Martes 24 de diciembre de 2024. Illinois, Estados Unidos.

Tal vez ya se habían esperado este momento, a decir verdad, Luzbel lo esperó desde que llegó. JiHoon también y estaba seguro que Alexander y NamJoon esperaban lo mismo. No era secreto para ninguno que tarde o temprano serían encontrados por los cazadores. Sabían que solo era cuestión de tiempo, de una distracción que les diera la oportunidad de hallarlos y obtener el premio mayor.

JiHoon apretó la mano de Luzbel, ambos encerrados en el cuarto donde dormían mientras escuchaban la lucha que se desataba del otro lado.

-Estarás bien-le aseguró el Ángel caído sonriéndole-me aseguraré de eso.

Luzbel quiso responder pero no pudo. Pudo imaginarse que eso mismo le habría dicho Jin a JungKook antes de que ambos fueran asesinados por los cazadores días atrás. También YoonGi se lo habría dicho a JiMin antes de ser atrapado por los humanos y su tío le habría sonreído y jurado estar bien antes de desaparecer. TaeHyung y HoSeok tal vez no dijeron nada y solo se besaron antes de sucumbir frente a sus armas. Todos se habrían despedido antes de que los cazadores arrasaran con cada uno de ellos dentro del castillo de su abuelo, uno de los pocos sobrevivientes de esa masacre.

Sabía que los hermanos de su abuelo estaban buscando una forma de evitar que avanzaran. Ahí, en el Infierno, era más fácil contenerlos. Pero Luzbel no estaba muy seguro de cuánto duraría eso ahora que estaban a punto de capturarlo a él.

Abrazó a JiHoon con fuerza, ocultándose tras su espalda. No quería que lograran capturarlo, no quería perder a más personas que amaba.

La puerta fue golpeada con dureza y brutalidad. Ellos estaban por entrar.

Ángel&Demonio

Miércoles 4 de diciembre de 2024. El Castillo del Infierno.

HoSeok estaba en la sala del ala este junto con Seok Jin, ambos releyendo hojas tras hojas de historia humana, específicamente aquella que tuviera relación con la iglesia. Ambos buscaban un método de sobrevivir a lo que sabían que se vendría, a ese encuentro en el Infierno que se produciría por segunda vez (si se contaba lo ocurrido días atrás con JiSoo) y que era inevitable. Todos dentro de ese lugar lo sabían, pero ignorar momentáneamente lo desesperante del tema era mejor para no caer en una histeria colectiva.

-Con suerte podremos derrotar a varios si disimuladamente colocamos bombas en iglesias. Los humanos creerán que se trata de un grupo terrorista.-dijo HoSeok sin despegar su vista de los papeles que tenía en sus manos.

-No soluciona nuestro problema. Nosotros debemos deshacernos de los grupos grandes, no de esos.

-¿Y bombas en los lugares a los que fuimos? Donde tenían a JiSoo.

-Sigue siendo peligroso, ellos sabrán de nosotros y ni siquiera nos dejarán en paz. Entraremos pero las probabilidades de salir son realmente escasas. Antes tuvimos suerte, pero ahora que saben que podemos volver no nos dejarán entrar fácilmente. Nos estaríamos arriesgando demasiado.

-Entonces esperemos sentados la muerte. No tenemos otra opción-suspiró HoSeok, lo cual de cierta forma era raro ya que no tenía boca.

Seok Jin suspiró y el aire sí salió por su boca de colmillos largos. Su forma demonio le brindaba algo de seguridad, sabía que de esa forma era más fuerte. Miró todos los papeles y libros cerca, el libro de registros fue el que tomó y comenzó a mirar de nuevo la larga lista de nombres. Imaginaba que ellos tendrían más libros, uno solo no serviría para la gran cantidad de cazadores que eran.

Pasó hojas tras hojas mientras su primo seguía buscando en silencio entre papeles, ideando estrategias que fueran útiles para sobrevivir a esa gran guerra. Sabía que su padre estaba pensando en algo también con sus hermanos. Algo que salvara a todos.

Hasta que luego de dos horas de intensa lectura, se dio cuenta de algo. Algo que habían ignorado anteriormente.

-HoSeok, mira.-su primo rápidamente miró hacia donde señalaba, una de las columnas de la lista.

-¿Qué debo ver exactamente?

-Hay seres que no están en la lista. Set, Abel y Caín. Ninguno de los tres.

-Abel y Caín están muertos, eso es algo que todos saben. Y Set fue condenado a no salir del Cielo.

-Exacto, pero fue él quien salvó a papá. Eso quiere decir que esa condena no aplica ahora.-dijo Jin mientras HoSeok lo miraba sin saber hasta dónde quería llegar-Los cazadores no parecen saber quién es él. Es normal, si capturaron a un Ángel es probable que no haya conocido a Set, sabes que ellos por lo general no son vistos por los de la tercera jerarquía, solo escasos Ángeles, Arcángeles y Principados los han vistos. Sin rostro, él no es localizable.

-Pero estuvo en uno de esos lugares, cuando fue por Lucifer.

-Sí, pero no fue detectado. Él se aseguró de eso.

-Bien, resume a qué quieres llegar-dijo HoSeok y Jin bufó.

-Si no lo conocen, entonces hay posibilidades de que uno de los nuestros se meta directo en su grupo para destruirlos desde adentro.

-¿Te das una idea de lo suicida que es eso?

­-Sí, pero si seguimos con vida entonces habrá valido la pena.-Seok Jin se levantó con el libro de registros en su mano-No tenemos muchas opciones.

