39. No tenemos nada que hablar

{Especial 1/3}

Aaron

—¡Ese no es el punto, de todos modos te ibas a enterar pensaba decírtelo estando sobria y si crees que no te voy a dejar ver a tu hijo estas equivocado pero ni pienses que lo usaras para acercarte a mi te dije que no viene a ser la razón por la que rompas todo lo que tienes hasta ahora y de todos modos Dy ya se había enterado!—es lo último que me grita antes de salir del Pent-house, limpio las lágrimas derramadas.

***

—Joder, necesito hablar con ella—paso mis manos por mi rostro frustrado, Liam me mira y niega.

—Necesitas no, deberías—me corrige—, de paso le dices que no se puede romper algo que ya está roto—añade y se a que se refiere.

—No quiere hablar tengo toda la mañana tratando de hablar con ella—ignoro parte de lo último que dijo.

—Solo te digo que; el sentimiento se hace grande cuando nunca se olvida y más si ese sentimiento es amor—asegura dándole un sorbo a la piña colada, asiento y mi mirada viaja a aquella pelinegra que está hablando y riendo con mis hermanos. Ambos empezamos a caminar hacia ellos.

— Hasta las canciones les tiran indirectas—se carcajea Aída cuando Liam y yo llegamos junto a ellos, presto atención a la canción. Amor Jodido de Beéle...

—¡Ignórame todo lo que puedas, pero de ninguna manera podrás olvidarte de todo lo que hicimos aquella luna llena!—empiezan mis hermanas cantando a unísono, pongo los ojos en blanco y pido otro whisky, Elena se pega a mi brazo.

—¡Ay mami tú, no podrás olvidarte de mí!—cantan Liam y Sofía.

Tierra tragame.

Junto con la pelinegra egocéntrica, de paso...

—¡Por todo lo que sabes tú, por todo lo que pienso en ti, para nadie es un secreto que somo' el uno para el otro! —se detienen un momento esperando lo más seguro alguna estrofa de la canción, Brooke pone los ojos en blanco dándole un sorbo a su bebida.

—¡Eres la magia, luz que me calma tú eres una diosa, tú te vas y me haces falta!—canta esta vez Olivia.

—Cada momento contigo lo disfruto no lo olvido por más qué pasa el tiempo girl—canta la pareja de Aisén.

—Tú amor es mi castigo, yo no sé qué me pasa me vuelvo loco si te miro y no me abrazas, mi cora' esta resentí’o si tú no me besas—canta Brooke entre risas junto a Owen.

—¡Es tan claro el ejemplo de que me haces falta girl yeah!—cantan todos, dando por terminada la canción.

—Vale ya que estamos todos, los preparativos de la fiesta de mi nena están echos así que a las 19h tenemos que estar allí—dice Sofía rompiendo el silencio.

—Los padres de Brooke vendrán ya que Dylan se va a quedar con Lu—añade Aída y con la mención de mi hijo siento una fuerte punzada en mi pecho.

—¿Entonces es todo? Me está jodiendo mucho todo esto—masculla Elena, llevándose más de una mirada asesina de parte de todos, menos Brooke la cual solo se mantiene de manera neutra callada.

—Elena—le advirto, para que no desate la ira de Aída o Sofía, a sinceridad no se cual de las dos la mataría más rápido.

Brooke se levanta de la silla donde estaba, la sigo con la mirada detallando el bikini blanco que trae puesto haciendo un contraste perfecto entre el bronceado que adquiero en las últimas treinta y seis horas más el color blanco del bikini, aparto la mirada de ella dandome cuenta de que todos me miran.

—Se que soy lo más cercano a un dios griego que verán, pero ¿qué sucede?—ironizó.

—No piensas defenderme—dice Elena.

—Lastimosamente no, sabes hablar y no tienes problemas en desafiarme, hazlo tu misma—aclaro soltandome de su agarre, me aparto de ellos con una sola intención.

—No que eres su vida y te defendería—se mofa Aída y es lo último que oígo antes de ir detrás de Brooke, la observó caminando en la orilla de la playa, me acerco a ella.

—Debemos hablar—digo caminando junto a ella.

—No.

—Joder, ¿por qué tienes que ser tan orgullosa?—inquieró tomando su brazo deteniendo cualquier movimiento, la giro hacia mí sus ojos de clavan en los míos retandome con la mirada.

