SEXISMO
Terminamos el trabajo en tres días con la tía de mi ex compañera de escuela y nos fuimos cada quien a su casa. Cuando llegué a la mía mis padres y mi hija ya habían limpiado la casa sencilla, así que me dispuse a descansar para al siguiente día tomar fotografías y subirlas a las páginas de internet para promocionar nuestra casa.
A las semanas me llamó un ingeniero de los Cabos solicitando una cotización por una oficina grande y una sencilla para usarla como dormitorios y baños en una central en Tijuana de camiones foráneos, a los cual sugerí las aulas por su fabricación reforzada y envié mi cotización siendo favorable la compra. Allí conocí a una arquitecta con la cual NO congenié a simple vista, suele suceder en ocasiones que a primera vista no les parezco agradable a algunas personas, me han dicho que parezco presuntuosa, creída. Hubo un roce que se solucionó inmediatamente y ella se disculpó al llamarle la atención el ingeniero después de que yo hablara con él. El roce fue por decirme como hacer mi trabajo, como nivelar los salones, solo le entregué una hoja membretada pidiéndole escribiera afirmando que ella se hacía responsable del trabajo como ella quería se hiciera y me deslindaba a mí de mis garantías así como de cualquier accidente. Y desistió. Nunca me ha gustado discutir con las personas, mucho menos con mis clientes, pero no acepto que me digan como hacer mi trabajo. Lo hice a mi manera, como debía hacerse por las garantías que yo entrego a mis clientes, siendo yo la única responsable.
Un dato curioso fue que en ese inter que estuve realizando ese trabajo y supervisando que el cliente quedara satisfecho con el trabajo bien hecho, el guardia que nos permitía entrar y salir de la empresa de camiones un día me pidió esperar un momento, cuando iba de salida. Me regaló una maceta con flores y me dijo que yo era una mujer fuera de su alcance, fuera de su nivel, pero quería hacer de mi conocimiento que era hermosa para él. Le di las gracias sintiéndome como tomate sonrojada, era un hombre joven y guapo.
A Veces los mismos hombres se colocan en lugares que NO les corresponde al sentirse inferiores.
Nuevamente hubo un roce con Enrique quien estaba realmente muy molesto conmigo y abandonó el trabajo dejándolo inconcluso. Su cuñado se salió de trabajar por diferencias entre ellos y se fue con otro transportista al cual me recomendó y fue quien terminó el trabajo en menor tiempo, en realidad yo seguía a Omar puesto que es un excelente chofer, a pesar de saber que yo no era de su agrado siempre le expresé que a donde él se fuera yo lo seguiría y contrataría a su nuevo patrón, porque me daba mucha confianza su forma de trabajar responsable.
Me dolía que Enrique se portara conmigo de esa forma, el saber y darme cuenta lo irresponsable que se estaba comportando conmigo, porque con el resto era responsable pero a mí me hacía quedar mal con mis clientes, en ese tiempo solo lo atribuía a que andaba con mujerzuelas, emborrachándose. Nunca pensé que fuese algo más serio o sintiera molestia al verme como la mujer independiente, fuerte, segura y libre que soy. El estar teniendo ventas y éxito tan repentino para algunos.
*****
Falta poco para navidad y ésta debe ser diferente como todo lo que recién experimentamos, compré nuestro arbolito verde, lo decoramos con lo que teníamos y muchos foquitos de colores que palpitaban que compré, adoro llegar a casa y oler el pino de navidad, me encanta cortar ramas de abajo o pedazos de troncos y ponerlos en floreros con agua y el olor está por toda la casa.
Una tarde me llamó Lourdes para avisarme que había una licitación en gobierno del estado para la adquisición de aulas móviles y a mi ex jefe no le interesó. Para que yo investigara y participara. Le agradecí la información y me comprometí a entregarle una comisión si lograba vender alguna aula. Al siguiente día me reporté con la persona indicada y envié en ese momento mi cotización. Necesitaban comprar 6 aulas móviles, solo estaba compitiendo contra una persona, puesto que nadie más tenía a la venta aulas móviles, obtuve comentarios muy favorables de funcionarios como por ejemplo que era la única que de inmediato les enviaba la información que me solicitaban. Que tenía excelente precio. Me registré como proveedor para participar, es un requisito al abrir una licitación ser tres proveedores mínimo para competir por la compra, me entregaron mis documentos para llenarlos y debía ir a entregarlos a Mexicali en un sobre sellado para ser abierto un día específico y revisar lo que ofrecemos los competidores. A los días se registró otro proveedor. Con él estábamos completos los tres requeridos.
