Capítulo 27: Kim Jin/Kim Taehyung
Flash Back
—Pues —sacó el documento de aquel sobre antes de sonreír levemente, su cliente no sabía el poder y las influencias que como abogado poseía— señor Jeon, en pocas palabras usted quiere decir que no desea ser corrupto, más bien un ejemplo para los demás ¿Es verdad? —asintió a su pregunta— lamento decirle que incluso por el camino correcto si usted quisiera obtener una pena como "servicio comunitario", se demoraría al menos 3 meses para tener un juicio para ser juzgado... ¿Soportaría estar 3 meses detenido?
—Pero... entonces...
—Soy un abogado con mucha influencia ante la ley, jamás he usado aquello para algo sucio debe saber, no en drogas, no en narcotraficantes, asesinos o violadores... jamás, sin embargo pedir que le dicten a usted una sentencia ahora en una reunión con el juez, el fiscal y otras figuras lo puedo hacer, no daña a nadie... en eso sí me puede decir corrupto, porque he acelerado más de un 100% las cosas.
El modelo tragó saliva, apenas podía salir la voz de su garganta ante la impresión y un poco decepción de cómo se estaban dando las cosas.
—¿Qué ha pasado entonces?
—El parte viernes 18 de enero, parte de inmediato en un centro donde lo puedan ayudar en su "problema con el alcohol" o lo que sea que tenga, además de 3 meses de servicio comunitario a elección.
Fin Flash Back
Necesitaba imperiosamente llorar a solas, golpearse la cabeza y el pecho por todo lo idiota que pudo haber sido. Y ahora, en este jodido segundo, agradecía haber cometido un accidente ¿A qué punto había llegado estando mal que un accidente en auto era la salvación para llegar hasta Kim Jin? Lo que decía el monitor a su lado no podía entenderlo, su cerebro solo quería contemplar la reencarnación del hombre que amaba y vaya ¡Sí que era guapo! Aunque tal vez un poco más delgado pero igualmente bello.
—Señor Jeon ahora sí ya conoce a todos sus compañeros, espero se sienta a gusto y cómodo en "Brizas de Min", estaremos aquí para ayudarlo en lo que lo necesite... ¿De acuerdo? —asintió distraído, su mente no podía estar enfocada en ellos.
Siendo ya la segunda semana para el resto que estaba acá, sus relatos se basaban en el problema central que los motivó para estar en un centro de ayuda como este. Jungkook los miraba concentradamente y sentía que estaba cayendo en un hoyo con una profundidad infinita, dos personas en sus relatos hablaron de no superar la muerte de sus hijos que habían sido arrollados por un hombre ebrio en un auto ¿Qué hubiese pasado si él, bajo los efectos del alcohol, hubiese atropellado y matado a vidas inocentes?
Cuando el monitor le dio la palabra a Jin, su cuerpo se puso en alerta ¿Cuál era el motivo del que el muchachito estuviese aquí? Lo observó fijamente, sus pómulos estaban más marcados que los de "el monstruo devorador de pasteles", aunque no tanto como se lo hubiese esperado, había ganado peso.
—Yo... bueno, realmente no sé por qué estoy aquí, no lo sé.... Es... —Jeon apretó los dientes —hay algo extraño que me provoca angustia, algo que tiene un nombre pero no sé cuál es... —algunos quedaron callados para entender aquel sentimiento porque era complejo— estuve en coma 3 meses sin razón aparente, tuve un accidente pero solo el auto pasó a llevar algo de mi pierna... mi cabeza estaba bien pero quedé en coma 3 meses... 3 largos meses, perdí peso, fuerzas y algo, algo que me falta y no sé cómo llenarlo —el monitor tenía deseos de preguntar pero siempre los "pacientes" debían hablar solos su relato— sé que el verme distinto al espejo, delgadísimo, débil, apenas manteniéndome en pie, todo puede afectar pero sé que hay algo más. Al terminar sus palabras todos dieron unos pequeños aplausos, los ojos del muchacho estaban húmedos y las ganas de llorar eran fuertes pero se contenía. Esta vez la monitora, esposa del monitor, alzó su mano y con el dedo índice indicó a Jungkook para que fuera él quién se parara frente a todos y hablara de su problema.
Todos por supuesto sabían el motivo por el que estaba aquí y no en Hollywood, sin embargo no podían atosigarlo, querían que él mismo contase la causa del choque, la causa del estado de ebriedad.
