"Los humanos comenzaron a ganar terreno, por lo que tuvimos que aunar esfuerzos para acabar con los humanos. Acabamos con la mayoría de ellos pero no queríamos su aniquilación por lo que con ayuda de mis compañeros usamos nuestra hipnosis en ellos.

Gracias a ello todos los humanos olvidaron todo lo que tenía que ver con vampiros y licántropos, dejando que sólo fueran leyendas. Tuvimos a gente infiltrada que nos ayudó a destruir todas las armas que habían creado para acabar con nosotros.

Aún habiendo luchado juntos no parecía que hubiera paz entre nuestras especies. Rilok me propuso algo que no sabía si funcionaría a futuro pero esperaba que sí. Ambos pactamos que nuestros nietos o nietas se casaran para así unificar a ambas especies en una sola, y así acabar con nuestra guerra por nuestras diferencias y poder vivir en paz.

No sé si veré como mi nieto o nieta se casa, pero le dejaré mi diario para que así conozca el porqué de su matrimonio concertado."

–Así que fue por eso. –dijo Kaira cuando terminé de leer y cerrar el diario para dejarlo a un lado. –Por suerte para ellos lo vamos a conseguir.

–Sí. Me gustaría estar en paz con ustedes.

–Vamos a avisar a mis padres. Además, así que puedo enseñar la zona y alguna de nuestras costumbres, si quieres claro.

–Me encantaría.

Kaira me sonrió emocionada antes de recoger su plato y prepararnos para irnos. En cuestión estuvimos listas para ir al territorio donde vivían ellos cuando Kaira me detuvo sujetándome la mano, la miré confundida mientras ella me veía con diversión.

–¿Qué te parece ir de una forma más interesante?

–Adelante. –le sonreí.

Kaira se adelantó un poco hasta que pude observar como se transformaba en su forma de loba hasta que al final frente a mí había un gran lobo marrón mirándome con sus brillantes ojos verdes. Me acerqué a ella para acariciarle el cuello haciendo que moviera la cola haciéndome sonreí, ella se agachó un poco indicándome que me subiera a su lomo.

Sin ningún esfuerzo di un pequeño salto subiéndome encima de ella y rodeando con suavidad su cuello. Kaira comenzó a correr a través del bosque haciéndome sonreír, era una sensación que no había sentido ni cuando volaba por el cielo. Era sentir el aire en mi rostro mientras corría encima de Kaira por el bosque esquivando los árboles y arbustos.

Tardamos un poco más en llegar que usando nuestra velocidad pero lo disfruté más. Al llegar Kaira no tenía intenciones de volver a transformarse por lo que caminamos por en medio del pueblo hacia su casa siendo vistas por todos; algunos mirándonos curiosos, otros con cariño y otros con odio. Podía entender todas las expresiones.

Estuvimos a punto de llegar a su casa justo cuando un chico se interpuso haciendo que Kaira parase y lo mirase fijamente, el chico nos miró a ambas para luego hacer una mueca de disgusto, el resto de personas miraba atentamente la situación.

–¿Podemos ayudarte en algo? –le pregunté sin saber muy bien qué hacer.

–Me resulta increíble que Kaira esté con una vampira, hacía mejor pareja con Troy. –bufé cansada al oír aquello. ¿No se cansan de repetir lo mismo? –Además, no me parece bien el trato. Deberíamos acabar con vosotros cuanto antes.

–Piensa lo que quieras, eres libre. Por suerte la decisión no recae sobre ti, así que tu opinión me da igual.

–Maldita vampira. –gruñó al escuchar como varias personas se rieron. –Te enseñaré cuál es tu lugar.

El chico tenía intenciones de atacarme pero Kaira le empujó con su hocico haciendo que cayera de espaldas al suelo, ella se acercó gruñendo a la vez que mostraba su dientes, su pelo se erizó mostrando lo molesta que estaba. Vi que tenía intenciones de atacar al chico pero le acaricié el cuello a la vez que le daba caricias con mi cara y pequeños besos, algo que la calmó.

–Si yo fuera tú, tendría cuidado de lo que dices y a quién se lo dices. –le dije al chico sin separar mi cara del cuello de Kaira. –Ten un buen día.

Seguimos el camino hasta llegar a casa de Kaira donde su padre abrió la puerta mirándonos con una sonrisa. Me bajé de Kaira para que pudiera volver a su forma humana en cuestión de segundos, ella me miró con una sonrisa y me tomó de la mano, su padre no hizo más que sonreír aún más.

–Adelante chicas. Más vale que me contéis todo, sobre todo ese griterío que había fuera.

–Ahora le contamos.

Entramos a su casa siendo recibida por su madre a quién saludamos con un abrazo, Ellie fue la siguiente y ella no dudó en lanzarse hacía mí para que la abrazara. La cargué en mis brazos hasta que llegamos al salón donde todos nos sentamos y coloqué a Ellie en mis piernas, ganándose una mirada de Kaira.

