Capítulo 24: De nuevo a la normalidad.

Martes 9 de octubre de 2018. Seúl, Corea del Sur.

Seok Jin esperaba a la salida a que su pequeño bebé saliera. Estaba ansioso, tenía una sorpresa para Luzbel y quería ver sus ojitos brillar de felicidad.

Miró a un costado al sentir la mirada de una mujer sobre él. Le sonrió de lado, colocando sus manos en los bolsillos de su chaqueta y volviendo su vista a la entrada del colegio. Dentro de pocos minutos vería a su bello niño salir con una sonrisa, a menos que otro desgraciado niñato intentara algo contra él. Ah, seguro le arrancaría un ojo a alguien de ser así.

-¡Papá!-gritó Luzbel al salir y corrió hacia él.

Jin estaba preparado para alzarlo cuando alguien se lo arrebató. Rio divertido al ver a HoSeok en su forma humana y con su hijo en brazos de cabeza.

-¿Cómo está mi pequeño campeón?-preguntó su mejor amigo.

-¡Tío HoSeok!-exclamó Luzbel siendo acomodado mejor para abrazar del cuello al demonio-estoy bien, tío.

-Me alegra escuchar eso porque ¿adivina qué? ¡Con tus tíos TaeTae y JiMin te llevaremos al cine!-Luzbel abrió la boquita sorprendido.

-¡Sí! ¿Irá tío YoonGi también?

-Por supuesto, sabes que él y tu tío JiMin no se separan para nada.

-Sí, sí, todo genial pero ¿nadie me invita a mí al cine?-intervino Seok Jin.

-Es una salida de tíos y sobrino, además tienes cosas que hacer ¿no?-Jin sonrió y asintió.

-Cierto, casi lo olvido-acercándose a ambos le dio un beso en la frente a su bebé-que el tío TaeHyung no te dé demasiados dulces.

-No prometemos nada-HoSeok acomodó mejor a Luzbel en sus brazos-como sea, vamos, hay que llegar antes de que la película comience.

Seok Jin alzó la mano y se despidió de ellos. En cuanto estuvieron a unos metros de distancia emprendió marcha hacia su hogar. Bien, tenía que pensar en la cena de esa noche, en algo delicioso para su pequeño, aunque sabía que Luzbel no le prestaría demasiada atención a la comida.

-Sabes que TaeHyung lo mimará con dulces hasta que le duela el estómago ¿verdad?-sonrió al escuchar a JiSoo.

-Lo sé, pero nada que un jarabe de Bjorn no solucione. Por cierto ¿saben algo de él?-su hermana negó con la cabeza.

-Alexander me dijo que NamJoon encabeza un grupo de búsqueda, pero no han hallado a JungKook en ningún lado.

-Así que Alex volvió con NamJoon-comentó intentando despejar ese cosquilleo al saber que seguían sin encontrar a JungKook.

No sabía si era miedo porque lo encontraran y lo mataran, o miedo porque intentara algo contra Luzbel.

-No volvieron, pero suelen tener encuentros ocasionales, ya sabes.-JiSoo sonrió viendo su reloj de pulsera-Ahora debería encontrarme con Jennie pero me gusta hacerla esperar, así que te acompañaré a tu casa. Quiero que llegues a salvo-bromeó.

Seok Jin sonrió y la tomó de la cintura para caminar juntos hacia su hogar.

Ángel&Demonio

JiHoon abrió la boca cuando su lengua pasó por sus labios, Jin lo sostenía de la cintura, una de sus manos masajeando el trasero pequeño. Con un gemido el Ángel caído le dio a entender que le estaba gustando la manera en que tocaba su miembro por sobre el pantalón.

Tenían que dejar eso de tener pequeños encuentros sexuales. No había sentimientos de por medio pero la necesidad de follar era fuerte y por lo general terminaban buscándose para satisfacerse. Desde que JiHoon se volvió un Ángel caído y vivía con Alexander habían llegado a tener varios encuentros. El sexo era bueno y lograba satisfacerlos bastante, pero no se amaban. Se apreciaban, sí, como amigos pero el beneficio sexual era algo extra que aprovechaban.