—Las personas que estamos aquí no tenemos permiso alguno de grabar o contar algo que pueda afectarnos, que seas famoso no nos autoriza a ello así que puedes tener la libertad de decir lo que piensas —Kook negó lentamente, no quería hablar, solo quería mirar a Jin directamente a los ojos como cuando llegó para saber si recordaba algo— está bien si no quieres hablar pero sería bueno que lo hicieras cuanto antes, por algo has venido ¿No? Nos daremos un receso de 10 minutos.
Las personas corrieron sus sillas para acomodarse de mejor forma pero él, Jeon Jungkook, salió de allí de inmediato hacia el patio trasero para tener su propio espacio. Su cabeza era una olla a punto de estallar, sus pensamientos iban y venían haciendo presión en su cuerpo y corazón. No sabía dónde sentarse pero un árbol fue suficiente para apoyar su espalda. El sol se estaba escondiendo y le daba un aire acogedor al ambiente frío de Seúl, un ambiente acogedor que no era compatible con sus pensamientos.
Kim Jin que fingía leer, escuchó como sus compañeros comentaban lo extraño que estaba el artista. Bajó las hojas del periódico, alzó la cabeza pero no tenía vista hacia el patio así que se paró y de puntillas se acercó a una de las ventanas. Aun podía recordar la primera vez que lo vio en una TV después de despertar del coma, su sonrisa, su rostro, Dios, lo había afectado de mil y un maneras ¿Por qué? trató de fijarse en el detalle de la imagen que tenía, una imagen digna de novela o una película. Tenía una mano sobre su boca y barbilla, sus ojos color miel chocolate estaban en el horizonte allí perdidos como sus tristes recuerdos.
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Comenzó a sentir mucho ardor en sus ojos, no tenía idea que estaban rojos ni se dio cuenta cuando las lágrimas comenzaron a descender por sus mejillas. Había corrido como cobarde para no enfrentar a Kim Jin, le había fallado a su "muñeco" de mil maneras posibles insultando su sacrificio de amor. Y ahora estaba aquí, dentro del centro de ayuda, el destino lo había traído de nuevo con él, solo que muchachito no lo recordaba en absoluto así como él no recordaba las cosas que vivió siendo guerrero 300 años atrás.
—Perdóname mi vida, por favor perdóname —escondió el rostro entre sus manos y a pesar de los esfuerzos fue inevitable ponerse a llorar con rabia. Lo tenía a unos metros pero era incapaz de hablar o acercarse, nadie podía entender el dolor que sentía— te fuiste, moriste, naciste de nuevo, aquí estás... ¡¿Qué mierda puedo hacer?! ¡Mierda! —sus uñas pasó por el rostro con tanta rabia que casi se hirió, hubiese sido mejor ir a un centro de ayuda donde no estuviera él, pero tal vez, tan solo... tal vez, sería peor arrancar de nuevo.
Sostuvo un puñado de tierra en sus manos y la dejó correr lentamente por los dedos, su respiración se estaba volviendo más lenta a medida que trataba de controlar la pena que sentía. "Basta ya, Jungkook, que hay que seguir viviendo ¿O vas a menospreciar por segunda vez el sacrificio de amor de tu muñeco?" pensó antes de ponerse de pie y chocar con una figura menuda que había llegado hasta él. Fue lo suficientemente rápido para sujetarlo del codo e impedir que se cayera de espaldas contra el suelo.
Más cerca que nunca, el muchacho pudo ver sus ojos color chocolate-miel brillar con los pocos rayos de sol que podía brindar un atardecer del invierno en Seúl. Bellos, perfectos, cautivadores ojos expresivos que tenían su propia magia en él. Vaya, estaban enrojecidos y las pestañas algo dispersas por la humedad de las evidentes lágrimas que había derramado. Por un segundo se sintió torpe ¿Qué podría decirle? La verdad.
—Discúlpeme señor Jeon —de pronto el hombre a su lado se tensó ¿Qué le había sucedido? —Pero adentro los monitores lo están esperando para seguir con la charla.
—No me digas señor —alzó la barbilla a duras penas— tengo 28 años ¿Y tú?
—19 —acarició sus propios brazos, una pequeña distancia los separaba ahora— señor... digo, Jungkook... ¿Te encuentras bien? —por alguna razón quería preguntarle— he leído el periódico y la noticia que hablaba sobre tu salida de la clínica y la llegada a la mansión de tus padres, de hecho... de hecho no puedo evitar sentirme extraño al darme cuenta que estoy frente al famoso Jeon Jungkook, acosado de periodistas —murmuró— no debió ser agradable.
