Capítulo 8: Cercanía & Bipolaridad

Kim Seokjin observó los labios rojos de Kook. Si no había problemas que un hombre gustara de otro ¿Podría seguir haciéndolo? Después que dejó de juguetear con su cabello, se cercó su boca a la del modelo y succionó como si bebiera el néctar de la vida desde sus labios suaves, calientes, deliciosos. Amaba la textura que podía tener bajo su lengua y como él quería atraparla mientras el borde esas narices se rozaban.

Esta era la primera vez que daba un beso pero ahora que estaba sobre los muslos del señor Jeon, abrazándolo por el cuello comiéndole la boca, no sabía si quería dejar de hacerlo, se sentía bien, se sentía adictivo. Tuvo que parar, maldición, por supuesto que tuvo que hacerlo cuando sus pulmones le pidieron a gritos pude respirar.

—Muñequito —susurró contra su mejilla, pareciera que ambos estaban muy agitados porque la superficie de la piel estaba un poco húmeda—¿Por qué bebiste? —se inclinó hacia atrás para apreciar su rostro, amaba lo rojas que se había puesto sus mejillas o como trataba de conectarse con la realidad. Lo ayudó atarse el cabello tras su cabeza porque algunos mechones impedían su visión.

—Señor Jeon —suspiró tocando sus propios labios, podía sentir la vibración ellos— ¿Todas las personas se besan de esta manera?

—Cuando le agrada una persona sí —acaricio el costado de su rostro con el dorso de su mano— ¿Te agrado? —la sola idea lo hizo sonreír, no sabía por qué les entusiasmaba pero lo hacía.

SeokJin frunció el ceño y pero con dificultad antes de sentarse en un sofá. Movía los ojos como si tratara de llegar a una idea.

—Entonces ¿Así debo saludar al señor Taehyung? —inclinó la cabeza hacia un lado confundido. Su voz había rozado la dulzura.

Jeon Jungkook, que se había quedado sentado en el suelo sonriendo, se paró con violencia y lo miró con severidad, sus ojos destilaban molestia ¡¿Qué había dicho?!

—¡¿Taehyung?! ¿El alcohol de te ha subido al cerebro?! —Negó tajantemente— no muñeco, no puedes andar besando por la vida a las personas así... es solo... —revolvió su cabello cansado, él podía besase a las personas que quisiera pero ¿Taehyung? ¿Su amigo?— no pequeño, prométeme que no besarás a Taehyung.

—Yo... ¿Yo solo lo tengo que besar a usted? —Se mordió el labio inferior.

El modelo no podía resistir la acidez carcomía la boca de su garganta, ni la molestia que tenía pero utilizó el único recurso a su favor. Se inclinó hacia adelante, tiró de la nuca de SeokJin hacia él y le dió un beso castigador, caliente, su lengua era despiadada y su boca dominante. Lo escuchó gemir en su garganta para luego al soltarlo lentamente y mirar sus labios rojos brillando por la humedad del contacto.

Respiraban agitados.

—¿Te gustó el beso? —Besó una vez más el costado de su rostro junto donde caía un poco de su pelo— nadie besa como yo.

—Mucho señor, mucho —susurró suspirando.

—Soy el único te conoce mejor en este lugar tan feo —murmuraba caliente a su oído— solo yo puedo besarte de esta manera ¿Comprendes pequeño?

Se enderezó para observarlo desde su altura. SeokJin sentado y apretando sus manos asintió despeinado, con la piel roja y los labios hinchados. Sintió culpa por sacar ventaja de esta situación pero no podía imaginar que otra persona quisiera tocarlo cuando la mayoría del tiempo era un muchacho inocente, podían aprovecharse de él.

Sí, era una buena forma de autoconvencerse que solo por eso no quería que otra persona lo besara. Él solo lo estaba "protegiendo". Y ni hablar de Taehyung. Amaba a su mejor amigo pero ¿Ese médico besando a su Kim SeokJin? ¡Jamás!




Sentía calor, sí, calor en forma de rayos que tocaban la superficie de su piel en los brazos y parte del cuello. Con dificultad abrió un ojo y gimió al mismo tiempo que trató de rodar sobre su estómago, la intensidad lumínica le dieron náuseas pero más la molestia que sentía en la frente y los ojos.