La mano de JiHoon se coló en su pantalón, comenzando a masturbarlo mientras uno de sus dedos estaba dentro ya de él. A Jin le gustaba sentir su cálido interior.

-Hay que...apresurarnos...antes de que...venga Luzbel-dijo JiHoon entre besos.

-Aún no estás lo suficientemente dilatado como para meterla ¿si lo dejamos en una simple masturbación?

-Por mí estaría bien.

Media hora después, cuando Luzbel llegó, ellos ya estaban duchados y presentables. Seok Jin abrió la puerta, su hijo saltó a sus brazos y sus hermanos se despidieron de él antes de desaparecer. Ellos sabían quién estaba en la casa, alguien a quien Luzbel llevaba meses sin ver a raíz de la nueva vida que JiHoon estaba llevando adelante. Hoy sería la primera vez que volvería a verlo luego de aquel 12 de abril.

-Y entonces tío JiMin y tío YoonGi desaparecieron a la mitad de la película y no volvieron con nosotros-contaba Luzbel con sus pop corn en mano (los que habían sobrado) y una gorra de osito que seguro TaeHyung o JiMin compraron para su niño-solo regresaron cuando terminó, se los veía raro, como si hubieran corrido durante horas.

Ay, ojalá su hijo conservara esa inocencia toda la vida. Bueno no, la inocencia no le permitiría conocer las cosas realmente buenas y placenteras de la vida.

-Tal vez fueron por ahí.

-Síp, también pudieron haber ido a golpear al señor malo que me empujó. Pero yo le di una patada en la rodilla...unos médicos lo sacaron en camilla porque dijeron que tenía la pierna quebrada.

-Era solo un hombre exagerado, bebé-Jin besó la mejilla de su hijo mientras iban hacia su cuarto-por cierto, hoy tengo una sorpresa para ti.

-¿Una sorpresa? ¿Qué es, qué es?-preguntaba emocionado Luzbel.

Seok Jin le dedicó una sonrisa antes de abrir la puerta del cuarto de Luzbel donde entre medio de los juguetes y los muebles se hallaba un joven de baja estatura, delgado y con una sonrisa plasmada en su rostro.

-Hola, Luzbel.

-¡Hoonie Honey!-exclamó feliz saltando de los brazos de su padre, quitándose el collar especial que su abuelo le dio para transformarse en su forma demoniaca y volar hacia el Ángel caído.

Los dejó solos para terminar de preparar la cena, aunque cocinaría en un rato, sabía perfectamente que Luzbel querría recuperar con juegos el tiempo perdido con JiHoon. No había real apuro.

Acomodó algunas cosas de la sala donde seguramente su niño volvería a desordenar con sus juegos. Oh, JiHoon no se desharía con facilidad de Luzbel. Sería divertido verlo.

Suspiró al ver las cosas en su lugar y se sentó en el sillón. Desde aquel día todo había vuelto a la normalidad. Luzbel iba a la escuela, tenía algunos amigos, él se dedicaba a ser padre soltero y su barrio estaba en tranquila armonía. Todos llevaban vidas lo más normales posibles.

YoonGi y JiMin vivían juntos en el Castillo y solían ir a la Tierra a visitarlos o pasear. Follaban casi todo el tiempo y en todas sus formas posibles, con posiciones que Seok Jin jamás imaginó que existían y cumpliendo fetiches que ya los habían metido en problemas. El más reciente fue por follar en plena vía pública en Italia. Lilith regañó a su hermano, Lucifer los felicitó. Sí, nunca fue el padre más estricto del mundo, una ventaja para un grupo grande de hermanos desastrosos como ellos.

