Capítulo 9: El impacto de Jimin

Para ti bebé sextape_ ❤️

Solo podía haber una explicación a lo que estaba pasando, las insinuaciones, las palabras le hicieron sentido como si delante suyo le hubieran revelado secreto importante. ¿Qué le había dicho? ¿Kim Jin? Parpadeó un par de veces pero cuando quiso acotar alguna cosa, la voz simplemente se rehusó a salir de su garganta.

—No puedo creerlo —presionó su mano en la frente— soy yo, "Jimin ssi~", bromeábamos con eso ¿En serio no me recuerdas? Soy Jimin... —la decepción se reflejó en su rostro pero mucho más la angustia de ver que su amigo no lo recordaba —no lo entiendo.

—No sé qué está hablando, señor yo... —toda su piel empezó a sudar con la ansiedad repentina que lo carcomía— ¡Déjame en paz!

Quiso arrancar de la situación porque no toleraba descubrir parte de la verdad, pero en aquel momento un abrazo lo rodeó por completo para apretarlo contra su cuerpo.

—¿Estas molestando a este muchacho? —frunció el ceño.

Era impactante el hecho de escuchar y sentir a Taehyung enfadado, cuando en realidad se caracterizaba por tener un carácter apacible. A pesar de lo duro que podía sonar, el muchacho no retrocedió un solo paso, nada podía asustarlo más que el hecho de tener enfrente a sus ojos a Jin sin que esté no lo tomar en cuenta.

—Creo.... creo haberlo confundido con otra persona, eso... eso es todo —volteó un poco para aceptar el vuelto que le entregaba la cajera, después de ello le dio una larga mirada al muchacho de cabello atado. Él no podía haber tenido alucinaciones ¿O sí? Esas cosas habían quedado atrás con las drogas— lo lamento —agachó la cabeza y salió de allí tan rápido como sus pies se lo permitieron.

Taehyung sintió a SeokJin temblar entre sus brazos, de hecho creía que no era necesario verle el rostro para saber que el muchachito está sollozando. Quería dejarlo en la cafetería unos segundos y correr tras ese idiota para saber qué le había hecho para que estuviera esa manera ¡¿Quién era?! Le acarició el cabello y parte de la nuca antes de tener su rostro para verle los ojos, estos brillaban.

—¿Quién es y qué te hizo? Puedo hacer que se retracte de sus palabras en un solo segundo.

—Nada, solo me sentí ansioso.

—No quiero ver tus ojos tristes —acarició el costado de su rostro— necesitas estar bien porque tienes una entrevista que dar, vas a hacerlo excelente.

Y mientras el médico trataba de devolverle la tranquilidad a ese muchacho, Jimin estaba sentado en un banco de madera observando fotos que tenía guardado en su teléfono móvil. Por una parte sentía nostalgia de ver los buenos momentos que había registrado con la cámara: él y Jin con las mejillas infladas, haciendo gestos a la pantalla, otra foto donde reían o capturas de conversaciones que habían tenido. Por otra parte estaba la angustia de no entender que había pasado en la cafetería ¿Sería la necesidad de buscarlo lo que jugó en contra? ¿Cómo era posible que no lo reconociera cuando ambos formaron su amistad en un ambiente hostil?

Sin entender volvió a marcar el teléfono que le correspondía pero está a alguien contestó.

—Yo... ¿Hola? ¿Con quién hablo?

—¿Park Jimin? —Esa voz podía conocerla ¡Eres la mamá de Kim Jin!

Era angustiante saber que esa alegría que la caracterizaba ahora estaba rebosando amargura.

—Soy yo señora Kim, soy yo —miró la pantalla con el ceño fruncido, luego de llevó el teléfono a la oreja— he estado tratando de comunicarme con Jin desde que supe lo del accidente el mes pasado cuando llegué de mis vacaciones por Japón.

