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Todos los personajes de esta obra le pertenecen a Yuki Tabata (A excepción de los creados por mi)
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Había pasado el tiempo, quizás unas cuantas semanas desde que el humano había llegado al bosque de los Elfos, en donde Light, Vetto, Fana, y Rhya lo habían recibido y acogido como uno de ellos...
Había llegado la época de invierno, los arboles ya habían botado sus hojas, algunos animalitos se encontraban en su momento de hibernación, los elfos tanto jóvenes como viejos, disfrutaban de jugar en la nieve, los niños reían, mientras los adultos tomaban bebidas calientes en compañías de sus seres queridos.
Daiko, el joven humano que había llegado hace un mes a la tribu de los elfos, se encontraba pescando en un arroyo que estaba cerca de ese lugar, ya que esa vez a él le tocaba hacer el desayuno para sus amigos.
- Vaya, llevo sentado aquí por mas de 2 horas, y aun no ha picado nada. - Dio un suspiro para luego proceder a tirar la carnada por decima vez - Tengo la suerte de que vengo de un país muy helado... sino, no soportaría este frio...
El joven humano bostezo y poco a poco se quedo dormido. Pasaron las horas y un "Hola humano" despertó a nuestro protagonista. Al observar la figura, se encontró con un niño, de la misma estatura que él,
- Jamás había visto un humano de cerca - Se acerca a Daiko para observar su cabello rojo - Eso no es normal.
- ¿Y tu quien eres? - pregunto Daiko mientras se levantaba agarrando las cosas para ir a encontrarse con sus amigos.
- Mi nombre es Patry, y soy un elfo.
- Bueno, mi nombre es Daiko, y soy un humano.
- De los malos? - Rápidamente se sitúa enfrente de el para bloquearle el paso - No permitiré que pongas en peligro mi hogar.
El niño tomo una posición de ataque para atacar (obviamente) al humano, se posiciono y empezó a lanzar golpe tras golpe al humano, el cual ni se defendía, sino que solo los recibía. Esto confundió a Patry, el cual después de unos minutos decidió dejar de atacarlo.
- ¿P-porque no te defiendes o atacas? - pregunto algo confundido el elfo al notar que el humano no reaccionaba antes sus ataques.
- Es que yo no soy de lucha, además, no me gustaría lastimar a alguien el cual no me ha hecho nada malo. Por favor, siéntate y hablemos pacíficamente.
- Nunca!
El elfo corre con toda su velocidad para darle un gran golpe al niño que nada le había hecho, pero se tropieza y cae al rio, y el elfo que no sabe nadar se empieza a ahogar mientras e va hundiendo poco a poco. Daiko al ver esto decide lanzarse al agua helada para rescatar a ese niño que lo había lastimado.
El niño se lanzo y empezó a nadar hasta que llego a el elfo, lo agarro de los hombros y ambos se dirigieron a la superficie. Daiko logro salvar al elfo y lo llevo hasta la orilla en donde ocupo primeros auxilios para hacer que Patry sacara todo el agua que había tragado.
Unos minutos después, el elfo regreso en si, y despertó, confundido y mareado observo a su alrededor en búsqueda de su salvador, en eso, solo pudo observar al niño que estaba calentando un poco de té.
- Vaya, veo que ya despertaste, tuviste mucha suerte.
- ¿Qué fue lo que me sucedió? - pregunto algo confundido mientras se levantaba - ¿Por que tu me rescataste?, tu no tenias ningún motivo para salvarme, yo te lastime, te hice daño.
- ¿Y? - sirve un poco de té en un segundo vaso - pero a pesar de eso, no podía dejar que te ahogaras, eso no seria bueno, ni para ti ni para mi.
- (Este humano no es como los que nos relataban los abuelos en sus historias), Gracias, estaré eternamente endeudado con tigo - hace una pose de reverencia.
El peli-rojo solo soltó una pequeña risita, le agradaba la actitud del elfo.
- Bueno... creo que ya es hora de ir - Daiko empaca sus cosas y se alista.
- ¿A donde vas con tanta prisa? - Lo sigue.
- Voy a preparar el desayuno, vienes a comer con migo.
- Eso me gustaría.
Y así los dos amigos cruzaron el bosque helado, hasta que ambos llegaron a la aldea, la cual ahora se veía blanca por las nevadas de las noches anteriores. Los niños se encontraban jugando en la nieve, mientras que los adultos conversaban entre si.
Patry, el cual estaba temblando de frio, se le acerco al humano y le pregunto.
- ¿Acaso tu no tienes frio? - Se acerca y toca su chaqueta y nota que es delgada, y además que estaba helada - Esto, no te da nada de calor...
- Veo que te interesa saber mi pequeño secreto - se agacha y se acerca a la oreja de Patry - Yo no soy del reino del trébol, vengo de un lugar en donde esta casi siempre nevando.
- Oh, vaya, debe ser algo dura la vida en ese lugar.
A lo lejos aparece Licht acompañado con Vetto, ambos llevaban suéteres para mantener el calor de su cuerpo.
- Desearía tener magia de fuego en estos momentos - Dijo para si mismo Vetto, el cual se sorprendió al igual que Licht al ver como andaba vestido su amigo.
- ¿No tienes frio? - Pregunto Licht.
- Solo un poco nada más, pero no te preocupes por mi, además - levanta una bolsa llena de pescados - Traje la comida.
Todos se dirigieron rumbo a la cabaña de madera, para así poder degustar la comida que había pescado Daiko. Mientras tanto, Rhya y Fana se encontraban en la casa, jugando algún juego de mesa.
-Y jaque mate - Dijo Fana mientras quitaba el rey de Rhya - Con esta ya vamos cuatro a cero.
- Solo por que te dejo ganar.
- Solo admite que perdiste.
- No.
- Si.
- No
Y así los dos siguieron hasta que los demás entraron. Todos vieron como es que estaban discutiendo entre si sobre si el otro había hecho trampa. Así que Vetto y Licht los separaron, dejándolos en diferentes lugares de la sala:
- ¿Acaso esto es normal? - pregunto Daiko mientras se sentaba.
- Mas o menos, pero siempre al final logran hacer las paces, solo dales tiempo - Dijo Licht.
Algunas horas pasaron, Rhya y Fana habían vuelto a la normalidad, Daiko había preparado el almuerzo para los demás elfos y su invitado Patry, el cual le gustaba pasar tiempo con todos, mas en especifico con Licht, la mayoría de veces, adonde Licht fuera, Patry iba con el, no importaba adonde, el siempre lo seguía, ya que lo admiraba y lo respetaba.
Todos se encontraban almorzando, disfrutando de la comida, hablando entre si, mientras compartían anécdotas, unas graciosas, y otras no tanto, pero al final todos sonreían y se apoyaban entre si.
Ya en la noche, Daiko se encontraba afuera de la casa sentado en la rama de un árbol muy alto, el cual daba una vista increíble de toda la aldea de los elfos, junto a él se encontraba Patry, el cual se encontraba durmiendo en el regazo de él.
- Acariciando la cabeza de Patry - Prometo que no dejare que nada malo les suceda a ustedes...
Y allí, en la cima de ese árbol, ambos quedaron dormidos bajo la luz de la luna en espera de un nuevo día...
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Un capitulo algo corto, no mas para dar una introducción a un personaje que será muy importante en la trama para el futuro...
Y si, dije que publicaría mas seguido pero... la escuela no me deja, F, pero hare todo lo posible por publicar mas capítulos seguidos (ahora mismo estoy trabajando el cap. 3 de este libro)
:)
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