Me separo de sus labios y mi respiración está bastante agitada, me envuelve en un abrazo, hago lo mismo y nos quedamos en silencio, se queda dormido contra mi pecho y unas horas después se despierta, dejando un beso sobre mis labios.

En eso una chica rubia entra a la habitación, mira a Aaron y le sonríe, luego su mirada se dirige hacia mi y hace una mueca, hago su mismo gesto.

—¿Y está estúpida qué? —pregunta la rubia frunciendo el ceño.

—No es algo de tu importancia—digo cruzándome de brazos mientras le muestro una sonrisa.

Ella hace una mueca y mira a Aaron
—No le dices nada a la estúpida esa—pregunta la rubia haciendo un puchero.

—Nena—me dice, lo miró y la chica pone una cara de suficiencia.

—No te importa Elizabeth—dice él poniendo mala cara y suelto una carcajada, la chica cambia de gesto inmediatamente.

Toma eso puta.

Kate entra en la habitación, tiene los ojos enrojecidos, son más de las ocho de la noche, lo más seguro es que ya fue el funeral de su esposo, la chica camina hacia ella con un puchero.

—Tía, esa estúpida me trató mal—le dice a Kate y enarco una ceja.

—¡Cariño! —exclama Kate con una sonrisa, camina hacia mi y me abraza, la rubia me mira mal.

—Hola Kate—le sonrió y ella se acerca a su hijo.

Tengo mucha hambre, trato de salir de la habitación pero...

—¿A dónde vas? —pregunta Aaron mirándome.

—Tengo hambre—le digo poniendo los ojos en blanco y él sonríe.

Salgo de su habitación, ahí varias personas en frente de la habitación de Aaron, supongo que tiene que ser su familia camino hacia el elevador, cruzo la calle y me dirijo hacia la cafetería, pido un café y un trozo de torta, termino de comer y vuelvo a cruzar la calle dirigiéndome a la habitación de Aaron.

Está con su familia, me acerco a él para decirle que me voy y mañana vuelvo, termina diciendo que sí, pero antes de que me alejé de él planta un beso en mi boca.

—Descansa nena—susurra en mi oído.

—Igual muñequito—me despido de él y de Kate.

Salgo del hospital, busco mi auto y me dirijo a casa. Estoy en mi cama, Sofi está a mi lado, ya le conté todo lo que paso con Aaron.

—Espera que estoy analizando información—dice ella supuestamente shockeada.

—Pero, por otro lado, esa pendeja quien era—pregunta y me encojo de hombros.

—Es su prima, supongo—le digo y ella sale de mi habitación, al cabo de un minuto vuelve con su laptop en las manos.

—Anonymous Sofi entrando en acción—dice con voz de presentadora y me río.

—¿En serio vas a investigar a esa chica? —pregunto haciendo una mueca.

—Así es nenis—dice escribiendo, no sé que en su laptop, en menos de 10 minutos Sofi me mira y sonríe maliciosamente.

—A ver, según la información que me han brindado mis redes sociales, la retrasada se llama Elizabeth Davis White, cumplió 20 hace tres meses, terminó con una relación de dos años, hace una semana y media, tenía más de un año que no venía a los Ángeles, estudia Cirugía, tiene dos hermanas y su madre se llama Naila White es la hermana del medio de los White, mientras que su hija mayor se llama Elisa y la más pequeña de sus hijas tiene 16—dice Sofi y se me descuelga la mandíbula.

—¿Cómo carajos hiciste eso? —le preguntó quitándole la laptop, revisando todo lo que investigo.

—Gracias a ti y a Ethan—dice encogiéndose de hombros.

—Si gracias por recordarme que debo reforzar la seguridad de mis dispositivos—digo haciendo una mueca, nos quedamos hablando sobre cosas aleatorias y en unas horas nos quedamos dormidas.

***

Terminó de desayunar, me despido de Sofi, decidí venir al hospital antes de irme a la universidad, entro a la habitación, veo a Aaron tiene unos audífonos puestos.

—Hola—lo saludo y me ignora.

—Hey —me acerco a él y arrugó el ceño, pasando mis manos por su rostro.