—Jimin, hasta... hasta hace poco recibimos el teléfono de Jin después de mandarlo al servicio técnico por eso no pudimos contestar todo este tiempo, mi... mi hijo no está bien querido, todos lo saben y lamento que alguien como tú se entere hasta ahora —su voz se fue agudizando lo que al rubio no le gustó para nada— él está en coma desde el 9 de septiembre no despierta después de haber sido atropellado por un borracho —los ojos rasgaron del muchacho crecieron con ello ¡Pero si él lo había visto hace unos minutos! Aunque por alguna razón decidió omitir ese detalle —mi niño se pegó un poco en la cabeza pero el auto se lo pasó a llevar su pierna y tuvo una fractura, nadie sabe el motivo por el cual no despierta.

Park llevó las manos a su cabeza sin entender nada, el dolor crecía de forma excepcional, mas solo se limitó hacer lo único que tenía en mente.

—Señor Kim ¿Dónde está hospitalizado Jin? —Su voz se quebró— necesito verlo.

Apenas había terminado de hablar, tomó un taxi y llegó al prestigioso recinto de salud donde se encontró con la familia Kim. Odiaba verlos preocupados y no tener las herramientas necesarias para solucionar su problema más que escucharlos. Estuvo abrazando a la mamá de Jin un rato hasta que una persona del equipo de salud le dijo que podía entrar. Los kim lo dejaron estar a solas en aquella habitación, el rubio se volteó hacia la cama con su barbilla temblando y el corazón inestable. Tal vez no estaba preparado para darse cuenta que estaba loco.

—¿Qué fue lo que pasó en la universidad? ¿No me has contado que tienes un hermano gemelo?

Acarició su rostro, su piel estaba blanca como la nieve, su cabello teñido rubio despeinado ya dejaba ver las incipientes raíces del color natural que poseía. Sus signos vitales estaban bien, su amigo estaba respirando pero por extraño que apareciera no había indicios de vida en él. "Como una máquina" se estremeció. Su hermoso Jin no estaba aquí como él lo conocía.

—Hermoso, quiero pensar que estuve hablando con el alma que se ha salido de tu cuerpo —¿Qué tan lejos estaba de la realidad?— no entiendo qué pasó realmente, no quiero creer que estoy loco —su garganta tenía un nudo insoportable— ese otro hombre te conocía, te tocó, te abrazó, no... no puedo ser solo mi imaginación.

Verlo así, durmiendo tan profundamente, le hizo traer al presente los recuerdos de cuando no permitió que cayera de nuevo a las drogas y el alcohol, ocasiones en las que lloraba desconsoladamente hasta quedarse dormido entre sus brazos.

—Esto no se va a quedar así, Jin, no lo hará —pensó en el hombre que vio en la universidad, ohhh claro, definitivamente debía verlo otra vez.

Jueves 19 de octubre 2018, 2 días después

Acorralado boca abajo mientras Kim Donghae tocaba sus geniales fascinados, sudoroso, gimiendo en su oído que no debía decirle a nadie porque sus palabras serían llevadas por el viento, nadie le iba a creer.

Kim SeokJin se sentía sucio, incapaz, como alguien que no merecía ni un ápice de afecto de las personas ¿Hablaban mal a sus espaldas? Se lo merecía ¿Su padre abusaba físicamente de él? Lo merecía ¿Podría quitarse la vida? Sería una bendición. Lo único que lo detenía de cometer un suicidio era la esperanza de demostrar todo lo contrario, encontrar el motivo del porqué se sentía tan diferente y no abandonar a las pocas personas que quería.

Jungkook despertó abruptamente durante la madrugada con los ojos puestos en el techo. Miró hacia un costado perezosamente para darse cuenta que solo eran las 3, todo estaba oscuro, todo estaba calmado o eso creyó cuando escuchó un ruido proveniente de la cocina. Entrecerró los ojos ante decidir voltear a dormir pero cuando menos se lo esperó se encontraba caminando por el pasillo.

—¿Muñequito? —susurró, había una figura menuda inclinada en el refrigerador.