Taehyung y HoSeok, por otro lado, habían comprado un departamento grande en China donde vivían juntos. Según había escuchado tenían planeado tener hijos, pero parecía ser que no se ponían de acuerdo sobre quién llevaría adelante el embarazo. Su hermano insistía en que HoSeok debía ser el embarazado, con su piel resistente protegería perfectamente al bebé. Mientras que su mejor amigo decía que TaeHyung embarazado sería el demonio más tierno del Infierno. Lilith decía que eran dos pendejos que todavía no estaban preparados para ser padres. Luzbel estaba emocionado con la idea de tener un primito. Sí, muchas opiniones pero ninguna solución a ese dilema que seguía ahí sin ser resuelto. Bien, tal vez algún día ellos los sorprenderían con un bebé demonio al cual mimarían hasta el cansancio.

Su hermanita JiSoo seguía teniendo sus encuentros con su hijo Alex aunque estaba en una relación con Jennie. Era típico que se encontraran en la Tierra para follar y que en el Infierno su hermana la ignorara por simple diversión. Bueno, esa relación jamás se sabía cómo terminaría.

Su sobrino había vuelto a su mansión en Chicago donde recibía en ocasiones al Arcángel NamJoon. Tenían una relación complicada que no comprendía demasiado pero si así Alex era feliz, entonces él también lo sería.

JiHoon, por su parte, había comenzado a vivir con Alexander y a estudiar relaciones internacionales, algo para distraerse y hacer una vida humana medianamente normal. Necesitaba hacer algo en la Tierra y nada mejor que estudiar. A pesar de ser Ángel caído conservaba su inmortalidad lo que le daba una gran ventaja al no poder enfermarse.

Cada uno de ellos habían conseguido tener una vida lo suficientemente normal como para vivir tranquilos en la Tierra. Aunque...el único del cual sabía que estaba complicado, era JungKook. Luego de dejarlo en la isla el Serafín fue buscado. Seok Jin no se había molestado en decir dónde lo dejó, pero ellos fueron igual a ese lugar sin hallar rastros de él. Desde entonces surgió una exhaustiva búsqueda sin éxito, Dios quería encontrar a JungKook, luego de lo hecho no era de confianza y nadie podría garantizar que no atentara contra alguien más. Pero en esos casi seis meses, nada ocurrió. Nadie sabía algo de JungKook, ni seres celestiales ni demonios. Era como si hubiera desaparecido completamente.

Había noches en las que Jin se preguntaba sobre cómo estaría el Serafín, dónde o qué hacía. Había noches en que lo extrañaba, en que sentía la imperiosa necesidad de tenerlo entre sus brazos y besarlo hasta el cansancio. Había días en que se odiaba por extrañarlo, después de todo fue el cretino que quiso matar a su hijo. Pero...no era sencillo olvidar el intenso amor que seguía sintiendo por él. No era fácil borrar los besos o las caricias de esas manos y esos labios que lo volvían loco de manera rápida.

A veces quería sacarlo completamente de su vida, pero estaba seguro que jamás lo lograría. JungKook ya era una parte importante de él y eso no cambiaría jamás, por más años que pasaran o distancia que los separaran.

No, no habría forma o ser existente que lo obligara a dejar de amar a JungKook.

Ángel&Demonio

Miércoles 10 de octubre de 2018. Seúl, Corea del Sur.

Era la madrugada del miércoles. Sus pies se movieron sigilosos por la casa a oscuras y silenciosa, subiendo uno a uno los escalones y evitando dejar las huellas de sus zapatos. Sabía que no solo estaba Seok Jin descansando, sino también JiHoon en el cuarto de invitados luego de que Luzbel insistiera que se quedara y lo llevara al colegio.

Él siguió su camino, pasando frente a la habitación de Jin e ignorándola para ir a la de Luzbel. La puerta se abrió en completo silencio cuando la empujó e ingresó, esquivando los juguetes y llegando donde el niño estaba sobre la cama, completamente destapado y con un peluche abrazado.

Sonrió acercando sus manos al niño para arroparlo nuevamente. Luzbel se removió un poco pero siguió cubierto por sus mantitas. Él se sentó al borde de la cama y acarició el oscuro cabello tan parecido al suyo.

-¿Sabes, Luzbel? A veces se necesita perder todo para que uno se dé cuenta de las cosas. Triste ¿verdad?-murmuró JungKook con una sonrisa triste.

