CAPÍTULO 35

Ingreso nuevamente a la oficina después de una noche larga, después de lo que ocurrió ayer no pude pegar un ojo en toda la noche por eso ello llevo estas ojeras ahora presentes, cansado me siento en la silla para ver a Thiago.

— Tú la viste, era ella — le digo para otra vez ver borroso debido a mis ojos cristalizados.

En esos instantes sentía mi corazón explotar que estoy seguro de que ella escucho cada latido, quería hablar con ella, necesitaba escucharla quería contarle todo lo que había sucedido pero el llego y todo se acabó.

— Taemin — ingresa sin permiso Emma a mi oficina con su sonrisa — Aquí esta tu café 

Nuestras miradas se conectan y ella se da cuenta de mis lagrimas por lo que corre a limpiarme, pero me aparto de su contacto y me limpio yo solo.

— ¿Qué pasa? — me pregunta tocando mis manos.

— No es nada, ¿ya tienes el nuevo proyecto? — le pregunto para cambiar de tema.

— Si, te encantará, el día de mañana será la exposición — dice ganándose una sonrisa.

— Está bien, ya te puedes retirar — digo son una sonrisa típicamente cerrada.

Por lo que aparta sus manos de las mías y sale de ahí, dejándome con Thiago, estos últimos cuatro años no han sido muy fáciles, cuando perdí mi teléfono en el aeropuerto casi me desmayo, se supone que decía escribirle a Hannah, además estaba seguro que lo guarde en uno de mis bolsillos, pero ya no apareció por lo que tuve que crear una nueva línea en el país extranjero, Thiago me ayudo a llamar a la universidad para que se me brindara el correo de Hannah, era nuestra única esperanza para poder enviarle mensajes pero no daban sus frutos.

Además, agradecía la amabilidad de Emma, al principio lo sentía normal, pero al ver que lo hacía siempre me incomodaba por lo que casi siempre la evitaba, pero era en vano.

— ¿Podrías por favor ayudarme a colocar el collar? — decía mientras me dada su collar.

Me dedique a colocársele rápidamente, pero en el único que podía pensar era en Hannah

— Muchas gracias Taemin — me decía dándose la vuelta — Permíteme — siento sus manos arreglando mi corbata. 

¿Por qué no siento lo mismo que Hannah? Solo quiero apartarme de ella y estar con mi chica de mejillas rojas.

 Recargo mi cabeza en la silla descansando y alejando mis pensamientos para poder descansar solo unos minutos para luego ver los documentos y contratos que tenemos, así como crear las nuevas alianzas estrategias con algunos mercados, necesito esforzarme más para que la compañía siga avanzando.

— Necesito a mi vitamina — Digo casi en susurro

Los recuerdos siguen presentes nunca les he olvidado, en mis momentos de pánico siempre la recordaba con su risa enorme, y me esforzaba mucho para terminar la universidad para verla pronto y conversar si era cierto lo que me dijo en ese correo.

Despejo mi mente, necesito un capuchino, por lo que me levanto y veo como Thiago observa unos documentos.

— Iré por un capuchino, ¿quieres uno? — le indico a Thiago

— Tomare el café de su escritorio — me dice riendo 

Luego de unos minutos al tener en las manos mi capuchino, estoy de regreso al último piso donde se encuentra mi oficina, por lo que ingreso al ascensor donde están más personas, los saludo correspondientemente, estoy tan sumergido en mis pensamientos. Veo que estamos subiendo cada piso, por lo que paramos en el quinto piso, al abrirse las puertas la veo ahí parada con un folder.

¿Ella trabaja aquí?

Estoy tan sorprendido, eso explica porque el día de ayer solo estaba a una esquina de la empresa, casi todas las personas salen del ascensor y ella ingresa saludando a las demás personas y a mí, al quedar los dos solos en el ascensor mi corazón late demasiado, aún falta unos cuantos pisos para llegar por lo que aprovecho la oportunidad después de lo de ayer.

— Ha pasado mucho tiempo — susurro por lo bajo —¿Por qué no llegaste?, te estuve esperando —ella no dice nada y permanece en silencio —¿No me contestaras? — Pregunto para tomarla de una mano — ¿por qué estas nerviosa? — la miro a los ojos.

— Y-yo yo no estoy nerviosa — responde queriendo apartar sus manos de las mías.

— Así, ¿entonces porque tus manos están temblando? — pregunto y veo ese rubor en sus mejillas.

— Es suficiente — dice lográndose zafar de mis manos.

— Hannah — pronuncio su nombre impidiendo el toque por lo que la abrazo por detrás.

— Lo siento, pero ahora tengo que entregar estos documentos a mi equipo — dice limpiándome sus lágrimas que habían aparecido— no pueden verme así.

— Mírame — la volteo a mi dirección para poder ver nuevamente sus ojos— ¿Es cierto lo que me escribiste en ese correo?, tan rápido me has superado— menciono y mis mejillas se empapan de las lágrimas siento un gran nudo en mi garganta que me impide hablar nuevamente.

— ¿Correo? — veo confusión en su rostro.

— ¿Por eso actúas así? — pregunto — Tú sabes quién soy Hannh, lo sabes.

— Lo nuestro ya es parte del pasado — esas palabras me dolieron tanto — Por favor entiéndelo  

No puede decir nada más, debido a que las puertas del ascensor se abrieron y ella rápidamente se zafo de mis brazos, se alejó nuevamente de mí, y es ahí donde no entiendo su actitud. 

Me pide que la entiende, pero ella también debe entenderme a mí.