HoSeok asintió y lo siguió cuando Jin se dirigió hacia su padre para explicarle el plan. Este lo escuchó atentamente y sonrió diciéndoles que tenían su apoyo total.

-¿No es un poco suicida?-preguntó Mefistófeles.

- De tal padre tal hijo-suspiró Jin mirándolo-Es peligroso, sí, pero si lo hacemos podremos salvar muchas vidas. Nuestra familia no es la única en peligro, también las de ustedes. Si ellos entran aquí todos sufrirán. Y estoy seguro que no querrás ver a Kasdave sufriendo por la pérdida de sus hijos como pasó con mamá, o peor, no lo querrás ver muerto.

Mefistófeles le dio la razón con su silencio, HoSeok hizo lo mismo. Como se dijo anteriormente, de tal padre tal hijo.

Lucifer suspiró al verlos, Belial le puso la mano en el hombro. Su padre sabía que era arriesgado, pero también sabía que no tenía muchas opciones.

-Sea lo que sea que planees, estamos de tu lado-dijo su tío y Jin logró ver una pequeña sonrisa en su rostro antes de sacar la mano del hombro de Lucifer.

-Gracias-su padre sonrió antes de mirarlo a todos-Este plan no podemos hacerlo solos. Si vamos por la ayuda de Set también tendremos que ir por la de alguien más. Pero de eso me encargo yo.

-¿De quién hablas, papá?-Lucifer lo miró antes de responder.

-Tengo que solicitar la ayuda de Dios. Esta guerra no es solo de humanos contra demonios, sino también contra seres celestiales. Los necesitaremos a ellos para esto, tendremos que unirnos para ganar y dejar de luchar por separado.

Seok Jin asintió antes de ver a su padre desaparecer.

Ángel&Demonio

Miércoles 4 de diciembre de 2024. El castillo de Belial.

JungKook había ido para cuidar de JiMin mientras YoonGi se reunía con el resto a hablar de algo que él no escuchó bien, pero sabía que se trataba de los cazadores. En sí, él no debió quedar afuera, pero luego de verlo YoonGi declaró que lo mejor era que cuidara de JiMin para evitar dañar al bebé. El Serafín aceptó, más que nada porque fue amenazado. El maldito ojo de YoonGi era problemático, algún día iba a arrancárselo.

-No tienes que obedecer a YoonGi, puedes irte. Él no cumplirá su amenaza si yo no se lo permito-dijo JiMin mirándolo mientras acomodaba la ropa de su bebé en un mueble cercano.

Parecía prepararse desde ya, como si fuera a tener pronto al bebé en ese lugar. Si debía hacer una mudanza, para cuando todo terminara si es que terminaba pronto, sería sencilla con tantos hermanos y primos. Ellos podrían llevar la ropa (la cual era demasiada y podría ser parte de una tienda completa) y demás cosas del bebé que JiMin acomodaba tranquilamente.

-Sinceramente, prefiero quedarme aquí. Estoy más tranquilo. Allá el clima está muy tenso.-dijo sentándose en la mecedora.

-Es normal, luego de lo ocurrido con JiSoo nadie puede estar tranquilo-JiMin suspiró dejando un par de medias de lado, parecía preocupado-no me gusta esto.

-Lo sé, a mí tampoco. Lo único que quiero es vivir en paz otra vez, o al menos a lo que yo llamaba paz.-JiMin lo miró, parecía curioso.

-¿Cómo fue que lograste escapar de todos ellos?

-No fue difícil. Sé cómo sobrevivir. Solo da pistas falsas y ellos buscarán ahí mientras tú estás a kilómetros de distancia disfrutando de una buena bebida y el sol de la tarde.

-Ya veo-las manos pequeñas del demonio jugaron con una pequeña playera amarilla patito antes de volver a hablar-¿Qué te hizo cambiar de opinión respecto a Luzbel?

-¿Acaso no lo sabes?

-Sé la versión de YoonGi, pero no la tuya. Yo quiero la tuya, la original.

JungKook organizó sus pensamientos y palabras, suspirando antes de hablarle.

-No iba a seguir con mi odio eterno hacia mi hijo. Solo necesitaba pensar, pensar con la cabeza fría y darme cuenta de que fui un idiota. Temía el castigo divino, pero sin darme cuenta yo mismo me castigué al alejar a Jin y Luzbel. Por eso decidí volver y ser, a escondidas, el padre que Luzbel se merecía. ¿Feliz?

-Sí, mucho-JiMin sonrió-YoonGi cree que no sé distinguir las mentiras, pero realmente soy bueno en eso. Y sé que dices la verdad en cada palabra. Gracias, realmente Luzbel te necesitaba.

-Sí...lo sé, él mismo me lo dijo-JungKook recordó tristemente aquel día en que su hijo se lo dijo, tenía diez años cuando le confesó que lo había necesitado en sus primeros años, que había anhelado siempre una familia como las que sus compañeros de colegio tenían.

-Luzbel es bastante sincero, cuando siente la necesidad de serlo-JiMin sonrió divertido-Es brutalmente honesto cuando se enoja, sobre todo. Es divertido.

JungKook asintió sonriendo antes de acercarse al demonio y ayudarlo a acomodar la ropita de su futuro bebé, desviando la charla a lo que con tanto cuidado acomodaba JiMin. Por un momento, se permitió pensar en la ropa que le comprarían a su futuro hijo con Jin, a ese pequeño bebé no planeado que se formaba en su vientre.

Secretamente, en medio de la conversación, deseó que fuera una niña.

Espero que sepan...que las amo *Sale corriendo*

Nos vemos cuando tenga el siguiente! besos :D