Capítulo 14: Un paseo en Changdeokgung

Observó a todas las personas que estaban sentadas frente a sus ojos, eran al menos 40 alumnos en mesas y sillas apostadas en forma de escalinata. Pensó que iba a estar temblando pero el pequeño encuentro con Park Jimin le recordó que era un príncipe, un hombre que debía enfrentarse a una nación completa si quería llegar a ser rey.

Formó una pequeña sonrisa cuando lo presentaron como "Kim Jin", la persona que estaría haciendo algunos aportes en clases y estaría encargado de las ayudantías para los alumnos que lo necesitaran. Más de una persona pensaba hacerlo, el nuevo ayudante era precioso y elegante.

Para protegerse a sí mismo, desde un principio cuando tuvo la entrevista con el profesor se presentó con otro hombre ¿Acaso no corría riesgo si alguien de esa clase llegaba a descubrir alguna pintura o cualquier cosa que demostrara alguna relación con su pasado en Joseon? Ese era uno de los propósitos por el cual había reducido su cabello.

Mientras hablaba de la política y clases sociales del siglo 18, su pecho se llenó de orgullo. ¿Cómo no? en su época las cosas eran más difíciles y se conseguían a base de mucho esfuerzo. Actualmente las personas tenían infinitas variedades de comidas, tecnología, había corrupción como en el pasado pero había derecho a opinión sin la necesidad de merecer la muerte por ello. El esfuerzo era menor.

Los alumnos lo escuchaban con atención, la voz de aquella persona que tenía una personalidad reducida salía a flote mientras paseaba de un lado a otro y contestaba preguntas. Muchos se preguntaban cómo era posible que solo tuviera 19 años.

Señor Jeon, no es necesario que me venga a buscar, tengo planes para la tarde :D 13:06

Por cierto ¡Me ha ido excelente! cuando llegue le contaré 13:06

Señor Guerrero Jeon: cuídate ¿Sí? la gente podría hacerte cosas malas solo por tener esa cara bonita, llámame en caso de cualquier cosa que necesites por favor 13:10

Por otra parte me alegra saber que te ha ido excelente ¡Sigue sacando esa personalidad que sé que tienes! 13:11

Después de ver que le respondía el mensaje, guardó el teléfono en el bolsillo de su abrigo y caminó hacia la entrada principal de la universidad donde se encontraría con Park Jimin. Como el encuentro había sido minutos antes de iniciar la clase, acordaron que debían verse después.

Al acercarse a la puerta, el japonés se acercó de forma inmediata con la barbilla temblando, no había enfado en sus ojos ¿Acaso era sumisión? Le hizo una señal para que salieran de allí, no estaba dispuesto a conversar sobre su vida en el pasado y viaje en el tiempo cuando muchas personas podían escucharlos y tacharlos de locos.

—¿A dónde vamos? —Murmuró SeokJin cuando el rubio hizo parar un taxi— ¿Jimin?

—Al... al lugar donde me convencí que todo lo que Kim Namjoon me decía era cierto.

El viaje hacia el lugar "desconocido" fue en completo silencio, el rubio sentía miedo y solo lo podía expresar apretando sus dedos que ya estaban entrelazados. ¿Cómo no estarlo? tenía a su lado a una persona que debía ser alrededor de 300 años mayor de lo que era ahora. Un viajero en el tiempo de forma involuntaria ¿No? SeokJin miró hacia el lado contrario para concentrarse en los detalles de la ciudad, le gustaba, sí, pero no era lo que le pertenecía.

Después de unos minutos de atochamiento vehicular, semáforos y avenidas, Jimin pagó el viaje y sin darle mayor explicación caminó con Kim hacia un lugar. El rostro del príncipe se fue deformando cuando sus ojos se alzaron hacia un punto en específico.

—El portón Donhwamun —susurró, de forma inmediata los latidos de su corazón se dispararon hacia las nubes— esto... esto es...

—Si su majestad —susurró Jimin a su lado observando el mismo punto— este es su hogar, estamos en la entrada principal del palacio Changdeokgung.