–No me seas celosa, hermana. –se rio Ellie con diversión. –Déjamela un rato.

–No soy celosa. –Kaira negó mientras se cruzaba de brazos.

–¿Lo es? –me preguntó Ellie con diversión mientras Kaira me miraba fijamente, por lo que sólo me encogí de hombros negándome a dar mi respuesta. –Eso es un sí en toda regla.

–Bueno, cambiando de tema. –habló Wolfang con diversión, y nos miró a ambas. –¿Qué tal vais? Hope algo nos contó pero quiero oírlo de primera mano.

–Elnora y yo estamos juntas desde hace unos días. –dijo Kaira con orgullo haciendo chillar de emoción a sus padres.

–¡Sabía que estaríais juntas! Sois tal para cuál. Como si fuerais almas gemelas. –dijo Mildred con emoción.

–¿Pero eso no es todo no?

–No. Troy nos está dando problemas. –hablé esta vez yo viendo como Wolfang y Mildred nos miraban con confusión. –Asesinó a mi jefa cuando nos fuimos al viaje. Investigamos la escena donde fue asesinada y Kaira encontró la pista que lo delató. Además, que nos ha amenazado en varias ocasiones con acabar con nosotros e impedir que el trato se lleve a cabo.

–Ese Troy hijo de... –comenzó a decir Ellie.

–¡Ellie! –le regañó su madre haciéndole reír a la pequeña.

–Troy siempre ha dado problemas, lo vi desde que comenzasteis a salir. –vi como Kaira hizo una mueca de asco. –Estaremos pendientes de cualquier situación extraña. Lo vigilaría pero hace semanas que no viene por aquí, sus padres están preocupados.

Kaira aprovechó para enseñarme el pueblo, ella me guio por el lugar enseñándome el gimnasio improvisado que habían hecho a base de troncos y cuerdas, una piscina natural que había cerca, un pozo en medio del pueblo y habían varias tiendas donde vendían sus cosechas aunque más bien hacían trueque entre ellos al no tener moneda como tal.

Luego de dar un paseo y Kaira darme algunos besos con caricias una chica llamada Lara nos avisó de que la ceremonia de intercambio iba a comenzar. Miré confundida a la chica mientras que Kaira pareció comenzar a preocuparse.

–¿Qué pasa? –le pregunté mientras caminábamos a la plaza donde estaban todos reunidos.

–Se me olvidó que hoy es cuando las parejas nuevas realizan una serie de actividades para ver si son realmente almas gemelas y pueden estar juntas por la eternidad. –me explicó Kaira y la miré con tranquilidad. –No estés tan tranquila. Debes comer comida y...

–La manejaré Kaira, no te preocupes. –le sonreí con tranquilidad.

Sabía que esto era importante para Kaira y no le fallaría en un día como este.

Kaira me miró preocupada mientras llegábamos al lugar. Todo estaba decorado con luces y adornos de lunas, árboles y huellas. Las personas estaban sentadas en el suelo mientras que otras tres parejas estaban sentadas en lo que parecía ser un pequeño escenario hecho de madera. Al llegar vi a aquel chico que nos molestó con su pareja, él nos miró con asco mientras que la chica nos saludó con amabilidad.

Ambas nos sentamos juntas donde el padre de Kaira nos indicó e inmediatamente unas chicas nos entregaron unos alimentos con los cuáles debíamos preparar un plato sin hablar entre nosotras. Al parecer la prueba sería para ver si sabíamos lo que pensaba la otra.

–¿Qué puedo preparar? –pensé mirando los ingredientes detenidamente.

Observé como el resto de parejas comenzó a preparar la comida mientras que Kaira miraba el plato con preocupación. No podía dejar que se burlaran de ella, por lo que comencé a preparar su plato favorito. Kaira reaccionó y me miró, al hacerlo nuestras miradas se conectaron e inmediatamente sentí como un escalofrío por el cuerpo, le sonreí y ella me imitó.

Parecía como si me hubiera leído la mente y comenzó a preparar la salsa que acompañaba al plato. De vez en cuando miraba al público para ver como se sorprendían de la conexión que ambas teníamos, el resto de participantes parecía igual de sorprendido y el chico gruñó mientras continuaba su plato de forma más agresiva.

No sé cuánto tiempo estuvimos, estaba concentrada hasta que Wolfang anunció que el tiempo había acabado. Y sorprendentemente sólo Kaira y yo habíamos hecho un único plato mientras que el resto había hecho cada uno un plato diferente, el público aplaudió sorprendido mientras miré a Kaira con una sonrisa y ella me dio un beso en la mejilla haciéndome reír.

–Ha sido suerte. –masculló el chico.