—Eso no me preocupa, Kim Jin, la fama conlleva muchas cosas... acosos, paparazzis, sasaengs... hay algo mucho más profundo dentro de mí que me tiene mal —el muchachito sentía que se le teñían las mejillas con la sangre que subía hasta ellas, la voz del modelo era mucho mejor en persona, ronca, misteriosa, elegante ¡Cristo!— pero no corresponde que te lo diga a ti porque es muy fuerte, nadie de aquí —indicó alrededor— nadie podría ayudarme.
—Pues es... —miró sus propios zapatos y sonrió levemente— es el mismo sentimiento que tengo, aunque me estoy sintiendo mejor siento que... mi problema, mi problema que no tiene nombre —perdió las palabras ¿Por qué se estaba poniendo nervioso? No estaba acostumbrado a ser observado de esa manera— bueno ya sabes, regresa adentro de la casa que te están esperando.
Cuando él se volteó con sus muletas para regresar al centro de ayuda, Jungkook pudo soltar todo el aire que contuvo en sus pulmones. La presencia de Jin realmente lo alteraba, silenciosamente o no lo hacía y tenía que aprender a controlar sus emociones. Le hubiese gustado abrazarlo fuertemente y rogarle que lo recordara pero eso podría significar un gran retroceso en las cosas.
"Cálmate, respira lentamente y vuelve". Alzó el rostro al cielo y cerró los ojos antes de llenar sus pulmones con el aire del atardecer, sabía que debía poner de su parte para disminuir la ansiedad y la angustia que había vuelto a su corazón ¿Lo bueno de esto? Que él si sabía el nombre de su problema y podría trabajar lentamente en ello para acercarle, el conflicto se podría presentar si Kim Jin lo rechazaba ¿Cómo podría ganarse su confianza?
Todos estaban hablando cuando el muchacho de gran estatura y cabello sedoso volvió al salón, su semblante parecía más relajado y lo que emanaba no era hostilidad. Se acercó en silencio al frente de todos y tras unas palabras al oído del monitor, todos cesaron las conversaciones que mantenían en ese momento. Fue en ese instante que la boca de Suh se abrió para relatar en simples palabras lo que lo había motivado a cometer una imprudencia tan grande como beber en estado de ebriedad.
—Nada puede justificar tal imprudencia y quiero que les quede claro a todos, lo que he hecho no lo repitan ustedes, si saben que van a beber por favor entreguen las llaves ¿Saben cuántas personas mueren al año por semejante estupidez? ¿Cuántos inocentes son arrollados por conductores ebrios? —tembló— lo que hice realmente me avergüenza pero hay un motivo, algo dentro de mí me faltaba en ese minuto, lo único que hacía ese día era llorar y llorar pero no todo partió ese día del accidente, de hecho fue desde mucho antes, cuando comencé a comportarme otra vez como un cerdo... —Jin se daba cuenta de cómo los ojos comenzaron a brillarle— esa pena con el pasar de los días terminó convirtiéndose en angustia y ese día del accidente terminé por explotar... es así como llegué a este lugar ¿Se me dieron facilidades por ser famoso? Sí ¿Estoy abusando de ello? No lo sé, solo que voy a hacer mi esfuerzo por no poner en riesgo ni mi vida ni la de los demás, a ser mejor persona, a dar el ejemplo, a hablar con la verdad... a —miró un instante a Jin pero luego bajó la vista para susurrar— a cumplir una promesa.
El reloj marcaba las 20:40 cuando comenzaron a despedirse unos con otros, Jungkook apenas
les hizo gesto a los demás con la mano a modo de "adiós" y a Kim Jin solo lo observó intensamente antes de retirarse de allí.
El muchachito sintió al instante su corazón explotar por dentro ¿Qué tenían los ojos de ese hombre que le llamaban tanto la atención? Incapaz de quedarse con esa última imagen de él, sus pies con vida propia y algo de dificultad salieron de allí hasta dirigirse a la puerta principal, pero si creyó que esa sería una buena idea se equivocó al ver quién recibía desesperadamente a Jungkook afuera de un auto de lujo.
Terror, sí, terror y desesperación eran las palabras para describir que estaba pasando en su cabeza e interior. No entendía cómo ni por qué pero el rostro de ese hombre lo estaba aterrando. Ojos "claros", barbilla fuerte, una altura como la del señor Jeon, buena apariencia.
