#2. La Niña del Demonio

Rosa y Alec dirigían la caminata, notándose la gran diferencia entre ambos. El de tez morena y entes se vio obligado a agachar la cabeza para poder hablar adecuadamente con su esposa, ignorando qué, un poco más atrás de ellos, el par de hombres, espía y asesino, se empujaban entre sí. Maldiciéndose y golpeándose de forma discreta para evitar ser regañados. 

-Deja de invadir mi espacio personal. -se quejaba un malhumorado Jake. 

-¿Tú espacio personal? Eres tú quien invade el mío, fushcale. -respondió de la misma manera el azabache.

-¿Qué se supone que significa eso? 

-Que eres un idiota de bonito rostro y no te quiero cerca mío. 

-Oh, pues fantástico. Es la primera vez que coincidimos en algo. 

-Ay, Virgencita. Dame paciencia porque si me das fuerza los mato. -susurra entre dientes la pelimorada, quien finalmente alcanzó a oír la discusión entre ambos soldados. Su marido, a su lado, rio entre dientes con algo de diversión.

-Tal vez estén mentalizados para ser los mejores soldados a nuestra disposición, pero puedo ver la incompatibilidad entre ellos. 

-Desde siempre. -suspira Rosa. -¡Ustedes dos, silencio! -exigió, volteando la cabeza para encarar a sus subordinados que la miraron como perritos regañados. -Es hora de que les hable de su misión. 

Los cuatro se adentraron en un ascensor y entraron. Mientras las puertas se cerraban, la Jefa Hernández, Rosa, miró a Jake con una mezcla de orgullo y severidad.

-Jake, recuerda la última misión al exterior que te encomendé. - comenzó Rosa, su voz resonando en el reducido espacio. -Asesinaste a un miembro del gobierno corrupto.

Jake frunció el ceño, visiblemente preocupado. -¿Maté al individuo equivocado? -preguntó, su tono lleno de ansiedad.

Tom se burló de él, pero Rosa negó con la cabeza. -No, de hecho, hiciste un trabajo impecable. - dijo con firmeza, aunque su tono se suavizó un poco. Esto permitió a Jake respirar tranquilo. -Sin embargo, unos días después del homicidio de Leonardo Rossi, nos encontramos con una niña relativamente cerca de nuestras instalaciones. Se hace llamar Fiore Rossi, al parecer, hija del corrupto fallecido.

La sorpresa se reflejó en los rostros de Tom y Jake mientras el ascensor comenzaba a descender lentamente.

-Desde hace un mes la hemos mantenido bajo observación por un motivo en especial. -continuó Rosa. -Descubrimos que tiene una mordida de infectado en el brazo, pero sorprendentemente, a pesar de pasar un mes, sigue siendo humana. Un caso inaudito, me atrevo a decir.

Los ojos de Tom brillaron con entusiasmo mientras Jake se mantenía serio, incrédulo ante lo que escuchaba.

-Eso no debería ser posible. Después de al menos 11 horas, el virus toma el control del cerebro hasta devorarlo y dejar al huésped en un estado que, si bien no es vivo, tampoco queda muerto completamente. Incluso hemos avistado a más de un infectado con el cráneo reventado y en su lugar, una aglomeración de hongo. 

-¿Alguien me traduce ese vómito verbal? -Exclama Tom, confuso. 

-No es mi culpa que tu cerebro de nuez no me siga el paso. 

-¿Qué insinúas, pedazo de mierda?

-Comprendo tu punto, Allen. -Interrumpe Rosa. -Y es cierto que después de 11 horas, rara es la posibilidad de seguir siendo consciente si has recibido una mordida de un infectado. Sin embargo, esto es más que real. Esto nos da la esperanza de que pueda existir una cura. -concluyó Rosa, su voz firme y determinada. -Por desgracia, aquí no contamos con la tecnología necesaria para llevar a cabo una investigación decente. -Finalmente, las puertas del ascensor se abrieron y los cuatro salieron, la jefa les daba la espalda a sus subordinados, con los brazos cruzados detrás de su espalda. -Dentro de unos momentos la conocerán, he de advertirles que es muy respondona y su carácter conflictivo la hace difícil de interrogar. Además, luego de ciertos exámenes, vimos que su IQ supera el de muchos niños de su edad, 130. -Un sonido de exclamación resonó en el lugar. 