Ese era un problema para mí, debía ir antes de 3 días a Mexicali. Mi carro no estaba en óptimas condiciones para hacer el viaje de aproximadamente 2 horas, le pedí un carro a mi hermano Roberto pero no tenía ninguno disponible y me hizo ver que hiciera uso de lo que tenía a mi mano. En ese momento me pareció injusto porque muy pocas veces pedía algo para mí y cuando lo hacía me encontraba con una negativa. Pero por otra parte era verdad que tenía que usar mi carro, no tenía llantas nuevas, ni aire acondicionado que es necesario ya que la temperatura es superior a los 40 grados, solo era cuestión de ser extremadamente precavida para manejar y así lo hice, le solicité a mi hermana Claudia que vive en Mexicali si podía hacerme el favor de llevarme o guiarme a la dirección donde se encontraban las oficinas que debían recibir mis documentos, ella me guió en su carro que yo seguí hasta la dirección y me acompañó a entregar mi sobre.
Me sentía realmente muy nerviosa, confiaba en mi criterio pero los nervios entendía debían ser comunes por mi inexperiencia, no sabía realmente nada de los trámites, no conocía palabras que mencionan para la licitación y eso elevaba mis nervios, pero entregué mi sobre sellado con mis datos personales y del negocio. Como mi cotización con todo mi amor y esperanza. Con cierto miedo también ya que yo NO tenía las aulas para vender, debía conseguirlas, buscarlas y ni siquiera tenía proveedores de aulas, sabía y entendía el riesgo que corría al participar en una licitación sin tener el inmueble, pero debía arriesgarme si realmente deseaba tener éxito y sobre todo creer en mí, debía ser valiente. Mis padres y mi princesa me apoyaban. Ya había dado el primer paso hacia adelante y no retrocedería para nada, mucho menos por cobardía. Me fui sola a Mexicali para no arriesgar a nadie más o exponerlos a un accidente, siempre me he sentido responsable, exagerada en varios aspectos de la vida por seguridad. Invité a comer a mi hermana y me regresé a casa, llegué de noche. Darían a conocer al ganador en días, avisarían a cada uno de los participantes de forma individual.
A los días me avisaron me presentara en las oficinas de Tijuana. Al llegar y platicar con el director de compras me hizo saber que solo éramos dos participantes porque uno renunció a participar y no podían hacer una nueva licitación por la necesidad de cubrir las plazas con aulas provisionales, por lo tanto lo harían como una compra directa donde la favorable y ganadora era yo.
¡Por Dios!
¡Que bendición tan grande!
¡Qué alegría!
¡Gracias!
Mis manos temblaban, me mantengo firme, serena aparentemente, pero por dentro estoy completamente atestada de felicidad, de alegría, deseo gritar tan fuerte y dar gracias a Dios.
Me citaron al siguiente día.
Al llegar a mi cita ya no era en el mismo lugar, me dijo el director que me presentaría con las personas que recibirían y a quienes yo les entregaría las aulas y me pregunto:
— ¿Ya tienes las aulas? ¿En cuánto tiempo las entregas? Debo hacerte un contrato y de no cumplir, las sanciones son muy graves Isabel.
—Sí, ya las tengo. —Afirmé segura.
—Excelente, en la cotización solicitas un anticipo. ¿Cómo quieres manejar el resto del pago? te confieso que nos agradó a todos con la frase que cerraste tu cotización.
— ¿Te puedo explicar más tarde? ¡Muchas gracias!
La frase fue: Nuestra intención es la satisfacción de nuestros clientes.
—Sí, solo entiendes lo importante de la compra, no solo es la cantidad de dinero que ganarás, es el compromiso que estas adquiriendo. Eres muy joven, pero yo veo en ti seguridad, responsabilidad, eres mujer y estoy satisfecho te hayan favorecido con la compra, no me gustaría que tuvieras problemas legales.
—Muchas gracias, te doy mi palabra que todo saldrá excelente y te agradezco tu confianza, lo aprecio mucho.
Al llegar a la oficina nos esperaban como 8 personas, me impresioné porque no tenía idea que sucedería, para la mayoría de los hombres presentes, en lo cual solo 3 somos mujeres, les parece raro que siendo mujer me dedique a un trabajo de "hombres" me aturdieron con preguntas que respondía segura del trabajo que conozco ampliamente, con la poca experiencia que recién había adquirido con mis pequeñas ventas, me preguntaron medidas de nivelación, altura de las aulas interior, exterior, material de construcción, tipo de techo y piso, entre muchas otras y hubo una en especial de un joven ingeniero con el cual yo debía estar en comunicación y él se encargaría de apoyarme con todo lo que necesitara, así como de recibir a satisfacción las aulas.
