Precuela. Capítulo 3: Descubriendo debilidades

Sin sospechosos ni nadie a quien culpar, Dios decidió quitarles la tarea a Caín y Lucifer para que continuaran con las ya establecidas. Ellos aceptaron sin rechistar para no levantar sospechas y, en cuanto estuvieron a solas, Caín fue quien habló.

-¿Ahora qué hacemos? Ya no podemos estar a solas.

Lucifer sonrió, en ese tiempo el Tronos se había acostumbrado a sus caricias y besos, a que tocara zonas de él que nunca pensó que tocarían y a sentir tanto placer que hasta se olvidaba de su nombre. Pensó que tal vez por eso Dios prohibía el sexo, se volvía una adicción. 

-Ten paciencia, ya encontraremos el momento indicado. Solo tienes que esperar-dijo sonriendo mientras caminaban por el desolado pasillo hacia sus habitaciones.

-En este tiempo me has vuelto un impaciente. No sé si podré esperarte.-Caín resopló y Lucifer rio.

-Tendrás que hacerlo.

Se detuvieron antes de llegar al cuarto de Lucifer. Unos apresurados pasos casi les pisaban los talones.

-Hermano-dijo Abel llegando con Set, los dos hermanos de Caín, Tronos como él.

-¿Qué ocurre, Abel?

-Te estábamos buscando-dijo Set callando al dientón de su hermano.

Lucifer, a pesar de verlo como una rata humanoide, consideraba a Abel un chico lindo. Set, por otra parte, era atractivo, pero sin dudas el más hermoso de los tres era Caín. 

-Tenemos tareas pendientes para las cuales necesitamos tu ayuda-dijo Abel, Caín elevó una ceja.

-¿Tareas pendientes? ¿Desde cuándo?

-Desde que Dios te encomendó esa tarea nocturna-dijo Set mirando a su hermano.

Caín bajó la mirada avergonzado y suspiró.

-Bien, vamos.

Cuando los tres hermanos se despidieron de él y desaparecieron de su vista, Lucifer cambió su camino hacia sus amigos. Sabía que a esa hora Semyazza, Belial y Mefistófeles se reunían a hablar en la plaza central, cerca de la fuente. Y, a decir verdad, antes de acostarse a dormir, prefería hablar con ellos. Le gustaba saber qué tanto podía indagar para saber dónde tocar. Necesitaba conocer sus puntos débiles. 

Al llegar vio solo a dos de ellos, Semyazza y Mefistófeles, aunque Semyazza estaba de pie. 

-¿Ya te vas?-preguntó Lucifer nada más llegar.

Semyazza sonrió y asintió.

-Tengo tareas que hacer, lamento no poder quedarme más tiempo-dijo amablemente.

Lucifer alzó una mano para que entendiera que no había problema alguno.

-No te preocupes, yo me quedaré a hacerle compañía a Mefistófeles.

Semyazza asintió y tras despedirse se alejó de ellos. Lucifer tomó su lugar al lado de su compañero, quien miraba la fuente distraído. Lucifer lo observó, las marcadas facciones, el largo cabello rubio y los brillantes ojos grises. Mefistófeles era alguien alto e imponente, atemorizaba por lo general a los de la tercera jerarquía aunque estos no lo dijeran e intentaran no demostrarlo. Pero él lo sabía y lo comprendía. Mefistófeles medía casi dos metros y sus músculos parecían criar más músculos. 

-¿En qué piensas?-preguntó amable luego de unos minutos en silencio.

Él lo miró y negó.

-Nada, olvídalo.

-Hey, somos amigos, puedes confiar en mí y contarme-Mefistófeles hizo una mueca de duda.

-Me vas a decir lo mismo que Belial y Semyazza-Lucifer lo miró curioso-Ellos ya lo saben.

-Y si ellos lo saben ¿por qué yo no?-bromeó, pero el semblante del Tronos no cambió en absoluto. 

-No puedo dejar de pensar en Kasdave-confesó en voz baja, casi como si fuera pecado.

Oh, esperen, sí lo era. Para el Barbudo todo era pecado, y amar a una Dominación siendo su amigo un Tronos no estaba…bien visto. Era algo así como: los de la primera jerarquía con los de la primera jerarquía, y así sucesivamente. Kasdave era de la segunda y Mefistófeles de la primera. Era algo…imposible.

-¿Te gusta?-la pregunta tensó a su amigo.

Mierda, Lucifer sentía que era algo más fuerte que gustar.

-Sí…bueno…algo así…es que…-suspiró-¿No lo viste? Es hermoso, es tan…perfecto. Tiene una sonrisa preciosa, es inteligente, es divertido, es…-otro suspiro y Mefistófeles bajó la mirada triste-Es imposible. 

-Mm…no entiendo por qué debería serlo-Lucifer miró la fuente cuando su amigo lo miró-Que sean de jerarquías diferentes no los hace…prohibidos. Te gusta de verdad, entonces cortéjalo. 

-Él no lo permitiría. Kasdave es demasiado…perfecto como para caer por alguien como yo.-Si el amor (si es que eso era amor) volvía así a las personas, entonces Lucifer no quería enamorarse-Además, Dios no lo permitiría. 

-Desde mi humilde opinión, hay muchas cosas que Dios no permite. Pero no creo que el amor tenga que ser una de ellas. Yo creo…que tú y Kasdave hacen una linda pareja. Y creo también que si es amor, no debería existir prohibición alguna.

Mefistófeles no demostró demasiado, pero sus ojos parecían dudar. Y eso era lo que Lucifer había estado buscando. Duda. Que comenzara a dudar, que comenzara a cuestionarse lo que muchos no hacían por miedo. Que perdieran temor de ser ellos mismos. 

-Lucifer…esto…que quede entre nosotros-Lucifer sonrió.

-Tranquilo, esto queda entre nosotros, amigo mío.

Si lograba saber las debilidades de Semyazza y Belial, lograría tener a sus amigos con él. Lograría abrirle los ojos y les daría una vida fuera de represiones. 

Lograría liberarlos de esa prisión.

Todos sabemos como terminarán Mefistofeles y Lucifer XD pero aquí se explica cómo llegaron a eso uwu

Mañana seguire actualizando! Nos vemos! Besos

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