¿QUE CLASE DE MADRE ERES?


—Lourdes, ven por favor. —Levantando su voz algo fuerte pero sin gritar.

—Mande. —Le responde dulcemente ella.

—Siéntate por favor, les voy a dejar muy claro las reglas de mi negocio y quiero que se cumplan al pie de la letra, tú te encargarás que así sea...

1.- Cuando algún trabajador llegue tarde sin previo aviso, lo regresaras a su casa sin goce de sueldo de ese día.

2.- Quiero estricta comunicación entre los tres, quiero me avisen los prospectos que tengamos, las opiniones de los clientes respecto a las casas y sobre todo a la atención e información que se les da.

3.- Las juntas serán una vez a la semana y cuando yo decida cambiar les avisaré en la reunión si es cada quince días.

4.- Tienen que estar presentes las dos, quien no lo haga se le descontará el día aun cuando venga a trabajar, de volver a repetirse se le descansará una semana hasta despedirle a quien sea de las dos ¿Me escuchaste Isabel?

—Por supuesto.

—Quiero que cualquier idea que tengan para mejorar y ampliar las ventas me lo hagan saber por escrito en la reunión.

5.- Y la más importante, les prohíbo hablen de su vida personal en la oficina o involucren sus sentimientos a las dos por igual.

— ¿Tienen alguna duda, pregunta o sugerencia?

—No. —Respondí inmediatamente.

—Yo solo quiero decirle que por mi parte le quiero pedir perdón a mi hermana porque antes que este trabajo somos hermanas, si la ofendí o si he hecho algo que la moleste o agreda no lo hice con esa intención, solo que eres muy sensible Isabel te falta carácter y eres algo agresiva ¿Me perdonas?

Sentía de nuevo que quería desgreñarla, si no hubiese sido por esa cerveza ya estuviera encima de ella o llorando de nuevo y no pienso volver hacerlo frente a ellos. Solo la miro detenidamente sintiendo su falsedad, su hipocresía, su intención de verse sumisa con nuestro jefe de ser la buena, la responsable y adulta. Y le agrego... Ella sí tiene carácter...

(Hasta el dia de hoy nunca me peleé con ninguna de mis hermanas a golpes, las otras tres si entre ellas, aun cuando me sobraban ganas, como motivos.)

—Isabel tu hermana te hizo una pregunta ¿Qué tienes que decir? —Me cuestiona mi jefe.

—Que lo siento mucho pero una de las reglas que acaba de mencionar es NO mezclar lo familiar en lo laboral, cuando gustes te escucho en la casa Lourdes.

Mi hermana hace una mueca con sus labios y LLORA... Yo la veo atónita, incrédula, ahora resulta que es la hermana ejemplar, si como no.

Mi jefe me mira fijamente y yo le sostengo la mirada, cruzo mis brazos y espero le dé fin a la junta.

—Lourdes no te pongas así arreglen su situación por favor, no quiero verlas enojadas o discutiendo.

Seca sus lágrimas de cocodrilo...

—Discúlpeme, yo si tengo algunas sugerencias. Podemos hacer unas hojas para que el cliente llene con sus peticiones de la casa que busca, hacer algunas sugerencias y esas hojas entregárselas a usted. —Le dice con un cambio tan repentino, de llorar paso a la serenidad. ¡Diablos, como quisiera hacerlo yo también!

—Me parece muy buena idea, las haré y se las entregaré en unos días. Algo más... Isabel ¿No tienes nada que decir?

—Me parece buena idea. —Respondo sin entusiasmo.

— ¿No tienes alguna idea tú? —Me pregunta directamente.

—No ninguna.

—Entonces es todo se pueden retirar yo les avisaré cuando será la próxima reunión, que descansen.

Me pongo de pie inmediatamente para salir y respirar aire puro.

—Isabel espera, ven.

—Dígame.

—No sé por lo que estás pasando solo quiero que sepas que eres una buena mujer, que no tomes esa actitud negativa, quizás no soy nadie para darte algún castigo aun cuando te lo merezcas "Caprichosa" pero piensa en lo que tu hermana te dijo y escúchala sin juzgarla, ella también está pasando momentos difíciles como todos, no seas tan severa con ella.

—Le agradezco su consejo pero debemos cumplir las reglas, y yo también estoy muy molesta con usted como con ella. Pero lo superaré y me estaré presentando a las juntas, no voy a decir nada que los incomode es más, solo escucharé y daré mi opinión, solo eso.

—Que necia eres, solo que esa actitud te traerá problemas no solo en tu trabajo, si no también en tu vida, piénsalo, ya te puedes marchar.

—Hasta mañana.