Sabía por lo que era, sabía que había bebido más de la cuenta, pero ¿Acaso había otra manera de buscar consuelo para todo lo que estás sufriendo? El silencio en su habitación fue interrumpido por pasos ligeros que se acercaron a la ventana, la luminosidad disminuyó cuando corrieron las cortinas tan solo un poco. Mierda, un acto tan simple se sintió como el paraíso.

Puedo abrir los ojos y esta vez no fue tan difícil. Lo primero que vio fue al señor Jeon parado con el rostro preocupado, un vaso de jugo y algo en la otra mano.

—Eso, Kim SeokJin, se llama resaca —no parecía enojado, su amabilidad le dio miedo, mucho más cuando se sentó a la orilla de la cama muy cerca de él— esto son analgésicos, te ayudarán a disminuir el dolor, necesitas beber mucho líquido, tómatelo todo.

No se atrevió a desobedecer, cuando terminó le entregó el vaso vacío y volvió a acurrucarse contra la almohada. Ninguno de los dos habló y suponía la razón, había estado algo borracho pero no lo suficiente como para borrar la memoria de su cerebro. Involuntariamente se mordió el labio inferior cuando comprendió que lo hacía sentir diferente, le gustaban los hombres. Le gustaba el hombre que lo miraba en este momento.

—Lamento haberme comido el pastel —dijo con culpa y los ojos brillantes.

—No hay problema, muñequito, de todas formas era tuyo... ayer en la reunión seguí tu consejo y finalmente no conseguí a ningún representante, todos parecían tan... hipócritas —cuando SeokJin sonrió, Jungkook contuvo la respiración no se daba cuenta pero estando acurrucado contra una almohada, despeinado y con sus mejillas rojas podía detener el mundo si quisiera. Mierda— a... así que te compré algo para agradecerte, sé que te agradan los pasteles.

—Me gusta cuando me dices muñequito —susurró nervioso.

Jeon Jungkook no entendía que estaba cambiando entre ambos, le daba miedo que le estuviera agradando. Kim SeokJin ayer le había preguntado si no había nada de malo de que un hombre gustara de otro hombre y luego, bueno, luego lo besó como un hombre ardiente que busca saciar su curiosidad. El contacto había sido tan delicioso que una vez que el modelo estuvo solo en el baño su pene erecto no parecía querer descansar hasta que, bueno, cuando se duchó tuvo que trabajarlo para correrse.

Kim SeokJin como mínimo era gay, era guapo y confiaba en las personas, el problema era que cualquiera podía tomar esa "aparente inocencia" y destruirlo.

—Será mejor que te duches y te vistas, tengo que salir pero no pienso dejarte solo, podrías incendiar el Penthouse —esperó que la broma la hiciera enojar, mas solo sonrió con los labios sellados— es tarde, así que la primera comida que tendrás será el almuerzo.

—¿Podría preguntar a donde vamos señor Jeon?




SeokJin leía el menú tratado de despejar su mente. Cuando el día de hoy finalizara, dormiría por horas para descansar lo suficiente y tomar las riendas de su vida. No bebería, no, necesitaba la mente enfocada en encontrar las respuestas al viaje en el tiempo. Miraría el futuro con la frente en alto y con la esperanza de que resolvería las cosas, anotaría todo lo que había leído sobre la teoría de las almas "Entre el tiempo y el amor" además de lo que Kim Namjoon vio en las cartas.

¿Cuál era ese sacrificio de amor? ¿De qué amor hablaba? Tenía guardado el número en una tarjeta por si necesitaba contactarlo más adelante. Meneó el rostro. Se concentró en el menú. Estaban en un restaurante de comida latina en medio de Seúl, no sabía con certeza que era "latino" pero lo buscaría en Internet.

Se le ocurrió bajar el menú para decirle al señor Jeon que había decidido para comer, fue ahí cuando lo sorprendió mirándolo fijamente con esos ojos brillantes, tanto así que gracias a los nervios lo hizo soltar el menú de sus manos.

—Vendrá mi madre a comer con nosotros — el "psicópata" abrió los ojos tan francés que parecían desorbitados— no te preocupes es todo lo contrario a mi persona, es muy sociable, no juzga a nadie, el carisma y su buena actuación la hizo famosa.

—¿Con qué excusas señor Jeon le diré que estoy a su lado? No estoy al tanto de las noticias contemporáneas, no sé cómo comportarme frente de ella, es mejor que llame al señor Kim.