—Sueltame.

—No, tenemos que hablar y vamos a hablar—aclaro y ella se zafa de mi agarre mirándome mal.

—No, tenemos nada que hablar.

Se marcha dejándome ahí parado.

Egocéntrica y testaruda, interesante combinación.

Es un puto dolor de cabeza.

Y tu favorito...

Cállate.

***

Brooke

Rompemos a carcajadas cuando la canción se acaba, se hace un silencio hasta que Sofi habla;

—Vale ya que estamos todos, los preparativos de la fiesta de mi nena están echos así que a las 19h tenemos que estar allí.

—Los padres de Brooke vendrán ya que Dylan se va a quedar con Lu—añade Aída y por inercia mi mirada se dirige hacia donde está Aaron.

—¿Entonces es todo? Me está jodiendo mucho todo esto—masculla Elena, llevándose más de una mirada asesina de parte de todos, no digo nada solo me llevo mi copa a mis labios dando un pequeño sorbo.

—Elena—le advierte su esposo.

Ignoro el drama que está por empezar y me pongo de pie alejándome de allí.

Empiezo a caminar por la orilla de la playa dejando que mis pies se mojen por las olas que llegan hasta la orilla, mis ojos se llenan de lágrimas y las limpio rápidamente.

—Debemos hablar—me tenso al escuchar su voz.

—No—respondo sin ni siquiera mirarlo o determe.

—Joder, ¿por qué tienes que ser tan orgullosa?—pregunta jalando mi brazo haciendo que quedemos frente a frente y clavo mis ojos en los suyos retandolo con la mirada.

—Sueltame—siseo enojada.

—No, tenemos que hablar y vamos a hablar—aclara, bufo y me zafó de su agarre dedicándole una mirada de pocos amigos.

—No tenemos nada que hablar—sentencio alejándome de él.

Te lo digo porque se supone que soy tu conciencia, sino dejas que hablen se joderan los dos.

Pues nos vamos a joder.

Egoísta.

Sí.

Salgo de mis pensamientos mientras pido una margarita y cuando me la dan camino hacia una tumbona sentandome allí.

—¿Como es que puedes con tanto? Teniendo en cuenta todo lo que paso y claramente sigue pasando entre los dos, no pueden finjir como que nada pasó o interponer su ego por encima de los dos, se que eres fuerte pero, también es demasiado para querer ignorarlo por completo nenis debes hablar con él, es injusto para los dos—dice Sofi, la miro de reojo y sonrió amargamente.

—Es mi cumpleaños y lo último que quiero es escuchar salmones o consejos sobre él, te... Se los he dicho a todos no me importa lo que yo sienta o no, no estaba en mis planes encontrarme con el y no jodere a su hija por cosas del pasado—aclaro ignorando las punzadas a mi pecho con cada palabra.

—Bien pero—se detiene—, sabes que tienes razón—solo asiento mirando el mar.

***

Faltan dos hora para que sea la hora de mi fiesta, me pongo el vestido rojo de dos piezas, la falda es completamente ajustada a mis curvas, la parte de arriba es una especie de top corto manga larga sin hombros y tiene tiras cruzadas las cuales dejan mi espalda y abdomen completamente descubiertos todo se ajusta completamente a mi cuerpo, me calzó con los tacones de plataforma y termino de maquillarme.

Mamá entra a la habitación y sus ojos se iluminan ligeramente acercándose a mi.

—Estas jodidamente perfecta cariño—dice para luego abrazarme.

—Lo sé—me río al ver la mirada asesina que me dedica.

—Tu también mamá—le digo abrazandola nuevamente.

—Vamos, los demás nos esperan—me avisa y asiento tomando mi bolso.

Bajamos a recepción y tomamos un taxi, la fiesta la organizaron las chicas, Sofi me contó que la harán en una casa que tiene Aída cerca del centro así que no hay problema con que nos pasemos con el alcohol, llegamos a la "humilde casa" Aída tiene una definición muy errónea de que es tener una humilde casa, la mansión que tenemos en frente tiene que tener 2000 metros cuadrados como mínimo.