El estómago de Kim SeokJin se hizo añicos cuando atravesaron el portón, el rubio pagó por el derecho a entrar pero no se acercó de forma inmediata al muchacho, caminando desde atrás podía imaginarlo vestido en uno de sus tantos hanbok reales mientras las personas bajaban la vista ante su presencia. Mierda ¿Y él se había atrevido a levantarle la voz?

Dio unas zancadas para estar a su lado pero cuando vio sus ojos se dio cuenta que estos brillaban húmedos ante lágrimas que no descendían todavía. SeokJin observó lentamente por cada rincón tenía desde donde estaba parado, las estructuras, los árboles, las personas que caminaban allí con libertad tomando fotografías.

—¿Actuarían con la misma falta de respeto si supieran que tras ellas está el príncipe heredero? —murmuró angustiado— ¿Sabes que es difícil de estar parado aquí Park Jimin? que estoy en el mismo lugar que hace 300 años atrás, el gran palacio Changdeokgung, sin embargo las personas con quienes viví no están aquí para presenciar esto, es como si la autoridad se nos fuese robada.

—Lo que le pertenece por derecho señor Kim fue declarado como patrimonio de la humanidad, puedo entender su sentimiento pero recuerde una cosa, no está en 1717, en 300 años cambiaron muchas cosas como continuas destrucciones por ocupaciones japonesas —murmuró con molestia aunque no podía adjudicarse lo que su nación (por parte materna) le hizo al príncipe en el pasado— de hecho estoy seguro que hay muchas cosas que no son como antes.

En el rostro de SeokJin ya rodaban las lágrimas porque la verdad golpeaba su alma, las pocas personas que había querido como su madre, su hermana y su amigo Min Yoongi, no eran más que un recuerdo, su hogar se había convertido en un centro de atracción, ni siquiera la idea le entusiasmaba.

Siguieron recorriendo las estancias permitidas en el palacio mientras el príncipe se atrevía a hacer acotaciones de historia, algunas personas incluso se acercaron para escucharlo pero cuando se dieron cuenta que su aporte llamaba mucho la atención, se fueron.

—Esta es la Sala del Gobierno Benevolente, "Injeong-jeon", allí se sentaba el rey Kim Donghae, en esta sala se realizaban ceremonias formales como los eventos diplomáticos...

—Ni siquiera sé cómo debería sentirme cuando estoy en este lugar histórico con uno de sus protagonistas relatándome el cómo vivía.

—Y no creo que puedas dimensionar el cómo me siento yo cuando estoy en el mismo lugar que viví hace 300 años y más pero que no puedo llamar hogar, el mismo suelo que pise, hechos históricos que se llevaron aquí que los historiadores relatan que solo yo tuve el placer de presenciar.

SeokJin alzó el rostro hacia el techo de aquella sala pensando también en todos los hechos que se perdió al viajar en el tiempo, mierda, de las personas en su época era el único que podía dar cuenta de cómo la vida cambiaría. Angustiado y débil caminó hacia donde Park Jimin lo guiaba, ambos se desplazaron con calma escuchando las conversaciones de otras personas, los murmullos, los guías turísticos.

Se le había pasado por la cabeza la idea de ingresar al área para ver si aún existía el mismo estanque por el cual se había caído, tal vez encontraría la solución del cómo volver a Joseon, sin embargo el estanque Buyongji pertenecía al "Jardín secreto" del palacio y este estaba temporalmente cerrado el día de hoy.

Había un salón habilitado con una exposición que llamaban "Los misterios de Joseon", Jimin sabía de su existencia gracias al folleto del extraño psicólogo.

—Si quiere saber cómo me convencí de que usted era un príncipe, puede verlo allí, me sentaré aquí a esperarlo, creo... creo que merece privacidad su majestad.

¿Qué habría allí que desconcertó al muchacho a tal punto que su actitud prepotente había desaparecido? Ingresó y observó a su alrededor, una guía se acercó para preguntarle si necesitaba que le hiciera un tour y le explicara la historia pero SeokJin no se había atrevido a mirarla, además ¿Qué podía servirle su ayuda?