—¡No llames a Taehyung! —golpeó un poco la mesa cuando alzó la voz, por suerte estaban apartados en la zona VIP que nadie se dio cuenta de eso— ella es Jeon Sung Ryung, es una de las actrices más famosas, es mi madre y se hizo al fin un espacio en la agenda para pasar tiempo conmigo ¿Querías que cumpliera parte del contrato? pues te quedas a mi lado —eso había sonado muy sugerente y no se dio cuenta. SeokJin pensó que era un deseo egocéntrico pero también tenía razón, el pidió pasar tiempo con él— además Taehyung está ocupado en el hospital, creo, lo lamento.

El príncipe heredero si estaba nervioso no tenía problema en interactuar con el mejor amigo de Jungkook pero ¿Hacerlo con su madre? La madre era una de las figuras más respetadas en toda familia. Con sus dedos jugaba sobre la mesa, estaba impaciente, además no le ayudaba en nada saber que los ojos del famoso modelo está puesto sobre él en este momento ¿Tan extraño se veía como para que lo quisieran mirar de esa manera?

De pronto sintió que Kook se movía de su asiento, más bien que se paraba hacia otra parte pero SeokJin era incapaz de moverse o alzar la vista, temía que esa mujer lo rechazara tanto como Jungkook lo hizo cuando lo conoció. Cuando levantó sus ojos vio una preciosa figura femenina, con una belleza con la cual podía para vanagloriase frente a los fans. Contra todo lo que creyó, la mujer le sonreía de una manera especial, emanaba dulzura y frescura, de esas personas que te dan ganas de tener largas charlas.

—Buenos días querido, me llamo Jeon Sung Ryung.

—Mamá —la abrazaba por la cintura con orgullo ¿Cómo no? su madre era perfecta— él es el Kim SeokJin, el hombre con el que trabajo en publicidad, me salvó de otra posible estafa con un manager.

—Eso es un honor para mí poder compartir con usted, puede verse a simple vista lo importante que es para su hijo, la mira y sostiene con orgullo —murmuró sorprendiendo a la señora Jeon gratamente.

Por primera vez dentro de tanto tiempo una persona que acompañaba su hijo mostraba tanta educación en su voz y sus gestos. No supo cómo pero se dio cuenta que ese chico le caería mucho más que bien ahora en adelante.

Era extraño, Jungkook tenía una personalidad difícil, engreída y quizás con otros calificativos pero con su madre podría apreciar un amor enorme en cada gesto. En el siglo 18 o al menos en su familia todo era más frío y con rectitud. La señora Jeon se dio cuenta que el muchacho tenía los ojos perdidos en su plato, lucía saludable como para ser alguien que estuviera con náuseas o sin apetito.

—SeokJin ¿Estas bien? No has tocado tu comida.

—Disculpe, es solo que estaba pensando en ciertas cosas —sostuvo el tenedor y el cuchillo para cortar la carne, estaba sentado erguido, la punta de los dedos apenas sostenía os utensilios y los meñiques se alzaba de forma involuntaria. El "psicópata" era todo un caballero— mmm esta carne está deliciosa creo que vendré más seguido este restaurante.

Una persona se acercó a pedirle un autógrafo a Sung Ryung. Jungkook se dio cuenta que el "muñeco" miraba con el ceño fruncido el acto y sin poder evitarlo se acercó a su oído y le murmuró lo que significaba.

—Lo que hace mi madre es lo mismo que seguramente me viste hacer alguna vez, dar autógrafos ¿Lo recuerdas? —hizo un signo con el dedo— una simple firma puede alegrar un fan.

Su susurro lo hizo temblar y no entendía que aquella reacción de su cuerpo. Volteó el rostro hacia el señor Jeon, sus caras estaban tan cerca que puedo sentir el calor que su piel emanaba. Su piel también era una de esas cosas que flaqueaban las fuerzas y pies las piernas de su persona

La madre de Jungkook no era tonta, había terminado de dar el autógrafo y se fijó en la escena que tenía su hijo y su "amigo", simplemente observaba con una sonrisa, ella era otra de las personas que sabía y apoyaba la bisexualidad del modelo.

—Jungkook, mi amor, supongo que no olvidarás que en dos semanas es la celebración del cumpleaños de tu padre la casa con la familia completa.

—No mamá, imposible que olvide las fechas importantes de la familia.

—Es sólo que con la agenda apretada de todos a veces se puede olvidar las cosas, has crecido tanto, se me olvida que eres un hombre de 28 años —acaricio su mano tanta dulzura que SeokJin sintió ganas de llorar, extrañaba a su madre —SeokJin ¿Tienes algún pasatiempo? No creo que trabajar con mi hijo en publicidad sea uno.