El grupo avanzó por los pasillos iluminados por luces fluorescentes que daban una sensación de asepsia y tecnología avanzada. El laboratorio era un complejo de salas interconectadas, con puertas de vidrio que permitían ver el interior. En una de las salas, se observaba a científicos trabajando en diversas pruebas y experimentos, algunos manipulaban equipos sofisticados, mientras que otros examinaban muestras bajo microscopios de alta resolución.

Jake y Tom observaron con interés el bullicio de actividad científica que se desarrollaba ante sus ojos. Los científicos vestían batas blancas y llevaban gafas protectoras, dándoles un aspecto serio y profesional. Algunos tenían laptops y tabletas en mano, mientras que otros trabajaban en equipos especializados.

Rosa condujo al grupo hacia una sala de pruebas donde se encontraba Fiore Rossi, y se adentraron tras pasar por una puerta de cristal. La niña misteriosa que habían estado observando tenía el cabello castaño atado en una coleta ojos cafés fulminantes, una bufanda roja que casi tocaba el suelo, un abrigo amarillo mostaza y shorts azules que llegaban hasta sus rodillas. Además, tenía dos grandes ojeras bajo sus ojos y algunas cicatrices en el rostro y manos. La sala estaba equipada con una mesa de examen, monitores médicos y otros dispositivos de diagnóstico. Fiore estaba sentada en la mesa, con expresión desafiante en su rostro y mirada penetrante.

Rosa se acercó a Fiore con determinación, su rostro serio reflejando la importancia de la situación. -Fiore, estoy segura de que me recuerdas de la última vez. Soy Rosa Hernández, dirijo esta sociedad de la que seguramente alguna vez habrás escuchado, pero si no, te lo diré. Somos las luciérnagas de Tipiskaw, la verdadera y última esperanza de la humanidad. Confío en tu inteligencia y estoy segura de que debes entender la situación, así que necesitamos saber desde hace cuánto fuiste mordida. -preguntó, su tono firme pero comprensivo.

La niña frunció el ceño y miró hacia otro lado antes de responder con voz estoica: -Hace seis meses. Pero eso no importa porque ustedes me matarán. Sé lo que son las luciérnagas, todo el mundo lo sabe. No sé nada del por qué no soy parte de esa manada de zombies, pelmazos. Y aunque supiera algo jamás se los diría a unos retardados como ustedes. 

Tom interrumpió con impaciencia, su tono de voz siendo más duro. -Más te vale cuidar tu tono con la jefa, pequeño esperpento. 

Fiore levantó la barbilla con desafío. -No les debo nada. Me niego a seguir hablando. -dijo con firmeza.

Jake, observando la situación con atención, decidió intervenir. -Escucha, Fiore. -comenzó, su tono más suave y comprensivo. -Sé que no confías en nosotros, sobre todo en mí, que tuve que ser el verdugo de tu padre. -La niña frunció el ceño. -pero estamos en la misma situación. Todos estamos en búsqueda de una manera para poder sobrevivir. Se que es un deseo egoísta, Pero te prometo que si nos ayudas, tu libertad esta más que prometida. Juntos, podemos darle una nueva oportunidad a la humanidad para florecer desde el vacío oscuro al que se nos arrojó hace ya tanto tiempo, Pero solo si tú nos ayudas. Tu eres una clave esencial para ello.

La niña permaneció silencio, fulminando al peliazul con su mirada. ¿Vale la pena lo que dice? No, tiene que estar mintiendo. Es mentira. No confío en estás personas. Pero, quizás él sea diferente... ¿Vale la pena arriesgarme por estos pelmazos?

Viendo a los orbes oscuros del peliazul, no fue capaz de distinguir signos de falsedad ni mentira. Era la primera persona que hablaba honestamente con ella. Realmente la tomaba en serio y no la subestimaba solo por ser una niña.

Bueno, había tomado una decisión.

-Te diré todo lo que sé. -suspiró. -Pero quiero que ellos se vayan.

Tom estaba por reclamar, pero Rosa lo frenó y asintió con la cabeza, comprendiendo la situación. Hizo una seña con la mano a los otros dos para que se retiraran, cosa que hicieron sin resistencia. Pero antes de irse ella, se acercó al oído de Jake para darle nuevas órdenes. 

-Averigua todo lo que puedas con ella. Su relación con su padre, qué tanto sabe de la infección, cualquier cosa que pueda ayudar a la humanidad a superar esta crisis. -Rosa apoyó su mano en el hombro del de pelo azul. -El destino de la humanidad está en tus manos, y dependerá de lo que puedas o no lograr de este interrogatorio. 