Al voltearse asustado, Kim SeokJin tenía sus labios manchados de crema pero lo que le pareció tierno se transformó en preocupación al verlo llorar en silencio.

—Señor Kim —balbuceó con su barbilla temblando— necesitaba calmarme, nece... necesitaba comer pastel, yo... tuve una pesadilla.

Apretó disgustado los labios. No quiso meditar mucho así que avanzó hacia el refrigerador, lo cerró, estiro su mano derecha sobre el bello rostro de ese muchacho y retiró con su pulgar los restos de crema antes de llevarlo a su boca. El gesto era caliente, SeokJin se sintió anonadado

—¿Quieres conversar sobre ello? —¿Había alguna forma de decirle que el Rey lo tocó durante 6 años? No. Suspiro confundido— ¿Por qué no regresas a la cama? Las pesadillas no son reales.

—Le aterraría saber lo cerca que estaba de que fuese real —lo es, lo era— no quiero volver, suena extraño como si un niño le estuviera hablando pero puedo quedarme durmiendo en la sala de estar.

El modelo frunció el ceño, quizás su actitud podría estar relacionada con algún trauma que no recordaba algo de su verdadero yo que la amnesia le impedía salir a flote. Kim Seokjin no soporto estar bajo la atención de ese hombre más tiempo así que paso por su lado para ir a su habitación, tomar unas mantas y hacerse "bolita" sobre un sofá mientras recobraba el sueño.

Pero como si hubiese leído su mente, Jeon Jungkook sostuvo su mano y con una firmeza acogedora lo hizo caminar hacia otra parte. Había una parte de él que le gritaba que estas actitudes extrañas podrían derivarse del comportamiento bipolar que tenía hacia el muchacho, necesitaba ser sincero y calmarlo.

—No voy a permitir que duermas allí, vamos a conversar —susurró contra su espalda.

Mordió sus labios para evitar gemir. ¿Por qué los únicos besos o ciertas conductas no lo aterraban? Tal vez porque estaba seguro que Jungkook no era como Kim Donghae.

Tímido se sentó en el borde de la cama mientras Kook de metía bajo la manta, la cámara era lo suficiente espaciosa para que cupiera ambos de forma cómoda. No quería hacer algo sucio, mierda aunque la inocencia del muñeco, le atrajera como el diablo, no ahora.

—No voy a hacer algo que no quieras muñequito, pero quiero que me escuches.

Suspiro aliviado cuando se metió bajo la manta de la cama y se volteó hacia el modelo, no entendía si estaba permitido hacerlo pero como si su alma lo incitara a tomar actitudes que creía imposibles, el muchacho apoyó su rostro en el hombro de Kook.

"No cuestiones nada, maldición, no cuestiones nada" se repitió Jeon antes de abrazarlo de lado. La contextura de su cuerpo, el calor que se fundía con el suyo, mordió sus labios para que su pene no se pusiera erecto. Lo conocía tan poco pero por otra parte estaba creciendo un sentimiento de querer protegerlo, por haber sido una versión mejorada de sí mismo comparado hace un mes atrás.

—Primero y antes que todos, vuelvo a advertirte que si comes mucho pastel vas a enfermarte —susurraba acariciando sus labios con el pulgar, SeokJin se sentía mareado con el calor —no te atragantes comiendo cuando tienes angustia, si estoy cerca puedes acercarte a mí.

—Quisiera ser de todo menos una molestia —gimoteó— yo sé que un día... —"volveré a Joseon"— recuperaré mi memoria.

—En algunas ovaciones sólo lo decía para molestarte— acarició el costado de su rostro— no mates a nadie, no le has hecho daño a nadie, pero quítate eso de la cabeza ¿Sí? No voy a echarte, puedes quedarte el tiempo que necesites mientras me digas que te ha pasado.