—¿Pasatiempo? —No entendía a qué se refería con ello. Jungkook a veces no comprendía el efecto de la amnesia en la cabeza como para no entender cosas obvias, pero antes que lo metiera en problemas intervino.

—Ya sabes Kim, cosas que te gusta hacer en tu tiempo libre que no sea trabajo, algo para lo que tengas talento tal vez.

Kim SeokJin tenía muchas cosas por las cuales lo podían calificar como talentoso en Joseon. Era experto en tiro al arco, al va al manejo de espadas, experto a las doctrinas morales y religiosas del confusionismo y un sin fin de cosas más que en esta época no tenían gran valor. Se mordió los labios pensando cómo podía sacarle provecho a eso.

—Señora Jeon, podría dar clases completas sobre la historia de la dinastía Joseon hasta 1700, en gran medida también de la dinastía Goryeo, se bastante sobre la historia de Corea en el siglo 18, la belleza y el manejo de las clases sociales, el arte incluso para beber una taza de té —al ver el ceño fruncido del señor Jeon agregó— ehhh he leído mucho sobre eso, desde niño.

Jungkook pensaba ¿Recordaba cosas siendo pequeño? ¿Qué era lo que realmente NO recordaba que lo llevaba a tener "una amnesia"?

No supo cómo al final de la comida, la conversación la llevaban su madre y SeokJin, ambos hablaban con tanta naturalidad que le daba miedo ¿Por qué? Quizás porque el muñeco tenía una facilidad para agradar a los demás por la manera de expresarse y hablar, porque a los ojos de cualquiera era un "señorito".

—Acá está mi número, me ha gustado enterarme que sabes de esas cosas porque —bajó el tono de voz— produciré un drama histórico y tus conocimientos serían apropiados.

Después que se realizarán las despedidas, SeokJin termino de comer el postre lentamente mientras pensaba sobre ello, tenía muchas cosas que hacer y una de ellas era buscar un trabajo o algo para matar el tiempo.

Estaba inmerso pensamientos hasta que el teléfono de Jungkook sobre la mesa empezó a sonar. Con el ceño arrugado acercó su rostro al aparato y tratando de poner en práctica lo que el señor Jeon le había enseñado es que se había atrevido a contestar. La voz la reconocía ¡Era el señor Kim!

—SeokJin ¡Qué sorpresa! ¿Qué haces contestando el teléfono de Kook?

—Lo siento mucho señor Kim pero él ha ido a dejar a su madre al estacionamiento.

—Lo entiendo —sonría con entusiasmo al otro lado de la línea, la voz de aquel muchachito era dulce— bueno aprovecho para decirte algo que sé que va a gustarte ¿Te acuerdas que dije que iba ayudarte con eso del trabajo? Sé que es algo repentino pero una persona de la Universidad de Seúl estaría interesado en hacerte una entrevista porque le conté que sabes mucho sobre la historia coreana.

Jungkook, que había despedido con un beso y un abrazo a su amada madre, regresó a la mesa donde había dejado a SeokJin, tal vez era una costumbre pero temía que alguien pudiese hacerle algo. Al divisar su figura lo voy a abrazándose a sí mismo mientras mordía sus labios, parece un niño con juguete nuevo. No podía entenderlo ni tampoco entenderse a sí mismo, lo había encontrado adorable. ¿Quizás era porque los esperaban 9 años de edad?

—¿Qué te sucede? —alzó la mano para pedir la cuenta.

—Acaba de llamar el señor Taehyung y... estoy más cerca de tener un trabajo, irá a buscarme al departamento en 1 hora —las cejas del modelo de endurecieron — ¿No le agrada la idea que pronto desapareceré de su vida?

—Por supuesto que me alegra, tu despedida está más cerca —masculló enfadado.

Sin decir una palabra pago con tarjeta lo ingerido más una buena suma de propina, con el mismo silencio ambos salieron del restaurante, entraron al auto y se dirigieron al Penthouse. Fue incómodo estar al lado del otro en el ascensor porque sus cuerpos estaban cerca, ambos recordaban el fogoso beso de anoche, sin embargo ninguno se atrevía a mirarse. Kook dígito la clave y lo miro con insolencia.

—Haz tu salados lo más silenciosa posible ¿Sí? —Sintió culpa por la angustia que había en su mirada— pero mándame un mensaje, estaré durmiendo.