-...Okay, cero presiones. -Soltó en voz baja el soldado, a la vez que su jefa se retiraba de la sala y cerraba la puerta de cristal tras de sí. Jake tomó asiento en la silla frente a la niña, quien lo contemplaba con una mirada escéptica y de mortal seriedad. ¿Cómo una niña me resulta tan intimidante? Por favor, Jake. Has matado a más de 200 personas y más de 500 infectados ¡ten algo de dignidad!

-Bueno... Entonces, ¿hola, supongo? Uh, lo lamento, es la primera vez que hago un interrogatorio. 

-Puedo verlo. 

Maldita niña del demonio, ayúdame. No me des más trabajo. 

-Bueno, empecemos por lo básico. Fiore Rossi ¿No es así? -La nombrada asintió. -Jake Allen, puedes llamarme por mi nombre o apellido, cualquiera está bien por mí. 

-Te llamaré Pelmazo Azul. 

-...O eso. -Soltó un suspiro y se rascó la nuca. -¿Y cuántos años tienes exactamente? ¿10?

-Se supone que en dos semanas cumplo 9. 

-Entiendo. ¿Y qué hay de tus padres? ¿Te llevabas bien con ellos?

-Mi madre me abandonó días después de que naciera. Y mi padre se preocupaba más por mantenerse con vida él al punto en que yo solamente era "esa mocosa" para él. Me criaron dos de sus subordinados, Heather y Alejandro Cano. Pero murieron hace dos años, asesinados por miembros de las luciérnagas. 

Puta madre. ¿Cómo le explico que yo también dirigí esa operación? 

-Ya, ya... -suspiró, tratando de disimular su ansiedad. -Entonces no te afectó tanto la muerte de Leonardo. ¿Me equivoco?

-Nah, es verdad. -responde Fiore. -Era un pelmazo más en el mundo, de hecho, habría hecho una fiesta para celebrar su muerte de no ser porque estuve huyendo por mi vida. 

-¿Puedo preguntarte por eso después? -Recibió un asentimiento de cabeza por parte de la castaña. Ambos ignoraban el hecho de que estaban siendo observados desde el exterior de la sala e incluso escuchando toda la conversación. -Bien. Entonces permíteme el atrevimiento de preguntarte ¿Cómo fue que te hiciste esa mordida en el brazo? ¿Qué clase de infectado lo hizo y bajo cuáles circunstancias?

La niña de pelo castaño se quedó en silencio por unos momentos, moviendo de manera ansiosa sus piernas. Jake empezó a pensar que no le responderia, Pero luego de un rato, habló.

-Fue hace 6 meses. -comenzo el relato. -Ese día mi padre salió por algo de su trabajo, era administrador del gobierno. Yo quería seguirlo únicamente para fastidiarlo, entonces le pedí a mi amigo, Malvin, que fuera conmigo. Era un niño de mi edad, de hecho, el hijo de las personas que me criaron.

El peliazul asintió con la cabeza, escuchando con atención cada palabra mientras anotaba en una pequeña libreta de bolsillo cada detalle importante.

-Asi que lo seguimos desde una distancia segura. -continuo. -Pero en eso, llegó un encapuchado, que, supongo eras tu, y mato a todos los que estaban en el edificio en ese momento. -Jake torció el gesto, con algo de incomodidad. -Malvin y yo estábamos observando desde el sistema de ventilas todo. Fue extraño lo satisfactorio que fue verlo sin vida. A él y todos sus seguidores.

-Uh, entiendo...

-Queriamos seguirte para poder darte las gracias. Pero no fuimos capaces de seguirte el paso y nos perdimos en un bosque. Ahí fue donde nos encontró un infectado mutado.

-¿Mutado?

-Duh, cabeza deformada, cerebro sobresaliente, dientes amarillos y y podridos. -dijo con obviedad. -En fin. Esa cosa nos persiguio un buen rato hasta que logramos hacer que cayera en una trampa para osos. Pero no salimos ilesos, para nuestra terrible suerte. El tenía una mordida en la pierna y yo en mi brazo. -Fiore se levantó la manga del brazo y le mostró a Jake su herida. Por un momento el peliazul temió ver una herida sangrienta con las venas moradas o cualquier otra cosa que lo hiciera liberar su estómago. Pero en cambio, tenía una herida como de marcas de dientes completamente cicatrizada. Su piel al rededor lucía relativamente sana, lo cual de por si ya resultaba extraño.