SeokJin se inclinó hacia atrás para verle con mayor claridad el rostro al señor Jeon, un poco de luz de la luna se infiltraba en la ventana y le daba un aspecto precioso a ese hombre. ¿Por qué había cambiado? ¿Era parte del capricho del destino? Su corazón latía frenético con el calor que compartían, el perfume de ese hombre era exquisito, le gustaba, si le gustaba demasiado.

Tenía unas vagas ideas en su cabeza el propósito de su viaje en el tiempo pero no quería ahondar en ellas, no cuando temía que le doliera saber la verdad. Había tenido una pesadilla y estaba él protegiéndolo, mierda ¡Esto no se parecía nada al compartir calor con el rey Kim Donghae.

Jungkook estiró su mano hacia él y desató su cabello para que cayera y rozara su clavícula. Sí a él le gustaba el señor Jeon ¿Sería correspondido y a él también le gustaba? No sabía, creía ser poca cosa para que un hombre como él se fijara en su persona.

Kim Seokjin se inclinó hacia adelante y tomó posición de su boca, si había que cambiar el pastel por sus labios cada vez que sentía angustia, entonces lo haría gustoso. El beso era lento, delicioso, sus labios de amoldaban con tanta belleza que dolía.

—Delicioso, eres un muñequito delicioso —susurró al costado de su cuello antes de regar pequeños mordiscos y volver a sus labios— delicioso.

Como afirmarse de un brazo sobre el colchón le estaba doliendo, sin deshacer el beso se acostó sobre su cuerpo para terminar abrazándolo por el cuello. Jungkook suspiró y mordió el labio inferior del muchacho para chuparlo, le gustaba y provocaba el hecho de que el resto afectará a SeokJin por como gemía o la maneras el cabello de su cuello.

—No quiero que nadie te bese, no... no quiero ser posesivo pero tú boquita sabe demasiado bien como para compartirla —murmuró extasiado dejando una mano tras la nuca de SeokJin para profundizar el beso.

Su lengua húmeda sabía a pastel y dulzura.

—Y no quiero besar a nadie que no sea usted, señor Jeon.

Dijo con sinceridad porque, si bien Kim Taehyung era lo que toda persona podía desear, no provocaba lo mismo en su mente y cuerpo como lo hacía el señor Jeon Jungkook. Casi como por voluntad propia mientras sus bocas se exploraban la una a la otra, SeokJin movió lentamente su cadera sobre la del modelo. Si su pene también estaba duro ¿Significaba que estaba haciendo las cosas bien?

Jungkook introdujo ambas manos debajo de su ropa intro para tomar las nalgas de su trastero y apretarlas con autoridad. Recordó la primera vez que las vio, tan blancas y redondas, listas para recibir una nalgada o ser mordisqueadas. Pero cuando la tentación de bajarle el pantalón de piyama fue mayor, la imagen de las marcas de "cigarros" en su espalda le dolió.

—Te llevaría a las nubes mientras me ruegas que entre en tu cuerpo —jadeó, ambos estaban lo suficientemente calientes como para matar el hambre en una buena ronda del sexo más delicioso —pero no hoy, muñequito.

Retiró la mano, si su pene tuviera mente le estaría reclamando por esas palabras tan estúpidas ¡El muchachito era una exquisitez! Pero tenía miedo, sí, miedo de no tomar los caminos correctos y hacerle daño.

Kim Seokjin asintió jadeante, sus frentes estaban unidas, su pene clamaba por una atención de urgencia pero agradecía la consideración. Aunque Jungkook no lo supiera era virgen, su única experiencia con el sexo se basaba en la mano algunas ocasiones, la mayoría del tiempo trataba de reprimir el deseo porque le hacía recordar a Kim Donghae.

No supo cómo, no supo por qué, pero le dio un pequeño beso en los labios antes de sentarse sobre sus mulos y mirarlo. El modelo se mordía los labios, la imagen del muchacho bañada solo un poco por la luz de la luna, su cabello despeinado, sus ojitos brillando su pecho que subía y bajaba agitado bajo esa camiseta blanca. Era delicioso.

