tres como si estuviera buscando que esto fuera algún tipo de broma, Troy por su parte estaba tranquilo observando como se desarrollaba el momento.
–Bien. Os ayudaré, pero sólo porque Elnora ha demostrado ser alguien capaz y ha cuidado bien de mi niña. –dijo Ben tras un lapsus de tiempo en silencio. Escuchar aquella respuesta hizo que me invadiera la tranquilidad de que lo había aceptado. –Eso quiere decir...¿Qué Elnora es una anciana?
–Tengo más de quinientos años, no sé si sería una anciana. –le respondí con una sonrisa burlona. Ben empezó a reírse al igual que Alicia, quién se tapaba la boca con la mano.
–Serías más bien un fósil. –comentó Troy de forma desinteresada. Lo miré de mala forma pero aún con una sonrisa en mi rostro.
–Habló el burro de las orejas.
Padre e hija volvieron a reírse y esta vez me uní a su risa, Troy por su parte intentó mantenerse serio pero logré ver cómo sonreía levemente. Antes de irnos a descansar acordamos de empezar con el plan cuanto antes.
–Iré a ver al alcalde, uno de sus guardaespaldas es amigo mío, estoy seguro de que conseguiré verle en persona.
–Iré contigo. Si quieren saber qué esto no es una broma me necesitarás. –argumentó Troy cruzando sus brazos y mirando a Ben.
–Es buena idea. Mañana iremos temprano.
–Alicia y yo iremos a casa de mi madre para ver si en la biblioteca hay algún libro que nos pueda ayudar. –dije mirando a Alicia, ella asintió y luego me giré para ver a Troy. –Cuando termines con el alcalde nos veremos allí.
–Lo sé. El de la idea he sido yo, te lo recuerdo. Sé qué hacer.
–Menudo ego.
–Además, sigo sin entender porqué los humanos necesitan ver para creer en algo. ¿No les basta con tu palabra? –cuestionó Troy, intercalando miradas entre Alicia y Ben. Ellos parecían no saber qué responder.
–Los humanos tienen a desconfiar, y más si es algo que nunca han visto por ellos mismos. –respondí, viendo de reojo cómo ambos suspiraban aliviados de no responder ellos.
–Lo que sea. Id a descansar, vamos a necesitarlo a partir de mañana.
Troy fue el primero en irse a descansar. Me quedé con Ben y Alicia durante un rato hasta que a ambos les entró sueño y decidieron imitar a Troy e ir a descansar. Por mi parte sé que debería descansar, aunque realmente no lo necesitara pero antes de tumbarme en la cama subí al tejado y me quedé observando la entrada al bosque.
No podía creer la mala suerte que tenía.
Primero Troy molestando e impidiendo que Kaira fuera feliz, y ahora Baldir con la tontería de crear la especie suprema. ¿Se habían vuelto todos locos o qué? Suspiré viendo el cielo, y como la luna era luna llena. Serían unos días difíciles, según me contó Kaira en su día, las noches de luna llena era cuando los poderes de los licántropos aumentaban.
Estuve sumergida en mis pensamientos hasta que sentí a alguien cerca de mí. Al girarme vi a un hombre mirarme con una sonrisa. Él tenia el pelo rubio y sus ojos color marrón claro me miraban con nostalgia. Estuve a punto de ponerme a la defensiva pero él habló antes de que pudiera hacer nada.
–Soy un aliado, Elnora. –habló con calma. Se acercó más a mí sin dejar de sonreír. Metió la mano en su bolsillo y sacó la carta que había entregado hacía unas horas en el hospital. –Creo que me buscabas.
–¿Tú eres el amigo de mis padres?
–Así es. Me llamo Micah Wayne. –se presentó, y me relajé al saber que él era el que me daba los sobres de sangre.
Como si me hubiera leído la mente se quitó la mochila que traía con él, y me la entregó. Al abrirla vi que habían cuatro sobres de sangre. Le miré con una sonrisa agradecida mientras Micah me miraba algo apenado.
–Siento que no sean muchas. Cuando Javier me entregó la nota y ver lo que pasaba no pude quedarme quieto, y sólo pude traer las primeras que vi en el almacén. –se disculpó a la vez que se tocaba la mandíbula con su mano.
–Es suficiente, muchas gracias.
–Entonces, ¿Cuál es el plan? –le miré con curiosidad y él me sonrió con confianza. –Te ayudaré con el vampiro genocida. No puedo permitir que alguien más muera. Ya perdí a tu padre, no quiero que os pase nada a vosotras.
–Gracias. Te contaré el plan que tenemos en mente. Aunque creo que tengo otros planes para que me ayudes.
Le expliqué el plan de Troy a Micah y lo que haríamos mañana cuando amaneciera. Él estuvo de acuerdo en todo el plan hasta que le comenté que había pedido refuerzos a los líderes de las otras comunidades pero no tenía respuesta por su parte, Micah se ofreció a buscarles y traerles aquí.
–Recuerda que los otros líderes se pueden considerar carcamales. No creo que se hayan acostumbrado a la tecnología y seguramente no sepan como responder. –se burló Micah al recordar una situación similar. –Les mandé un correo preguntando si podían venir, y a los dos días sin previo aviso aparecieron en la puerta de mi casa.
–Espero que sea así, Micah.
Micah antes de marcharse me prometió traer toda la ayuda posible, observé como se marchaba en su forma de murciélago hasta que le perdí de vista. Estuve un rato más en el tejado, esta vez admirando el collar que compartía junto a Kaira, y prometiéndome a mi misma que acabaría con Baldir de una vez por todas.
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