-¿Y no te duele?

-Pues no. Los primeros días me ardía, pero supongo que era porque aún tenía la herida en carne viva.

-Tiene sentido. ¿Y que hay de tu amigo?

La pequeña niña agachó levemente la cabeza, con una expresión de pura tristeza que trataba de disfrazar con un tono de voz indiferente que no engañaba al peliazul.

-Prometimos quedarnos juntos hasta el momento de nuestra transformación. Pero... Al despertar, supe que el no tuvo mi misma suerte.

-Oh... Lamento mucho tu pérdida, pequeña. Pero ¿Sabes? Si accedes a ayudarnos a encontrar una cura, podemos salvar a tu amigo. Es más ¡Toda la humanidad podría salvarse! Entonces tú...

-El murió. -sentencio la castaña. Con una mirada sombría. -Tuve que tirar a Malvin al mismo foso al que arrojamos antes al infectado. Así descubrí un nuevo dato sobre esos horribles monstruos y me quedé con una imagen mental que me atormentará hasta el fin de mis días: cuando se quedan sin acceso a su fuente de alimento, es decir, carne humana, se empiezan a devorar entre ellos como animales.

-Dios... Entonces practican el canibalismo en situación de desespero. Entonces, más que actuar por instinto...

-... Actúan por estrategia. -finalizó Fiore la oración del adulto. -Ademas, padre hizo unos experimentos antes de su muerte con unos científicos raros. Tomaron a un par de venados y les inyectaron muestras de sangre de infectados. Pero no sé infectaron. Entonces tomaron el cuerpo de un infectado, lo cortaron en pedazos de modo que los venados pudieran comer la carne y se los dieron, a espera de una reacción. Uno de ellos presentó síntomas de infección 6 horas despues. Y fue cuestión de segundos para que se abalanzara sobre el otro venado y empezará a devorarlo vivo.

La expresión de Jake reflejaba horror y sorpresa, esperaba cualquier cosa menos aquella preocupante revelación.

-La conclusión fue que la infección no puede transmitirse por sangre, sino por mordida o por devorar la sangre. Además, una vez el virus se hospeda en un huésped, este solo puede alimentarse de carne de su misma especie.

-Por eso el venado infectado atacó al otro. -Fiore asintió. -¿No mostró interés por humanos, después de eso?

-No.

-Increible... Preocupante pero increíble. Eh, y dime Fiore ¿Qué otras cosas descubrieron tu padre y los científicos con los experimentos?

La conversación entre ambos se extendió por lo menos 30 minutos más, hasta que finalmente Jake decidió que tenía toda la información que necesitaba. Se despidió de Fiore prometiéndole que la situación para ella mejoraría. Entonces, salió dejando de nuevo a solas a la pequeña castaña, reuniéndose con su jefa y los otros dos hombres. 

Así, dio inicio un pequeño debate entre los cuatro. Rosa se mostraba reflexiva, y tanto ella como Alec compartían la misma opinión sobre Fiore. Sin embargo, Tom no parecía de acuerdo con la idea de dejarle toda la responsabilidad y el destino de la humanidad a una niña de 8 años. Por su parte, Jake, aún dudaba mucho sobre la posible existencia de una cura contra el virus, pero a pesar de sus dudas, confiaba plenamente en Fiore y en su testimonio, empatizando con la niña por más de una razón. 

-Entonces, ¿qué hacemos ahora? -preguntó Alec, con un tono reflexivo.

-Debemos centrarnos en encontrar la cura. Si los infectados están en constante cambio y la infección no se transmite por sangre, tenemos que replantear nuestras estrategias de investigación. -respondió Rosa, su voz firme y decidida. 

-¿Y qué hay de Fiore? -intervino Tom, con una mirada escéptica. -¿Realmente podemos confiar en ella?

Jake frunció el ceño ante la pregunta de Tom. -Ella no es el enemigo. Es nuestra única y mejor oportunidad para entender más sobre la infección y encontrar una cura. Además, se ve que ha pasado por mucho. No creo que esté mintiendo.

-Oh, por favor, Jake. No seas tan ingenuo. Esta niña no tiene lealtad hacia nosotros. Podría estar manipulándonos para sus propios fines. -replicó el azabache, con una nota de desconfianza en su voz.

