Capítulo 11

Ambas nos encontrábamos con nuestras maletas listas para ir al resort donde estaba el parque de atracciones que Amelie nos había regalado. Según el mensaje de Ross, él pasaría a por Hope y luego a por nosotras en su coche, lo que me sorprendió fue que aceptara recoger a Hope.

Miré a Kaira quién al notar que la miraba apartó la mirada, había estado esquivándome desde el día en que le dije que estaba hermosa con o sin ropa, le había pedido perdón de todas las formas posibles, hasta escribiéndole con salsa "perdón" en su plato favorito.

Un claxon me llamó la atención y vi el coche de Ross acercándose, Hope bajó la ventanilla del copiloto para sacar medio cuerpo y saludarnos cuando el coche paró frente a nosotras.

–¡Hola chicas! –dijo con emoción.

–¡Oye! Ten cuidado con el tapizado, es nuevo. –se quejó Ross cogiendo a Hope del brazo para que se sentara bien.

–¡Métete el tapizado por tu culo vampírico!

–Da gusto veros, chicos. –les dije con una sonrisa mientras caminaba al maletero del coche para guardar las maletas.

Ayudé a Kaira a guardar su maleta haciendo que me diera una pequeña sonrisa, algo que me alegró ya que pensaba que no me iba a sonreír más. Nos montamos en el coche y le escribí en el gps la dirección para que mi amigo pudiera verla.

El viaje fue en la mayoría animado con Hope y Kaira hablando de varios temas como de lo que podían hacer en el resort, que tal iba la cosa por su Clan y muchas más cosas de las cuales no presté atención. Me dediqué a ver por la ventanilla el paraje mientras pensaba en cómo mi vida había cambiado en poco más de un mes.

Había pasado de detestar a los licántropos y a no querer ningún tipo de contacto con ellos, a tener que casarme con una licántropa y ser amiga de su mejor amiga. De mi me lo podía esperar ya que suelo ser más de mente abierta y a querer relacionarme más, pero de Ross no me lo podría haber imaginado, sobre todo viéndole ahora hablar tranquilamente con Hope aunque a veces parecían discutir por tonterías.

–¡Te digo que no le hagas caso al gps, por ahí no es! –le reclamó Hope a Ross al ver como el gps se quedaba sin conexión a veces.

–¡Y yo te digo que yo conduzco y voy por donde quiera!

Sonreí viendo a ambos discutir e iba a seguir mirando por la ventana cuando sentí la mirada de Kaira en mí, no pude evitar mirarla pero ella en vez de apartar la mirada me sonrió haciendo que le devolviese el gesto. El coche pilló un bache haciendo que ambas nos cogiéramos de la mano por acto reflejo haciendo que Kaira me diera una sonrisa nerviosa, y haciendo reír a Hope en voz baja pero aún así la oímos.

Ambas seguimos tomadas de la mano durante el resto del viaje hasta que Kaira se durmió, estaba apoyada contra la ventanilla hasta que la sentí como se recostaba contra mí. Ninguno dijo nada durante el resto del viaje, al cabo de de una hora más de viaje por fin llegamos al resort. Allí aparcamos y nos identificamos en recepción.

–Vale. Hay una habitación matrimonial y dos habitaciones con camas individuales. Por razones obvias, Elnora y Kaira estarán en la matrimonial, Ross en la contigua que es individual y yo en la otra. –dijo Hope entregándonos las llaves a cada uno.

Subimos al quinto piso del resort donde buscamos nuestra habitaciones las cuáles se seguían, al entrar a nuestra habitación pude ver que era muy amplia, tenía un baño, un gran armario empotrado, una televisión frente a la cama para verla tumbada en ella, y una salida a la terraza donde podíamos ver el interior del hotel donde se encontraba la piscina, y a lo lejos el parque de atracciones.

–Voy a ir a ver a Hope. –me avisó Kaira.

Cuando ella se fue comencé a mirar las vistas mientras bebía un sobre de sangre, estuve sumergida en mis pensamientos hasta que alguien llamó a la puerta. Tiré el sobre a la papelera que había en el baño antes de abrir la puerta, encontrándome a Ross frente a mí.

–¿Ya guardaste todo? –le pregunté sorprendida.

