7. Mirada indebida
Llegamos a la cafetería y nos ubicamos en una de las mesas vacías, cuando una chica rubia de ojos claros se nos acerca supongo que trabaja aquí por su uniforme.
No, seguro que trabaja en KFC.
«No te aguanto»
Yo tampoco.
—¿Qué quiere ordenar, señorita?—pregunta la mesera sacándome de mis pensamientos.
—Nada—le respondo, la verdad es que no tengo hambre, no dice nada, simplemente se voltea a ver al estúpido de Aaron.
—¿Y tu guapo que deseas?—le pregunta con una sonrisa coqueta mientras juega con su cabello, pongo los ojos en blanco y tomo los apuntes del trabajo repasandolos, ya que Aaron tiene el libro.
—Que te vayas—dice Aaron sin ni siquiera mirarla, a la chica se le descuelga, la mandíbula se va indignada y a mí se me sale una carcajada cuando Aaron levanta la mirada del libro y me mira.
—¿De qué te ríes? —me pregunta frunciendo el ceño y termino riéndome como loca recordando la cara que puso la chica, juraría que no está acostumbrada a que le digan que no.
—De una cosa—le digo terminando mi episodio de "locura", él niega con la cabeza y vuelve la mirada al libro. Pasan más de dos horas y por fin terminamos el trabajo.
—Por fin ya no tengo que aguantarte niñata—dice Aaron en un tono burlón.
—Lo mismo digo estúpido—le digo y él suelta una carcajada.
—Bueno, terminar este trabajo merece un trago, ¿vamos?—dice y entrecierro los ojos.
—Sabes que mañana hay clases, verdad—le digo y él se encoge de hombros.
—Me vale y aparte solo es un trago—dice con una sonrisa coqueta.
—Pues vamos—termino accediendo y recogemos las cosas para luego salir de la cafetería, son más de las 19:30 en realidad no es tan tarde, me subo a su auto y el lo pone en marcha, unos 15 minutos llegamos a un bar está muy lleno, ¿Las personas no trabajan o qué?.
El estaciona su auto y bajamos de este, él jala mi mano mientras pasamos delante de la fila y nos dejan pasar inmediatamente, Aaron sigue con mi mano entrelazada a la suya mientras que aquí no cabe un alma, pero subimos las escaleras como podemos que nos llevan a un lugar donde casi no hay personas, se acerca un mesero y nos lleva a una mesa vacía, tomo asiento y Aaron suelta mi mano unos minutos después el chico vuelve con dos whiskys y me entrega uno y el otro se lo da a Aaron para después marcharse.
***
Era supuestamente "un trago" y han pasado más de tres o cuatro horas, no estoy tann ebria.
Ajá
«Te voy a ignorar».
—Aaron vámonos, es tarde y mañana tengo clases—le reclamo al chico que tengo a un lado.
—Pero si no son las doce todavía— dice sonriéndome y al mismo tiempo que me muestra sus dientes perfectos.
Quiero creer que pensaste eso bajo los efectos del alcohol.
«Yo también»
—Dijiste que era un trago, ya vámonos—le digo tirando de su camiseta.
—Bien, eres una agua fiesta—murmura tomando mi mano otra vez y bajando las escaleras, subimos a su auto y no le digo mi dirección porque ya se la sabe, mis párpados me pesan y se me cierran de un momento a otro no se cuánto tiempo pasa, pero cuando nos abro estoy en los brazos de Aaron, no estoy en mi calle y frunzo el ceño levemente.
—¿Dónde estamos? —le pregunto adormilada todavía.
—En mi casa, pequeña egocéntrica—balbucea sonriendo.
—Ah ok—murmuro cerrando los ojos, siento como me saca los zapatos y me acuesta en una cama y se acuesta a mi lado pasando su mano alrededor de mi cintura. Pasan unos minutos hasta qué...
*Procesando información*
«¿¿Espera dijo su casa??»
Si, eso dijo...
«¡OMG!»
Levantó la cabeza y lo miro esta dormido, se ve tan pacífico «quien lo ve no dice que es insoportable», sus pestañas son largas, bajo la mirada lentamente a sus labios rosados y sus tatuajes resaltan en su piel porque no tiene la camiseta puesta, su nariz perfilada«¡PORQUE CARAJOS LO ESTOY DETALLANDO!»trato de levantarme de la cama para irme a mi casa y antes de bajarme de la cama...
—No te vas a ir, ahora acuéstate—gruñe con su mano en mi cintura y sin más me vuelvo a acostar a su lado el me pega más a su cuerpo y esconde su cara en mi cuello.
«¿¡PORQUE LE OBEDEZCO!?»
Siento su respiración calmada chocar contra mi cuello y de alguna manera me quedo dormida...
La luz se cuela por la ventana lo que me molesta, así que abro los ojos y los vuelvo a cerrar poco a poco, cuando escucho la ducha me levanto rápido.
«¡DORMISTE CON AARON!»
«#PANICO #MIEDO»
Te gusto pendeja, no te hagas.
