Capítulo 16

La avifauna de Venezuela es muy diversa e incluye un total de 1.420 especies. Se han declarado 33 especies globalmente amenazadas de extinción. Venezuela es el 5° país del mundo con más especies de aves.

María Victoria durmió toda la noche en paz, se levantó al primer canto del pajarraco molestoso, se duchó y se vistió muy rápidamente antes de que saliera el sol. Fue hasta las caballerizas, ya a esa hora la faena estaba en pleno apogeo con el ordeño de las vacas y la movilización de los becerros. Esta vez ella no fue para ver al capataz sino para que uno de los peones le prepara una yegua. Una vez lista salió al galope a un lugar donde Julio le había dicho que anidaban las más hermosas aves.

Se quedó sobre la montura y esperó que amaneciera y se enamoró de ese mágico amanecer que irradiaba toda la energía de la vida en sus mágicos colores, el sol se levantaba con ímpetu enseñoreándose de todo y dando inicio a un nuevo día.

La algarabía de las aves le emocionó el alma, las que pudo observar ese día, fue el escandaloso loro real con su plumaje primariamente verdoso, cara y coronilla amarilla, pico pálido, ojos naranjas, anillos oculares blancos, y flashes rojos en la espalda hacia las alas. Anda siempre en bandada y se destacan por hacer un ruido ensordecedor muy similar a las guacamayas.

También pudo apreciar al oripopo es muy normal verlo en las primeras horas del día posados con las alas extendidas, sobre árboles y torres de electricidad, es un carroñero.

Y como estaba de suerte ese día porque pudo ver al arrendajo llanero que se caracteriza por su plumaje completamente de color negro, él se ve en zonas muy poco pobladas, es muy difícil encontrarlo por lo que Vicky se sintió afortunada a presenciar ese especial hallazgo.

Era una de las pocas veces que se sentía realmente feliz y más cuando llegó y vio a Luis Fernando que la ayudó a desmontar, la tomó de la cintura y la bajó muy lentamente sin apartar en ningún momento las manos de su cuerpo.

—Buenos días María Victoria —susurró muy cerca de su boca.

—Buenos días Luis Fernando —contestó ella colocando las manos en su torso.

—¿Qué haces tan temprano cabalgando?

—Quería comprobar con mis propios ojos si era cierto lo que se dice de los amaneceres llanero.

—¿Y a que conclusión llegaste?

—Que son mágicos.

Él la pegó más a su cuerpo, tenía todas las intenciones de besarla hasta que la voz de Andreína llegó a sus oídos, se separaron inmediatamente.

—¿Luis Fernando estás ahí? —Lo llamó la joven.

—Esa bruja no puede verme aquí —le dijo Vicky en voz baja.

—Tranquila yo la distraeré para que salgas. —Respondió él en el mismo tono.

—De acuerdo.

Él se le quedó mirando y no resistió de darle un rápido beso en los labios.

Ella sonrió cuando lo vio marcharse.

Después de que su entrometida prima estuvo entretenida, aprovechó para entrar en la casa, fue directamente a la cocina, está muy hambrienta.

—Buenos días —dijo sonriendo.

Su nana la miró con el ceño fruncido, se acercó a ella y le tocó la frente.

—¿Mi amor te sientes bien?

—Si nanita, mejor que nunca y bendición —le dio un beso en la mejilla y la abrazó.

—Buenos días señorita —la saludaron las criadas.

—Nana quiero dos arepas, mi estomago ruge.

—¿Dos arepas? Si tu comes como un pajarito, ya te tengo listo tu cereal y tu leche pasteurizada como te gusta.

—Excelente y también mis quiero mis dos arepas con jamón y queso.

—¡Gua! ¿y a ti que te pasó?

—Nada ¿una no puede amanecer contenta?

—Alabado sea Dios.

Alecia entró en la cocina y se le quedó viendo y sonrió de una manera que a Vicky no le gustó nada.

—Buenos día señorita Vicky —dijo la sirvienta con un deje se sarcasmo.