–Soy un vampiro, tengo supervelocidad, obvio que lo haría rápido. –me contestó con una sonrisa. –Y por lo que veo, tú aún no lo has hecho.

–Estaba admirando las vistas.

–¿Y qué tal con Kaira? Noté algo de tensión entre ustedes, ¿pasó algo?

No sabía si contarle lo que me había pasado con Kaira, pero Ross era mi mejor amigo y casi siempre le contaba las cosas, lo único que no sabía era lo de las bolsas de sangre pero esperaba en un futuro contárselo. Nos sentamos en la cama y le comencé a contar lo que había ocurrido, él me escuchó sin interrumpir ni gastar alguna de sus bromas.

–Por lo que me has contado, no creo que esté enfadada ni nada de eso. –me comentó Ross pensando en sus palabras. –Más bien diría que está avergonzada.

–¿Tú crees?

–He salido con muchas chicas, Nora. Estoy seguro.

–Eso no es algo de lo que deberías estar orgulloso, Ross. –le recriminé y él me dio un suave golpe a modo de respuesta. –Le preguntaré cuando estemos a solas. Ahora, ¿quieres explorar el lugar?

–Me gustaría. –me sonrió con diversión.

Ambas salimos a la terraza donde nos transformamos en murciélagos una vez comprobamos que nadie estuviera mirando. Sobrevolamos el hotel desde las alturas para luego volar por todos los huecos que podíamos, incluidos los sistemas de ventilación. Al final pudimos ver como eran las cocinas, la piscina climatizada que había, la sala de tenis, el gimnasio, la piscina exterior e incluso el sótano donde la gente había guardado sus coches.

Al final decidimos hacer una carrera en nuestra forma de murciélago hasta el parque de atracciones, donde por los pelos Ross me ganó haciendo que me sacara la lengua al tener la victoria. Estuvimos viendo el parque de atracciones el cuál se parecía de cierta forma a la feria, salvo que la mayoría de sus atracciones eran de agua. Vimos algunas que nos llamó la atención para ir mañana, así que decidimos volver al hotel donde esta vez gané yo la carrera.

Al entrar a mi habitación asustamos un poco a Kaira y Hope, quiénes estaban hablando en la cama y se sobresaltaron al vernos transformar en nuestra forma humana.

–¿Dónde habéis estado? –nos preguntó Kaira intercalando miradas de Ross a mí.

–¡Lo que habéis hecho ha estado genial! –exclamó Hope emocionada.

–Hemos ido a investigar el hotel, y el parque de atracciones. –le respondí sentándome a su lado.

–Ya tenemos algunas atracciones para subir. –continuó hablando Ross, sentándose en un pequeño taburete que había frente a la cama.

–Que suerte poder volar por ahí sin que os vean. –dijo Hope con cierta envidia pero siguió sonriendo.

Estuvimos hablando durante un rato hasta que Kaira y Hope bajaron al restaurante a cenar mientras Ross y yo nos quedamos en la habitación mirando sitios que podríamos ir. También hablamos de que nuestras vidas habían cambiado tanto, y no pensábamos estar en una misma habitación con algún licántropo.

Ross acabó yéndose a su habitación para descansar aunque primero iría a por su cena de sangre como él le decía, me tumbé en la cama mirando mi móvil y mandando mensajes a mis padres, además a Alicia, quién al final no pudo venir con nosotras debido a que debía ir a ver a su abuela al pueblo.

No sé como pasó pero al final me quedé medio dormida, por suerte me había vestido con el pijama que era mi favorito y cuando estuve a punto de conciliar el sueño por completo escuché como la puerta se abrió, pero estaba tan a gusto que decidí cerrar los ojos e intentar dormirme.

–Pienso que deberías contárselo, ya has visto que ella no es como los otros chicos con los que has estado, o como Troy. –escuché la voz de Hope.

–Sólo temo que me guste por el contrato, y no por mí. –esta vez fue Kaira.

–Eso es una tontería. El contrato no tiene nada que ver con los sentimientos, ¿o sientes que estás siendo forzada a enamorarte?

–No. –susurró Kaira.

–Entonces no seas tonta y sé valiente.

No escuché nada más ya que me dormí mientras sentía la habitación fresca debido al aire acondicionado. Al día siguiente nos despertó la alarma del móvil que había puesto, salí de la cama para ir al baño a cambiarme de ropa. Esta vez elegí unos pantalones vaqueros con zapatillas de deporte y una blusa azul celeste de tirantes.

