Temporada 2. Capítulo 8: Lilith, JungKook y Jin.

Viernes 22 de noviembre de 2024. La Paz, Bolivia.

Sana y Momo acompañaron a su madre en esta búsqueda. Ellas iban más para luchar y entretenerse que para salvar a su hermana. Jamás tuvieron una relación cercana, así que Lilith las comprendía. Aunque ya les había aclarado que si no se tomaban las cosas en serio las mandaría a casa de una patada. Nunca fue una madre serena en estos casos y jamás lo sería.

Esperaba encontrar entera a su hija, era lo único que deseaba, aunque luego de hablar con Lucifer le había quedado claro que sería muy difícil algo así. Ellos buscaban experimentar con ellos, hacerlos esclavos suyos, conejillos de indias. Buscaban destruir sus razas porque eran superiores a los humanos y, como siempre, nadie superaba a los humanos.

A veces Lilith pensaba que eran peores que los demonios.

Ángel&Demonio

Viernes 22 de noviembre de 2024. Juba, Sudán.

JungKook no estaba de acuerdo con que YoonGi fuera con él, pero luego de lo ocurrido hace años, optó por aceptar que formara parte de su equipo. Además sabía, por la mirada que le dedicaba, que esa vez que se vieron supo que había estado viendo a Luzbel desde hacía tiempo. Los rumores del ojo de YoonGi habían corrido velozmente entre los ángeles y demonios, así que no fue difícil saberlo.

Aunque no entendía qué llevó a YoonGi a pedir de estar en su grupo. Luego de que lo traicionara y casi lo matara, su amistad se había disuelto automáticamente. Es decir, YoonGi tal vez era bueno, pero sabía que no perdonaría jamás lo que le hizo. JungKook había dejado en claro que no le importaba nadie en ese momento y dudaba que YoonGi fuera como las personas de relaciones tóxicas que perdonaban todo. Él no lo haría, aunque ahora estuviera ayudándolo. ¿Por qué? Le gustaría saberlo.

Y qué mejor forma de saberlo que preguntar.

-¿Por qué decidiste venir conmigo y no con Jin u otra persona?-preguntó directo mientras caminaban, vestidos para disimular y no llamar la atención de los cazadores.

-Solo quería hacerte unas preguntas-dijo YoonGi siguiendo con la caminata-¿Qué te hizo cambiar de idea respecto a Luzbel?

-Cuando estás solo y piensas en lo que perdiste, te das cuenta que hay cosas que no valían la pena. En aquel entonces, cuando quedé embarazado de Jin, temí a muchas cosas. Tenía miedo de que me separaran de Jin, tenía miedo de morir, de ser padre, de no saber lo que me esperaba. Y todo ese miedo lo traduje en odio hacia mi hijo, un odio irracional que creció cuando Jin se lo llevó y no volví a saber de él. Estúpido, pero fue lo que pasó. Cuando vi el odio de Jin en sus ojos, aquel día que intenté matar a Luzbel, me di cuenta de todo lo que perdí. Me di cuenta que mi miedo se había hecho realidad a pesar de que quise evitarlo-JungKook miró a los lados, alerta por si aparecía algún cazador-Y entonces pensé en todo. Pensé en lo que hubiera sido y arruiné. Pensé en lo que realmente hubiera querido, en mi deseo de criar a Luzbel y disfrutar de una familia...pensé y me di cuenta de mi error...así que quise enmendar algo, ser el padre que Luzbel necesitaba antes de que sea tarde. Por eso regresé con él a escondidas de Seok Jin.

-Ya veo-dijo YoonGi tras la historia, corriendo más la capucha de su cabeza para que tapara mejor su ojo-me alegra que puedas estar con él, Luzbel se ve genuinamente feliz por eso.

-Me extraña que no lo hayas visto antes. Tu ojo, de él se sabe todo. Tu don especial es muy conocido entre los nuestros-dijo JungKook deteniéndose un momento para darle la espalda a un grupo de personas que pasaban cerca de ellos, poniéndose frente a YoonGi para cubrirlo.