—Sé que esta petición le puede sonar extraña, señor Jeon pero... no soy un hombre que tenga confianza en sí mismo, no del toda —parecía asustado— usted por el contrario es un hombre que desborda esa característica con el ímpetu la gente lo respeta, la gente lo quiere, la gente lo cuida... a partir de hoy ¿Podría enseñarme cómo lograr eso? Quiero ser un referente —su voz se quebró en medio camino— quiero dejar de tener miedo.

Jungkook frunció el ceño ¿En fondo de su mente habrían recuerdos que quería olvidar? ¿Quién había acabado con ese pequeño para reducirlo tanto? Pensó en sus ojos cuando lloraba, recordó las marcas en su espalda y no puedo sentir más que rabia. ¡Mierda!

—No solo voy a cuidarte, muñequito, voy a enseñarte a dejar de tener miedo, a ser respetado, pero lo más importante, a creer en ti.

Agradecido SeokJin de acomodó a su lado y descansó su rostro, sobre el lugar donde latía el corazón, tal vez la melodía más hermosa, pero se sintió mejor cuando esos brazos lo rodearon y ese hombre le susurró que descansará.

"¿Qué estoy haciendo? Yo no soy así ¿Lo soy?" Pensó Jeon mientras acariciaba la espalda del muchacho. Estaba siendo mucho más que un niñero, se estaba involucrando con el "psicópata" de su departamento, pero el deseo y la curiosidad podían más que el miedo. "Después de todo, no soy un bastardo" pensó convencido.

¿No se daba cuenta? Esta era la primera vez que una persona dormía con él en su propia cama.


Al otro día

Mira el reloj en su muñeca disimuladamente eran las 16:55 de la tarde cuando aquel profesor le dijo que iba a pagarle cuando la ayudara en sus clases. Había quedado fascinado con toda la sabiduría del muchacho, era mayor que la de muchos profesores y gente con más experiencia educando personas. Quizás era por la edad pero por ahora solo lo podía tomar como un ayudante.

La otra vez con el impacto del encuentro con ese tal "Park Jimin", fue incapaz de seguir con la reunión y terminó comiendo helado con el señor Taehyung en una heladería cercana. Hoy había tenido el valor para volver y buscar un "trabajo".

Cuando llego a la universidad lo primero que vio fue al muchacho de cabellera rubia sentado en la escalera de la entrada de la facultad, con un café a mano y una mirada titubeante que no lo hacía lucir como alguien que estuviese feliz. Se acercó nervioso y con un hilo de voz le murmuró que a las 5:00 de la tarde lo esperaba en la misma cafetería donde se había conocido, él ni siquiera levantó la vista mas solo asintió.

—Voy a vomitar —murmuró SeokJin entrando al lugar justamente cuando eran las 17 hrs.

Miraba sus manos que temblaban ansiosamente ¿Cómo podía establecer una conversación con alguien que lo confundía con otra persona? Cree estar solo en realidad los ojos de ese muchacho lo miraban llenos de lágrimas desde otra mesa ¿Sería el alma de su mejor amigo que estaba vagando fuera de su cuerpo? Maldición, se está volviendo loco.

SeokJin se percató de su presencia y se voltio asustado hacía el creyó que correría más solo lo vía pálido como el papel y la nieve, él no era su Jin ¿Quién era realmente?

—¿Le parece si nos sentamos en aquella mesa? —Asintió sin decir una palabra, el corazón le latía muy fuerte dentro del cuerpo— es apropiado que mantenga la mente abierta.

—A... ¿Aún sigues sin recordarme? —sus ojos seguían llenándose de lágrimas sin saber que le estaba partiendo el alma a Kim ¡No quería hacerlo sufrir de esa manera!— creo que me estoy volviendo loco.

—Yo también me volveré loco ¿Sabe? —Se sentó adelante de él— creo que usted señor Park me confunde con otra persona.