¿Increíble no? Su alma albergaba recuerdos de su vida pasada y estaba reconociendo sin ser consciente, al alma de aquel hombre... Kim Taehyung o mejor dicho Kim Yeon.
"Si se presenta ante los ojos de Jin va a atormentarlo con preguntas que no podrá contestar, le dirá SeokJin pensando que es él, le pedirá explicaciones de su desaparición, querrá recibir la misma atención cuando no puede hacerlo porque no lo recuerda en lo absoluto, se extrañará de sobremanera cuando no escuche su acento o no lo recuerde."
Pensó tan solo en un segundo, lo suficiente para distraer a su amigo y entrar con él al vehículo, de esa manera no tendría opción de que pudiese ver al muchachito allí parado con ese rostro de impacto. Quería protegerlo, tenía un mal presentimiento o tal vez... no, Taehyung era incapaz de hacerle daño pero ¿Por qué comenzó a sentir miedo? ¿Desconfianza?
Sin muchos ánimos le sonrió al médico antes de que partiera marcha a una cafetería que les diera el espacio para hablar de lo que había pasado. Jeon no tenía cómo saber que al igual que Jin, su alma reconocía al alma de Kim Taehyung, por lo tanto sentimientos vividos en su vida pasada reaparecían como un modo de defensa. Miró hacia afuera viendo la imagen del muchacho alejarse poco a poco, definitivamente necesitaba conversar con Namjoon un día de estos para recibir ayuda y que lo guiaría por el camino correcto.
Hanseong, Joseon, 1717
Jung Jeongguk frunció el ceño con preocupación cuando el príncipe dejó el vaso a un costado y sonrió bobaliconamente, sus mejillas estaban enrojecidas, sus ojos brillando emocionados y divertidos, pero su ropa se mantenía impecable como solo un miembro de la familia real podía tenerlo. Kim SeokJin estaba borracho y parecía no importarle en absoluto, se comportaba como si hablara con un amigo íntimo.
—Su majestad —murmuró bajando el tono— es mejor que regrese a dormir, no sería conveniente que alguien lo viera en este estado.
—Puedo... yo puedo hacer lo que quiera —sonrió de una manera tan especial que la ingle del guerrero se alborotó, no debía alborotarse por estos detalles insignificantes ¿Cierto?— Aunque comprendo que no quieras que siga... be... bebiendo, tu... tu trabajo depende de mi segur... idad —ante el silencio de su guardián y su mirada concentrada, sintió que sus mejillas le ardían mucho más, no, no era el alcohol— ¿Serás así... así siempre? Callado, serio... de pocas... pala... palabras.
El hombre de cabello largo atado tras su cabeza no tenía ni la más mínima intención de sonreír, muy rara vez lo hacía, las únicas personas que lo habían visto así eran los miembros de su pequeña familia. Sin embargo mordió su mejilla por dentro cuando el estado actual del príncipe le provocaba los deseos de hacerlo, era evidente que no acostumbraba a beber alcohol, tal vez por su corta edad pero a diferencia de él, Jeongguk era bastante más tolerante, necesitaba al menos 5 veces más de lo que había ingerido el muchacho como para sentir que su lengua se le dormía.
—¿Sabes qué es lo gracioso y triste de.... de mi vida? —dejó el tofu a medio comer para usar los palillos y apuntar hacia el guardián— que la gente me subestima.. yo... yo sí, tu, tuve una personalidad red.... resudd reducida ¡Carajo! —Los ojos del guerrero se abrieron de par en par ¿En qué idioma estaba hablando? ¿Era un insulto?— Personalidad reducida —sonrió cuando logró decir la palabra de forma correcta, mas luego sus facciones se volvieron tristes— si la tuve, por... por cosas que nadie me creería —Jeongguk asintió lentamente— pero ahora que... que he vuelto siendo valiente aún así creo que es insuficiente, in... incluso toda la seguridad del mundo no evv... evitará que me hagan daño.
Terminó el tofu, terminó el vaso con licor de arroz y escondió el rostro entre sus manos para buscar algo de consuelo en la oscuridad. Debía luchar además contra el deseo que tenía hacia el guerrero, era sincero consigo mismo como para admitir que los sentimientos estaban influenciados por Jungkook, sin embargo estaba seguro que como Jeongguk tendría sus propios encantos.