Llego a mi casa y una vez que dejo todo limpio me salgo al patio a pensar en sus palabras, sí... acepto que estoy mal, que estoy permitiendo que las malas acciones de mi hermana le funcionen ante sus ojos, que él cree que soy negativa, caprichosa, necia y si, en realidad así me estaba comportando por hacerlos molestar, porque sentía que nadie me escuchaba, juzgada por las mentiras de mi hermana, nadie ve lo que realmente hace mi hermana pero continuaré sin darle importancia, si ella quiere seguir controlando a nuestro jefe que lo haga no haré ni diré nada para que se dé cuenta.

Y allí voy de nuevo repitiendo las mismas palabras de meses atrás...

Pasaron los días, todo estuvo tranquilo con ella y conmigo, me limité a cumplir con mi trabajo y valorando que ella no se metiera a mandar en mi oficina.

Llegué a casa y vi a mi padre sacando agua de la pila, se amarró una soga a su mano izquierda y trataba de subir el bote poco a poco y al cabo de un mes recuperó su movilidad completa, solo caminaba un poco chueco de su pie izquierdo pero logró su intención de volver a caminar, ¿Cómo lo hizo?... Sacando agua de la pila, paseando tres veces al día a un perro grande rottweiler, haciendo ejercicio con una pelota de esponja que le trajo mi hermano Roberto, esa fue su terapia pero inicialmente fue su deseo, si él no hubiese renunciado a usar la silla de ruedas siguiera sentado en ella sin poder moverse, pero su determinación lo llevó a triunfar y recuperarse con su esfuerzo y claro el medicamento indicado por el neurólogo, a dos meses de la embolia se recuperó totalmente. Cuando fuimos a su cita con el neurólogo no lo podía creer al  verlo con solo el bastón, él mismo me aseguró que no podría recuperarse por su edad avanzada pero nada es imposible cuando tu determinación y esfuerzo se hacen presentes, los obstáculos se pueden vencer, nunca creas que porque alguien te diga "Es imposible" lo es... Esfuérzate en demostrar que tu determinación es más fuerte así como tu dedicación para lograr tu triunfo. Cada día que llegaba y veía su mejoría me sentía realmente orgullosa, que más ejemplo quería en mi vida que verlo a él recuperarse.

Una noche estando dormida me despertó el timbre del celular, que ese día por algún motivo había dejado encendido, normalmente lo apagaba todas las noches.

— ¿Bueno? —No me di tiempo para ver quien me llamaba.

—Tía, perdón por despertarte puedes venir a mi casa. —¡Sollozos!

— ¿Fernanda?... ¿Qué pasa mija?... ¿Estás bien?... Ahorita voy para allá.

—Estamos bien tía, solo que estamos solos y tengo mucho miedo porque alguien tocó la ventana.

—No te asustes en 15 minutos llego o antes, no le abran a nadie, mejor seguimos hablando en lo que llego ok. ¿Cómo está tu hermanito? —Le aviso a mi padre que voy a casa de Lourdes y me voy. Fui hablando con ella en el camino hasta que llegué a su casa.

Me abren la puerta y ella corre a mis brazos, es una niña tan amorosa conmigo pero su madre le ha hablado muy mal, le ha hecho creer que quiero más a su hermano que a ella, aun cuando yo le he dicho lo contrario y se lo he demostrado.

— ¿Dónde está tu mamá?

—No se tía, no responde el celular lo tiene apagado. Hace rato le marqué de nuevo. Creo que anda con su novio siempre lo apaga cuando sale con él. Pero siempre llegaba a dormir temprano, perdóname por molestarte mi mamá me va a regañar por avisarte pero tenía mucho miedo.

—No amor, no te preocupes, no lo hará, vamos a acostarnos para que se duerman ya, yo esperaré a que llegue tu mami.

Los acuesto y los veo dormiditos ¿Cómo diablos es posible que no llegue con sus hijos? ¿Pero cómo es posible que los deje solos? Eso es intolerable, me va a escuchar cuando llegue.

Ya son las 4.00 am y no llega, me voy a dormir con los niños a la cama de ella, me despierta mi alarma a las 8.00 am y no ha llegado, decido llevármelos a mi casa, hacen su maleta para quedarse con nosotros en lo que su madre regresa.

Le marco de nuevo a Lourdes y el celular apagado.

Llegamos a casa y los acuesto para que descansen, les dejo desayuno preparado y enciendo la televisión para que vean caricaturas o las escuchen mientras se duermen bien y me voy a trabajar. Mis padres no hacen comentario alguno.

Camino a la oficina suena mi celular. Sin ver quien me llamaba respondo imaginado que era ella.

—Isabel buen día, necesito vengas a la oficina hoy por favor. —¡Es mi jefe!