—¿Confundirte? ¿Confundir la persona que me ayudó a salir de las drogas? ¿Confundir a mi mejor amigo? Lo único diferente en ti es que no me miras igual, eres distante... es la segunda vez que te veo pero aun así sé que estás distante —con un poco de orgullo varonil se secó las lágrimas, las que, obviamente seguían cayendo— tengo pánico, no consumo, no soy drogadicto no más —se tocaba la cabeza mientras recitaba esas palabras como escudo protector —no estoy viendo cosas que no son... Jin no tiene un gemelo ¿Quién eres tú?

—Me estás confundiendo con otra persona... entienda —sollozaba, nunca había hecho llorar a un hombre de esa manera, quería correr a abrazarlo pero no se lo permitía para no confundirlo más— háblame de ese Jin que usted conoce, qué hace, cómo ese.

—Él... él —lo miró fijamente y con tanta intensidad que saldrían fuego por sus ojos— Kim Jin es la luz que llegó para sacarme de la mierda, mi mejor amigo, lo conocí en un centro de rehabilitación para adictos de alcohol y drogas, si uno caía en la tentación el otro lo ayudaba a salir de eso, si no hubiera sido por él muy probablemente me hubiera sido tan fácilmente hundirme de nuevo en esa mierda ¿Cómo crees que me sentí cuando... ¿Cuándo lo vi en coma? Sin vida, sin nada que hacer allí respirando, con una energía triste rodeándolo, ver sufrir a una familia... no sé ¿Cómo puedo estar hablando de eso cuando se supone que eres tú mismo? No entiendo —gimió angustiado— no.

El interior de SeokJin le gritaba que detuviera su sufrimiento ¿Si ese chico se enteraba de la verdad le creería? ¿Pero cómo podía estar seguro que hablaba de la misma persona? Recordó la frase de Namjoon, tomar el mismo valor y usarlo en esto. Fue así como respiro profundamente y estiró una mano para apoyarlo en el hombro de ese hermoso rubio.

—No cuestiones lo que le voy a pedir, porque sólo si lo que dice es cierto podrá entender lo que sucede ¿Es capaz de tener una mente abierta? —Jimin se secó las lágrimas y aunque no sabía a qué se refería, asintió— ese Jin del que usted habla ¿Dónde se encuentra? Se... ¿Sería posible llevarme con él?

—Yo —empalideció quedando tan blanco como la nieve— esto es una locura, eso no sucederá ¿Tú y tú de frente? No... yo

—Le pido que tenga la mente abierta, no sabe cuánto me ha costado tomar esta decisión, pero por favor, lléveme frente a ese muchacho como dice, sin testigos, solos los 3... si lo que dice es cierto le contaré lo que sucede.

Park Jimin sin cuestionar más lo que Jin le pedía, bueno, ese hombre que era exactamente igual a Jin solo que sus cabellos no coincidían.

Todo tiene un propósito, todo tiene un "para qué", Kim SeokJin no sabía exactamente pero sentía que esto era parte del sentido de su viaje en el tiempo. ¿Por qué alargar más la espera ante una respuesta a sus dudas, cuando lo más probable que su reencarnación estaba sin alma y que solamente un cuerpo con carne y huesos se mantenía "con vida"? Sostuvo su teléfono y marcó donde decía "Señor guerrero Jeon", pero él no contestaba porque estaba en su reunión con el manager de su madre.

Señor Jeon, soy yo, el muñeco... saldré por ahí, espero que tenga una reunión próspera, prometo no extraviarme, odiaría causarle problemas :(
17:19



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🌚Ahora sí se viene lo bueno 🌚
¿Qué pasará cuando Jimin realmente los ves cara a cara?
¿Le creerá a Jin?

Lo más importante ¿Descubrirá con varias su propósito del viaje en el tiempo?
.....
Pero eso lo sabrán la otra semana, ya que su querida escritora entrará en exámenes finales mañana. Las amo ❤️

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