Levantó levemente el rostro para darse cuenta que el guerrero lo miraba fijamente, se había colocado nuevamente el satgat ¿Es que no se daba cuenta que con esa apariencia ahuyentaba a las personas? razón por la cual sonrió, le estaba confiando la seguridad al hombre que amaba. Bajo esa confianza los párpados empezaron a pesarle con mayor fuerza.
—Su majestad —se levantó colocando una mano en su hombro, su voz tenía letalidad— su majestad debería levantarse, no sería conveniente que lo vieran en este estado... —el muchacho solo asentía, sin ser capaz de pararse— su majestad.
Pero cuando el muchacho hizo el intento de ponerse en pie, tropezó y chocó su rostro contra el hombro de su guardián. SeokJin aspiró todo el aroma posible en el cuello de ese hombre, sintiendo, aún bajo el estado de ebriedad, como su pene se endurecía y como el cuerpo gritaba por probar la carne de ese hombre que emanaba testosterona por cada poro. Aún borracho se contuvo.
—No puedo caminar —susurró honesto, torpe, pero honesto.
El calor en el cuello de Jeongguk fue tan intenso que tuvo miedo de que, por un segundo, desear correr el rostro y susurrarle alguna incoherencia al príncipe. Por Dios, él era el príncipe ¡Era un hombre! molesto consigo mismo meneó violentamente la cabeza, sostuvo al muchacho por los hombros y evaluó su rostro, los ojos de Kim SeokJin estaban perdidos en el vacío con lágrimas cayendo de ellos pero cuando se enfocaron en él sonrió con torpeza.
"Está enfermo de borracho"
Contó hasta 10 antes de agacharse y hacer un movimiento preciso para que el príncipe quedara boca abajo en su espalda. Sostuvo sus piernas y el muchacho se sostuvo con torpeza en su cuello, fue así como se lo llevó con cuidado hacia sus aposentos tratando de que los guardias del palacio no los vieran ¿Qué podrían pensar si veían al príncipe borracho? todo su esfuerzo por mantener una imagen se iría a la basura.
Se escondió contra las paredes, bajo algunos árboles y jardines, caminó un par de minutos por distintos estancias y pabellones del gran palacio hasta llegar al lugar donde el príncipe debía descansar. Buscó intensamente con la mirada a Min Yoongi, el eunuco, pero tal pareciera que había recibido órdenes de irse a la cama. Mierda ¿Acaso esto era una preparación para cuando sus hermanos crecieran y se comportaran como adolescentes insensatos?
Con cuidado lo depositó en la cama y caminó ligero como una pluma hacia las puertas para cerrarlas. Cuando regresó el príncipe dormía de costado apoyando su rostro sobre su brazo derecho.
—Cuando se levante no sentirá el brazo, cortará la circulación de la sangre —murmuró.
Lo acomodó en silencio boca arriba, quitó su calzado y de su cabeza quitó el donggot* y el manggeon* quedando con el ceño fruncido ¿Por qué no tenía su cabello largo? tuvo la tentación de tocar curioso el cabello corto que casi parecía brillar bajo la luz de las velas. Seguramente sus secuestradores lo habían hecho, un acto de rebeldía contra la melena de un príncipe heredero.
No iba a llegar al extremo de quitarle los atuendos, para eso tenía al eunuco que lo sirviera.
—El dolor de cabeza será terrible el día de mañana, su majestad —susurró cubriéndolo hasta la barbilla como a un niño pequeño.
Retrocedió unos pasos irguiéndose completamente, su altura y proporciones eran preciosas. Meneó la cabeza asustado de reparar en detalles que no debía como la inocencia de su descanso o el calor que aún tenía en el cuello, volteó hacia la entrada, cerró las puertas tras su espalda y se acomodó en el suelo para cruzarse de piernas y descansar la espada en su pecho. Siempre habían guardias reales rodeando los aposentos del príncipe, pero por alguna razón no estaba dispuesto a abandonar el sitio, no está noche cuando había visto alguien espiando la escena.
—Kim Yeon—masculló enfurecido.
Seúl, Corea del sur, 2019
Ambos con un café en mano y después de que pasaran a buscar a Jungkook al hogar de ayuda, conversaban en una de las mesas más solitarias de aquella cafetería, quizás no es la escena típica de dos amigos que van a un bar por sus cervezas pero era una buen lugar para conversar sin escuchar gritos ni música muy alta.