Meneó la cabeza, no podía sonar prepotente, ella no podía saber que estaba con un miembro de la familia real y de seguro la muchacha tenía conocimiento de cosas en el periodo que él desapareció.

—Sí, claro, disculpe —murmuró inquieto, movió sus pies— ¿Qué novedades tienen en esta exposición?

—Gracia al gobierno de Corea, la... —dijo cosas que no entendió— y la sociedad de restauradores asiáticos, logramos formar esta pequeña exposición para el pueblo coreano y los turistas, por ejemplo esto que está acá es...

Iba a prestarle atención, realmente iba a hacerlo pero en un milisegundo se percató de una gran pintura enmarcada y protegida con vidrio. Era grande, tal vez de su mismo tamaño. No podía distinguir quien era desde donde estaba parado.

—Disculpe ¿Por qué es el único cuadro?

—Lo que pasa es que quisimos darle exclusividad a este artículo en particular, de hecho cuando la exposición de acabe será colocado en la sala donde se presumía dormían los príncipes —lo acompañó hacia ese lugar, Kim SeokJin parecía un cordero a punto de ser sacrificado, sus ojos brillaban, sus labios estaban abiertos, quería llorar— hace poco un coleccionista entregó al gobierno coreano esto, el único registro del famoso príncipe perdido Kim SeokJin.

¿Podía pedir estar a solas con una pintura? tal vez el destino quería ayudarlo pero cuando la muchacha iba a relatar lo mismo que decían los libros de historia, unas personas solicitaron su ayuda para obtener información. Tuvo la tentación de pasar sus dedos por sobre el fino papel pero estaba protegido.

Mierda ¡Había olvidado esta pintura! La calidad del trazado, los colores aún no se habían perdido, su rostro inexpresivo mirando hacia el frente, su traje real, la posición de sus manos y el cuerpo sobre el banquito. Recordaba el día en que se lo habían hecho y lo inquieto que se sintió bajo los ojos del pintor, había tardado una semana estar listo pero aquí estaba, el único registro físico de su existencia en el tiempo.

No fue capaz de tomarle una fotografía, solo dejó que las lágrimas descendieran de sus ojos mientras el pánico tomaba a su cuerpo. "No existo, para el pueblo y la historia prácticamente no existo".

—Su majestad, venga —susurró el rubio tras su espalda. Había dicho que le daría privacidad pero sabía que podía ser fuerte como para verlo todo él solo— necesitamos conversar.

Colocó un brazo sobre su hombro y lo sacó de allí antes que algo le ocurriera, pero aunque Kim SeokJin quisiera seguir viéndose a sí mismo plasmado en una gran pintura, en el fondo agradecía la intervención de Park Jimin.




Hanseong, Joseon, 1717

Caminó con calma dentro del pueblo, era increíble lo mucho que la actitud de las personas cambiaba según el cómo iba vestido aunque no, este no era un disfraz, esto era su verdadero yo ¿Acaso no provenía de una familia de clase baja?

Su cuerpo estaba cubierto de harapos, su rostro no se distinguía con claridad bajo paerangi de paja amarilla, su cabello estaba atado tras su cabeza con algunas hebras cayendo con delicadeza hacia los costados.

Las personas caminaban y lo miraban como a un igual, más de alguna persona lo miraba con alegría y le ofrecía con entusiasmo lo que tenían a la venta como pescado seco y huevos de gallinas. La cosa sería muy diferente si estuviese con toda la vestimenta que llevaba cuando volvía a ser un "guerrero". ¿Por qué cambiar? porque de vez en cuando quería visitar a su madre y hermanos pequeños sin que supieran que se dedicaba a matar a personas con tal de proteger a personas ricas a cambio de dinero. Ellos seguían creyendo que ganaba dinero de manera honrada como artesano.

Odiaba a la clase alta, odiaba la familia real y la gente en el palacio Changdeokgung, pero el dinero que obtenía le servía para alimentar a su familia.

