Capítulo 23: El verdadero líder.

Miércoles 16 de agosto de 2017. Moscú, Rusia.

JungKook miraba con un dolor contenido el paisaje de ese enorme país. Habían pasado años desde la última vez que estuvo con Seok Jin en ese lugar, un lugar especial donde ambos podían estar felices y hacer el amor. Amarse sin límites. Pero por culpa de su estupidez e irresponsabilidad había quedado embarazado de un parásito horrible que ahora tenía toda la atención del hombre al cual amaba.

Golpeó con furia un árbol que se terminó quebrando y cayendo en el silencio del bosque. JungKook quería gritar, desgarrarse la garganta de tanto gritar y desmayarse para despertarse y ver que, en realidad, todo había sido un sueño. Necesitaba huir de la realidad. Quería retroceder el tiempo y evitar esa mierda. Evitar su soledad.

Necesitaba volver a despertar entre los brazos de un demonio hermoso, necesitaba sentir su olor, su calor, las mil sensaciones que le hacía vivir. Necesitaba volver a estar con el amor de su vida. Pero el maldito parásito le había quitado esa oportunidad.

Si tan solo...si tan solo pudiera deshacerse de ese cretino todo volvería a ser como antes. Él regresaría a los brazos de Seok Jin, volvería a ser feliz.

De repente una idea cruzó por su mente. Una peligrosa pero, si daba resultado, volvería con Seok Jin.

Ángel&Demonio

Sábado 19 de agosto de 2017. El Cielo.

Gabriel lo ignoraba. Desde que le había planteado su idea lo había rechazado y se había ido de su lado para evitar seguir hablando del tema.

JungKook no pensaba darse por vencido tan fácilmente. Así que fue a buscarlo a donde sea que fuera, persiguiéndolo hasta que le brindara una segunda conversación.

Tardó tres horas en conseguirlo.

-JungKook, no aceptaré tu idea.

-Es lo mejor, tú lo sabes.

-Matar a tu hijo no es una buena idea-murmuraban, ambos sabían que esos temas no se podían hablar en voz alta.

-Todos salimos ganando si sale todo bien.

-Con el sacrificio de un alma inocente. Yo no estuve de acuerdo con matar a tu hijo y no lo estaré ahora porque me lo pidas.-Gabriel estaba por dar la vuelta para irse, pero JungKook lo tomó del brazo.

-Quise pedírtelo por las buenas pero no me dejas opción. Finge ser el líder, lleva a cabo el plan o Rafael y Miguel morirán.

-Dios sabrá esto-JungKook no se inmutó tras la amenaza.

-¿Y qué te hace pensar que te creerá? No te olvides que soy muy bueno actuando. Unas mentiras de mi parte y él creerá que tú los mataste.

Vio en Gabriel temor y molestia. Sabía que no haría algo que pusiera en peligro a sus dos mejores amigos, casi hermanos. No lo haría jamás.

Con un suspiro por parte del Arcángel supo que había aceptado.

Ángel&Demonio

Viernes 6 de abril de 2018. Holanda.

Gabriel se acercaba a ellos, pudo verlo hacer una mueca de descontento. Caín giró, él sabía que Gabriel era el líder, mas no sabía que era uno falso. No sabía que su hijo había sido la mente maestra detrás de todo eso.

-¿Qué haces aquí?-preguntó Caín.

-Vine por el líder-confesó Gabriel.

JungKook sabía que esa mueca de descontento vendría con alguna sorpresa desagradable. ¿Por qué debía confesarle eso? Su reciente conocido padre no debía saberlo. Pero ya era tarde.

-¿Líder? ¿Tú lo eres, JungKook?-Caín giró a verlo, suspiró.

-¿Quién más querría matar a Luzbel con tanta insistencia? Soy el único que quiere verlo muerto...aunque me arruinaste la oportunidad de estar con Seok Jin.-Kook miró sus muñecas sin las doradas pulseras-Te metiste en vano, jamás estuve en peligro, menos con él. Si no hubiéramos realizado un plan él se hubiera quedado a solas con la puta de JiHoon y yo volvería al Cielo.

-Vamos ¿ahora me dirás que el Infierno es mejor?