Una hora más tarde Kim SeokJin se reía contento cuando escuchaba hablar a Taehyung dentro de su vehículo. Tenía esa sensación de plenitud cuando estaba a su lado, él era correcto, no le alzaba la voz y le sonreía con naturalidad, parecía disfrutar de la conversación y no cuestionaba si preguntaba cosas por muy absurdas que parecieran.

Sin embargo por un momento pensó ¿Cuál podría ser la razón por la que el señor Jeon le había prohibido darle un beso a Taehyung? "Quizás porque besas de esa manera cuando te gusta una persona más allá de un amigo" pensó. Una cosa estaba clara y es que el señor Kim no tenía el mismo efecto que tenía el señor Jeon incluso con su temperamento bipolar.

—Señor Kim, por cierto ¿De qué se trata todo esto a lo que voy?

—Señor curioso, la persona a la que visitaremos en la universidad cree que puedes ser un aporte en algunas clases de la carrera de "coreano, lengua y cultura", necesitan un profesor —la mejillas se le volvieron rojas y aunque él manejaba no lo pasó por alto. Tenía muchas chicas que lo perseguían y le declaraban su amor a veces se liaba con hombres, sin embargo ninguno era realmente como Kim Seokjin— sé que no lo eres, que solo tienes 19 años pero podemos lograr algo importante.

Una vez estuvieron en gran hall esperando a dicha persona, observó a su alrededor con curiosidad, la modernidad de la estructura, todo era hermoso.

Tal vez la ansiedad le jugó en contra y necesitaba mirarse al espejo, estaba vestido formalmente pero ¿Y si algo estaba mal?

—¿Me permite unos minutos para ir al baño? ¿Dónde se encuentra este?

—Al final del pasillo a mano izquierda, encontrarás una puerta que dice "hombres" —Taehyung le hizo un gesto para que se sonriera, se notaba nervioso y quería que se sintiera bien algo que se notaba que amaba.

Lamentablemente el príncipe de la corona no tenía mucho sentido de la orientación porque tomó el camino equivocado. ¿Qué tan largo era el pasillo? No sabía dónde se había metido pero termino llegando una cafetería. El olor de los pasteles llamó su atención, no puedo evitar acercarse a mirarlos con deseo y mucho brillo en sus ojos. Las frutas que eran envueltas por esa masa crujiente, la salsa chocolate, la crema que artísticamente decoraban los pastelitos, simplemente las cosas dulces era una es la maravilla del futuro que no puedo probar del todo en el siglo 18.

Estaba tan concentrado mirando aquello, que no se dio cuenta que un muchacho a su lado se había parado para pagar una bebida, era alumno del lugar. De pronto se sintió observado, tal vez demasiado, volteo y asustado por la expresión de sorpresa en la otra persona. Estaba pálido y con la boca abierta.

—¿Jin? ¿Jin eres tú? ¡Santo cielo! Creí que... creí que había visto mal ¡Y que bien te ves con el pelo largo!

—¿Disculpe? —La piel de su rostro perdía color— me llamo SeokJin.

—Vamos querido no juegues, me enteré por los demás que tuviste un accidente y que no despertabas ¿Eran mentiras? Traté tanto tiempo por contactarte pero no sabía cómo, tu teléfono murió al parecer —como no respondía y lo miraba cual bicho raro, se preocupó— ¿No recuerdas quién soy? Tu amigo el de la... —susurró— el de rehabilitación ¿Perdiste la memoria Kim?

Tenía un acento extraño pero irradiaba mucha confianza. SeokJin sintió deseos de vomitar y salir corriendo estaba asustado, no ¡Sentía terror!

—Usted me cof... confunde con otra persona —algo le decía que no debía estar con ese muchacho, de hecho algo le decía que había tomado el camino equivocado.

—Pero Jin —Lo miró de pueda a cabeza como si hubiera perdida la razón— ¿En serio no me reconoces? Soy yo —su voz se quebró— Park Jimin.



Nuevos personajes, nuevos dramas.

Quería publicar este capítulo antes, por que mi idea era hacer un maratón, pero se me borraron los capítulos y entré en un mental breakdown y no quise entrar a wattpad, pero aquí esta el capítulo de hoy ❤️ Espero que les haya gustado

tal vez suba otro capítulo hoy, pero no confíen en mi JEJEJE los amo *3* besos en la nalga derecha.

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