—Los vas a hacer felices, Jeongguk —murmuró con una escueta sonrisa la bolsa de género con comida.

Estaba tan absorto en sus propios pensamientos que no se dio cuenta cuando atravesó el camino en un momento inoportuno. Lo único que pudo entender de la situación fue que salió rondado por el suelo hasta golpearse la espalda en un puesto de verduras frescas, la bolsa con huevos, calamar seco y otros alimentos se arruinaron al hacer una mezcla poco apetecible con la tierra.

Se levantó con violencia para mirar hacia su alrededor pero un hombre de su misma altura le dio un golpe en la cara.

—Fíjate dónde caminas poca cosa —masculló a una distancia muy corta de su rostro, los curiosos se acercaban pero nadie podía oírlo.

Jung Jeongguk lo miró de arriba hacia abajo y no le sorprendieron sus palabras despectivas, era un noble, podía saberlo de inmediato por su ropa de material exquisito, el gat de seda y cola de caballo, la cadena gatkkeun y su mirada desafiante. Tenía el rostro de un niño malcriado aunque podría ser que cursaran la misma edad.

—Perdone usted mi señor, es solo que no puedo oír bien, no vi que se acercaba en su caballo —contuvo la respiración, su semblante tranquilo no era reflejo de la impotencia que sentía en este momento.

—Si supieras quién soy yo ni siquiera te atreverías a mirarme a los ojos —el noble pensaba que, de no ser del mismo tamaño, podría intimidar mucho más— agradece que hay gente viendo esto porque de no ser así mis hombres te habrían cortado el cuello.

Jung Jeongguk tensó la mandíbula antes de descender la vista a la tierra, quería empujarlo y decirle que mandara a 100 hombres, era un experto en el arte de la espada y haciendo uso de su propio cuerpo para defenderse, sin embargo aún recordaba que debía llegar ileso a casa de su madre y hermanos, no los veía hace días. ¿Cuándo fue eso? Hace 2 semanas atrás, el mismo día que hubo un caos por la desaparición del príncipe Kim SeokJin.

Mierda, incluso un hombre tan menudo, de ojitos brillantes y con tanto poder había sido benevolente por amenazarlo, le había perdonado la vida ¿Qué atributos gloriosos podía adjudicarse el hombre que lo insultaba como para creerse mejor que eso?

Lo soltó tan fuerte que Jeongguk volvió a golpearse la espalda, mas, alcanzó a afirmarse para no arruinarle aún más la comida al pobre vendedor.

El noble le dio una mirada siniestra antes de arreglar su vestimenta, subir al caballo y galopar con dirección hacia el palacio. Jung se agachó a recoger la comida que había tirado del puesto y pagar por ello incluso si se quedaba con menos dinero, honradez, sensatez, atributos que a las personas les faltaban.

—Hoy... hoy no habrán regalos, mamá —murmuró acomodando el sombrero en su cabello y mirando lleno de resentimiento el polvo del aire que el hombre dejó en su camino.

Los encuentros no son pequeñas casualidades de la vida, incluso un pequeño accidente podía cambiar el curso de la cosas aunque, bueno, era imposible para él saber que Jeongguk acababa de conocer a su peor pesadilla.




Corea del sur, 2018

Formó una sonrisa que no podía llegar a sus ojos cuando abrió la puerta de su penthouse y vio allí a Kim Taehyung. Hace una hora le había mandado un mensaje diciendo que realmente lo extrañaba y que después del turno en el hospital pasaría a hablarle ¿Cómo decirle que no a su mejor amigo? Le pidió que pasara a la cocina mientras disimuladamente le mandaba un mensaje a SeokJin para que, cuando llegase, supiera que Taehyung estaba allí. No tenía la intención de alejar al muchacho del médico pero al menos podía hacerse a la idea antes de llegar.

Le sirvió en un vaso hielo y whisky mientras que él bebía vino tinto en una copa de cristal.

—¿Te sientes bien? luces algo diferente.