-Mucho mejor que el Cielo o esta mierda de vida con ustedes.-comentó con odio JungKook.

-JungKook...-Caín tocó su hombro pero, sorpresivamente, su propio hijo lo atravesó con su mano sacando su corazón al otro lado.

-No debiste meterte donde no te llaman, papá-dijo burlonamente sacando su mano y arrojando el corazón-Gabriel, deshazte del cuerpo, tengo cosas que hacer y este ya no nos sirve. Sabe de mí.

Gabriel no parecía estar de acuerdo, pero sin decir nada acotó sus órdenes.

JungKook sonrió, tenía que empezar su actuación.

Ángel&Demonio

Jueves 12 de abril de 2018. El Castillo del Infierno.

Sabía que no tenía mucho tiempo para deshacerse del pequeño cretino. No había muchos demonios en el Castillo y eso era una ventaja para él. No tenía fuerza ni rapidez, pero no sería necesario. Si engañaba al parásito, todo saldría perfecto.

Había ocultado una cuchilla en uno de los muebles, no le había costado conseguirla ni tampoco guardarla en un lugar seguro. Había sido bastante fácil, sobre todo cuando ganó parte de la confianza de Seok Jin.

La sacó y comenzó a maniobrarla para abrir la sellada puerta de la habitación que lo mantenía prisionero. Tardó alrededor de veinte minutos en lograr deshacerse de la traba. Sonrió victorioso.

Salió caminando lo más silencioso posible, escondiéndose y asegurándose de que nadie estuviera cerca. No era idiota, había descubierto ya dónde estaba Luzbel, no la habitación exacta pero sí el lugar. Hallarlo no sería complicado.

Caminó en el pasillo donde supuestamente estaba Luzbel, escondiéndose tras algunos muebles y esperando. Esperó durante horas hasta que vio a JiHoon salir de un cuarto. No era complicado saber que ahí estaba Luzbel.

Era el momento de actuar.

Ángel&Demonio

-No lo puedo creer, JungKook...es tu hijo ¡tu hijo!-gritó YoonGi azotando a JungKook contra la pared.

-Ese niño...no es mi hijo...es un error... ¡Un error!-exclamó mirando con odio al pequeño niño que lloraba alejado de ellos.

Unos pasos apresurados ingresaron a la habitación. JiHoon se mostró sorprendido al verlo, pero lo ignoró para ir con Luzbel y abrazarlo. Brindarle contención a un pequeño híbrido de Serafín y demonio era lo mejor si no querían un problema mayor.

-¿Sabes lo que sentirá Seok Jin cuando se entere? Te odiará.

-Todo esto...es culpa...de ese cretino... ¡Ese bastardo me lo arrebató!-JiHoon aferró al pequeño niño contra su pecho, el odio en su mirada aumentando.

-Llévatelo-pidió a YoonGi.

Él no lo dudó y agarrándolo del cabello lo arrastró por el Castillo hasta llevarlo al salón donde lo arrojó al suelo. JungKook lo miró con desprecio apretando las manos contra el suelo.

-Caín debió matarte aquella vez...-el demonio abrió los ojos sorprendido.

-Tú sabías que estaba secuestrado, sabías lo que me harían.-murmuró mirándolo enojado, el Serafín sonrió divertido.

-Por supuesto que lo sabía...me daba lo mismo lo que hicieran contigo, por más que fuéramos mejores amigos. Tu vida no vale nada para mí.

El demonio rio, mierda, debió esperarse algo así. JungKook había perdido parte de su esencia desde que Seok Jin lo dejó. O quizás la había perdido hacía tiempo gracias a los genes de sus padres. Tal vez era cuestión de tiempo para que JungKook mostrara su verdadero ser.

-Eres un hijo de puta-murmuró viendo al Serafín todavía en el suelo-no van a perdonarte esto.

-Jin lo hará...él me ama.

-No tanto como a Luzbel-uh, eso había dolido, lo pudo ver en sus azules ojos-él siempre querrá a su hijo antes que a ti.

-Cállate.

-¿La realidad duele?-se burló cruzándose de brazos.

-¡Cállate! Es culpa de ese mocoso, si no hubiera nacido, si hubiera podido matarlo, todo sería distinto.-apretando los dientes bajó la mirada.

