ABOMINABLE


Enrique:

Estaba pasando por el quinto mes de embarazo aproximadamente, me encontraba en la oficina atendiendo unos clientes, llevaba puesto un vestido negro de terciopelo con una bolsa en medio del corazón. Ya se notaba mi pancita y debo ser honesta sin caer en el ego al decirles que me veía y sentía hermosa, mi piel que siempre ha sido reseca estaba perfectamente hidratada, mis ojos eran como el sol al amanecer resplandecientes y así permanecían durante el día para por la noche convertirse en dos hermosas estrellas titilantes. (No tengo fotos de mi embarazo)

Caminaba de regreso a la oficina cuando veo de frente a Enrique que venía llegando transportando una casa. Mi jefe detrás de la misma usando su pick up como carro piloto, me sorprendió porque es de día y sólo se puede transportar de madrugada. Entré a la oficina y me quedé sentada en mi escritorio, al paso de unos 30 minutos me grita mi jefe para que saliera.

—Isabel ¿Cómo estás?

—Bien gracias, pero supongo que mi hermana ya le dijo que estoy embarazada, ya se me nota mi panza. —No fui nada sutil. 

—Señorita es usted quien debió decirme. ¡Felicidades!

Con esa hermosa sonrisa y brillo en sus ojos que me derriten.

—Lo entiendo pero tenía mucho miedo de perderlo, aún no existe una seguridad que nazca.

—Nacerá Isabel no tengas miedo. Esta casa que voy a dejar ya la vendió tu hermana, necesito el espacio en la otra yarda para otra casa que voy a llevar, para que NO la muestres.

—Está bien, me hubiera gustado que la casa que va a llegar la trajera conmigo pero respeto su decisión.

—Me llamas cualquier novedad.

—Si.

Volteo a ver la casa y allí estaban sus ojos negros viéndome indiscretamente con dulzura, con amor. Así lo imaginé. Lo veo caminar hacia mí y mis nervios a delatarme.

—Ese hijo que esperas no es mío por el tiempo que tienes de embarazo, sólo confirmo que encontraste a otro cabrón que te enamoró y te entregaste a él.

Sentí mucho coraje al escucharlo decirme que no era su hijo. ¿Como carajos sabe los meses que tengo?... ¡Ahh si, Lourdes!.  Así que le mentí diciéndole...

—Yo no te estoy diciendo que lo sea, obviamente encontré a un hombre de verdad.

Sin decirle más entré a la oficina y cerré la puerta con seguro, pensé que podía ser mi amigo pero en ese momento anulé y deseché ese pensamiento a la basura. Esa fue la última vez que hablé con él por 3 largos años, lo llegué a ver sin hablarnos en algún transporte que hacía a mi oficina, nunca me saludó y yo tampoco. Mi historia con él continuará unos años más adelante.

Braulio

Estuve con él en 3 ocasiones más en el mes de diciembre. Después de saber que estaba embarazada en febrero fue la última, tuvo muchas dificultades con María por celos hacia sus hijas porque pasaba los fines de semana con ellas o se quedaba en casa de ellas y él imaginaba que se acostaba con su marido, para Braulio era ex marido. Les duró el amor mientras no trabajaban y solo tenían sexo, yo pagué dos meses de renta del motorhome y me hice cargo de la comida de ambos durante 4 meses, y algunos préstamos pequeños que les llegué hacer en muchas ocasiones. Eso decía que tipo de hombre era al permitir que una mujer lo mantuviera. Al no buscar un trabajo como lo haría cualquier hombre decente y preocupado por ofrecerle algo a su pareja. Al menos porque sus suegros notaran que era un buen hombre y haría feliz a su hija cumpliendo como hombre responsable que debería de ser. Pero él NO conocía la vergüenza, mucho menos la dignidad. 