—Estoy cansado, el hospital agota —murmuró lamiendo su labio después del whisky, movía el vaso con hielo lentamente— además, hace meses no he viajado a Estados Unidos para ver a mi familia, no... No quiero colapsar emocionalmente —Jungkook colocó una mano en su hombro con un sentimiento de culpa, incluso en estos momentos Kim Taehyung sonreía para no preocupar a los demás— ¿Qué tal tú? ¿Cómo te fue en la audición del sábado?

—Creo que tendré el papel pero dan el resultado esta semana, esta vez realmente quisiera que fuera por talento y no por el apellido.

Kim Taehyung asintió jugando con sus manos por sobre la superficie, la semana pasada había decidido dejar cualquier trabajo que se relacionara con ser modelo, el tiempo para sí mismo se veía escaso. En cambio su mejor amigo tenía la posibilidad de elegir lo que fuera, incluso podría llevar una carrera como actor y modelaje al mismo tiempo porque en algunos aspectos iban de la mano. ¿Eso era envidia? ¿La envidia sana existía?

Conversaron de otras cosas pero mientras más pasaban los minutos más evidente se hacía el hecho que algo le inquietaba. Jungkook frunció el ceño al ver que el rostro de Taehyung se volvía un poco diferente.

—Tengo una duda Jeon y espero no me malinterpretes —terminó el whisky antes de dejar el vaso completamente vacío— al principio cuando llegó SeokJin a tu vida lo rechazabas totalmente, en cambio esa noche de la fiesta lo presentaste como tu amigo... me gusta saber que estás cambiando pero no... —Movió la mano— quiero decir, me preocupa el hecho que te importe demasiado.

—¿Perdón? ¿De qué hablas? —El modelo dejó a un lado la copa vacía, trató de sonar tranquilo aunque su intento fue en vano— ¿Acaso no querías que fuera buena persona para él?

Los ojos del médico miraron un punto vacío antes de apretar sus puños y mirar fijamente a su amigo, realmente parecía sufrir con los pensamientos que se le venían a la cabeza.

—¿Sabes una cosa? Deberías tener cuidado.

—¿Por qué haces ese comentario? —lo miró fijamente, casi como si lo retara a completar la frase.

—No tomes mal mis palabras, es solo que no podemos crear lazos afectivos fuertes con Kim SeokJin porque cuando recupere su memoria es probable que se vaya.

Jungkook se paró del lugar donde estaba sentado moviendo la mano para evitar hacer o decir cualquier estupidez. El sábado cuando tenía sexo con el muñequito lo había declarado como suyo, su mundo parecía girar en torno a él y cuando no lo tenía cerca, incluso cuando estaba preparando alguna sesión fotográfica, no dejaba de pensar en el muchacho como ahora.

Se sentía conflictuado porque las palabras de Taehyung tenían razón, si el muchacho recuperaba la memoria podía irse pero ¿La preocupación de su amigo era genuina? botó el aire de los pulmones y enderezó la espalda, eran amigos, debía entender su posición.

—Tal vez sea la cosa más estúpida que oigas de mi parte pero... estoy creando esos lazos afectivos por Kim SeokJin.... por favor dame 5 minutos y regreso.

Jeon Jungkook salió caminando rápidamente para desaparecer dentro del penthouse dejándolo solo con el deseo de seguir bebiendo Whisky. La molestia en el pecho tenía un significado y es que no, no podía quitarse de la mente la sensación placentera cuando su boca probó la del muchacho a través de un beso hambriento, la forma de su cuerpo menudo abrazándolo por el cuello y pegándose a él con esfuerzo.

Sabía que no debía sentir cosas por alguien 9 años menor pero la preocupación, la actitud, la educación, incluso la ternura del muchacho lo estaba volviendo loco. Sí, a él, Kim Taehyung, también le gustaba el "psicópata".

La puerta se abrió lentamente en la habitación de Kim SeokJin. Jungkook suspiró aliviado cuando lo vio sentado mirando el cielo oscuro desde su cama, había tomado demasiado tiempo después de las clases, al fin estaba de vuelta.