YoonGi planeaba decirle algo más cuando pudo ver a Jin detrás del Serafín. Por su aspecto, no se veía para nada contento así que dio unos pasos hacia atrás. No se metería, dejaría que JungKook solucionara sus problemas por su cuenta.

Jin agarró a JungKook del cuello, alzándolo y quitándole la respiración. Los ojos de JungKook se abrieron sorprendidos y no tardó en derramar lágrimas. Sus pies se movieron, su rostro comenzaba a tornarse morado. Si el demonio seguía así lo mataría.

Pero en un momento de lucidez, Jin lo soltó. JungKook tosió pero eso poco le importó al demonio quien lo agarró del cabello con sus ojos rojos brillando.

-¿Por qué? ¿Por qué lo hiciste? ¡Es nuestro hijo! ¡Sabes lo importante que es para mí! ¿Así dices amarme?-JungKook se quedó callado, sus lágrimas aumentando-Deja de hacerte la víctima con ese llanto hipócrita. Me mentiste... ¡Me mentiste!-Jin no resistió y, tras soltarlo, le estampó una patada en el rostro.

JungKook sintió la sangre en su boca y escupió en el suelo. Sus azules ojos dejaron de derramar lágrimas, sus manos lo ayudaron a levantarse del suelo para enfrentar a Seok Jin.

-Tenía que hacerlo, tenía que matarlo... ¡Él me quitó lo que más amaba!-una bofetada lo volvió a dejar en el suelo.

Jin se colocó sobre él tomándolo de su ropa para darle otra bofetada. En sus rojos ojos había una mezcla de odio, dolor y traición que le revolvió el estómago. Jamás había visto al demonio de esa manera, nunca.

-Pudimos solucionarlo, pudimos ser una familia, pero tú...tú hiciste lo que quisiste. Ja, de Serafín no tienes nada.-JungKook sonrió de lado tomando las manos que sostenían su ropa.

-Hay seres celestiales que nacieron para ser demonios y demonios que lo único que tienen de demonio es la apariencia, Jinnie...Además no olvides quienes son mis padres...quien es nuestro padre.-Seok Jin apretó los dientes-No puedes esperar nada bueno de mí.

-Lo sé, créeme que ahora más que nunca lo sé.-apretó el cuello del Serafín, sus uñas arañando la piel y haciéndola sangrar.

Seok Jin estaba dolido. Se sentía traicionado, estúpido por haber confiado mínimamente en alguien como él, en alguien a quien amaba. Creyó que a pesar de que JungKook no quería a su hijo no llegaría a hacer algo semejante como eso. Pero estaba tan equivocado, a él le importaba poco Luzbel, la vida de un niño inocente que era su hijo. De ambos. Fruto de un fuerte amor.

Jamás creyó que llegaría a detestar a JungKook, pero lo hacía, en ese momento de verdad que lo detestaba. Esperaba que no hubiera llegado a hacerle daño a Luzbel, no por nada estaba fuera de su habitación y con YoonGi quien no parecía feliz de estar con él. Maldición, esperaba que su pequeño no tuviera un solo rasguño o de verdad que esta vez no se contendría. Mataría a Kook.

Levantándose pero todavía sosteniéndolo del cuello (aunque con menos fuerza) se acercó a YoonGi.

-Dime que no le ha hecho daño a Luzbel, dime que Luzbel ni siquiera lo conoció.-su cuñado suspiró, eso ya no era bueno.

-No lo ha lastimado, pero de haber llegado cinco segundos más tarde Luzbel estaría muerto.

Maldición. Luzbel había conocido al desgraciado de su padre, al cretino que lo quería muerto. No, esto ya no podía perdonárselo a JungKook, ya no.

Usando su teletransportación llevó a JungKook a una isla perdida en Oceanía. Una desierta donde se sospecha, no vivían humanos. Lo soltó en la arena, mirándolo con desprecio y conteniendo las ganas de patearlo.

Se arrodilló frente a él, tomándolo del cabello para alzar su mirada.