Una tarde al llegar a casa me estaba esperando afuera. Estaba por irse a los Ángeles California, se despidió de mis padres y les agradeció que lo hubieran recibido y aceptado como pareja de su hija. No quiso hablar con María, se fue a escondidas cuando ella no estaba, solo le dejó una carta o al menos eso me dijo a mí. Antes de irse me dijo: 

—Te doy las gracias por recibirme en tu casa, por darme de comer tres veces al día —Sonreía— sabes que lo nuestro fue sólo placer pero estoy seguro que si permanezco cercas de ti viéndonos a escondidas fácilmente me enamoraría de ti como un día lo hice un día de tu hermana, yo la quiero mucho pero no puedo permitir que juegue conmigo, que me siga mintiendo. Respecto a tu embarazo sabes lo que opino de los hijos. Lo mismo deberías hacer tú, a un hombre no se le retiene con un hijo si esa fue tu intención con el padre de tu hijo hiciste mal, te recomiendo abortes, aún cuando fuera mío yo no quiero hijos y no me importa cuántos haya por allí. Despídeme de tu hermana y dile que no tuve el valor para irme viéndola y discúlpame si llegaste a sentir algo por mí.

— ¿Tú piensas Braulio que yo creo tus estúpidas palabras? Tú no te quieres a ti mismo, si dentro del vientre de tu madre hubieras podido abortar lo hubieras hecho porque tú NO amas la vida, NO respetas a un hijo y créeme serías una manzana podrida menos en este maravilloso mundo, dónde hombres como tú y mi ex novio NO deberían vivir, pero entiendo que debe haber un equilibrio entre el bien y el mal, pero con ustedes dos es suficiente mal. Yo no siento nada por ti viéndote a los ojos te lo digo, y mi hijo NO es tuyo,  yo no soy un despojo humano para pensar siquiera en abortar, es lo más maravilloso de mi vida no por quien es su padre, es por quien es la madre, él solo depositó la semilla pero yo tendré que cuidarla, educarla, amarla, para verla crecer sana y felíz. Por la comida no te preocupes lo mismo hubiese hecho por un perro de la calle como lo hice por ustedes, así que vete tranquilo si es que tienes y conoces la tranquilidad. Mi hermana no dejará a mi cuñado por interés, porque él es heredero a un puesto diplomático  no por amor a sus hijas, si no por las influencias que de allí se derivan. Haces bien con marcharte de su lado, tú no eres un hombre para convivir con mis sobrinas. 

—Veo que si sientes algo por mí. —Con una sonrisa de presunción.

—Veo que tu ego es tan grande como tu falta de hombría, que pena por tus padres al darle vida a un engendro como tú. Mejor vete ya.

—Quizás en unos años te busque y conozca a tu hijo. 

—No pierdas el tiempo en volver, en mi casa NO eres bien recibido.

— ¿Hablarás con tu hermana de lo que pasó entre tú y yo?

—No lo sé. Ponte a trabajar, sé un hombre de bien... Termina de irte quieres.

Quiso abrazarme y me di la vuelta para marcharme, estaba tan harta de la falsedad de los hombres de su hipocresía, de la abominable mentira. Al paso de unos meses, estando aún embarazada saliendo de mi oficina siempre cambiaba de ruta para llegar a casa, me gustaba ver las nuevas construcciones o aveces simplemente por evadir el tráfico, pasé por unas calles dónde sólo hay casas. Por allí había un callejón que me permitía avanzar 6 cuadras sin tráfico, fue cuando miré su carro estacionado afuera de una casa besándose con una jovencita de su misma edad unos 23 años, se lo platiqué a mi hermana y NO me creyó, me dijo que él no conocía a nadie en Tijuana, lo llegué a ver una vez más y al pasar se iba bajando de su carro claramente me vio. El que no conocía a nadie y ya tenía una nueva víctima, en esa ocasión ya no le dije nada a María. Gracias a Dios puedo escribir Fin de la historia con ese barbaján de hombre. 

No me atrevía a causarle una pena a mi hermana al contarle la verdad, sabía que lo debía hacer pero no podía hacerlo. En los próximos días me enteré que María lo veía a escondidas dándose una oportunidad con su esposo y haber vuelto a vivir en su antigua casa, decidí que lo mejor que podía hacer por el bienestar de ella misma era que supiera la verdad, que ese hombre no valía la pena que volviera engañar a sus hijas. Le pedí fuera a la oficina.