A ver pendejo a mí no me ignora nadie.

Busco unas tijeras en mi mochila, tomo la mitad del audífono y lo cortó.

—¡¿Qué te pasa?! —me pregunta enojado.

—Que te importa—le digo cortante y me alejo de él.

—¡Brooke! —él exclama mi nombre con fuerza.

Vuelve pendeja.

No, yo sí tengo dignidad

Eso se llama orgullo

Me vale.

—¡Joder Brooke! —sigo caminando, ignorando como sigue gritando mi nombre, termino saliendo del hospital enojada.

Mi teléfono le empiezan a entrar llamadas de Aaron y las rechazo todas, tiró mi teléfono en la parte de atrás del auto, bajo mi auto y subo los escalones de la universidad, entro al salón.

—Buenos días, estudiantes—saluda la profesora, su clase empieza y se extiende dos horas, salgo del salón y me dirijo al campus, me siento con Sofi y empezamos a hablar, vuelvo a mis clases y cuando terminó la clase de Biología, Sofi me dijo que tenía que ir a la biblioteca camino a través del campus.

—Brooke—me llama Owen, lo busco con la mirada y lo veo en las gradas, camino hacia él.

—¿Cómo estás, grosera?—me pregunta sonriendo.

—Bien y ¿tú arruina libros? —le preguntó.

—Bien—responde y saca un cigarrillo, lo enciende y se lo lleva a la boca dándole una calada.

—¿Me dejas? —le pregunto extendiendo mi mano y él me mira frunciendo el ceño, pero luego me sonríe.

—No tengo problema, así que toma—me pasa el cigarrillo y antes de llevarlo a mi boca, me lo arrebatan de golpe, arrugó el ceño y subo la mirada, veo a Aaron con una mirada enojada.

—¡Dámelo! —le exclamó furiosa, no me mira a mí sino que clava su mirada a Aaron.

—A ella en nuestras mierdas no—le aclara a Owen enojado y arrugó el ceño.

—No puedes prohibirme nada idiota.

—¡Te dije que no! —vuelve a exclamar y lo miro mal.

—Bueno, yo me voy—dice Owen, bajando las gradas.

—Tienes razón—me dice y se sienta donde estaba Owen tirando el cigarrillo al suelo.

—No tengo por qué prohibirte nada, pero no lo hagas nena, por favor—me dice mirándome a los ojos, jala mi mano y hace que me siente a su lado.

—¿Por qué no quieres que fumé? —le preguntó y él abre los labios, pero luego los aprieta con fuerza.

—Porque no—dice y niego.

—"Porque no"—digo irónica soltando una risa amarga, me pongo de pie y trato de bajar las gradas, pero él me toma del brazo.

—¡Joder, no quiero que lo hagas porque te puede hacer daño y no quiero eso para ti! —exclama mirándome a los ojos y siento como mi corazón late mucho más fuerte de lo normal.

—¿Quieres aprender a fumar? Bien te enseño, pero prométeme que no lo haces más—dice mirándome a los ojos y me pierdo en el azul intenso de sus ojos, asiento.

—Nena, prométemelo, quiero oírlo de tus labios joder—dice sin apartar nuestras miradas, suspiro y paso las manos por mi rostro.

Entonces orgullo¿no?

—Bien, te lo prometo—le digo con sinceridad, deja un beso en mis labios.

—¿Cuál es tu última clase? —me pregunta.

—Matemáticas, ¿por qué? —preguntó y él me sonríe.

—Me llamas cuando termines y paso por ti—me dice bajando conmigo las gradas.

—Si no me dices, no te llamó— le digo encogiéndome de hombros, suspira antes de hablar.

—Solo quiero mostrarte algo—dice, hago una mueca y él jala mi cintura, uniendo nuestros labios. Se marcha y camino hacia el salón donde me toca matemáticas.

Arriba el orgullo, te duro menos de cuatro horas.

Cállate.

Como diga señora orgullosa JSKKSKSKS

***

HOLAAAA BEBES

Hasta aquí este capítulo, espero que el capítulo les haya gustado, no olviden votar y comentar.

¡Los quiero besos!!

Kris