-No voy a matarte, no ensuciaré mis manos con tu inmunda sangre. Pero...te dejaré aquí, después de todo el estúpido ejército que formaste va a sufrir las consecuencias de sus actos y tú serás buscado para ser castigado también. Creo que ya sabes lo que te espera. Sin segunda oportunidad, así que suerte.-soltándolo se levantó y dio media vuelta.

-¡Espera!-gritó JungKook-Dios me buscara para matarme, lo sabes. Sé...que cometí muchos errores pero...al menos...quítame estas pulseras. Con ellas soy débil y...

-No me importa-interrumpió girando su cabeza para verlo sobre el hombro-no voy a ayudarte ni a sentir lástima de tu situación, tampoco arriesgarme a devolverte tus poderes y que atentes contra Luzbel. Así que, Kookie-volviendo a él acarició suavemente su mejilla-suerte.

-No puedes dejarme así ¡Yo te amo!-gritó colgándose de su cuello en un desesperado abrazo-por favor, ayúdame, prometo que no lastimaré a Luzbel pero...por favor...no me dejes así, sabes que moriré si lo haces.-Seok Jin tomó sus brazos y lo separó de su cuerpo.

-Entonces será mejor que busques una forma de romper las pulseras antes de que ellos te encuentren-murmuró Jin tocando con sus labios la frente del Serafín en un delicado beso-me hubiera gustado que las cosas no terminen así, pero tú te lo buscaste. Adiós, JungKook.

Empujándolo para alejarlo de su cuerpo, Seok Jin dio unos pasos hacia atrás y volvió al Castillo.

Ángel&Demonio

Ya era de noche y todos sus hermanos habían vuelto al Castillo. Él se encargaba de abrazar a Luzbel luego de consolarlo por el encuentro con JungKook. No había sido sencillo, pero al fin de cuentas lo logró y su hijo ahora dormía en su pecho, aferrado a él. JiHoon había optado por dejarlos solos aunque Seok Jin sabía que iría al Cielo. Al igual que el resto tenía consecuencias que sufrir.

Su padre le había comunicado que todos serían condenados. Muchos perderían sus alas y, los más graves, morirían. Gabriel y Set serían una excepción según tenía entendido. El Arcángel había sido amenazado y Set era un Tronos que intentaba hacer feliz a su familia. Nunca tuvieron malas intenciones reales a diferencia de los demás, inclusive JiHoon quien cambió de opinión al conocer a Luzbel. JungKook, por otro lado, no tendría perdón. Jin, en ese momento, no podía sentir lástima de él.

Acarició el cabello sedoso de su pequeño. Había sido doloroso secar sus lágrimas por la culpa de JungKook, sobre todo por la voz rota de su pequeño que le preguntaba por qué su papi lo odiaba tanto. ¿Cómo explicarle a un niño, por más que fuera más inteligente que uno humano, que su papi estaba enfermamente enamorado de su papá? ¿Cómo entendería que quiso asesinarlo simplemente porque no fue lo suficientemente listo como para pedirle su ayuda y evitar su muerte? ¿Cómo?

Luzbel se aferró a él todavía dormido, lo apretó contra su cuerpo y besó su frente. A pesar de todo seguía amando a JungKook. Sin embargo, el amor que sentía por su hijo lo superaba y elegiría siempre a su niño antes que a un Serafín enfermamente enamorado de él.

Aunque dolía, maldición que sí dolía. A pesar de que estuviera enojado dolía demasiado. En esos días había sentido que podía recuperar a su amado, que podrían formar una familia medianamente normal y ser felices los tres.

Maldita realidad de mierda. Maldito dolor asfixiante. Maldito JungKook.

Luego de horas de resistir, dejó que sus lágrimas cayeran libres por sus mejillas. Dejó ir todo el dolor que sentía.

Dejó ir con cada gota derramada al Serafín que más amaría en su eterna vida.

El proximo ya es el último, planeaba alargar más esto peeeerooo...neee, lo termino en el proximo XD Ya se me ocurrio un buen final uwu

Intentaré traerselos mañana, así no los hago esperar demasiado, pero no prometo nada XD

Por cierto, para quienes no sepan, subi un omegaverse KookJin llamado La bella y el feo. Espero que les guste.

Nos vemos en el proximo! besos! :D

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