Cuando esas personas pasaron, YoonGi le respondió.

-No puedo ver nada de Luzbel, su poder de híbrido es mucho más fuerte que el nuestro. Puede bloquear su mente efectivamente y mi ojo no logra ver nada.

-Curioso, pero responde por qué podrían quererlo esos enfermos. El poder que tiene es demasiado fuerte.

-Sí y podría ser la clave para nuestra salvación.-dijo YoonGi volviendo a caminar-Si descubrimos su debilidad Luzbel podría ayudarnos a deshacernos de ellos.

-No será sencillo y podría ponerlo en peligro. No estoy de acuerdo-en lugar de responderle, YoonGi sonrió y siguió su camino en silencio.

Ángel&Demonio

Viernes 22 de noviembre de 2024. Osaka, Japón.

Seok Jin había ido con un grupo reducido. Realmente eran pocos, pero a él no le importaba. Esta vez iba preparado y nadie lograría hacerle daño, no más del necesario al menos. Hallaría a su hermana JiSoo como sea y se cargaría unos cuantos cazadores con él. Además esos imbéciles buscaban hacerle daño a su bebé, a su pequeño Luzbel, y él no iba a permitirlo.

Caminó entre la multitud. Todos estaban estratégicamente ubicados en caso de que tuvieran que socorrerse en un ataque. Jin sabía que ese pequeño plan podría fallar, los cazadores estaban peligrosamente preparados. Estaba seguro que lo que sea que hicieran, ellos ya tenían una manera de contraatacar o una defensa asegurada. Ellos no eran aficionados. Eran cazadores puramente entrenados.

Se cubrió con un cubre bocas la cara, era uno lindo con una boquita kawaii de gatito. El resto del grupo se había rehusado a usarlo, a pesar de que Seok Jin insistió. No era que lo llevara por puro gusto, solo era estrategia. Los cazadores iban a verlo, sí, pero iban a prestarle más atención a su cubre bocas que a sus ojos y no lo reconocerían, mucho menos si caminaba rápido entre la multitud como un transeúnte apurado que llegaba tarde a una reunión. Además, por lógica, teniendo en cuenta la situación en la que se encontraban, no saldrían con algo llamativo. Los cazadores llegarían a esa conclusión y lo descartarían automáticamente. A veces, la mejor forma de esconderse, era dejarse al descubierto. Irónico, pero efectivo.

Siguió caminando, mirando disimuladamente a su equipo cuando notó que dos de ellos habían desaparecido. Suspiró ¿tan rápido comenzó la cacería? Genial, ahora tenía dos hombres menos en el equipo y ellos dos demonios más con los cuales experimentar. ¿Acaso se había llevado a los retrasados del Infierno?

-Disculpe-se detuvo con una chica de baja estatura que se giró a mirarlo-¿podría ayudarme con esta dirección? No la encuentro.

La muchacha le respondió en el mismo idioma que él usó, el japonés, y luego de agradecer fue de camino a ese lugar.

El lugar donde tenían a su hermana.

Ángel&Demonio

Viernes 22 de noviembre de 2024. La Paz, Bolivia.

Habían sido sorprendidas en la fábrica abandonada donde supuestamente estaba JiSoo. Un grupo de cazadores, alertados por sus presencias, habían comunicado al lugar para que la seguridad actuara y las detuvieran. Lilith era reconocida, todos habían escuchado de ella y era una de los más buscados, junto con su esposo, sus hermanos y su nieto.

-Vaya, debe ser un honor tenerte aquí-dijo uno de los cazadores, uno alto y de cabello canoso que parecía ser el líder.

-Depende, si acaso buscaban morir hoy, sí.-dijo ella manteniendo a sus hijas tras ella, las únicas del grupo que habían quedado.

-¿Y esas dos hermosuras que resguardas detrás? Y no, no hablo de tus lindas nalgas, Lilith-ella gruñó frunciendo el ceño.