Ignoro mi conciencia y me levanto de la cama con el fin de irme a mi casa antes de que el salga del baño, sin embargo justo antes de llegar a la puerta, una puerta se oye detrás de mí y giro con lentitud Aaron está frente al baño y me dedica una pequeña sonrisa, era obvio que voy a salir corriendo.
«¡PERO POR DIOS, LO HICIERON LOS MISMOS DIOSES O QUE!» mis pensamientos últimamente no están en orden.
Estado caliente.
Mis piernas se clavaron al piso y mi mirada lo detalla lentamente, cuando algo de mi embobamiento siento su mirada en mí y al encontrame con sus ojos el se ríe y habla;
—¿Puedes dejar de violarme con la mirada?— pregunta volviendo a reír.
—No te estoy violando con la mirada—le digo poniendo los ojos en blanco y siento como mis mejillas arden poco a poco y él empieza a acercarse como un león a su presa.
Si por cada mentira recibieras una mínima descarga eléctrica estaríamos bien muertas.
«¡Cállate!»
—Me voy—me doy la vuelta para retomar mi huida, pero él me toma de la muñeca y me pega a su cuerpo.
Ay virgen santísima
¿Hace calor aquí no?
—No te vas a ir—susurra muy cerca de mis labios, estoy demasiado cerca de su cuerpo.
«Hola Dios, soy yo de nuevo»
Diosito ignorala por favor.
Se empieza a acercar a mis labios... Y rápidamente me volteo abro la puerta y salgo de su habitación a no sé cuantos kilómetros por hora. Bajo las escaleras lo más rápido posible cuando choco con alguien, es una mujer rubia de ojos verdes, creo que es su mamá, se parece mucho a Nils.
—Lo siento—le digo y ella me mira y luego sonríe.
—No pasa nada linda, soy Kate—se presenta la señora.
—Soy Br... —trato de decir, pero me calló cuando un señor de cabello negro y ojos azules aparece y rodea a la señora por la cintura dejando un beso en su mejilla.
—¿Tú quien eres? —me pregunta el señor mirándome de arriba abajo.
Su yerna, un gusto suegris
—¡Solecito! —exclama Nils entrando a la sala.
Vaya, la primera reunión familiar
«Esto no puede ser peor»
—¿La conoces? —pregunta el señor mirando a Nils.
—Sí, papá es una amiga—dice Nils.
—¡Brooke hola!—me saluda Alisson y se me acerca para luego abrazarme.
—Hola Ali.
—¿Entonces te llamas Brooke y que haces aquí? —pregunta el señor con un tono de voz intimidante.
Nada señor de hecho fui por un trago con su hijo mayor porque ya no tenemos que soportarnos más, pasamos más de tres horas en el bar y bebí tanto que perdí la conciencia, me dormí y él me trajo a su casa, pero no se preocupe no hicimos nada más que dormir juntos no tendrá nietos por ahora, cuando desperté él estaba en el baño y cuando salió, pues como que lo medio viole con la mirada, pero nada más eh suegrito.
«No le voy a decir eso»
—¿Qué no me vas a decir?
«Matenme»
Dios me estás haciendo un mal, acabo de decir eso en voz alta, que vergüenza... No me da tiempo a buscar una escusa porque Aaron aparece con el cabello desordenado unos vaqueros, una camiseta negra y unos Nike blancos.
—Yo la traje—dice Aaron y el señor no dice nada, se va no se a donde y Aaron se va detrás de él.
—¿Quieres desayunar linda? —me pregunta Kate.
—No, gracias, señora, tengo que irme— digo y la verdad si tengo hambre, pero no quiero incomodar.
—Está bien linda y no me digas señora, puedes decirme Kate—me dice y asiento.
—¿Nils me puedes llevar a mi casa?—le pregunto y antes de que responda, Aaron vuelve a la sala.
—No, no te va a llevar, él lo haré yo porque yo te traje, así que yo te llevo—dice Aaron.
«Definitivamente no le agrado al universo»
Sin dejarme protestar toma de la mano me lleva a su auto y me abre la puerta del copiloto, subo sin decir nada y él hace lo mismo. Pasan unos minutos y él hace una parada en un KFC.
—¿Tienes hambre? —me pregunta, asiento «moriría si no como nada antes de llegar a casa» él baja del auto, pasan unos minutos y vuelve con dos bolsas de comida en la mano.
—Espérame unos minutos— dice, asiento y esté me pasa ambas bolsas de comida, pasan unos minutos y me volteo estirando mi mano hacia el bolso que tenía ayer buscando mi teléfono, tengo bastantes llamadas perdidas de Sofi y de mis padres. Le envío un mensaje a Sofi diciéndole que estoy bien y ya voy para la casa, Aaron vuelve y me entrega un vaso con agua y dos aspirinas.
—Es para la jaqueca, por el alcohol—murmura y me tomo las pastillas que me pasó, desayunamos y me lleva a casa.
***
HOLA BEBES, espero que el capítulo les haya gustado, no olviden votar y comentar.
¿Qué les pareció la actualización?
Kris
¡Los quiero besos!
EDITADO Y REVISADO✓
Bạn đang đọc truyện trên: AzTruyen.Top