—María Victoria para ti. —Le respondió ella con altanería

—Como usted diga señorita.

Vicky no le prestó atención y siguió desayunando, al terminar se encaminó hacia su habitación, cuando entró se quedó pasmada al ver el desastre que había, todas sus cosas estaban destruidas, su ropa, sus libros, accesorios, ropa de cama, nada quedaba en buen estado, corrió hacia el armario y buscó un vestido que guardaba con mucho celo, ya que era el único recuerdo de su madre, la prenda estaba hecha añico como todo los demás y la ira se apoderó de ella, las lágrimas se agolparon en sus ojos, pero se negó a derramarlas, a su prima no le iba a dar el gusto, porque Vicky se encontraba completamente segura que había sido ella en complicidad con la sirvienta, por eso estaba tan altanera esa mañana.

Recogió el vestido y sus partes, barrió la peinadora con lo poco que quedaba y lo colocó allí. Luego salió de su cuarto rumbo al despacho de su padre, hecha una completa fiera.

Entró sin tocar y se dio cuenta de que su padre no se encontraba solo, estaba con una mujer a la cual tenía su rostro enterrado en sus piernas haciéndole una felación y por las ropas de la mujer inmediatamente supo que era una criada.

—¿Qué significa esto?  —gritó enojada.

Antonio dio un respingo y la mujer se dio la vuelta.

—¿Tú? Como no lo imaginé antes. —Dijo con rabia.

Alecia la criada levantó la barbilla envalentonada y le sonrió.

—¿Cómo puedes enredarte con una sirvienta? —gritó María Victoria.

—Cálmate cariño.

—No puedo ¿Cómo un hombre como tú se enredada con esa sinvergüenza? ¿Sabes lo que ha hecho? ha destruido toda mi habitación, mi ropa, mis cosas, el vestido de mi madre.

—Mentira patrón yo no he hecho eso. —Alecia le agarró el brazo a Antonio.

—Claro que lo hiciste, por eso estabas tan alzada en la cocina.

—Yo sería incapaz.

—Tan incapaz, como acostarte con un hombre que te dobla la edad para sentirte poderosa, criada mugrosa.

—Vicky ya basta —le advirtió su padre.

—Echa a esta zorra ahora mismo de la casa para que yo me calme.

—No —Fue la repuesta rotunda de su padre.

Vicky no estaba acostumbrada a que se le llevara la contraria, lo que ella quería lo obtenía por las buenas o por las malas.

—¿Así que prefieres a esa que, a tu propia hija? no sé de qué me asombro.

—Eso no se trata de preferencia mi amor. —Trató de conciliar Antonio.

Alecia detrás de él sonrió y eso enojó mucho más a la joven.

—Escúchame bien Antonio Araujo si ella no se larga, lo haré yo, porque no pienso vivir bajo el mismo techo con esa mujerzuela arribista.

María Victoria salió de la casa y vio a Luis Fernando con Andreina, ella estaba en el suelo y él le sostenía un pie en su mano, le estaba haciendo un masaje. Ella lo fulminó con la mirada y corrió hasta el estacionamiento, fue directamente al vehículo de su padre, se montó y sonrió al ver las llaves, prendió el rústico y hundió el acelerador levantando una nube de polvo.

—María Victoria —La llamó Antonio a gritos que salió corriendo detrás de ella, pero la impetuosa joven hizo caso omiso, aceleró mucho más hasta llegar a la entrada que quedaba a casi un kilómetro de la casona.  Se encontró con los guardias de seguridad.

—Abran esa maldita puerta —gritó Vicky furiosa.

Los hombres al ver que era la hija del patrón, le abrieron inmediatamente.

Ella no tenía ni idea a donde ir, pero su padre estaba muy equivocado si la iba a humillar de esa manera delante de esa sirvienta, pensó en Luis Fernando y al verlo a lado de su prima la hizo enfurecer mucho más, salió de El Morichal sin rumbo fijo y con la sangre ardiendo.

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