Después de aquello debíamos alimentarnos con la comida que habíamos preparado, Kaira levantó el tenedor hacia mí mientras me veía preocupada. Le sonreí mientras acepté lo que había en el tenedor, un silencio reinó en el lugar mientras tenía a todos mirándome fijamente, imagino que sabían que los vampiros no podían comer comida humana.

Tragué la comida e inmediatamente sentí las náuseas y las ganas de vomitar, pero aguanté y le sonreí a Kaira mirándola con cariño.

–Está delicioso. –le dije haciéndole suspirar y relajarse al oírlo, pero aún así me veía preocupada.

Cuando comí la mitad del plato fue mi turno para darle de comer a Kaira, y una vez terminamos avisaron de que seguía la segunda prueba. Nos dieron unos minutos para prepararla, algo que Kaira aprovechó para cogerme de la mano e ir conmigo al baño, y una vez llegamos no pude aguantar y vomité toda la comida.

–Lo único malo es que no traje nada de sangre para que te recuperes. –susurró Kaira acariciándome la espalda.

–No pasa nada.

Me enjuagué la boca con algo de agua para quitar el mal sabor en mi boca antes de volver a la plaza, Kaira se adelantó ya que la llamaron mientras yo terminaba de prepararme. Me sentía mal por la comida pero no dejaría a Kaira sola.

Regresé a la plaza encontrándome con las parejas transformadas en lobo, al parecer tendrían que acicalarse mutuamente para enseñar lo cercanos que eran. El resto de participantes veían a Kaira fijamente mientras que ella agachó la mirada, imaginé que sería porque al ser yo vampira no podría realizar la prueba.

Lo que no saben es que nunca dejaría que Kaira estuviera mal.

Subí decidida al escenario llamando la atención de todos, con una sonrisa me quité la camisa quedando con tan solo mi sujetador negro. Kaira abrió la boca mientras que el resto de personas gritaron sorprendidas. Me senté frente a Kaira en su forma de loba mientras le sonreí y le miraba con confianza, después de aquello me giré para quedar de espaldas a Kaira y retiré mi pelo dejándolo caer por uno de mis hombros.

–Adelante Kaira. –le dije girándome.

No sé si era posible pero me pareció ver que estaba sonrojada, aunque con tanto pelo no sé si eso sería posible. Lo que si sé es que dudó en acicalarme ya que era algo intímo y a la vez sería acicalarme en mi forma humana. Pensé que tal vez no lo haría pero me callé cuando sentí como Kaira lamía mi espalda con cuidado, sonreí y miré al resto de participantes que estaban en shock ya que no reaccionaban, y el público igual.

Al parecer no se lo esperaban.

Kaira se dedicó a acicalarme, lo cuál era que me lamía el cuerpo, no voy a negar que me puse nerviosa pero haría lo que fuera por ella. Si la Elnora del pasado lo viera seguro se burlaría. Mi novia me lamió la espalda hasta que me rodeó para lamer mi abdomen pasando luego por la zona de mi cuello hasta lamer mis mejillas haciéndome reír. Rodeé su gran cuello con mis brazos todo lo que podía, la miré con cariño y le di un beso en su nariz escuchando como su cola golpeaba el escenario.

Supe que era mi turno de acicalarla y por razones obvias no podría hacerlo igual que ella, sé que lo que haría me cansaría añadiendo el hecho de que la comida aún seguía haciendo efecto negativo en mi cuerpo pero aún así continué.

Realicé pequeños gestos con mi mano bajo la atenta mirada de todos, al parecer me había convertido en la atención de todos. Un suave viento comenzó a envolver a Kaira peinando su pelo, usando mi poder hice que una flor que había de adorno volara hacia mi para luego colocarla encima de una de las orejas de Kaira, a modo de adorno. Todos se mantuvieron en silencio hasta que Wolfang decretó que ambas habíamos ganado nuevamente, haciendo que todos vitorearan y silbaran emocionados.

Sonreí mirando al público hasta que unos suaves brazos me abrazaron, Kaira me dio un beso frente a todos quiénes seguían emocionados, le devolví el beso hasta que sentí que se separó y me abrazó contra ella, poniéndose entre el público y yo.

–Será mejor que te pongas la camisa de nuevo, no quiero que vean en ropa interior a mi prometida. –me susurró Kaira con una sonrisa y bastante sonrojada. –No pensé que harías algo como eso, me dejaste desprevenida.

–Ni yo. No lo tenía planeado. Pero no podía dejar que se burlaran de ti o algo, sé que esto es una tradición importante para ti. –le comenté sonriéndole al ponerme de nuevo la camisa que había tirado al suelo. –Y lo haría las veces que fuera necesario.

Kaira me miró emocionada y pensé que lloraría pero supe que me había equivocado justo cuando ella se tiró encima de mi mientras me besaba. Escuché a la gente del público gritar ante el gesto de ella pero no me importó, simplemente rodeé mis brazos en su cintura y cerré los ojos disfrutando del beso.