— ¿Te sientes mal Isabel?

—No físicamente, tengo que hablar contigo de algo muy delicado, no sé si me puedas entender... Quizás ya no quieras verme, ni volver hablar conmigo pero como tú me dijiste que has estado viendo a Braulio tienes derecho a saber lo que pasó.

— ¿Qué pasó? ¿De qué estás hablando? ¿Tuviste algo que ver para que se fuera de la casa y me dejara?

—No, claro que no. Sabes que he dicho que no hay hombre fiel, que tu crees ciegamente en Braulio, me dijiste que estás con él y te vas a ir a los Ángeles nuevamente abandonando a tus hijas y estás en tu derecho de hacerlo pero no sin que antes sepas algo, antes que nada te pido perdón por traicionarte, por engañarte, Braulio te fue infiel conmigo, tuvimos sexo, me habló muy mal de ti como mujer y...

— ¿Tú crees que yo te voy a creer? Él no es un hombre que se fijaría en ti, menos porque estás gorda, porque crees que me puso a dieta a mí. Tú estás enojada conmigo porque yo te dije que yo lo quería para tu novio pero te mentí. Ya andaba conmigo, era solo para tenerte contenta y cuidaras a mis hijas.

La veo comenzar a llorar de repente y partirse mi alma en dos a pesar que ella no deseaba creerlo, ella misma debía conocer al tipo de hombre que tenía a su lado. Allí es cuando entiendo la clase de traición que yo había cometido consciente o inconsciente por el alcohol, no tenía excusa y no quería encontrarla.

—Perdóname María, si quieres abofetearme hazlo, me lo merezco. Que no te importe mi estado, mi rostro no le afecta a mi bebé, soy tan culpable como ese canalla traidor e infiel.

—Solo respóndeme con la verdad. ¿Cuantas veces te acostaste con él?

—Eso no tiene relevancia. Te engañé, me traicioné a mí misma.

—Te hice una pregunta, solo respóndeme.

—Cinco veces.

— ¿En dónde lo hicieron?

—María eso no tiene importancia, no quiero hablar de eso.

— ¿Fueron a un motel?

—No, ni una vez. Fue en la oficina, en su carro.

— ¿Conociste a un familiar de él?

—Claro que. ¿Cómo? si no tengo visa.

—Te perdono porque eres mi hermana pero estoy segura que el único responsable y quien tenía la obligación de respetar y ser fiel era él, si me hubiese querido un poco no te hubiera visto de una forma diferente que no fuera como su cuñada aún cuando tú te la hayas insinuado. Ya lo sabía Isabel, solo que él me dijo algo muy diferente.

— ¿Qué te dijo? Porque finges entonces no saberlo.

—No tiene caso repetirlo, nada es igual a lo que tú me estás diciendo.

—Quizás te dijo que yo me desabroché la blusa y si, yo lo hice pero eso no lo justifica porque ya me había dicho que yo le gustaba.

—No Isabel para nada, me dijo algo peor. Que ahora entiendo que fueron mentiras y yo le creí y volví con él.

—No tiene nada más que decirte, yo no siento nada por él fue sólo sexo en un momento muy difícil para mí porque tenía pensamientos estúpidos como mis actos. Pero te propongo que lo traigas frente a mi y te repita lo que te haya dicho, yo te diré en su cara lo mismo que te estoy diciendo.

—Eso no cambia la traición de los dos.

Se marchó molesta, no entendí como sabiendo que su pareja le había sido infiel con su propia hermana, ¿Cómo había vuelto con él? En ese momento pensé que de alguna forma agradecía a la vida hubiera pasado conmigo y NO con una de sus hijas porque ese hombre No respetaba a nadie, eso me había quedado muy claro.