-No te importa.

-Mmm, tienen los mismos ojos que tú ¿debo sospechar que son tus hijas?-Lilith sabía que jugaba a adivinar.

Ese cretino ya las conocía. Seguro estaban en el libro de registros.

-Todos llevan armas, debo sospechar que son unos idiotas como tú-el tipo no borró la sonrisa asquerosa de sus inmundos labios.

-Tenemos que estar listos para enfrentarnos a bestias como ustedes-Lilith tenía muy buenos reflejos por lo que fue fácil para ella detener la flecha que iba directo a la cara de Sana-Aunque veo que no será fácil.

Lilith le devolvió la flecha con fuerza, haciendo que volara con rapidez a la cabeza de uno de los cazadores la cual traspasó. Comenzaba a enojarse, nadie se metía con sus hijos.

-Devuélveme a mi hija y nos iremos sin matar a nadie más-el líder canoso comenzó a reír.

-No me asustas, muñeca-apuntó con su arma y disparó.

Pero Lilith logró cubrirse, un escudo invisible que las protegía a ellas tres. Miró a sus hijas de reojo.

-Váyanse, ahora-Momo frunció el ceño pero Lilith habló severamente-¡A casa, ahora!

Asintieron, dispuestas a irse, cuando una flecha traspasó el campo de fuerza de Lilith. Ella vio sorprendida el acto, sin hacer tiempo de proteger a Sana a quien la flecha había traspasado en el cuello y la electrocutaba.

-¡Sana!-gritó asustada buscando curarla y sacarle la flecha aunque comenzaba a electrocutarla también-Argh.

-Cortesía de la ciencia humana, al fin de cuentas no son tan fuertes como creen-dijo el tipo al cual deseaba ver muerto.

Momo le gruñó, transformándose en su forma demoniaca. Lilith no sabía qué hacer, si ayudar a Sana o detener a Momo.

-Momo, no lo hagas-dijo gruñendo, la electricidad pasaba por su brazo y comenzaba a hacerle daño.

Pero Momo no escuchó y se lanzó al líder para atacarlo. Lilith sabía que estaban preparados y que solo la habían provocado. Así que supo que la atraparían. Lo supo pero estaba en un debate mental sobre ayudar a Sana para que dejara de sufrir o evitar que dañaran a Momo. Estaba sola.

Gruñó al escuchar el grito de Momo, la habían sujetado con gruesas sogas de metal que comenzaban a quemarla. Lilith ya no podía escuchar más de eso. Se transformó en demonio, su verdadera forma, y usó su rapidez para cortar las sogas de metal que apresaban a Momo. Logró sostenerla para ir con Sana y cargarla, necesitaba ir a un lugar seguro para curarla.

No obstante, en cuanto quiso huir, una de las sogas metálicas la sujeto del cuello. Ballestas, pistolas y rifles apuntaban su cara.

-Aún no puedes irte, preciosa, aún debemos jugar-dijo el maldito líder.

Lilith no sabía qué hacer para que sus hijas estuvieran seguras.

Ángel&Demonio

Viernes 22 de noviembre de 2024. Juba, Sudán.

Habían logrado dar con el lugar donde tenían a JiSoo...o al menos a una de esas JiSoo. No sabían si era la que buscaban. Retomando, habían logrado ingresar luego de perder a más de cinco hombres, pero al menos habían llegado los cuatro más fuertes y rápidos a destino.

La enorme casona parecía abandonada, sin embargo cuando descubrieron el pasadizo secreto y descendieron, notaron personas yendo de un lado a otro. Más de una con bata, bien al menos habían hallado el laboratorio. Era hora de encontrar a JiSoo.

Tuvieron que esconderse por los pasillos, aprovechando que la cantidad de gente era reducida. Pero fue bueno para colarse hasta las habitaciones de lo que ellos llamaban "experimentos". JungKook sentía los distintos olores a sustancias y sangre que desprendían las rendijas de las puertas. No quería imaginarse lo que tenían ahí.