Todo el jardín está iluminado por faroles plateados y rosas rojas y blancas, nos adentramos por el jardín hasta las enormes puertas de la "casa" estas se abren, todas las luces están apagadas, se encienden las luces de diferentes colores se muestran por todo el lugar, pero las que están en el centro de la enorme sala son blancas las cuales dejan ver el enorme bizcocho de chocolate con un enorme veintiseis en la cima, todos gritan un enorme;

—¡FELIZ CUMPLEAÑOS!—, a unísono sonrió al ver que mi hermana esta aquí, junto a los demás. Me acerco a ellos y me envuelven en un fuerte abrazo, luego de eso se enciende la música.

—Antes de que empecemos a tomar como si no hubiera un mañana, quiero agradecerles a todos por estar aquí conmigo en un día tan especial para mí—corto el primer trozo de pastel—¡sigan disfrutando!—camino entre la gente mientras como mi pastel.

—Feliz cumpleaños enanaa—chilla mi hermana envolviendome en un abrazo.

—Vamos al jardín—Sofi tira de mi mano giandome por el lugar, pasamos por una de las diferentes mesas que hay en toda la sala, con alcohol o comida, Sofi me entrega una copa.

—¡Según el extermineitor su nieta se merece lo mejor y lo mejor según ella es que esta noche los barmans estarán preparando una bebida con tu nombre!—grita por el alto volumen de la música.

Me tomo de un trago lo que me paso Sofi y me mareo un poco no puedo distinguir lo que contiene la bebida solo que tiene mucho whisky.

—¡Me das otro!—le pido al barman, este asiente pasándome una copa completamente llena otra vez, Sofi me sigue guiando por todo el gentío y se escuchan múltiples felicitaciones por donde paso.

Salimos al jardín trasero el cual tiene una enorme piscina en el centro, las luces son más tenues aquí afuera y la música no se oye tan alta, hay varias mesas al igual que adentro, de echo hay pocas personas afuera.

—¡Felicitaciones por estar más vieja grosera!—grita Owen levantandome en el aire a lo que yo chilló porque me tomo por sorpresa.

—¡Bajame Owen!—me retuerzo en sus brazos.

***

Falta un minuto para las doces, entro a la casa en busca de otro pedazo de bizcocho, cuando me lo pasan camino entre la gente borracha.


—¡Hey búscate tu propio pedazo!—chilló mirando mal a Aaron el cual toma mi pedazo de bizcocho se lo lleva a la boca dándole una mordida y vuelve a ponerlo en mi plato.

—De tu plato sabe mejor—susurra acercándose a mí.

—Si tocas mi comida de nuevo te castro—amenazó cerca de sus labios, sonríe y toma mi mano.

—¡¿A donde me llevas?!

—¡A un lugar!—dice llevándome hacia las escaleras.

—¡Eso no es una respuesta válida!

—¡Entonces espera que lleguemos!

—¡No me convence mucho eso!—exclamó mientras subimos las escaleras tomados las manos.

—¡Cierra los ojos!—me pide cuando estamos en el último piso de la casa, hago caso omiso.

Cierro los ojos, pasan unos segundos que se me hacen eternos.

—¿Sigues aquí?—pregunto y en unos segundos en abro los ojos  sin embargo sus labios con sabor a alcohol se unen con los míos tardo un instante en rodear mis manos en su cabello y abro ligeramente mis labios dejando que su lengua se adentre en mi boca.

Sus manos bajan a mi cintura apretandome contra el, sus manos viajan a mis muslos y me levanta haciendo que rodee mis piernas en su cintura sin apartar nuestros labios, me aprieta contra él, sacándome un jadeo que se ahoga en sus labios.

—Nena—dice en un gemido disfrazado de gruñido, cuando aprieto mi cuerpo con el suyo.

Y es cuando nos separamos por aire sus ojos ligeramente oscurecidos y nuestras respiraciones agitadas, me hace reaccionar, rompo nuestros contacto visual y desenrosco mis piernas de su cuerpo rompiendo todo contacto entre nosotros, me inclino hacia el uniendo nuestros labios nuevamente, me alejo de él pegando nuestras frentes.

—Fue un impulso y estuvo mal—digo controlando mi respiración.

—No podemos hacer nada contra nuestro impulsos, nena—susurra roncamente cerca de mis labios.

—Solo no, no podemos hacer esto—susurro apartandome de el y bajando las escaleras.

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