—Muñequito me tenías preocupado yo... —tragó saliva— ¿Qué sucede?

"¿Aparte de que después de visitar mi propio hogar y que veo una pintura de mi persona, tengo miedo?" el príncipe alzó el rostro a la altura del señor Jeon con los labios temblando, parecía que iba a ponerse a llorar.

Era fácil tener una actitud más impresionante frente a los alumnos u otras personas, pero frente al hombre que le hacía experimentar las mariposas en el estómago volvía a sentirse como ese muchacho de personalidad reducida que solo necesitaba ser protegido.

Dejó que sus labios tocaran los de aquel hombre, el beso fue pequeño pero suave y peligrosamente significativo.

—Señor Jeon, usted dijo que le pertenezco, que soy su muñequito —sus pómulos rojos estaban empapados con las lágrimas que se avecinaban. No quería enamorarse profundamente de un hombre que no le pertenecía— pero ¿Qué significa eso para usted? ¿Por qué cambió tanto? antes no quería verme cerca y a la fecha nosotros incluso hemos compartido la cama entre besos y caricias profundas, me siento... confundido

El modelo abrió la boca ¿Es que todo quería apuntar a que hablara desde lo más profundo de su ser? Primero Taehyung, ahora el pequeño. Estiró la mano para secar las lágrimas, incluso para él era difícil explicar todo con claridad.

—En un principio creía que era difícil ser como nunca lo fui, expresarme, admitir cosas, no soy de ese tipo, ni siquiera sé si sigo siendo un bastardo con las mujeres y hombres, me importa solamente mi placer, mi bienestar pero apareciste tú y... por favor dame tiempo para poder decirlo con las palabras correctas, el sentimiento que tengo aquí —tocó nervioso su frente— estoy experimentando cosas nuevas por ti.

Era cierto, para Jeon Jungkook el decir "te quiero" "Me gustas mucho" o incluso "Estoy enamorado" era un mundo nuevo.

—El problema señor Jeon —recordó su propósito— es que tiempo es lo que menos tengo.

El tono dulce y triste de su voz lo conmocionó. ¿Quién era exactamente Kim SeokJin? ¿Qué había detrás de su amnesia? Quizás el poco tiempo que le quedaba era porque por dentro sentía que "recobraría la memoria" sobre quién era.

Hace varios días el castaño dejó de cuestionar el hecho de cómo lo encontró esa noche del 9 de septiembre en su habitación, porque sabía que terminaría con dolor de cabeza buscando las respuestas a algo que no tenía lógica.

Sostuvo el rostro del muchacho entre sus manos y suspiró.

—Tengo miedo muñequito porque, porque no sé cómo se comporta un hombre enamorado, no sé lo que es eso y las cosas que tengo aquí... aquí en mi pecho, es... no puedo decirlo como se debe pero... SeokJin, me importas más de lo que debería ser normal para mí, incluso—los ojos de Kim brillaban emocionados, a él le costaba comportarse diferente, le costaba cambiar pero lo hacía por él— incluso estoy más pendiente de ti de lo que debería

—¿Le importo señor Jeon?

Asintió como niño lleno de temor antes de abrazarlo y hundir su rostro contra el cuello de ese pequeño. El calor que compartían en ese abrazo tenía más de un gran significado, él estaba admitiendo que sentía cosas, estaba haciendo lo que jamás hizo con una mujer o un hombre, tenía sus propios miedos, Jungkook basaba sus "relaciones" solamente en sexo, pero ahora con su "psicópata" las cosas eran distintas. No sabía si lucharía por esa relación, pero al menos estaba dando el primer paso que era admitir que sentía algo.

Por su parte Kim SeokJin miraba llorando en silencio sus manos que descansaban en la espalda de Jeon, sus propias manos estaban desvaneciéndose como el vapor desaparece en el aire. No pudo disimular la tensión de su cuerpo que llamó la atención del modelo ¡Estaba desapareciendo!

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