—Jungkook —jugaba con un cigarro entre el índice y el pulgar derecho— aun no entiendo cómo pudiste perder la oportunidad de un casting en Hollywood por conducir borracho ¿Qué pasará con ello?
—Ya se lo adjudicó otro famoso ¿La verdad? No me afecta haber perdido aquello, me afecta el "qué dirán" mis fans, deben sentirse decepcionadas y eso maldición sí que duele.
—Créeme que te seguirán queriendo, sobre todo si demuestras que realmente lo sientes cumpliendo con lo del servicio comunitario...
Siguieron hablando de cualquier cosa pero a medida que las palabras continuaban, Jeon Jungkook sintió que algo en Taehyung le era familiar en un sentido muy particular. Todas esas sensaciones, todas esas cosas que no podía explicar tenían que tener, valga la redundancia, una explicación, un origen o algo por el estilo. Si él, Jeon, había existido en el pasado siendo un guerrero ¿Por qué Taehyung no? Si ocurrían cosas extrañas de seguro se debían por eso, solo necesitaba comprobarlo.
—¿Sabes una cosa? Una locura tal vez, pero una mujer que conocí hoy en el centro de ayuda dijo como anécdota que una vez había visto "La luna abraza al sol" antes de irse a dormir y luego terminó soñando con ello, ya sabes, "La Luna abraza al sol" es una drama ambientado en el siglo 18.
—Pues yo no veo esas cosas —dejó el cigarro a medio fumar en el cenicero, la pregunta le había llamado la atención— sin embargo, la otra vez... Dios es que me da cosa decirlo porque fue casi una pesadilla, pero estaba como en un época así tipo Joseon, tengo muy pocas imágenes en mi cabeza... solo recuerdo tener mucha rabia pero a la vez mucho miedo por lo que había hecho, recuerdo sangre... mucha sangre, mis pies corrían sin cesar dejando un granero o algo así atrás mío... había matado a alguien pero —tragó el café que le quedaba— ¿Sabes que era lo más aterrador? —Jungkook empezó a sentir náuseas, tenía miedo de continuar— lo más aterrador era que... que gritaba el nombre de SeokJin cuando me alejaba, creo que en mi pesadilla lo mataba... después de eso desperté, menos mal solo era un sueño... ¿Verdad?
Aunque tenía una sonrisa en su rostro para borrar aquel desagradable recuerdo de una "pesadilla", Jeon Jungkook sintió como la mandíbula se le desencajaba con la sorpresa. ¡¿Qué mierda había dicho?!
Se paró de golpe y aunque tenía ganas de gritar agachó la cabeza pidiendo disculpas, "un inconveniente" fue suficiente excusa para salir de allí tirando un billete para que pagase el café y el cigarro. Preocupado Taehyung quiso salir tras de él pero no fue más rápido, el muchacho ya había desaparecido ¿A qué se debía? ¿En serio le había afectado tanto el relato de su pesadilla?
Podían ser simples palabras para el médico pero para su amigo no, al contrario, habían abierto una herida tan profunda que nada podía calmar. Jungkook, que estaba ya dentro de un taxi desesperado buscando información más profunda de la muerte de su amado muñeco, encontró un nombre particular. ¡Esto tenía que ser una broma!
~"Ambos cuerpos, su amante (no se tienen datos concretos de su nombre) y el de él, fueron encontrados juntos en un granero. Y aunque en un principio la familia real y la del primer ministro quisieron ocultar la verdad por generaciones, dado el contexto de un amor prohibido homosexual, no pudieron evitar que esta saliera a la luz 100 años más tarde. La tragedia de Kim SeokJin el príncipe heredero era el haber fallecido a manos de quién fue el prometido de la princesa Kim Su Bin, el noble kim Yeon"~
Y con la poca fuerza que le quedaba buscó en Naver "Kim Yeon, 1717, prometido de la princesa Kim Su Bin" antes que en varias imágenes apareciera una pintura de un hombre idéntico, Dios santo, realmente idéntico a su mejor amigo. ¿Cómo podía reaccionar? ¿Cómo podía respirar? Volvió a mirar las imágenes mientras lloraba en silencio, temblando y cediendo a una crisis de angustia.
¡ESTO ERA UNA MIERDA!
——————
A medida que avance la historia van a tener que debatirse y luchar por si odian a Taehyung o lo siguen queriendo, la vida pasada influye de muchas maneras.
-Donggot:
-Manggeon:
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