Que nervios siento, quizás les paso algo, chocó Enrique con eso que siempre maneja alcoholizado, no quiero pensar cosas malas.

Llego a la oficina y allí está mi jefe.

—¿Quiere que me quede aquí? o solo que viniera, no entendí.

—Necesito te quedes aquí tu hermana se reportó enferma, está en el seguro internada.

— ¿Desde cuándo?

—No lo sé Isabel, yo tengo que irme tengo un compromiso familiar, cuando me desocupe regreso, si hay algo importante me llamas de lo contrario es mejor no me hables.

—Está bien.

Me quedo pensando miles de tonterías, pero algo me dice que es una mentira, le marco a su celular y está apagado. Y decido marcarle a Enrique del teléfono de la oficina.

— ¿Qué onda cabrón? —Dando por hecho que era mi jefe quien le llamaba, claro mi hermana debe estar con él.

—Pásame a mi hermana...

—Ella no está conmigo Isabel, yo estoy en los Cabos.

—Fíjate muy bien lo que te voy a decir Enrique, dile que me responda o de lo contrario le llamaré a una patrulla para que vaya por sus hijos que dejó solos, así que pásamela.

— ¿Qué quieres? —Me responde enojada.

—Eso es lo único que se te ocurre preguntarme estúpida ¿Dejaste a tus hijos solos por irte a seguir a un desgraciado que no vale más que tus hijos? Tienes mierda en el cerebro, no tienes idea del daño que les haces a tus hijos y que vergüenza que tu hija sepa que te vas con un hombre sin importarte en lo más mínimo su seguridad, al menos le hubieras pedido a unas de tus amigas que los cuidaran, pero claro eso no lo deben de saber.

—Claro eres una envidiosa, estas que te mueres de celos ¿Verdad?

—ja, ja, ja, ja, ja, ja no me hagas reír, soy de las mujeres que si quieren algo lo consiguen por sí mismas, no entregándome a un patán que se besa con su hermana, pero cada quien pagará las consecuencias, pero ni creas que me quedaré callada con Roberto le mentiste y encima dejaste solos a tus hijos ¿Qué clase de madre eres?

—¡Ay si todo lo que digas! habla la que no podrá ser madre nunca...

Eso me dolió y le colgué, no sentía celos, esta vez era una furia tremenda por dejar solos a sus hijos en qué momento le da más importancia a un hombre, a un viaje, demonios que coraje tengo.

Antes de cerrar llega mi jefe con su esposa que lo espera en el carro, es una mujer hermosa.

— ¿Cómo nos fue Isabel?

Le comento de los clientes que vinieron y por un momento dude en comentarle lo de mi hermana, me vería mal, celosa como ella me dijo, envidiosa si le decía la verdad pero en realidad ¿Qué me ganaba con decirle? Nada, nada, solo sería una chismosa. Así que me quedé callada y no le dije nada. Me paga y cierro la oficina.

Llego a poner gasolina y a comprar mandado como todos los fines de semana, llego a casa y les doy a mis sobrinos cereal que les compré, me imagino que se quedaran el fin de semana con nosotros.

— ¿Tía, ya hablaste con mi mamá?

—Sí mija está bien. Por un momento pensé decirle la verdad pero solo son niños, unos inocentes niños con falta de amor, de tiempo de su madre.

—Qué bueno tía, nosotros también hablamos con ella, ya nos dijo que tuvo que salir de viaje y regresa el lunes en la tarde, así que nos quedaremos en tu casa, también me regañó por llamarte pero no importa. Y mi abuela habló con tu jefe, le mintió diciéndole que estaba mi mamá en el hospital.

—Tú no te preocupes, yo me encargo que no te regañe y si lo hace nunca dejes de hablarme cuando sientas miedo o si los vuelve a dejar solos ¿Me lo prometes?

—Si tía, muchas gracias, te quiero mucho y me hubiera gustado que tú fueras mi mamá.

—Mi vida hermosa, soy tu tía, tu hermanita, tu mamá, todo lo que tú quieras y yo también te quiero muchísimo nunca lo dudes. —Le doy un beso en su mejilla y acomodo sus lentes.

Me hizo recordar porque se siente así. Porque siempre he defendido a su hermano cuando su madre lo golpeaba, siempre lo regañaba, castigaba, controlaba su comida y con ella era todo diferente, a ella le daba todo lo que le pidiera, bueno a veces, siempre fue muy coda jijijiji pero a ella todo le daba sin condiciones, solo a mi gordito lo condicionaba, le pegaba.

Pasamos un fin de semana súper agradable, jugando, caminando por los cerros, nos encantaba jugar basta, dominó, ahorcado, escondidas.

'>LlegW5V *-*

las pa5-

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