Pasaron los días y como era de esperarse que sucedería teniendo el alma negra como mi hermana la tiene. Ella misma le contó a TODA la familia lo que yo le había confesado cuando le pedí perdón, pero agregando las mentiras que Braulio le contó, fue cuando conocí sus inventos. Cuando algunos familiares me las repitieron. No obstante con eso, les afirmó a mis padres que mi futuro bebé era de Braulio, todos decían que por ese motivo yo no había querido decir el nombre del padre. Nada me hubiera costado inventar un nombre para no hablar de su verdadero padre y callarles la boca a todos, pero realmente mi vida había cambiado desde el momento que supe que tendría un hijo mío, solo mío. 

Cuando mi madre me reclamó que me hubiera acostado con la pareja de mi hermana le afirmé que eran mentiras de María. Y que él no era el padre porque nunca tuve nada que ver con ese hombre, pero que si él lo afirmaba lo demandaría y pediría una prueba de paternidad en Estados Unidos y claro que se hiciera cargo de los gastos de mi embarazo por indemnización, también pediría la ciudadanía americana para mi hija y para mí. Fue el primer coraje fuerte que hice y tuvo consecuencias de indicios de aborto, de allí en adelante decidí que dejaría que pensaran lo que quisieran, que no perdería mi tiempo diciendo que NO es verdad y aclarando chismes de gente dañina sin escrúpulos porque así eran quien las decía como el que las escuchaba, porque yo había cometido errores pero sabía y conocía mi alma, pero ellas lo sabían y no les importaba corregirlos al contrario con afán seguían cometiendo más. Tratando de hacerme daño, como haciéndose la víctima que yo le había robado el amor de su pareja porque yo lo acosaba y por ese motivo se tuvo que ir abandonando su amor. Seguramente también lo violé.

Nunca les dije nada a mis padres por NO causarles un daño a su salud, por vergüenza también, lo hablé con María con la única que debía hacerlo. Preferí negarlo ante mis padres y dejar a María como la mentirosa que para todos siempre ha sido, valiéndome de eso creo me creyeron a mi, pero no me importaba abusar de la confianza de mi familia, solo quería que NO le hicieran daño cuando naciera mi hija al hablarle mal de su madre, aqui les adelantare que ese motivo fue el que me trajo a contar mi historia, María me amenazó cuando mi hija tenía dos años con decirle que su madre había sido una puta por acostarme sin respetar a su pareja, igual como yo lo había hecho con Enrique, sin respetar que era la pareja de mi hermana, que ella se encargaría que mi hija me odiara y despreciara, siendo una hermosa niña mi princesa me preocupaba enormemente que si algo me pasara y yo muriera ella le dijera mentiras envenenando su alma pura y feliz, no solo lo que yo habia hecho. Conociendo la maldad tan grande que ella lleva en su alma, por lo que pudiera inventarle. Con el paso del tiempo la ha motivado la envidia de ver el amor, respeto que mi hija me tiene.  Ya llegaré a ese punto para contarlo, así como todas las maldades y acciones de horror que me ha hecho en venganza con los años por ese error que creí me había perdonado. 

Más tranquila al siguiente día por la tarde hablé con mis padres y les dije que no quería que me volvieran a preguntar por el padre de mi hija, que sólo era mía, que el día que ese hombre tuviera los huevos de presentarse y reclamar su paternidad con gusto lo recibiría como la mierda que era para bajarle al baño y darme el gusto de hundirlo en su misma porquería, pero que entendía que yo cometí un error al acostarme sin amor con él, pero gracias a ese error estaba por nacer la bendición más grande en la vida de cualquier mujer, que mi hija solo me tenía a mí y a ellos, pero no permitiría me señalen o se atrevieran a decirle a mi hija una mentira por un chisme inventado de María.  Que sólo a mi hija le diría quien es su padre y cuando ella lo quisiera saber, NO antes, NO a nadie más. Porque sólo era por morbo que desean saberlo.  Lo único que les debe de importar es quien es la madre y quien me ame a mí, la amará a ella. 

MIL DISCULPAS POR HACER ESTE CAPITULO LARGO,  LO RECOMENDABLE SON ENTRE 2,300 A 2,400 PALABRAS PARA NO HACER ABURRIDA LA LECTURA Y ESTE TIENE 2800.   

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