YoonGi iba a su lado, los otros dos detrás resguardándolos. El silencio había recaído en todos, apenas se escuchaban los ligeros pasos que daban al caminar.

Buscaron entre las pequeñas ventanillas de las puertas, intentando hallar a JiSoo en alguna de ellas. Pero solo veían cuerpos inertes deformes que apenas se movían. Okey, tenían dos opciones: o JiSoo no estaba ahí o era uno de esos cuerpos deformes que se retorcían lastimosamente. Eran asquerosos, con heridas infectadas y protuberancias extrañas. ¿Qué buscaban haciéndoles eso? ¿Qué querían crear? Al parecer, Dios estaba en lo cierto de castigar a aquellos que querían imitarlo. Los humanos estaban enfermos.

-¡Cuidado!-gritó uno de sus compañeros.

En ese momento JungKook notó que detrás de ellos habían tres cazadores. No iba a subestimarlos por ir tres mientras ellos eran cuatro, los cazadores ya habían demostrado su superioridad en reiteradas ocasiones. Seguramente fueron preparados a soportar sus ataques.

Sacó la katana que guardaba mientras YoonGi sacaba sus garras, en sus prendas tenía oculta cuchillas que usaría en caso de que las cosas empeoraran.

Con suerte, el grupo no se reduciría más.

Ángel&Demonio

Viernes 22 de noviembre de 2024. Osaka, Japón.

Había llegado solo al lugar, usando a sus compañeros como carnada. Eran irrelevantes, demonios que apenas servían. Lo supo cuando los vio pelear con los cazadores, no valía la pena defenderlos si luego serían un estorbo que eliminarían y lo pondrían en desventaja.

Era un laboratorio, así que tuvo que colocarse un cubre boca blanco y una bata para disimular ser parte de ellos. Pero los primeros pisos eran laboratorios normales, científicos que buscaban curas a enfermedades o experimentaban con moscas. Los del subsuelo, esos eran los laboratorios secretos del Vaticano. No lo extrañó, sinceramente era imposible que lo extrañara cuando sabía cosas que nadie más sabía.

Caminó, robando disimuladamente las tarjetas de acceso para llegar al subsuelo y encontrar a su hermana.

Para su fortuna, no había cazadores en el lugar, solo científicos y eran unos pocos. Así que podía ir por los pasillos oscuros que se iluminaban a su paso (una iluminación moderna) sin contratiempos.

Todos los cuartos de experimentos tenían nombres, no le costó llegar a la de su hermana que rezaba: JiSoo, demonio. Hija de Lucifer.

Sí, que JiSoo sea hija de Lucifer la ponía en una categoría diferente. Los descendientes de Lucifer tenían un poder inimaginable y parecían ser los candidatos ideales para ellos.

Abrió la puerta con la tarjeta de acceso y entró.

Pero el cuarto estaba vacío.

Ángel&Demonio

Viernes 22 de noviembre de 2024. El Castillo del Infierno.

JiMin se encargaba de proteger a Luzbel, jugando con él al ajedrez para distraerlo de la situación por la que vivían. Sabía que a su sobrino le afectaba demasiado que su padre fuera a misiones peligrosas, así que para evitar una crisis, decidió distraerlo jugando al ajedrez.

Estaban a punto de llegar al clímax del juego cuando un sonido alertó a JiMin. Algo había caído por el pasillo que daba al gran salón donde estaban. Le pidió a Luzbel, en silencio, que se quedara ahí mientras él iba a investigar.

Se levantó y caminó con cautela hasta asomarse por el pasillo donde logró distinguir una figura.

-¿JiSoo?

¿Que creen que haya pasado con JiSoo? 7u7

Quería comunicar que he subido una historia nueva, una con personajes originales, se llama Un cupido sin alas ni flechas. Espero que les guste, lo actualizaré rapido porque tengo todos los capitulos ya uwu

Nos vemos! besos! :D


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