— ¿Por qué si eres mujer te dedicas a un trabajo de hombres?
—Discúlpame que te responda con otra pregunta, tú eres ingeniero pero... ¿Cuándo estudiabas todos en tu aula eran hombres? —Tengo sobre mí todos los ojos de los presentes, pero hablo sin estar molesta por el absurdo comentario discriminatorio de un profesional a una mujer que sin tener un título lo es de la misma forma. Traté de la mejor manera hacerle ver su sexismo o prejuicio sexual, así como su actitud machista a mi manera. Dejaré claro que NO estoy de acuerdo con el androcentrismo.
—No, había mujeres en menor cantidad.
—Eso se debe a que la carrera no especifica que solo es para hombres, lo mismo sucede en mi negocio, hago mi trabajo porque tengo la aptitud intelectual de hacerlo como cualquier otro ser humano que cuenta con la experiencia y conocimiento, solo con la diferencia de mi sello personal. Sin necesidad de tener que ser hombre para ello, pero eso te lo demostraré en poco tiempo.
Al salir de la reunión que se extendió como una hora o quizá más, las dos mujeres me acariciaron el brazo y me dijeron.
—Bien hecho, te felicito por no quedarte callada por miedo ante todos los presentes, nos da mucho gusto que seas mujer y con el solo hecho de mover esos monstruos de aulas eres una mujer chingona para nosotras.
Empezamos a reír las tres. Agradecí diciéndoles que algunos hombres no confían en la aptitud de la mujer para desarrollar un trabajo con éxito y que ese era un reto para cada una de nosotras, pero que nunca permitieran que nadie les desestimará su trabajo.
Pasé al baño de mujeres, mojé mi cara, me detuve a verme en el espejo y sonreía con mi mejor sonrisa diciéndome... Si puedo, no estoy sola como nunca lo he estado y Dios acompaña mi camino y yo voy a encontrar esas aulas y entregaré excelente mi trabajo. Me demostraré a mí misma que yo puedo con este reto y lo haré excelente. Me detuve en una máquina de refrescos, puse monedas y compré una soda. Bajé con el director de compras y le dije que sólo pediría el anticipo y el pago completo de cada aula conforme fuera entregada a satisfacción del ingeniero. Esta petición la hice consciente para que no existiera un tiempo de entrega e ir entregando conforme encontrará las aulas sin presión de parte del Ingeniero. Mi compromiso de entrega ya estaba estipulado en mi cotización.
Sonrió alegre y confiando en mí y me respondió.
—Yo me encargo que lo acepten.
Me dió un fuerte apretón de manos y me felicitó por mi gran logro, ahora debíamos esperar a que mi éxito fuera totalmente completo una vez entregadas las aulas. Dejar satisfecho al ingeniero sería lo más difícil, ya que me dejó claro que ciertos trabajos para él tenían clasificacion de sexo. Yo le demostraré lo contrario.
A los días pasé por mi primer cheque, fui a depositarlo al banco y debía esperar un día para que fuera efectivo e irme a buscar las aulas, a disfrutar mi experiencia, mi aventura.
Me fui durante una semana aproximadamente buscando, preguntando con las personas que hablaban español pero entre más lejos iba menos me encontraba con personas que lo hablaran, una persona a la que le pregunté al salir de comer de un restaurante me recomendó a un transportista americano que quizá él conociera un proveedor de aulas, le llamé y volví al siguiente día para platicar con él ya que me dijo que sí sabía quién vendía, solo necesitaba dejarme claro una condición para darme los datos del proveedor, su condición o mejor dicho su exigencia fue una comisión por aula que yo le comprara a su patrón quien era quien tenía las aulas, por una cantidad de $300 dólares. Acepté y solo recalqué que primero debía hablar con su jefe y ver si realmente lo que tenía me convenía. Me respondió que tenía cientos de aulas de todo tipo, me entregó una tarjeta de su jefe.
Ese transportista me platicó que me pedía comisión porque necesitaba dinero para enviar a sus hijos en Rosarito, que estaba ilegal en ese país y trabajaba con documentos falsos. Le dije que no tenía que darme explicaciones y le entregué un dinero de las dos primeras aulas. Su apariencia y actitud me demostraban el tipo de hombre que es, al igual que su bajeza, no tenía que saber nada más y no me interesaba. Obviamente me pedía no decirle nada a su jefe de la comisión que me pidió para recomendarlo.
Pedí una cita por teléfono con el dueño de la empresa, que para mi gran bendición hablaba y entendía perfecto el español.
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