Antes de que Jake pudiera responder, Rosa intervino, su tono autoritario cortando la discusión. -Basta, los dos. No tenemos tiempo para esto. Fiore Rossi es el único as bajo la manga que tenemos por el momento, pero eso no significa que debamos bajar la guardia. Seguiremos investigando y evaluando la situación. Sigo firme en mi decisión y esto es lo que se hará: ustedes dos junto a cierto escuadrón de élite que personalmente, me encargaré de seleccionar, llevarán a Fiore Rossi sana y salva desde nuestra locación, El Valle Del Río Fraser, hasta Yellowknife, al Noroeste. Donde se encuentran ubicados los laboratorios de nuestra sociedad más actualizados.

-Pero, eso podría llevarnos 200 horas. Semanas, es decir. -exclama Jake. 

-¿Qué pasa si morimos? -añade Tom, aludido. 

-¿No es para lo que soldados como ustedes son entrenados? -ambos callan ante la mirada matadora de Rosa y su seria voz. -Un buen soldado está mentalizado para asesinar o ser asesinado, dar su vida en nombre de la humanidad. Así que ahora que hemos llegado tan lejos, a costa de vidas tanto de culpables como de inocentes ¿se acobardarán como gallinas de corral? ¿Acaso la muerte de sus compañeros ha sido en vano?

-...No señora. -responden ambos al unísono, cabizbajos. 

-Bien. Ahora, vayan y descansen. Mañana partirán con el primer rayo de sol. Yo me encargaré de formar el escuadrón de élite cuyo trabajo será llevarlos hasta los laboratorios de Yellowknife con vida. 

Sin ganas de replicar nada más, ambos hombres se limitaron a hacerle una reverencia a su superior, reconociendo la autoridad de su líder. Se retiraron de la sala, dejando a Rosa y Alec a solas.

-¿Crees que Fiore está diciendo la verdad? -preguntó Alec, con una mirada preocupada.

Rosa suspiró, pensativa. -No lo sé, Alec. Pero no podemos ignorar la posibilidad de que haya algo de verdad en sus palabras. Debemos ser cautelosos, pero también estar abiertos a todas las posibilidades. El destino de la humanidad depende de ello.

Alec asintió, comprendiendo la gravedad de la situación. Juntos, se prepararon para enfrentar los desafíos que les esperaban, conscientes de que el camino hacia una cura sería largo y lleno de obstáculos. Pero estaban determinados a luchar hasta el final.

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Algunos datos de la sociedad de "Las Luciérnagas": 

-Si bien inició como un grupo de mafiosos que se limitaban a robar suministros de diversas bases, cuando Rosa y su familia se unieron, alcanzaron la más alta posición y renovaron a la sociedad. Convirtiéndose después de 3 años en la líder por defecto. 

-Las Luciérnagas se formaron tan solo dos meses después de la caída Ottawa. 

-Si no se entendió bien la explicación de Fiore, el resumen es que: una vez el virus entra en un huésped, humano, por ejemplo, este solo puede vivir de carne humana. No se puede transmitir por sangre contaminada, solo por mordida o por comer directamente de la carne. Después de cierto tiempo sin alimentarse de carne humana, una de dos: o el infectado entra en un periodo de invernación inactiva o enloquece y ataca a otros infectados. Lo que deja ver que no son tan inconscientes como se pensaba, saben distinguir cuando se encuentran en peligro y elegir lo que más les convenga para sobrevivir. Además, después de al menos 1 año, los infectados catalogados como "normales" suelen morir, ya que el virus necesita un huésped con vida, y después de dicho tiempo, no queda más que un cadáver inútil que ya no puede ni moverse ni alimentarse. Con los años, empezaron a avistarse infectados que, sin embargo, tenían hasta 3 o más años, y esto era porque buscaban fusionarse con otros infectados que estuvieran en mejores condiciones físicas, empezando por los más habituales que son los que dejan ver su cráneo reventado del que sobresale un cerebro podrido y sobrecrecido anormalmente. Como en el juego y serie original de "The last of us" a estos se les conoce como Chasqueadores, ya que también tienen la tendencia a mover su mandíbula y hacer sonar sus dientes cuando están en búsqueda de una presa. 

-Jake, aunque no ha dicho nada al respecto (pues no lo considera un problema) tiene mala visión de su ojo derecho, esto después de que se le asignara una peligrosa misión de reconocimiento donde estuvo a punto de perder la vida. 

¡Nos vemos hasta la siguiente actualización! Espero que les esté gustando mucho esta historia <3

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