Luzbel se removió más hasta abrir sus pequeños ojitos.

-¿Papi?-dijo sentándose en la cama y frotando sus ojitos-Pensé que no vendrías.

-Te dije que hoy vendría a verte-susurró haciendo que el niño volviera a acostarse-debo darte las buenas noches.

-Sí-el pequeño asintió y corrió el cabello de su frente.

JungKook sonrió y se acercó a darle un beso. Uno largo donde retuvo las lágrimas. Si tan solo no hubiera estado tan cegado meses atrás, podría haber disfrutado de una vida al lado de Seok Jin y su hijo. Su pequeño Luzbel.

Ese niño no tendría que haberlo perdonado dos meses atrás, cuando fue con él. Los niños no tendrían que ser así, tan amables e inocentes. Dolía más la culpa.

-Buenas noches y recuerda, este es nuestro secreto-Luzbel volvió a asentir y le dedicó una pequeña sonrisa antes de volver a quedarse dormido.

JungKook se quedó ahí unos minutos más, viendo el rostro infantil de su hijo disfrutar de un tranquilo sueño. Él ya no podía dormir en paz y se lo merecía. Por idiota se lo merecía.

Luego de que Jin lo dejara solo en esa isla logró hallar el método para deshacerse de esas pulseras. Al conseguirlo usó sus alas para escapar y esconderse en la cueva de una catarata. Ahora vivía yendo de un lugar a otro para evitar que lo encontraran.

En ese tiempo de soledad insoportable, recapacitó y se dio cuenta de todo lo que perdió. Le tomó casi cuatro meses pero al hacerlo, viajó hasta donde sabía que Jin vivía con Luzbel y habló con su hijo. Le pidió perdón y le intentó explicar sus tontos motivos por los cuales buscaba hacerle daño. Fue perdonado pero, a pesar de eso, seguía sin poder dar la cara frente al demonio que amaba.

Se conformaba con verlo de lejos, feliz de estar con su hijo.

El hijo de los dos.

JungKook se levantó de la cama de Luzbel y salió de su cuarto de nuevo con pasos sigilosos para dirigirse al de Jin. Abrió la puerta con cuidado y lo vio, descansando tranquilo en su cama con su delicado y hermoso rostro iluminado por la luz que ingresaba tenue desde la ventana.

Quiso acercarse, pero sabía que corría el riesgo de que despertara y lo viera. JungKook no se sentía listo para enfrentarlo, para ver en sus ojos de nuevo todo ese odio dirigido a él. Así que volvió a cerrar la puerta, una sonrisa triste en sus labios y unas lágrimas cayendo por sus mejillas.

Colocándose la capucha para cubrir su identidad, salió de la casa para teletransportarse a un país lejano donde no pudieran hallarlo.

No podía morir, debía proteger a Jin y seguir yendo a su casa para darle las buenas noches a escondidas a Luzbel.

Fin.

Oh, Dios, al fin vuelvo a dar fin a otra historia XD

Bien, en un principio no tenía planeado que Jungkook se diera cuenta de su error, pero vamos, por más amor que podamos sentir por alguien, en momentos de soledad solemos reflexionar, no todos se vuelven más locos y vengativos XD JungKook tenía que darse cuenta de que hacía las cosas mal. Y luzbel es un pequeño inocente y de corazon puro uwu

Con este capitulo doy fin a este fic.

Sinceramente el final da lugar a una segunda temporada, pero a decir verdad no estoy muy segura ya que tengo otros fics que terminar y no se me ocurre con detalles lo que podría pasar. Pero eso no quita el hecho de que un día podría sorprenderlas con la segunda parte de este fic.

Sacando eso de lado, muchas gracias por el apoyo que le han dado a esta historia, gracias por sus leidas, votos y comentarios, me alegra saber que les gusta lo que escribo y que me apoyan en cada loco fic que traigo XD

Fue un placer traerles este nuevo universo del JinKook, espero poder seguir trayendoles más fics de esta linda pareja. Nos vemos en mis demás historias! besos! :D <3

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