–Buenos días, dormilona. –le dije a Kaira, quién recién se había despertado.

–Buenos días. –me respondió levantándose y estirándose antes de ir a coger su ropa.

Kaira cuando se vistió y estuvo lista, cargamos unas pequeñas mochilas donde llevábamos los bikinis, algo de comida y salimos de la habitación encontrándonos con Hope y Ross quién estaban mirando un folleto. Juntos bajamos a la cafetería para que ambas chicas desayunaran mientras Ross y yo hablábamos de las atracciones que podríamos subir.

Al salir del hotel, Ross y yo nos pusimos unas gorras para evitar el sol, no nos hacía ningún daño a diferencia de lo que las películas les enseñaban a los humanos pero sí que nos resultaba algo molesto. Caminamos por un atajo que Ross y yo descubrimos cuando volamos la otra noche, hasta llegar al parque de atracciones de agua.

Le entregué los tickets al chico que nos atendió, él me miró con una sonrisa algo coqueta e inmediatamente sentí como Kaira me abrazaba por el brazo haciendo que mi atención se dirigiera a ella, quién me sonrió y el chico borró su sonrisa para indicarnos que podíamos pasar. Ross y Hope se reían detrás nuestra mientras les miré confundida y Kaira sonreía orgullosa.

–Celosa. –le susurró Hope a Kaira cuando caminó delante de ella, haciendo que Kaira gruñera.

Llegamos hasta un edificio donde estaban las taquillas para cambiarnos de ropa, Ross entró a la habitación de los chicos mientras nosotras fuimos a la de las chicas. Una vez allí abrí la taquilla que me habían asignado y comencé a cambiarme de ropa, Kaira no pudo evitar balbucear y se marchó al baño para cambiarse mientras Hope se reía. Me vestí con mi bikini negro con encajes blancos mientras que Hope tenía uno de color azul con algunos volantes de adorno. Esperamos a Kaira hasta que salió con algo de vergüenza mostrándonos su bikini violeta con una huella en el lado izquierdo de la parte de arriba del bikini.

–Te queda muy bien. –le dije haciendo que me sonriera nerviosa. –Estás genial.

–Tú tampoco te quedas atrás, Elnora. –me dijo Hope mirándome. –Tienes un buen cuerpo, ¿verdad Kaira?

–Sí. –susurró mirándome.

Las tres salimos del cuarto para esperar a Ross fuera, aprovechamos para ponernos algo de crema solar para evitar quemarnos, algo de lo que era bastante propensa debido a mi condición vampírica. Ya que los vampiros absorbíamos más la luz del sol haciendo que nos sea algo bastante molesto y que nos quememos con más facilidad.

Kaira me ayudó a ponerme crema por la espalda mientras yo terminaba de ponerme por la cara. Cuando terminó le ofrecí ponerle crema, ella me respondió algo nerviosa pero accedió y con suavidad comencé a ponerle la crema.

–Tienes una piel muy suave. Es muy bonita. –le dije sintiendo como se tensaba para luego relajarse.

–Gracias. Tú también.

Hope nos miró con una sonrisa mientras Kaira le sacaba la lengua divertida. Ross salió con un bañador gris con un sombreado negro, sabía que ese era su bañador favorito ya que se lo quitó a su primera víctima cuando mordió por primera vez.

–Vaya Ross. –comenzó a decirle Hope con una sonrisa. –Pensé que estabas más bueno, menuda decepción.

–¿¡Qué!? –chilló mi amigo acercándose a ella. –¿Tú has visto este cuerpo? Estoy buenísimo.

–Ya claro, sigue soñando. –dijo Hope con una sonrisa maliciosa, y comenzando a caminar.

–Oye, vuelve aquí.

Ross le siguió mientras le reclamaba que él era perfecto. Kaira y yo nos miramos con una sonrisa divertida mientras les seguíamos a través del parque para buscar nuestra primera atracción para subirnos.

Sentí a Kaira algo nerviosa, por lo que sabía tampoco había venido nunca a un lugar así, le cogí la mano entrelazando nuestros dedos mientras nos sonreíamos, y seguíamos a nuestros amigos, quiénes seguían discutiendo.

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